Se suponia que hace un par de semanas era mi último día por acá. De hecho incluso firmé una carta indicando que si me iba antes (por haber conseguido un nuevo empleo) aún así obtendría los beneficios de un despido. Pero, hace un mes o algo así, mi jefa me preguntó si estaría interesado en seguir algunos meses más o incluso un año. La verdad es que durante estos seis meses estuve buscando trabajo más o menos activamente. Apliqué (calculo que) a más de un ciento de ofertas, principalmente de páginas de empleo de mi país, también le hablé a unos cuantos contactos. De todo este esfuerzo conseguí una oferta en firme, con menos salario, nada de prestaciones y un lugar de trabajo al otro lado de la ciudad.
La semana que tenía que retirarme me llamaron de Recursos Humanos para invitarme a continuar laborando, ya sin ninguna fecha de despedida. Sentí que a la persona de RRHH no le agradaba mucho hacerme la propuesta pero al final, creo que ella sólo era la mensajera. Al final del día acepté la propuesta y, al menos por el momento, continúo laborando en el mismo lugar, batiendo mi propio record de estabilidad laboral -creo que hace como 18 años tardé un poco más de cuatro años en el mismo lugar pero había renunciado a la mitad de ese tiempo-.
Hace tres semanas fuí padrino, por segunda ocasión, de una graduación universitaria. La primera vez fue hace como tres años; mi hija segunda estaba intentando entrar a uno de los colegios más caros de la ciudad y tuve que hacer malabares para llevarla a que se evaluara y presentarme a la graduación como Licenciado de Administración de Empresas de uno de mis supervisores precisamente de ese lugar en el cual trabajé los cuatro años. En esta ocasión estuvo un poco más sencillo pues la chica se graduaba de Licenciada en Comunicaciones y los sábados los paso ahora ya solo con mi hijo menor.
Únicamente tuve que visitar en un par de ocasiones mi colegio profesional para obtener una constancia de profesional activo, entregarle los documentos a mi ahijada y hacerme cargo de los gastos del atuendo protocolario (unos 12 dólares). El día en cuestión acudí con mi hijo al mismo salón en el que me gradué hace veinte años y acompañé a la nueva licenciada, su novia y su familia más cercana en el acto (se graduaban otros 150 profesionales con el mismo título). Nos invitaron a un almuerzo de celebración pero, aunque al inicio habíamos acordado con mi hijo acompañarlos, por la hora en la que se estaba desarrollando todo, decidimos mejor retornar a casa.
Con mi hijo completamos los ejercicios de https://sqlzoo.net/ (bueno, él ha estado escribiendo casi todo el código) y ahora hemos estado practicando otro poco de queries en https://selectstarsql.com/, despues de esto creo que retornaremos a Python, con un curso online que encontré recientemente; aún no me decido si seguiremos explorando Data Science o nos tiraremos a escribir un poco de desarrollo web.
A finales del mes pasado me comuniqué (después de casi un año) con mi hija mayor. La invité a almorzar aprovechando que su cumpleaños se acercaba. La verdad es que su cumpleaños es este mes, la verdad es que no es la primera vez que me confundo adelantando la fecha de cumpleaños de mis hijos (o de cualquier otra persona). Siempre he tenido dificultades con las cuestiones ordinales, especialmente los pares. Se supone que almorzaremos el otro viernes. La verdad es que he estado trabajando casi tres meses casi exclusivamente en casa de Rb. He venido a la oficina (como hoy y espero el otro viernes) únicamente cuando me toca firmar mi boleta de pago o cambiar la contraseña de acceso a la red en la que trabajo, o invitar a almorzar a mi hija mayor.
Hace un par de días me llamaron de la última (espero) empresa a la que apliqué durante este período. Hace una semana o así me habían llamado de la penúltima. A la penúltima le indiqué que iría a la entrevista a iniciar proceso, aunque ya había confirmado que continuaría acá, la verdad es que no me llamaba la atención. A la última le agradecí el contacto pero le indiqué que continuaba en el mismo trabajo por haberse extendido el contrato. En esta última empresa me refirió el último compañero que se retiró de acá. También trabaja allí la primera compañera que se empleó luego de la depedida en Junio. El empleo se oía interesante, con mucha tecnología actual y condiciones un poco más favorables que acá pero prefiero seguir ayudando en donde me desempeño actualmente.
Hace tres semanas o así le escribí a mi mejor amiga en la ciudad estadounidense en la que viví hace 10 años. Le pedí una carta de invitación para presentarla en la embajada. Mi visa se venció hace como siete años y, la verdad, había evitado viajar durante todo este tiempo para evitar separaciones con mis hijos. Pero, mi hija segunda se fue hace año y medio a otro país, mi hija mayor está viviendo sola hace casi un año y este tiempo buscando trabajo encontré un par de oportunidades en las cuales contar con una visa mejoraba un poco las probabilidades. Al inicio del próximo mes debo ir a la embajada a una entrevista consular, espero que todo vaya sobre ruedas. Espero visitar a mis amigos el próximo año, o el siguiente.
El sábado pasado estaba con mi hijo en la presentación de unos cortometrajes latinoamericanos en el Centro Cultural de España de la ciudad; la mayoría eran animaciones y estaban muy bien hechas. Los temas eran relativos al contexto de cada país, Chile, Colombia, Paraguay... cuando estábamos viendo el de Argentina (una chica que soñaba que una gárgola se la llevaba volando) recibí una llamada y tuve que salirme de la sala de proyección. Al principio no reconocí quien llamaba y tuvo que darme varias referencias para ubicarlo. Era un antiguo compañero de mi grupo de voluntarios. Había publicado en Facebook que necesitaba un profesional activo de mi ramo y Rb me había etiquetado en la publicación, me comentó sobre la situación y volví a entrar a la sala de proyección.
Un poco después me llamaron nuevamente, en esta ocasión el jefe de mi amigo. Al final lo que necesitaban era un informe que solo podemos autorizar los profesionales de mi área. Conversé con esta persona y acepté ayudarlo con su requerimiento. Volví a la sala y terminamos de ver los cortos con mi hijo, el último era sobre la selva Brasileña. Después de este evento nos dirigimos a la biblioteca de la universidad. Mi hijo continúa leyendo a Asimov y Stephen King, yo avanzo poco a poco con El largo camino a la libertad, de Mandela. Después de la biblioteca fuirmos a almorzar a Taco Bell y luego retornamos a mi habitación, donde además de escribir sql, continuamos viendo la séptima temporada de The Big Bang Theory y terminamos de ver Appleseed Alpha.
El domingo temprano fuimos con Rb al lugar en el cual debía preparar el informe. Invertimos un par de horas en examinar las instalaciones, realizar la medidas necesarias, documentar los hallazgos y luego retornamos a su casa, por la tarde/noche estuve escribiendo el informe y al mediodía del lunes le indiqué al jefe de mi amigo que podía enviar a su mensajero a buscarlo. La verdad es que la sincronicidad de algunas cosas es muy interesante. Este informe debe ir sellado y firmado. Nunca compré un sello porque no era obligatorio en el momento en que me colegié profesionalmente y nunca lo necesité. El día de la graduación de mi ahijada, antes de despedirnos le entregué mi regalo: una pluma. Ella también me tenía un regalo (aunque, para ser sinceros, el dinero que le entregué para el alquiler del atuendo protocolario era más del monto necesario), un sello profesional.
Así que, sigo trabajando donde mismo; entregué, por primera vez, un informe firmado y sellado como profesional y planeo renovar mi visa. También le propuse a mi hijo menor que me acompañe el otro año a la graduación de su hermana. Creo que será una buena experiencia para él todo el protocolo aeroportuario. A ver cómo sigue todo.