miércoles, 29 de mayo de 2013

Media Semana... visitas inesperadas...

A Rx no la veía desde hace un buen tiempo... no se cuantos meses pero supuestamente no me había visto con traje -en esta temporada al menos-.  O sea que no la veía desde el año pasado.

Ayer me llamaron del banco en donde teno mis ahorros.  Para ver a que agencia me enviaban el cheque rechazado.  Pedí que me lo enviaran a la que está del otro lado de la calle frente al edificio en que trabajo.

La mayor parte del día de ayer lo pasé cambiando un documento que ha estado bien bien trabajoso.  Lo envié este día.  Para empezar me levanté a las cinco porque tenía que preparar mi sopa y tocaba entrar a las siete.  Por supuesto yo llegué a las 6:30, el compañero del BMW llegó a las 7:02, Ant llegó como a las 7:10 y la compañerita como a las 7:30.  En lo que desayunaban y demás ya no dió tiempo de avanzar en los pendientes.

Pasé la mayor parte de la mañana avanzando en el documento que llevo entre manos y al medio día salí a almorzar al parque.  Afortunadamente no llovió a esa hora.  Retorné  a la oficina a continuar con la tarea en curso y a las 6:00 acepté la oferta de aventón del compañero del BMW.  Otra vez pasó por él su amigo y me vinieron a dejar hasta mi casa pues volvió a llover.

Anoche empecé a leer nuevamente El Lobo Estepario -también ví el capítulo 13 de The Big Bang Theory Season 6-.  Había leído una parte del libro hace unos quince años y lo dejé como a la mitad.  Espero en esta ocasión terminar de leerlo.  También escribí a un par de grupos de Zen de Estados Unidos.  Uno de ellos me respondió esta mañana contestándome que no había ningún asociado por estos rumbos y recomendándome escribir a un par de grupos online.

Hoy me levanté a las 6:20, había puesto el reloj para las seis y aunque me desperté a las seis menos diez seguí dormitando hasta esa hora.  Me levanté a planchar mi camisa y bañarme y llegué a mi trabajo como quince minutos antes de las ocho.  Estoy trabajando en varios documentos a la vez y me cuesta un poco seguir el avance en grupo.

Hoy no compré pan dulce por la mañana porque creí que no iba a desayunar.  Me sentía un poco lleno pues anoche comí un poco más de pan tostado que de costumbre.  Al final compré un pan con carne en el trabajo.  AL mediodía salí a los bancos, a pasar mi sueldo mensual al banco de los ahorros y a depositarle a mis chicos y un poco de dinero a la cuenta que uso con tarjeta de débito.

Por la tarde me tocó que ir a la central de la empresa a revisar un par de procesos.  Casi al final de la tarde.  Como le había dicho a la compañera de mi jefa que la iba a esperar aún retorné a trabajar un par de horas a la oficina.  A las siete cerré todos mis documentos y luego apagué la computadora.  Estaba entrando al elevador cuando me llamó Rx.

Había escrito en su muro en Facebook hace unos días pues acaba de cumplir años.  En esa ocasión le indiqué que cuando quisiera podía pasar por mi habitación.  Hoy estaba en el parqueo de mi casa cuando me llamó.  Como el tráfico a esa hora está bien fluido le indiqué que en veinte minutos estaría por acá.  Al final fueron dieciseis minutos.

Rx anda de bajón.  Que volvió a terminar con su pareja -vivieron juntos casi un año- y aún no sabe que hará.  La invité a que me acompañara a comprar mi cena, compré una torta para mí y un asado para ella.  También compré una gaseos y una bolsita de snacks para mi -típica cena-.  Rx acaba de ir a Colombia y andaba con un frasco de café colombiano, el cual no pudimos probar pues anoche se me acabó el agua pura.

Cenamos, conversamos un poco y luego se fue.  Se supone que vendrá otra noche.  Quizá para quedarse a dormir.  No se.  Por Facebook me escribió la ex novia de mi ex alumno.  Se supone que iremos un día de estos a ver The Fast and The Furious 6.  No se si se dará y no se si es lo mejor.  Quiero avanzar un poco de El Lobo Estepario pues solo me quedan dos noches más antes de los comentarios en el Círculo de Lectores.

lunes, 27 de mayo de 2013

Cambios de temperatura, baja de presión...

Hoy me he sentido terrible, anímicamente y físicamente.  Lo dicho, de unos dos o tres años para acá los cambios de presión en el ambiente me afectan más. 

Anoche me acosté como a las 11:00 y me levanté este día como a las cinco y media.  Preparé los panitos que llevo usualmente los lunes y me fuí a la oficina un poco después de las seis y media.  Creí que iba a mojarme en el camino pero afortunadamente dejó de llover un poco antes de salir de mi habitación. Llegué bien temprano a la oficina, como a las siete y veinte.

Los correos que no me fueron respondidos el jueves y viernes empezaron a llegar este día, con un montón de cambios por hacer a los documentos que llevo entre manos.  Lo malo es que casi desde temprno me sentí terriblemente.  Es como que empieza a llover y me da un desgano en general.  Siento que me palpitan las venas del lado derecho del cráneo.

Apenas pude contestar un par de correos, uno de mi jefa y uno de la compañerita; quien por cierto no llevó hoy dulces.  Debo recordarme de comprar dulces esta semana para tener preparados en la oficina.  EL acuerdo es que el que no lleve dulces a primera hora del lunes debe llevar dos semanas seguidas.

Salí a almorzar a las doce.  Me comí el par de panitos mientras caminaba.  Afortunadamente no estaba lloviendo.  En el camino encontré a una voluntaria a la que no había visto como en un año y con ella caminé algunas calles.  Fuí a recargar la tarjeta de transporte y al final el gran premio por recargar cierta cantidad este mes era el 5% de las cargas.  Al menos.

En la mañana había escrito al banco en el que tengo mis dos cuentas de ahorro preguntando sobre la razón de que no hubieran cargado un cheque que deposité el miércoles pasado.  Al final pregunté en las oficinas donde recargué la tarjeta del transporte y me informaron que lo había endosado mal.  Que vaina pagar un cargo por esta causa.

En la tarde avancé un poco más en el documento que debo entregar el miércoles -y en el cual voy completamente atrazado- y estuve tratando de pasar el día.  El compañero del BMW me comentó que lo llegaban a traer a las seis y media y lo esperé pues no tenía ánimos de quedarme muy tarde pero tampoco ánimos de salir a mojarme.

Esta mañana llamé a mi ex jefe en Portland.  Hoy celebran Memorial Day y usualmente lo llamo para fechas en que no abren el workshop en el que trabajé casi dos años.  Un poco después del almuerzo llamé a mi hija mayor para mantenerme en contacto y un poco antes de salir llamé a mi hija segunda.  No pude hablar con mi chico porque estaba bañándose.

Afortunadamente el amigo del compañero del BMW pasó a traerlo a la hora en punto.  También me vinieron a dejar a mi casa pues estaba lloviznando.  Pasé a comprar un poco de pan para la cena -y para mañana- y espero no dormirme muy tarde pues sigo sintiéndome terrible y mañana debo llegar antes de las siete de la mañana.  O pago el desayuno de todos.

domingo, 26 de mayo de 2013

Domingo sin salida...

Al final no me dormí tan tarde anoche.  Igual, esta mañana no me quería levantar.  Puse la alarma para las seis y media para lavar una hora y luego ir tranquilamente por mis peques a las 8:00.  Me desperté como a las seis y seguí dormitando, oía la lluvia caer.  Me levanté finalmente como a las siete y cuarto.

Salí a lavar un poco de ropa.  Estaba lloviznando así que no tenía muchas esperanzas de que se secara para mañana.  Lo bueno es que el vecino nicaragüense tiene unos lazos dentro de la pestaña y salió a decirme que colgara la ropa allí pues no se secaría en la terraza.  Tendí un poco y deje unas camisas y calcetines en remojo pues se mi hizo tarde.  Como a las ocho y cuarto entré a ordenar un poco mi habitación.  Ya solo me dió tiempo de hacer la cama.  Ni siquiera barrí.

Pasé al supermercado y a la tienda y llegué a la casa de mis peques como a las ocho y cuarenta.  Empecé a preparar el desayuno -cereal, huevos, jamón, tomate y aguacate- y mi hija mayor me comentó que su madre no nos acompañaría a desayunar.  Un misterio para mí pues estaba en una habitación.  Preferí no insistir.  Le indiqué a mi hija segunda que preguntara si le dejábamos el desayuno e indicó que le daba igual.  Le dejé una porción de lo que desayunamos.

Casi a las diez nos venimos a mi habitación.  Mientras mis chicos armaban tres cubos de Rubik barrí y terminé de ordenar la habitación.  Vimos unos videos de Country, la relación aurea y otro en inglés.  Luego realizamos la nueva rutina: dos en las portátiles y el tercero jugar ajedrez conmigo.  Más que jugar ajedrez trato de ponerme al día, especialmente con la más grande.

Mi hija mayor fue a examinarse a uno de los mejores colegios -y más caros- del país.  Las timósamente sus notas no han sido tan buenas el año pasado y este.  Le comenté que no debía desanimarse si no podía ingresar allí, que siempre hay otras opciones y que trataría de contactar a uno de mis amigos que van en los primeros años de medicina para que asistiera mientras está en el bachillerato como oyente a algunas clases del primer año.

También conversé con mis hijos pequeños pero la grande es la que ahora está en el medio de la acción.  Incluso ahora tiene dos pretendientes en vez de uno.  Es interesante lo que el hijo mayor sufre, especialmente por la inexperiencia de los padres.  Espero que salgamos todos fortalecidos de esta etapa.

Parte del tiempo compartido este día -fue mucho más de los normales veinte minutos- fue la revisión por parte de cada uno de mis chicos de un catálogo con todas las carreras de todas las universidades del país.  Les pedí que anotaran en la última hoja de su diario al menos cinco opciones de carreras que les gustaría estudiar cuando lleguen a la universidad.

 Me parece intersante que mi hija mayor haya considerado auditoría, medicina, psicología y leyes.  Mi hijo chico ciencias de la comunicación y mecatrónica.  Pero lo que más me sorprendió fue ver el listado de opciones de mi hija segunda, como diez.  Ella ha estado desde hace algunos años bastante insistente con estudiar biología.  A ver por cual carrera se decide cada uno.

A media mañana salimos a comprar ingredientes para sandwiches pues habíamos planeado ir al IRTRA.  También tomamos algo de tiempo para leer.  Un poco antes de las dos preparamos los emparedados y como ya era casi la hora del almuerzo -y estaba lloviznando- comimos dentro de mi habitación.  Después de almorzar empacamos unos libros y nos dirigimos al IRTRA.  Como a tres calles de acá empezó a lloviznar y nos refugiamos en una cornisa.  Esperamos cinco o diez minutos leyendo y luego volvimos a intentar avanzar pero empezó a llover nuevamente. 

Acordamos con mis chicos retornar a la habitación por el riesgo de terminar empapados.  Volvimos a tomar la rutina de las mañanas:  Juegos en portátiles y ajedrez.  A las seis vimos como veinte o veinticinco minutos de Episodio I -la otra semana creo que terminamos de verla- y a las seis y media fui a dejarlos a su casa.

Retorné a comprar el salami y el pan del almuerzo de mañana.  Por no haber ido al IRTRA no gasté los seis o siete dólares que usualmente invierto en la actividad -aunque no me hubiera pesado hacerlo- por lo que creo que no tendré que tocar el buffer para llegar al fin de mes.

Vine a bajar la ropa que tendí en la mañana.  También había colgado una camisa dentro de mi baño, con lo que comprobé que puedo -en una emergencia- secar también allí la ropa.  Lavé unas camisas que había dejado aún en remojo por la mañana y luego terminé de ver el último capítulo de Homeland Season 2.  Espero no dormirme más tarde de las nueve y media pues me espera una intensa última semana de mes.

sábado, 25 de mayo de 2013

Extradición... en resumen, casi lo mismo que Noriega...

En mi segundo año de universidad tuve un compañero que había estudiado unos meses en Panamá.  No se si uno o dos años antes el ejercito estadounidense se había metido a ese país a sacar al presidente de ese entonces, Noriega y a este compañero le había tocado estar en medio de la agresión.  Lo que me comentó fue que el ejercito y las fuerzas oficiales se rindieron al combate sin pelea.  Había una especie de milicia civil que entró en combate, no se si por horas o por días.  Al final se rindieron y Noriega pasó creo que 20 años en una prisión estadounidense por algo sobre lavado de dinero y/o narcotráfico, cuando salió lo reclamó Francia y creo que aún está en prisión -o murió en ese estado-.  Y no, Wikipedia dice que lo soltaron hace un par de años de Francia y ahorita cumple veinte años en Panamá.  Me imagino que en mucho mejor condición que en los otros dos países.  Privilegios del poder.

Nuestro presidente de hace tres períodos fue apresado en el 2010 -publiqué un post sobre el hecho ese año-, el presidente anterior aprobó su extradición a Estados Unidos por cuestiones de lavado de dinero.  Desde entonces había estado interponiendo recursos y valiéndose de varios medios para mantenerse en el país -en prisión o en hospital-.  Hasta ayer.  Como a media mañana el compañero del BMW me comentó que lo habían extraditado -creo que lo había visto en twitter también-.

Lo que recuerdo haber leído es que también Francia lo reclama.  Así que me imagino que tendrá el mismo destino de Noriega.  Lo empezarán a juzgar en New York por lavado de dinero, la pena máxima es de 20 años y luego tendrá que comparecer ante Francia.  Me parece que si no es porque las potencias hacen de policías en nuestros países no hay penas para los personajes de alto perfil.  De pronto retorna en 20 o 30 años para pasar sus últimos años en las prisiones de lujo de sus similares.

-*-

El miercoles llevé para almorzar una sopa con verduras.  En la mañana pasó el dueño de la casa por el alquiler mensual y le indiqué que le depositaría en el banco al mediodía.  A la hora del almuerzo salí a pasar el monto del pago de mi primera quincena a la cuenta en donde tengo mi buffer.  Saqué un poco de dinero para pagar el alquiler, pagarle a la compañerita por el desayuno de dos semanas antes y llegar al resto del mes.  Después de ir a los bancos retorné a mi oficina y almorcé en mi escritorio.  Terminé de trabajar bastante tarde.  Un poco después de la noche mi jefa se retiró de la oficina y me pasó dejando a una estación del transmetro.

El jueves empecé a sentirme un poco mejor de la gripe.  Al menos ya no tenía tanta secreción.  Al mediodía, como la compañerita del área me había pedido que cambiaramos de horario de almuerzo pues quería salir a las 12:00, salí a almorzar con el compañero del BMW.  Pollo frito con papas y ensalada de repollo.   En la tarde estuve trabajando en unos diagramas y para avanzar me quedé otra vez hasta tarde.  Un poco después de las ocho me vine con el compañero del BMW, estaba lloviendo y esperamos  por el amigo que pasa a traerlo al gunas noches.  Por continuar la lluvia no me dejó en la farmacia de costumbre sino que me trajo hasta la puerta de mi casa.

El viernes tenía reunión con algunos líderes de áreas con las que estoy trabajando un documento bastante delicado.  Por la mañana estuve coordinando la reunión, que tardé un poco menos de una hora.  Luego estuve actualizando el estado de mis proyectos.  Al mediodía salí a un comercial que está a ocho o diez calles de mi oficina.  Había comido avena un poco antes y no quería almorzar.  Estuve leyendo el par de capítulos que debo resumir en una presentación para la próxima semana y antes de retornar a mi oficina compré un helado.

Por la tarde continué trabajando en la actualización de mis proyectos y realizando algunas llamadas.  Como a media tarde tuvimos nuestra reunión de equipo y acordamos continuar con tres de los valores que habíamos elegido con el equipo anterior y dos nuevos que propusieron Ant y el Compañero del BMW.  Este día y el anterior también enviamos algunas propuestas de mejora para un concurso que están realizando.  El premio es la estadía por dos noches en un hotel de El Salvador.  Por la mañana había intercambiado un par de mensajes con  la ex novia del voluntario que fue mi alumno hace mucho tiempo.

Salí un poco después de las siete, con la compañera de mi jefa.  Me pasó a dejar a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Con el voluntario nos dirigimos al puesto en el cual compramos usualmente la cena pero estaba bastante lleno -y estaba lloviznando- por lo que preferimos comprar un par de tortas para cenar.  Con café.  Estuvimos cenando y conversando hasta casi las diez de la noche y luego retorné a mi habitación.  Vine a ver los últimos capítulos de Homeland Season 2 y me dormí un poco antes de medianoche.

Había puesto el reloj para las siete pues había quedado de pasar por la casa del voluntario que vive en la misma colonia a las 7:30.  Al final me levanté a las 6:30 -alguien salió a lavar- y me quedé dormitando hasta las 7:10.  Finalmente me levanté y me dirigí a la casa del voluntario para encaminarnos al lugar de reunión para la última visita en el orfanato más grande de la ciudad.  Visitamos solo cuatro y nos unimos al otro grupo que tampoco estuvo muy concurrido.  Me pasé la mayor parte de las dos horas jugando con chicos -y chicas- entre seis meses y dos años.  Bastante cansado.

Luego de la visita -y la retroalimentación- pasamos al lugar del pueblo en donde usualmente comemos algo y aproveché para almorzar.  El voluntario pasó a dejarnos a una estación del transurbano y desde allí me dirigí al hospital en el que visité hace dos semanas.  El área de maternidad.  La visita estuvo bastante concurrida -doce personas, me parece- y una de las voluntarias más antiguas llevó nachos para compartir antes de la visita.

Estuve una gran parte de la visita con una señora -veinte años- que acababa de perder a su bebé después de dos meses de embarazo.  También estuve con otras señoras haciendo origami.  Después de la visita uno de los voluntarios pasó a dejarme a la estación del transmetro donden nos reunimos con el círculo de lectura y de allí retorné tranquilamente a mi habitación.

Estaba actualizando el blog y mis redes sociales cuando me llamó Yl -la ex del voluntario-.  Supuestamente ahora si cortaron por completo pero realmente quien sabe.  Estuvimos hablando como media hora o algo así.  En eso se terminó de bajar los capítulos doce y trece de la sexta temporada de The Big Bang Theory.

Mi vecino nicaragüense retornó de sus vacaciones y subí a entregarle un sobre que vino en su ausencia.  Me regaló un aguacate, con lo que ya no tendré que comprar para el desayuno de mañana.  Saldré a poner camisas -y algún pantalón- en remojo y miraré los dos capítulos de The Big Bang Theory luego trataré de no dormirme muy tarde pues planeo tener un buen domingo con mis chicos.  Mañana nos toca IRTRA.

martes, 21 de mayo de 2013

Genocidio si, genocidio no...

La semana pasada -o antepasada, creo- la frágil calma de nuestro país se vió amenazada por la condena a una anciano de más de ochenta años.  No se porqué sacan el tema de la edad del acusado cuando se ponen a enumerar las razones de no juzgarlo por lo que lideró.  La semana pasada lo condenaron a ochenta años y la mayoría de mis conocidos estaba de que lo veía y no lo creía.  Yo me imaginé que era demasiado bueno para ser cierto, nuestra democracia no está lo suficientemente consolidadad como para procesar a alguien influyente al mismo nivel que al ciudadano común.  No me equivoqué, este día -o ayer?- una sala revocó la sentencia...

-*-

El martes pasado salí al mediodía a almorzar al parque, la sopa mejorada de los martes.  Había quedado con la voluntaria con la que habíamos compartido un café el mes anterior de volver a vernos este día.  Salí un poco después de las 5:30 y estuvimos conversando hasta casi las ocho.  Luego me pasó a dejar a una estación del transmetro.

El miercoles no salí a almorzar pues tenía un tema que debía entregar al final del día y si no me enfoco me cuesta terminar lo que empiezo.  Salí casi a las ocho de la oficina y pasé a comprar una torta para la cena.

El jueves tuvimos la reunión semanal de equipo.  Estamos empezando a medir nuestra productividad y aún estamos aprendiendo.  También decidimos desayunar en equipo el miercoles de esta semana.  Al mediodía almorcé con uno de los lectores dirigentes del círculo de lectura.  My call. Este día salí como a las 5:30 y pasamos con el compañero del BMW a jugar una hora billar.  Luego tomamos el transurbano.  El voluntario que vive en la misma colonia me había enviado un mensaje al celular disculpándose porque estaría ocupado en una graduación el viernes.

El viernes no salí nuevamente a almorzar, aunque si salí a caminar un rato, y a recargar mi tarjeta del transporte público.  Salí de la oficina un poco después de las siete y vine a cenar con un asado del puesto que queda a dos calles de mi casita.  No me dieron ánimos de dejar ropa en remojo.

El sábado en la mañana fuí al círculo de lectura.  Terminamos de analizar El Gran Gatsby y nos tocó que terminar un poco antes la reunion pues por estarse celebrando el día -o la semana más bien- internacional de los museos fuímos interrumpidos por música y actos protocolarios.

Como terminamos la reunión mucho antes de lo esperado decidí visitar con el mismo grupo que había visitado tres o cuatro semanas antes.  Con mi amiga del voluntariado de los cafés tomamos el transmetro -su auto estaba en el taller- y nos dirigimos hacia donde yo debía encontrar a mi grupo de visita y ella caminar hacia su casa.

Como no había comido nada -y no tenía también tanta hambre- pasé a un supermercado a comprar un yogurt y una dona -casi como Portland- y me dirigí al OBelisco, en donde nos había citado.

Al final nos reunimos seis voluntarios y nos dirigimos en bus al asilo asignado.  Yo había visitado allí algunas veces hace dos o tres años.  La visita estuvo tranquila, bastante música y conversación con algunos ancianos.  Lo emocionante realmente fue lo que nos sucedió antes de llegar al lugar de visita:  Estábamos esperando a otro voluntario, que supuestamente siempre llega tarde y -al parecer- pasaron disparando a la tienda que estaba al otro lado de la calle.  Yo oí las explosiones pero no realicé la asociación tan rápido.  El guardia de la tienda, sin embargo, reaccionó bastante bien, desenfundó su arma y se cubrió en una columna.  ¿Habrá estado ya en algún otro incidente del mismo tipo?

Después de la visita retorné a mi habitación, compré pan y un tamal y vine a cenar a mi habitación.  También dejé ropa en remojo.  He estado viendo nuevamente la segunda temporada de Homeland y este día había terminado de bajar Looper.  Me dormí bastante tarde.

El domingo me levanté a las siete a lavar la ropa y luego me fuí a la casa de mis chicos a prepararles el desayuno.  Desayunamos en paz, incluso mi ex esposa trató de animar un poco la conversación interrogándome sobre mi trabajo voluntario.  Un poco antes de las diez nos venimos con mis chicos a mi habitación.  Estuvimos viendo el trailer de Lluvia de Hamburguesas 2 -viene en septiembre- y algunos otros videos, algunos en inglés.

Salimos al mercado a comprar mis verduras para los almuerzos del lunes y martes y luego les dí 20 minutos a cada uno en computadora.  Con el tercer jugué ajedrez aunque traté más bien de entablar una conversación un oco seria.  Al mediodía salimos a almorzar a Mc Donald's y luego pasamos una hora a la biblioteca de la universidad.  Para finalizar el día vimos veinte minutos de Star Wars Episodio I.

A las seis y media los fuí a dejar y pasé a la panadería por el panito para  la cena y el almuerzo del lunes y al supermercado por el salami del lunes.  Después ví un poco de Homeland.  Me dormí alrededor de medianoche.

El lunes nos tocaba reunión a las 7:00.  Yo llegué como a las seis y media, Ant llegó como a las 6:55 y la compañerita y el compañero del BMW llegaron como a las 7:10 y 7:20 respectivamente.  Como la penitencia era comprar el desayuno para los que llegaran después de las siete, la compañerita nos compró tacos y quedamos que el compañero del BMW compraría panitos el martes.

Al final se decidió que el martes sería el desayuno de departamento que habíamos programado para el miércoles.  Durante la mañana estuve trabajando en un par de documentos que me tocó que reparar y en la tarde tuve una reunión con un área con la que había trabajado hace un par de meses.  Desafortunadamente el aire acondicionado portátil de la oficina estaba a la par de la mesa de reuniones y desde ayer por la tarde ando con secreción nasal. Salí de la oficina un poco después de las ocho y mi jefa me pasó a dejar a una estación del transmetro.  Iba a dormirme medio temprano pero al final me tocó que conversar como cuarenta y cinco minutos con la novia -o ex novia?- del voluntario al que le dí clases hace como veinte años.  My call.


Este día me levanté igual que ayer, como a las cinco.  Me dirigí al restaurante e en donde nos habíamos citado y me tocó que esperar como media hora a que llegara el siguiente compañero, el del BMW.  La compañerita, Ant y nuestra jefa andaban juntos -en el salón- por lo que llegaron bien tarde, la jefa de mi jefa y su secretaria llegaron un poco después de la hora acordada.

Desayunamos, nos tomamos fotografía de equipo y nos dirigimos a la oficina un poco después de las 8:30.  Estuve trabajando en la mañana en el desarrollo de un par de documentos y en revisar mis resultados mensuales, voy como al 50% de mis objetivos con el 75% de tiempo consumido.

Como había desayunado bien no salí a almorzar, aunque salí a recargar mi tarjeta del autobús.  Ya solo me queda un sello para completar la tarjeta con la que supuestamente me darán un obsequio para conmemorar a la madre.  Veré a quien se lo regalo.  Por la tarde continué con la revisión del avance de mis proyectos, como la compañera de mi jefa me indicó que saldría a las siete decidí esperarla.  Al final me avisó cuando se estaba retirando pero creí que ya se había ido cuando bajé al sótano.  La llamé un par de veces y al no recibir respuesta empecé a caminar hacia la estación del transmetro.  Como a calle y media me llamó comentándome que estaba esperándome en la puerta del estacionamiento.  Retorné al edificio  y nos venimos conversando sobre el desarrollo de nuestros respectivos hijos.

Le pedí a la compañera de mi jefa que me dejara cerca del supermercado más cercano a mi colonia pues el viernes me gané -en Facebook- una cena en un restaurante de hamburguesas y pasé a cenar allí hoy.  Como estaba empezando a lloviznar aproveché para cenar tranquilamente mientras entreleía One Bird One Stone.  Luego me vine caminando a mi casita.  Espero no develarme mucho pues ya resiento los períodos muy cortos de sueño de estos últimos días.  La secreción también continúa.  Espero mejorar antes del sábado pues supuestamente puedo visitar doble, no hay actividad con el círculo de lectores.

lunes, 13 de mayo de 2013

Resultados no tan buenos, otra vez...

El año pasado mi hija mayor estuvo a punto de perder matemáticas -siendo hija de un ingeniero!!!-... al final comprendo que la situación que le ha tocado pasar, por ser la mayor, no es como que muy estimulante para su desarrollo intelectual.  El problema -o parte de él, creo- es que los hemos estimulado bastante.  Estudian algebra e inglés en vacaciones con su madre.  Conmigo ven caricaturas en inglés y videos de mecánica cuántica y lásers... Al final no cuaja completamente con la larga lista de tareas -muy muy limpias- que debe presentar constantemente en su clase.  Lo duro para ella -me imagino- es que sus hermanitos continúan con la tendencia que antes tenían los tres:  Altas notas. 

*-*

La semana pasada estuvo bastante fuerte en el trabajo, especialmente porque empezaba ya el conteo de las actividades que nos pusimos cada uno como meta en el área. 

El martes salí a almorzar la sopa mejorada del día y luego pasé a la central de Siga para ver como estaba lo de los sellos en la tarjeta de premios que me dieron hace como dos sábados en el centro.  Es un sello por un dolar y cuarto de recarga. 

El miércoles no llevé efectivo al trabajo -no tenía-, al mediodía que salí a almorzar no servían los cajeros de los alrededores, tampoco funcionaba el POS de McDonald's por lo que me dirigí al banco en el que trabajé hace un par de años a retirar dinero en la agencia.  Retorné a mi oficina sin almorzar.  En la tarde llamé a mi hija mayor y no me contestó el celular.  Como un par de horas después llamé a mi hija segunda y luego de conversar un momento me comunicó a su hermana mayor. 

Mi ex esposa le confiscó -igual que el año pasado- el celular porque perdió -lo bueno es que no muy bajo- Contabilidad.  Traté de animar a mi hija pues sé que no es problema de capacidad o incluso de actitud.  Son muchas cosas en su vida. En la noche pasé al puesto de tortas mejicanas de la colonia y cené confortablemente en mi habitación.

El jueves por la mañana pasé al Colegio de Ingenieros a pagar unos meses de colegiatura.  Al final pagué casi todo el dinero que había sacado el día anterior -como 75 dólares-. Espero volver a pagar hasta dentro de unos tres meses.  Lo bueno es que me enteré que -por fin- ya puedo pagar en algunos bancos del sistema.  Al menos no volveré a madrugar por esta causa.

Al mediodía salí al comedor a donde iba hace unos meses.  Pollo frito con papas y ensalada de repollo.  Se suponía que Ant y el del BMW iba a ir a jugar billar y me habían invitado.  Al final ya no fueron pues el segundo tuvo que reunirse con la jefa de mi jefa.  Salimos un poco después de las siete de la oficina y el amigo del compañero del BMW que lo pasa a traer algunos días me dió aventón a mi colonia.

El viernes invitamos a mi jefa y a la secretaria del área a un desayuno por ser el día de la madre.  La compañerita del área pagó la cuenta y aún debemos darle nosotros tres la contribución.  Al mediodía en lugar de ir a almorzar -no tenía apetito- me dirigí a la agencia central de la institución y evalué -a grosso modo- uno de los procesos que estoy diagramando por estos días.  Al retornar a la oficina la compañerita me comentó que no había almorzado y me propuso que pidiéramos comida.  Al final comimos pizza.

Salí de la oficina un poco después de las siete y media y me vine a mi habitación a leer un poco y ver películas.  El voluntario que vive en la misma colonia me había enviado un mensaje para que pasara a su casa a cenar pero no tenía animos.  Decliné su oferta.  Estuve en mi habitación leyendo un poco y terminé de ver -nunca había visto el final- Source Code y me dormí un poco después de media noche.

El sábado me fuí en la mañana con el grupo de visita que he estado visitando por poco más de un año.  Fuímos al orfanato estatal más grande de la ciudad -y del país, me imagino-.  Estuve casi las dos horas jugando con tres o cuatro peques de entre dos y cuatro años.  Super divertido y un poco cansado.  Luego de la visita pasamos al lugar del pueblo en donde hemos almorzado la mayor parte de veces que visitamos este lugar.  Un burrito y un helado.

El voluntario que andaba manejando pasó a dejarme a un lugar desde el que tomé el Transurbano y pasé a mi habitación a dejar la mochila y cambiarme de player.  Cargaba una roja y me puse una negra.  Luego me dirigí al lugar en donde se reune la Comunidad de Lectores de Guatemala.  Estuvimos un poco más de dos horas trabajando en la parte de la visión del grupo.  Al final llegamos a algo bastante cercano a lo que habían definido hace un par de años.  Ahora solo falta la parte de los objetivos.  Dentro de dos semanas espero que concluyamos.

Después de despedirme del grupo pasé al supermercado por unos bananos y luego me vine a mi habitación.  El voluntario de la mañana me había comentado que habían convocado a cena en la casa del voluntario que vive en la misma colonia pero como tenía aún un par de horas me dormí un rato.  A las siete me levanté y me dirigí a la cena.  Que estuvo muy buena.  El voluntario al que le día clases hace casi dos décadas -y que ahora trabaja bastante fuerte en el voluntariado-  llegó a presentarnos a su novia y estuvimos un gran rato jugando Uno.  Luego comimos pizza. Un poco después de las diez una de las voluntarias pasó a dejarme a mi casita.  Me volví a dormir como a medianoche pero aún salí a dejar unas camisas en remojo.

Ayer me levanté como a las siete.  Lavé la ropa que había dejado en remojo, hice la limpieza de mi habitación y me fuí a preparar el desayuno a mis hijos -y mi ex esposa-, nuevamente cereal de chocolate con leche y banano, huevos con salchica, frijoles, aguacate y tomate.  Estuvimos también conversando un poco pero la agresividad entre mi esposa y yo aún no ha disminuído.  Es una lástima.

Luego del desayuno lavamos los trastes y nos venimos a mi habitación en donde estuvimos viendo unos videos, sobre lásers, proyectos de vida y caídas graciosas y luego les dí un poco de tiempo a mis chicos en las computadoras.   La verdad me interesaba hablar un poco con mi hija mayor.  Aún no se qué es lo que pasa en su vida pero traté de hacerle ver que siempre estaré para cuando me necesite.  Después de comprar los aguacates, tomates y zanahoria para los almuerzos del martes no fuímos por una pizza y almorzamos en el área de museos de la ciudad.  Luego entramos al museo de Arte Moderno.  Nos tardamos como hora y media en recorrer todo el museo.  Bastante pintura y algo de escultura.

Luego estuvimos un rato en las esculturas que están fuera de este museo.  Cuando andábamos entre las esculturas me llamó mi madre y estuvimos conversando un poco -también con mis chicos-.  Se me acabó el saldo luego de cuatro o cinco minutos.  Invité a mis chicos a un helado y luego retornamos a mi habitación.  Vimos como veinte minutos de Episodio I y luego fui a dejarlos a su casa.

Retorné a comprar el salami y el pan para el lunes y decidí -la moneda decidió realmente- no cenar.  Estuve viendo algunos videos y me dormí como a las diez.

Este día me levanté como a las seis menos cuarto.  Preparé los panes del almuerzo, planché la camisa del día y me bañé.  Salí hacia el trabajo como a las 6:30.  Llegué bastante temprano a la oficina y estuve por la mañana enviando algunos correos y realizando algunas llamadas pendientes.  A partir de media mañana me empecé a dedicar a un documento bastante extenso que debo enviar a mas tardar el miercoles.  Salí a almorzar al mediodía y de los tres panes que llevaba reservé uno que pasé a regalarle al indigente del lugar.  Me pareció interesante el tono de su voz al decir 'gracias'.  Bastante normal.

Retorné a mi oficina y me pasé toda la tarde en la redacción del documento.  Casi ni participé en las bromas de los compañeros.  Un poco antes del mediodía habían pasado a instalarnos Pidgin por lo que -supuestamente- es más fácil interactuar sin ser tan obvios.

Mi jefa estuvo casi toda la tarde en sus cursos de la universidad pero llegó un poco después de las siete por una hoja que necesita mañana -no trabaja mañana-.  En la oficina solo estábamos Ant y yo.  Por cierto, la jefa de mi jefa llegó casi al final del día a comentarnos  -para matar los rumores- que su jefe había renunciado y que en su lugar se quedaría un asesor -que supuestamente había sido su jefe en otro trabajo-.  A ver como están los cambios que vienen con el nuevo líder máximo.

Mi jefa me ofreció jalón y aproveché para que me pasara a dejar a una estación del Transmetro.  Lo que fue bastante conveniente pues como a media tarde me habian dado -por fin- el saco de mi uniforme.  Planeé venir a hacerle ruedo a mi pantalón de vestir -al otro tuve que volver a hacerle ruedo el jueves pasado- pero al medirlos resultó que el de vestir si tiene casi mi medida.  Me ahorré la hechura del ruedo.  Como ya vine a las 8:30 a mi colonia ya no encontré panaderías abiertas. 

Pasé a la tienda por un par de salchicas para el almuerzo de mañana y vine a cenar té y un par de galletas que me habían sobrado del paquete que había comprado para llevar -y no llevé- al círculo de lectura.  Trataré de leer un poco de El Cementerio de Praga y trataré de no dormirme muy tarde pues mañana y pasado estarán bastante trabajosos.

lunes, 6 de mayo de 2013

Sexo y dinero...

El tema más frecuente que mis compañeros -el del BMW y Ant- utilizan como contra ataque cuando entro en alguna de sus bromas -usualmente son bien harsh- es mi estatus de soltero... ellos lo relacionan -tortuosamente- con mi falta de pareja y por consiguiente de sexo, lo que me convertiría en algo como un buscador constante de satisfacciones de este tipo en cualquier elemento femenino que se aparezca por nuestra área.

Esa fue la razón de que la primera semana -o la segunda- dejara de bromear con ellos.  De hecho les indiqué que me sentía incómodo exponiendo a la luz pública temas fisiológicos.  Pero bueno.  El jueves o viernes pasado estabamos conversando -o tratando de- sobre lo delicado que es el tema de la lujuria -les hablaba sobre uno de los libros de budismo que tengo- y lo poco común que es la aceptación de esta fase personal dentro de un grupo.

El sábado estuve pensando un poco sobre lo que leí hace mucho tiempo -me parece que en Selecciones- en cuanto a que al igual que el dinero, el sexo nos parece sumamente importante mientras sintamos que no tenemos lo suficiente.  Hace cuatro años -o algo así- decidí que el dinero ya no representaba uno de los objetivos de mi vida, desde entonces mis metas han sido vivir con el menor equipaje posible y tratar de no dañar el ambiente -por eso casi no tengo posesiones y no me interesa obtener un auto-.  Con el sexo es un poco más difícil.  Y ha sido así desde mi adolescencia.  Uno de los grandes problemas con mi ex esposa era que ella sentía que le pedía demasiado.  Hasta yo llegué a creerlo así.  En todo caso, ¿cuanto es poco? ¿cuanto es suficiente? ¿cuanto es demasiado?. 

En mi época de universitario visitaba más o menos regularmente un burdel.  Después de separarme de mi esposa lo hice un par de veces pero me dejó más una sensación de vacío que una satisfacción.  Hace un par de años estuve un par de meses con Al en acrobacias físicas y el año pasado con LG estuvimos juntos un par de veces.  Tampoco fueron muy satisfactorias que se dijera las experiencias.  Este año cumplí cuarenta y creo que será un tema que en esta vida no llegaré a comprender completamente.  Quizá en la otra.

*-*

El miercoles pasado fui por mis chicos a las 14:00.  Estuvimos un rato en mi habitación y luego les pedí que me acompañaran al centro a comprar las películas de La Guerra de las Galaxias.  Compré los primeros tres episodios.  Luego de eso nos fuimos a la sexta al Mc Donald's en el que generalmente compramos helados de cono.  Pedimos los cuatro de chocolate.  Después abordamos el Transurbano para retornar a mi habitación.  Vimos veinte minutos de Episodio I, La Amenaza Fantasma y luego -a las 6:00- los fuí a dejar a su casa.  Retorné a mi habitación a dejar en ropa remojo y después salí a comprar un asado pues aparte del desayuno -y del helado- no había comido en todo el día.

El jueves me levanté a las 5:00 y lavé la ropa que había dejado en remojo.  Entré a mi trabajo un poco antes de las ocho y me pasé casi todo el día preparando un archivo con los detalles de todos los documentos que debo  desarrollar durante el resto del año.  Un poco antes de las seis me dirigí con el compañero del BMW, Ant, mi jefa y Mn a un Boliche que está casi en las afueras de la ciudad.  A donde habíamos ido el año pasado con mi grupo de visita de la mañana.  Tampoco en esta ocasión habían lanes disponibles por estarse desarrollando un campeonato nacional.  Jugamos billar.

Un poco después de las 8:00 terminamos la hora de billar y nos retiramos.  El compañero del BMW me dió aventón y lo invité a cenar en el mismo lugar en donde habíamos cenado con el líder del grupo de lectura: hamburguesas.  Al final vine a mi casita un poco antes de las once.  Todavía ví una parte de episodio I y episodio II de la Guerra de las Galaxias.

El viernes me pasé casi todo el día -salí casi a las ocho de la noche- pasando al nuevo formato el proceso que habíamos ido a ver con mi jefa la semana anterior.  No salí a almorzar y participé muy poco en las bromas del compañero del BMW y Ant.  La única interrupción a esto fue una reunión por la mañana en la cual Ant presentó el tema de mejora que mi jefa le había asignado.  Fui el último en salir de la oficina este día pues mi jefa se retiró como a las siete y media.  Un poco antes de las ocho envié el correo con el documento -de acuerdo al compromiso- y luego me retiré de la oficina.  Pasé al lugar de constumbre por la torta que acostumbro cenar últimamente y vine a comer a mi habitación.

El sábado me levanté tarde.  Como a las 9:00.  Me bañé y me dirigí al círculo de lectura.  El cual empezó nuevamente bastante tarde porque no había llegado ninguno de los dirigentes.  Al final llegaron como diez asistentes de los cuales cinco o seis habíamos terminado de leer el libro.  Estuvimos hablando sobre Fitzgerald, su vida, su época y el libro en general.  Mi amiga llegó un poco tarde y si haber leído el libro.  Al mediodía dimos por concluída la reunión y estuve conversando un poco aún con mi amiga.  Luego me dirigí a un café internet cercano pues por llevar varios días sin internet no había podido ver el lugar y hora de visita de mi grupo de la tarde.

Al final visité con el grupo con el que había visitado el año pasado por las tardes.  En el mismo hospital en el que había estado visitando con mi grupo actual pero en el área de maternidad de riesgo.  Me pasé una parte de la visita con un par de jovencitas que habían perdido a sus bebés y la otra parte con tres señoras que estaban esperando turno para recibir una cesárea.  Después de la retroalimentación uno de los invitados me dió aventón a un lugar cercano al lugar de reunión de los dirigentes del círculo de lectura y desde allí retorné caminando a mi habitación.  Cené -otra vez no había almorzado- con pollo frito, tamal, te y panito.  Me dormí bastante rápido.

El domingo me levanté temprano -antes de las siete- pues había planeado llegar con mis chicos a las siete y media, previendo que su madre había empezado a trabajar los domingos.  Un poco antes de las siete y media llamé a mi hija mayor.  Me contestó mi chico y me comentó que su madre ya no estaba trabajando.  Le indiqué que llegaría a las ocho y media.  Preparamos un desayuno con leche, ceral, banano, huevos con salchicha, frijol, aguacate y tomate.  Y tortillas.  Un poco antes de las nueve y media nos venimos a mi habitación a recoger una memoria USB pues habíamos planeado pasar temprano por el café internet pues en los dos meses anteriores habíamos tenido dificultades para alquilar las tres computadoras por una hora.

Pasamos por el mercado comprando aguacates, tomates y zanahorias y nos dirigimos al café internet.  Que estaba cerrado porque no había llegado el encargado.  Estaba, sin embargo, uno de los trabajadores  y decidimos esperar.  Como a los veinte minutos se apareció el encargado y alquilamos cuatro computadoras, ocupé una hora en actualizar mis redes sociales y bajar algunos videos para mis chicos.

Después de la hora de internet -hora y cuarto para mis chicos- nos dirigimos al restaurante de comida china de constumbre y compramos un arroz con pollo.  Venimos a mi habitación y mis chicos me ayudaron a preparar una ensalada con aguacate, tomate y zanahoria.  Almorzamos en el patio.  Después de almorzar leímos un rato y luego lavamos los trastes -era realmente una montaña-.  Después vimos media hora de Episodio I.  Para finalizar el día jugamos un poco de ajedrez y un poco de Scrabble.  A las seis y media los fuí a dejar a su casa.

Luego de dejar a mis chicos pasé al supermercado por el salami para los panes del lunes y a la panadería por pan para la cena y el almuerzo del lunes.  Vine a mi habitación pero ya no cené -la moneda dijo no-, corté los panes para facilitar la preparación del almuerzo antes de irme a mi trabajo y luego me puse a ver un poco de una película en mi computadora.  Me estuve dormitando un poco más de dos horas y luego me levanté a lavarme los dientes y continuar hasta las cinco y media de este día.  He estado durmiendo bastante estas últimas noches.

Hoy me levanté a las cinco y media, preparé mis panes del almuerzo, planché la camisa del día  y luego me bañé y rasuré.  Me fuí bastante temprano a mi trabajo.  Empecé como a las siete y media.  Este día empecé a trabajar un poco más estructuradamente en los pendientes de este mes.  Por la mañana preparé el archivo con el que mi jefa medirá mi rendimiento durante mayo y luego trabajé en un par de documentos que son parte de mis asignaciones para este mes.  También estuve llamando a algunos stakeholders de los documentos que llevo entre manos.  Al mediodía salí a almorzar al parquecito al que salgo los primeros dos días de la semana.  No tenía mucha hambre y recordé que había desayunado bien -además de los panitos de costumbre, pastel y bolován por el cumpleaños de Champ-. 

Planeé regalar uno de los panes a uno de los indigentes que usualmente veo en el parque -aparentemente tiene problemas mentales- y al final me dije que como no tenía hambre mejor regalaría los tres.  Llegando al parquecito ví a este indigente sentado cerca de unas vendedoras de comida callejera.  Me acerqué y le ofrecí uno de los panes.  Lo recibió tranquilamente.  Luego me dirigí a una de las bancas bajo la sombra -una de las ventajas de salir a las doce es que las bancas bajo la sombra estan desocupadas-.  Estuve leyendo One Bird One Stone y considerando regalarle el otro par de panes a algún lustrador que pasara por allí.  Como a la media hora ví pasar a otro indigente -sucio, descalzo-, entró al parque y buscó comida en uno de los basureros del lugar.  Cuando pasó cerca de mi banca le ofrecí los otros dos panes que llevaba.  Los aceptó tranquilamente y luego se dirigió a otro de los basureros.  Luego se sentó -ya no lo veía, realmente- a comer.

Retorné a mi oficina a continuar una presentación delineando dos metodologías para mejorar la institución y mi área y un poco después de las seis se la envié a mi jefa -quien no estuvo en toda la tarde por tener clases de la maestría que les patrocina la empresa-.  Luego de enviar el correo preparé un archivo para controlar mi avance diario de las actividades que me propongo concluir en el mes e imprimí varios documentos que debo enviar para firma final.  Me retiré -otra vez de último- un poco después de las siete y cuarto.  Afortunadamente a esa hora el transmetro ya no está muy lleno.  Me vine leyendo en el camino un artículo sobre la relación entre la inteligencia emocional de un líder y sus resultados en el trabajo.

Sigo sin internet.  Espero leer un poco de El Cementerio de Praga y no dormirme muy tarde.  Debo ver como bajo un día de estos El Lobo Estepario pues es el próximo libro a comentar en el círculo de lectura.  También debo ver de que forma mejoro mi ánimo pues algunos días de veras no doy para mucho.  Veremos como va eso.


miércoles, 1 de mayo de 2013

Día del Trabajo -descansando-...

El miercoles pasado realicé la presentación de los primeros tres capítulos del libro Getting Things Done a mis tres compañeros de sección -menos mi jefa y la compañera que está instalada en otro edificio-.  Al final salí un poco después de las seis de mi oficina.  En el transmetro llamé al dirigente del grupo de lectura para avisar que llegaría un poco tarde y un poco después de las siete nos encontramos en el restaurante de hamburguesas en el que comí el sábado de gloria de este año.

Cenamos -my call- unas hamburguesas y conversamos sobre lo que el grupo que dirige espera implementar según su visión personal.  Un poco después de las ocho retorné a mi casita.

El jueves el compañero del BMW y el compañero Ant me habían estado hablando sobre ir a jugar billar luego del trabajo.  No me emociona mucho el juego ni la comunidad con los compañeros pero es algo que debo ir manejando.  Como a las 5:30 salimos de la oficina y fuimos por una mesa al bar en donde empezó hace más de tres años mi última borrachera.  Tenía mucho tiempo de no jugar billar -aunque hace un par de años hice uno o dos tiros- pero me gustan los principios de física que se aplican.  Le gané una partida al compañero del BMW -quien le había ganado a Ant- y les gané otra que jugamos entre cuatro.  Luego perdimos con el compañero del BMW una en parejas.  El amigo del compañero del BMW que le está dando aventón estos días pasó a dejarme a la farmacia de costumbre.

El viernes me vine con la compañera de mi jefa.  El jueves compré la torta que se está haciendo costumbre y el viernes un asado.  El viernes llegamos los cuatro de la sección a las siete de la mañana.  Queríamos avanzar en el rediseño del proceso principal de nuestra área y habíamos acordado que si alguien llegaba tarde invitaría a la refacción a los otros tres.  La compañera de la sección llegó un minuto tarde pero se le perdonó.  De todos modos me invitó a mi a la refacción.  Este día me dí cuenta que no me alcanzaría el efectivo que tenía para pasar el fin de semana y le pedí prestados 12 dólares a la compañera de la sección.

El sábado me levanté temprano y me dirigí al lugar en el que recibí el entrenamiento para el voluntariado de Fábrica de Sonrisas, y en donde se realizan la mayoría de actividades masivas.  La actividad estuvo bastante desorganizada y únicamente una amiga de la última generación de entrenamientos estuvo dándole estructura.  También aprovecharon para publicitar unos cursos de meditación -creo- que estarán impartiendo en la sede del voluntariado.  Para el olvido, realmente.

Después de la actividad nos fuimos al restaurante de costumbre con uno de los voluntarios del sábado por la noche.  Al compañero lo llamaron cuando estábamos ordenando la comida y terminé almorzando con otra pareja de voluntarios.  Luego del almuerzo me dirigí caminando al lugar en el que realizaríamos la reunión de los dirigentes del círculo de lectura.

A la reunión había sido invitado el dirigente de otro círculo de lectura de la ciudad.  La reunión estuvo bastante larga, pesada y casi sin resultados.  Al menos -espero- nos dimos cuenta de lo arduo que es -algunas veces- aclarar los principios de un proyecto.  Después de la reunión -interrumpida- acompañé a un grupo a recorrer las instalaciones del museo en el que estábamos.  El otro invitado se quedó a la actividad y los otros asistentes a la reunión se retiraron sin más.  Luego retorné a mi casita.

Cené tamal y estuve leyend un poco de El Cementerio de Praga aunque me dormí bastante rápido.  La semana había estado bastante pesada.  Aún recibí un mensaje de mi ex esposa comentándome que al día siguiente iniciaría a trabajar a las siete de la mañana pero no le respondí.

El domingo me levanté temprano a lavar un poco de ropa y luego llamé a mi hija segunda.  Me constestó pero aún estaba dormida.  Le indiqué que la llamaría luego.  Mi ex esposa me llamó para comentarme lo del trabajo y luego me envió un mensaje indicándome que podía llegar temprano con mis peques.  Finalmente llegué a las ocho a la casa de mis peques y preparamos un desayuno a base de leche, cereal, huevo, salchica y aguacate.

Después del desayuno limpiamos un poco la casa y luego nos venimos a mi habitación, en donde vimos algunos videos en inglés y luego les dí tiempo en mis computadoras.  También estuve conversando por separado con cada uno -mientras intentaban resolver un ejercicio de ajedrez-.  Mi hija mayor tiene un par de pretendientes y mi hija segunda un amigo bastante cercano.

Después de ver un capítulo de Phineas and Ferb fuímos a almorzar, Mc Donald's.  Despues del almuerzo pasamos un rato a la biblioteca de la universidad y luego estuvimos jugando pelota durante un rato en los campos de la universidad.  Finalmente retornamos a mi habitación en donde lavamos unos pocos trastos y empezamos a ver SpiderWick,  que se quedó trabada.  Realmente debo empezar a reponer varias películas.  En todo caso decidimos que empezaríamos a ver la saga completa de La Guerra de las Galaxias.  Los fuí a dejar a las seis y media, pasé al super mercado a comprar lo necesario para los almuerzos del lunes y el martes y retorné a mi habitación a cenar.  Me dormí bastante temprano.

El lunes llegué bastante temprano a la oficina. Tuve un par de reuniones con mi jefa y estuve trabajando en varias asignaciones que llevo ya avanzadas.  Como desde la semana pasada mi jefa me indicó que debía empezar a salir a almorzar una hora antes de lo que lo he estado haciendo a las 12:00 me dirigí a los bancos que están cruzando la calle.  Retiré bastante dinero de mi cuenta de buffer, deposité la mensualidad de mis chicos, una pequeña cantidad en mi cuenta de ahorros y lo que espero gastar durante el mes en la cuenta que uso con tarjeta de débito.  También me quedé con lo que le debía a la compañerita.  En la tarde cancelé mi deuda con la compañerita y a las siete, después de salir del trabajo, pasé a otro banco que cierran tarde a trasladar mi salario a la cuenta de buffer.

Ayer llegué nuevamente a las 7:00 a la oficina.  En esta ocasión nadie llegó después de las siete.  El compañero del BMW presentó los resultados del levantamiento de proceso que hicimos la semana pasada y luego nos reunimos con nuestra jefa.  Allí Ant nos presentó el tema que le había tocado investigar.  Después de esta reunión nos dirigimos con mi jefa al otro edificio de la institución a una reunión para revisar un proceso.  Como retornamos tarde a la oficina, tenía una reunión a las tres y aún debía preparar un documento para la misma no salí a almorzar.  Preparé mi sopa de los martes y me quedé almorzando en mi escritorio.

La reunión de las tres estuvo interesante.  Era uno de los proyectos que llevaba Di y falta mucho por hacer.  Después de la reunión realicé los cambios acordados y envié el documento a los involucrados.  Le había dicho a la compañera de mi jefa que la iba a esperar pues debía trabajar en otro par de asignaciones y ella saldría entre siete y ocho.  Al final, debido a unas pruebas que estaba haciendo su equipo terminó saliendo un poco después de las 10:00.  Al menos ordenó cena para todos -casi a las 9:00-.  El compañero del BMW me regaló el lunes un libro de la Guerra de las Galaxias en inglés y lo estuve leyendo antenoche y anoche.  Lo terminé esta mañana.

Había planeado que este día del trabajo me iba a dedicar a realizar varios pendientes, como cortarme el cabello, hacer ruedo a los pantalones del uniforme, cambiar el botón del cuello de las camisas del uniforme -no me cerró la camisa cuando intenté llevármela el lunes- y hacer una limpieza profunda en mi habitación.  La verdad también quería ver a mis chicos.  Al final ayer por la noche llamé a mi ex esposa para ver si podía tener medio día a mis chicos hoy.  Ella estuvo de acuerdo. 

Hoy me levanté -sin alarma- un poco antes de las siete.  Me corté el cabello, hice ruedos, cambié botones, lustré zapatos y bajé algunos videos para mis chicos.  Desayunó -no lo hacía así desde hace mucho tiempo- avena con panito y espero terminar de ordenar mi habitación antes de ir por mis peques.  Espero que tengamos una buena tarde.