viernes, 26 de marzo de 2021

El final del camino... The end of the way... La fin du chemin...

Y bueno, tanto como del camino no es el final; eso será hasta cuando coloquen la lápida, o creo que esa era una de las frases de un filósofo griego -un hombre felíz se encuentra en el cementerio-, aunque no logro encontrar la cita ahora con Google... es nomás el final de mi challenge (este año) de 70 días; ayer fue el día setenta y ahorita estoy ordenando un pastel de chocolate para celebrar su conclusión.

Y también hoy acabó -al menos en actividades- el master que inicié hace casi un año; entré casi un mes tarde y me tocó que ponerme al día con un módulo pero en general estuvo interesante, aprendí un montón sobre metodologías de ciberseguridad y además, me permite alcanzar el siguiente nivel de educación formal: hace unos años me había planteado alcanzarlo antes de los cincuenta.

Tenía más de dos años de no utilizar mi traje formal -aunque por ser una videoconferencia nomás fue el saco con un pantalóno vaquero-; nos conectamos a la sesión con mis otros dos compañeros a las siete de la mañana -dos de la tarde en la madre patria- y presentamos unas diapositivas de nuestro trabajo final; el evaluador fue uno de nuestros maestros del último año -la verdad el que mejor me cayó pues por enseñarnos criptografía le dediqué más atencion que a los otros módulos- y aunque señaló un par de deficiencias en nuestro trabajo nos felicitó por el tema y el desarrollo.

Ahora, de acuerdo a mi compañera- nomás es de esperar todo el trámite burocrático para la emisión del título; quien sabe si aún lo veré este año; en todo caso -o para fines prácticos- ya es un tema concluido y nomás es de esperar; ahora me tocará buscar algún otro programa para mejorar mi currículum o ampliar mis conocimientos.

Con respecto a los cuatro objetivos del challenge tampoco puedo quejarme; no me costó limitar mi consumo de material audiovisual durante setenta días pues las otras tres actividades me mantuvieron bastante ocupado; creo que seguiré con los mismos 250XP diarios en Duolingo hasta alcanzar el buho de oro; pero creo que ya no continuaré religiosamente con dos prácticas al día de malabares sino que estaré utilizando cualquier tiempo suelto para mejorar mi coordinación: el trabajo sigue poniéndose pesado.

Y en Javascript llevo ahora 16 días desde que me salté uno escribiendo código diariamente; con este creo que seguiré igual al menos hasta fin de año pues al final decidí no ingresar al bootcamp online viendo que el proyecto que estoy liderando está -o nació realmente- bastante complicado.

Esta semana concluí el tercer libro infantil en francés y durante dos noches no he leído nada en este idioma pues se me olvidó pasar el último de estos libros a la tablet; ya pasé de la mitad de La Cuchara Menguante y acabo de llegar a la tercera -y última, creo- parte de The Dark Forest; creo que continuaré con el mismo ritmo (y los últimos dos libros) hasta medio año.

Por lo demás creo que me tomaré un par de días libres de todo (menos del trabajo, porque obvio) y luego empezaré a pensar sobre lo que puedo (o debo, o quiero) hacer durante el resto del año; y a ver cómo va eso...



viernes, 19 de marzo de 2021

La vuelta al mundo en ochenta días... Around the World in eigthy Days... Le Tour du monde en quatre-vingts jours

Cuando estaba apenas entrando en la adolescencia -creo- mi padre se hizo asiduo cliente de una venta de material educativo que distribuía libros de Soperna, Bruguera y similares; allí fue donde empecé a leer de misterios y conspiraciones, un poco de inglés, un poco de ciencia y un montón de libros clásicos: una colección juvenil que incluía a Julio Verne, Emilio Salgari, Mark Twain y muchos otros similares.

Nunca compró -me imagino que era carísima- la enciclopedia Nuevo Tesoro de la Juventud, por ejemplo; recuerdo que unos primos o amigos tenían esta colección y era buenísima; los clásicos que leí estaban versionados para lectores jóvenes sin mucha práctica, creo, pues más tarde pude acercarme a mejores (más extendidas) versiones de algunos de estos y la diferencia era bastante perceptible.

No sé si por eso es que me cuesta leer a los griegos clásicos; y dejé La Divina Comedia como en la página 2 o 3; en fin, he leído más autores contemporáneos pero por allí (y con las selecciones) fue por donde empezó mi gusto por la lectura; con la vuelta al mundo en ochenta días.

Según Duolingo llevo una cadena de 80 días de practicar francés diariamente; muchas semanas alcancé diariamente más de 500 XP -10 veces la meta diaria de la app- pero ahora lo rebajé a la mitad por cuestiones laborales -anoche incluso me costó llegar a este nuevo número-; creo que la próxima semana estaré pasando el checkpoint 4, aunque también he ido dejando abiertos la mayor parte de lecciones (únicamente llegado a la mitad de cada una) desde que rebajé mi meta personal diaria.

Según HabitBull llevo 63 días en cadena de Duolingo, de no entrar a sitios de videos para adultos y de practicar malabarismo con cuatro pelotas al menos tres veces al día; y 9 días sin parar de escribir código en JavaScript; lo segundo no me ha costado mucho por la variedad de actividades que estoy trackeando y con malabares sigo mejorando poco a poco cada día; o sea, no tener buena coordinación no es una excusa para dejar de aprender malabares, nomás se necesita mucha práctica y mucha paciencia.

JavaScript me gusta, esta semana incluso intenté escribir una pequeña aplicación para analizar uno de los archivos de mi trabajo -frecuentemente lo hago con Visual Basic sobre Excel pero no me estaba funcionando- al final sí escribí el código -con ayuda de un video de Youtube- pero no realicé todo el proceso con el mismo -sentí que me estaba atrasando mucho- sino completé la tarea con las herramientas tradicionales; pero sigo cada día un poco de JavaScript.

En tres días se cumple el período que HabitBull recomienda para establecer un hábito y en 7 días el límite que me puse a mi mismo como el período mínimo para trackear diariamente mi comportamiento en estos cuatro aspectos; luego compraré un pastel de chocolate para celebrar la finalización y me replantearé el futuro para los próximos meses.

Y es que la verdad el trabajo se puso super pesado y las dos personas del país sudasiático que me asignarno no brillan por su performance: durante estos días que estamos 100% dedicados al proyecto yo debo de entrar al doble de reuniones que ellos y aún así he hecho más trabajo funcional que ambos combinados; me he reunido un par de veces para ver cómo mejorar pero me preocupa las diferencias culturales a la hora de afrontar las responsabilidades; casi cada día le digo a Rb que lo más seguro es que me despidan en el transcurso de este proyecto; a ver cómo va eso.

Hoy mi hijo menor cumple 19 años, y desde este mes se ha emancipado por completo; dejó la facultad y está trabajando en un call center; con él se terminó mi etapa de responsabilidad paterna directa y no sé aún cómo sentirme; o sea, durante mucho tiempo aporté casi el 75% de mi salario a la manutención de mis peques; nunca me quejé por lo mismo sino que lo tomé como una responsabilidad que me alegraba cumplir.

Eso me mantuvo en alerta constante de tener suficiente dinero para cumplir con mis obligaciones por lo que conservar un trabajo siempre estuvo hasta arriba de mis responsabilidades; también eso me hizo limitarme en mi búsqueda de compañía femenina; durante estos 12 años solo tuve dos o tres relaciones esporádicas hasta que conocía a Rb, con quien llevamos más de 7.

Y tampoco quise más descendencia -igual, luego de que mi tercer hijo naciera me realicé una vasectomía-; creo que tres hijos estuvo bien, mi hija mayor y mi hijo menor no quisieron estudios superiores y trabajan en la industria bilingüe y mi hija mediana está a mediados de una carrera de arte en una universidad del imperio del norte; creo que puedo darme por satisfecho.

Hasta este mes el 25% de mi salario se lo asignaba a mis responsabilidades familiares y la verdad es que entre vivienda, alimentación, educación y el resto de gastos no alcanzo a cosumir más del otro 40 o 50% por lo que mi situación financiera está bastante bien y si me tocara empezar a buscar otro trabajo incluso puedo aceptar un salario menor al actual; no sé realmente cómo va a ser buscar trabajo a los cincuenta años pero tampoco me hago muchas ilusiones.

Esta semana me reuní con mi grupo del master en ciberseguridad para practicar nuestra presentación final y esta noche tendremos nuestro segundo ensayo; sólo faltará luego la presentación en vivo y habré completado este programa que duró un poco más de un año; el otro curso de ciberseguridad -de solo un mes de duración- finalizó hoy, aunque creo que de este último no tendré un comprobante -o uno que valga la pena-.

Y la otra actividad que no había considerado cuando hace unos días estaba pensando que no debo morder más de lo que puedo masticar es la escritura de libros; y esto porque luego de completar el libro de física el año pasado ya no me dieron más trabajo serio; nomás un par de capítulos de matemáticas para ayudar a otro autor y la revisión de varios capítulos de otro par de libros de matemáticas y estadística.

Hace un par de días me contactó el editor para pedirme que revisara un ejercicio que se me había pasado por alto en capítulo de ecuaciones que revisé el año pasado; la verdad es que se me pasaron un par de errores garrafales en el mismo por lo que me pasé un par de horas analizando y corrigiendo el texto -ayer me dormí casi a la una de la madrugada-.

En su mismo mensaje el editor incluía una parte de un nuevo capítulo de matemáticas que debo revisar, lo cual no es mucho pero, no está mal ganarse 100 dólares en el tiempo suelto de un par de días; y también es mejor que no haya mucho de ese trabajo por ahora pues mi trabajo principal está super complicado y creo que continuará en el mismo estado por un par de meses o así.

Sigo aún con La cuchara menguante -ahora hablando de los aspectos bizarros de la familia Curie, de la cual había leído en algún otro libro antes-; sigo con un capítulo diario del libro infantil en francés -excepto un par de noches que tuve que trabajar en lo de la editorial o realizar alguna otra tarea- y avanzando -muy lentamente- con The Dark Forest; pero es que la verdad la lectura no es una obligación sino un placer -y un desestresante usualmente-.

Y los días siguen contando...

sábado, 13 de marzo de 2021

Incertidumbre... Uncertainty... Incertitude...

Cuando estaba iniciando a trabajar en el proyecto más grande (y más demandante y más frustrate) en el que he colaborado en mi actual trabajo recuerdo que le dije a mi anterior jefa que tenía problemas con la incertidumbre; digo, no tener toda la información que creo necesitar me provoca bastante incomodidad, lo que no me permite desempeñarme de la mejor forma.

Pero al final es una cuestión conceptual; la incertidumbre es parte de la experiencia vital y la certeza, creo, es únicamente una ilusión; sabemos (más o menos, los que nacimos hace mucho) cuando nacimos, en dónde y algunos otros datos con bastante exactitud; todo lo demás está influenciado por tantos factores que predecir el final de nuestro día es bastante osado.

Pero claro, no podríamos funcionar si no asumieramos la mayor parte de nuestra vida como estable; nos levantamos en la misma casa un día tras otro, trabajamos (cuando tenemos suerte) diariamente y al final del día nos retiramos a descansar al mismo lugar en donde inició nuestro día; me imagino que -como la mayor parte de cosas- el problema es la perspectiva y dónde definimos el punto de balance.

Y es que vamos otra vez en el trabajo con un nuevo proyecto y siento que -aunque acabo de iniciar de lleno en el mismo- ya voy atrasado; hace como un mes elaboré (o simplemente agregué un poco de información a uno genérico) la primera versión del plan y esta semana que lo revisé con mi jefa y mi futura jefa temporal encontré que tenía bastantes deficiencias; hace un par de noches invertí como tres horas en actualizarlo y planeo trabajar hoy y mañana (fin de semana) en afinarlo.

Y es un rollo porque el plan que tomé de base es de un proyecto similar que ha estado ya en marcha durante casi seis meses y el nivel de deficiencias es casi similar; o sea, como que no es taaan necesario un documento preciso, pero creo que debo trabajar más en su corrección; además mi jefa me confirmó al mismo tercer recurso y debo empezar la ingrata tarea de distribuir y supervisar tareas; también vamos atrasados con eso.

Esta semana contacté a mi excompañero del voluntariado que me ayudó a finales del año pasado a realizar el pago del préstamo por el que estaban embargando una parte del salario mensual de mi padre; como todos los trámites de este tipo es super fácil que te penalicen pero super difícil que se termine: pagamos todo el dinero en diciembre pero los descuentos siguen ocurriendo.

En enero mi amigo fue a la oficina a obtener un finiquito, en febrero le informaron que aún faltaba un trámite y ayer le dieron una carta confirmando que la deuda estaba saldada pero le comentaron que debía realizarse otro trámite en otra oficina; total que contacté a esta última oficina y me dijeron que el proceso de elaboración de los documentos legales estaba en trámite pero que ¡se demora alrededor de 120 días hábiles!  o sea, si el tiempo cuenta desde febrero seguirán descontando como el 20% de del salario hasta julio o agosto, en fin.

Se supone que esos descuentos deberán ser reintegrados luego pues la deuda ya fue saldada desde diciembre, pero viendo cómo van funcionando las cosas, la verdad no sé si es dinero que mi padre perderá en el proceso; y hablando de reintegros; Google Voice dejará de funcionar y están reintegrando el saldo a los clientes.

Ayer recibí un correo donde Google me informa que no han podido iniciar el proceso de reintegro pues la tarjeta de crédito con la que cargué 25 dólares al servicio de llamadas telefónicas caducó hace mucho tiempo; esos 25 dólares los cargué hace como 10 años pues en esa época usaba bastante google voice para llamar a mis amigos en Estados Unidos; lo raro es que luego las llamadas a ese país y Canadá eran gratis.

Creo que gasté  diez dólares llamando un par de veces a Marruecos pues contacté personalmente a un cliente de la oficina de microfinanzas; en otra ocasión llamé a una amiga en Argentina y me parece que también utilicé el servicio para llamar a mi hija cuando estaba estudiando en el college a dos países al sur de acá; ah, y una vez le presté mi cuenta a un haitiano que vino a la oficina de microfinanzas para que estuviera comunicándose con su familia (creo que ese fue el gasto más grande).

En fin, ayer actualicé la información de mi tarjeta de crédito actual y espero recibir los 15 dólares pronto; pero tampoco estoy seguro de eso porque este banco tiene un servicio raro: cuando mi hija segunda pagó la cita para la embajada del imperio del norte hace más de dos años utilizó su tarjeta prepago para abonar los ciento sesenta dólares que cuesta el trámite; el pago fue rechazado (y lo pagué con la tarjeta de RB) pero el dinero sigue aún en reserva y aunque los he contactado en un par de ocasiones ni ellos ni la oficina que realiza el cobro me han dado razones de cómo acceder a ese monto.

Hace un par de noches hablé con mi hijo y, como casi lo esperaba, me informó que no está estudiando como es debido -culpa a la modalidad online- y que a partir de este mes se retira de la facultad y empieza a trabajar en el segundo call center más grande de la ciudad -al mismo al que traté de ingresar hace tres años-; se mostró compungido por no continuar pero le indiqué que, a pesar de que mi sueño era que los tres se graduaran de la universidad, no esperaba vivir a través de ellos y que como adultos deben tomar sus propias decisiones.

Además, le recordé -otra vez-, que la Universidad para mí fue especial porque mi papá apenas se había graduado del nivel medio un par de años antes que yo y que mi madre lo hizo un año después de que yo iniciara los estudios superiores; o sea que en mi caso la barra no estaba muy alta y quizá por eso para mí era un verdadero reto completar mi formación universitaria; ahora creo que únicamente mi hija segunda será quien complete una carrera universitaria, y en artes.

Total que ya no seguirá en la Universidad pero espera tomar algún programa de formación en ese lugar de trabajo; ojalá encuentre cierta estabilidad en este lugar; me contó que está leyendo, otra vez, The Subtle Art of Not Giving a F*ck (creo que lo encontró hace unos años en una de mis computadoras) y que, como yo le había dicho en una ocasión, allí dicen que el trabajo es el trabajo y no necesariamente una fuente de realización; a ver cómo le va.

No sé si fue casualidad pero unas horas después -a las dos de la mañana, aunque el mensaje lo leí a las 8- mi hija mayor me envió un par de mensajes por whatsapp: agradeciéndome porque les había enseñado inglés y disculpándose por haber sido una difícil adolescente -y para decirme que estaba bien-; le respondí luego agradeciéndole el contacto y haciéndole saber que me gustaba saber de ellos.

Según HabitBull llevo 57 días sin parar de hacer más de 500 XP diariamente en Duolingo (aunque anoche apenas lo logré), de no ingresar a sitios de videos y de practicar tres veces al día al menos 10 minutos de malabares; también 56 días de escribir Javascript aunque con esto último nomás llevo una cadena de 3.

Y creo que a partir de este fin de semana modificaré mis hábitos pues me toca entrar con fuerza al trabajo por el que me pagan quincenalmente y estos últimos tres días he estado corriendo tanto que ni siquiera he leído nada al finalizar el día, ni inglés, ni español, ni francés; aunque también deberé bajarle el ritmo a eso.

Así que a partir de hoy -creo- bajaré a la mitad los XP que alcanzo diariamente en Duolingo (creo que también cambiaré mi estrategia de ir completando los cinco niveles de cada lección a únicamente los primeros dos niveles en cada una y luego iré retornando a completar los tres restantes); creo que eso extenderá de seis meses a quizá el resto del año el objetivo del Buho de Oro pero al final el trabajo es lo que me facilita realizar todo lo demás y es en lo que debo invertir más horas al día.

También bajaré de 3 a 2 el número de veces que practico malabares con cuatro pelotas, y quizá de 15 minutos retornaré a 10 minutos en cada ocasión; creo que ya domino el movimiento -en algunas ocasiones logro secuencias de 10 lanzamientos o así- y nomás me toca seguir practicando, así como lo hice cuando aprendí a malabarear con tres pelotas.

Lo de limitar mi consumo de media para mayores de edad ha estado bien, durante los 57 días no he entrado -ni he tenido el deseo de hacerlo- a ningún sitio de reproducción de este tipo de material; en un par de ocasiones he visto -y borrado- una parte de algún video que mis excompañeros del bachillerato mandan al grupo de whatsapp... la verdad aún no sé porqué no me he retirado de este grupo porque realmente no existe un vínculo con el 99% de ellos y puede ser porque me molesta pensar que continúo con mi comportamiento de anacoreta.

La verdad es que es bien complicado mantener una abstención total de consumo multimedia para adultos; por ejemplo, anoche estaba revisando mi correo de gmail y bajo una pregunta de Quora (casi no lo utilizo aunque a veces hay información bastante útil) una señora (auto, creo) respondía a una pregunta de si le gustaba tomar el sol con ropa o sin ella con un par de párrafos y una fotografía sin ropa en la playa (no era una modelo y era una señora de edad media); por supuesto que borré el correo pero me sorprende (un poco, aún) por dónde llega información que uno no quiere ni necesita ver; y lo complicado no es ver, sino cortar por lo sano sin entrar a un ciclo indeseado; en fin, no sé aún qué decidiré sobre esto cuando complete el challenge actual.

Porque sigo -aún cuando rompí la cadena con Javascript y estoy rebajando Duolingo y malabares- con el challenge, al menos hasta el día 70 (este es el día 57); quiero completar los siguientes trece días, llegar al final de la meta establecida, celebrar (Rb me envió unas fotos de un pastel de chocolate hace unos días) y luego decidir qué quiero hacer durante el resto del año.

Y es que hemos ido sumando actividades; en el caso de Rb, además de su trabajo está el curso de ilustración infantil digital que aún continúa por tres o cuatro semana, y el curso de señas, que continuaremos por dos o tres años más (ah, y lleva Duolingo bastante tranquilamente); pero en mi caso está un poco más complicadillo.

Además de mi trabajo -que pasa de 10% a 120% del horario laboral intempestivamente- practico malabares, utilizo Duolingo, leo en inglés, español y francés, estoy en un curso de seguridad digital con una universidad popular del sur (ya solo faltan un par de semanas); estoy en las semanas finales del máster en ciberseguridad (ayer fue la prueba técnica para la defensa del trabajo final y en una semanas debo -junto con mis dos compañeros- realizar la presentación); además escribo -un poco- Javascript diariamente y estoy en el curso de lenguaje de señas.

Y el día tiene solo 24 horas, y -me imagino que por mi edad- ya me es difícil dormir únicamente entre seis y siete horas que ha sido siempre mi aspiración -me ha estado costando levantarme y no paso de buen humor el día si duermo menos de siete u ocho horas por la noche-; así que debo tener cuidado y no morder más de lo que pueda masticar; por lo pronto estoy reajustando Duolingo y malabares (Javascript no me consume tanto tiempo) para no descuidar la lectura y dedicarme (al menos durante los próximos dos meses) a encaminar el nuevo proyecto en mi trabajo por una buena ruta; comenzar -usualmente- es lo que me cuesta pero luego todo se vuelve un poco más sencillo, a ver cómo va eso.

jueves, 11 de marzo de 2021

Rompiendo la cadena... breaking the streak... briser la séquence...

Según Duolingo llevo setenta y dos días consecutivos de alcanzar más de 500 XP en su árbol de francés; según HabitBull llevo 56; pero eso es porque bajé la aplicación un par de semanas después de que empecé el aprendizaje de mi tercer idioma (o cuarto, si se cuenta el Lenguaje de Señas local); además, según esta última aplicación llevo 55 días de practicar malabares con cuatro pelotas tres veces al día por diez minutos.

Aunque lo de los malabares fue un poco más complicado al inicio pues entre que practicaba con tres, o con una pelota en cada mano, o que aumentaba o disminuía el tiempo de práctica; o que encontraba una buena rutina para alcanzar mi meta de malabarear con cuatro pelotas los primeros días fueron bastante confusos.

Tampoco he visitado ningún sitio de videos durante esos cincuenta y cinco días, lo que no ha sido tan difícil pues la verdad mantener una variedad de actividades diarias (además de mi trabajo) me ha mantenido bastante ocupado; han habido bastantes noches en que he tenido dificultad para dormirme pero he acudido a la vieja práctica de la meditación -o algo parecido-.

La cadena que rompí completamente -y de una forma bastante burda- fue la de escribir código cada día; según HabitBull para hoy llevo una secuencia de únicamente un día; y es que antier olvidé por completo mi práctica diaria de escribir JavaScript; y no fue un día demasiado ocupado; simplemente me pasé el día sin abrir el curso y por la noche, al irme a dormir me puse a leer en francés, español e inglés, en lugar de escribir un poco de código, como casi siempre hago.

Y la cadena se rompió; lo interesante es que es el hábito activo -el cuarto es de evitar una práctica- que menos tiempo me lleva: En Duolingo estoy invirtiendo 26 o 27 horas a la semana, lo que se traduce en tres o cuatro horas al día; para los malabares ocupo entre 45 y 60 minutos al día; y para escribir código no me llevo más de media hora entre ver el video y completar el ejercicio diario.

En fin, fallé con ese objetivo: me había propuesto mantenerlo durante 70 días -como los otros tres- pero llegué únicamente al día 54; aún así todavía planeo comprarme un pastel de chocolate en dos semanas cuando llegue a completar los otros tres; y es que al final este challenge lo concebí para aprender tres cosas (y desaprender una) y creo que de una u otra forma lo estoy logrando.

Por supuesto que lo primero que hice ayer temprano fue completar el objetivo de escribir código; luego pensé en que podía hacer el doble de lo habitual pero antes -como casi siempre- me puse a buscar en google sobre la mejor forma de enfrentarse a un tropiezo de este tipo; y claro, uno de los consejos más comunes es evitar compensar, simplemente seguir, y es lo que estoy haciendo.

Las cosas en mi trabajo van -como muchas veces- complicándose; he tenido un par de reuniones con mi jefa y mi futura nueva jefa y esta última se ha mostrado interesada en ayudarme a actualizar mi computadora -que ya está bastante viejita-; pero no creo que sea tan sencillo; el proyecto que estoy iniciando ha tenido varias complicaciones y aún no hemos entrado de lleno en él; y de los dos colaboradores que me asignaron -del gran país asiático- uno, el más nuevo y que mejor me caía, ya fue transferido a otro proyecto.

El segundo compañero, el más antiguo, es uno de mis menos preferidos -lo cual no es nunca una sorpresa- y aunque he tenido ya una reunión de trabajo con él no logro encontrar la forma en que nos comuniquemos bien, salvando las distancias del idioma creo que nunca nos hemos caído bien y la verdad no tengo unas grandes esperanzas de que completemos el trabajo como se debe; o al menos de que lo completemos sin tantas complicaciones; sospecho que me tocará realizar la mayor parte del trabajo por mí mismo; en fin.

No he sabido nada de mis hijas pero mi hijo menor me escribió anoche -nuestro único medio de contacto por estos días es el messenger de Facebook- para pedirme que hablemos este día por la noche; en su mensaje dice que quiere que hablemos sobre la Universidad y sospecho que planea dejarla; la verdad es que son tiempos raros y siento que le haya tocado la pandemia en su ingreso a los estudios superiores, pero tampoco es que completar una carrera universitaria (al menos una carrera complicada) haya sido una de sus prioridades; a ver cómo va la reunión de esta noche.

Mañana debo realizar una conexión con la universidad española en la que pronto espero terminar el programa de master; la verdad no creí que se complicara tanto la finalización del mismo pero no había tomado en cuenta un trabajo final, muchos programas no cuentan con este último paso para concluir la carrera; con los otros dos compañeros (uno fue eliminado del grupo por irresponsable) hemos invertido más de dos meses en preparar un documento final y tendremos que defenderlo en dos semanas; a ver cómo va eso.

El otro curso de seguridad digital que estoy tomando en una universidad popular del cono sur está bastante ligerito; tanto en contenido como en dedicación; o quizá lo siento ligerito porque desde el año pasado empecé a explorar la ciberseguridad; este termina en un par de semanas y no creo que haya tantas complicaciones para su finalización.

Y eso, sigo aún con los mismos tres libros, tratando de consumir menos contenido audiovisual -trato de no ver más de un par de series al día con Rb-, y jugando un poco de ajedrez al día; y manteniendo los objetivos (al menos otras dos semanas) y durar en mi trabajo, esperando que no se rompa otra cadena.

lunes, 8 de marzo de 2021

Otra cuenta de los días... Another count of the days... Un autre décompte des jours

Y terminé en segundo lugar en mi primera semana en la última Liga de Duolingo, tal como se había perfilado desde el primer día de la semana; la verdad no me esforcé mucho más de lo debido, en parte porque ví que la persona en el primer lugar llevaba una ventaja de más de 1,000 XP desde el primer día y en parte porque realmente debo trabajar, especialmente ahora que mi jefa está dejando el departamento.

Además, eventualmente espero ganar la insignia del primer lugar en la liga diamante ya que no hay más para donde avanzar y es un poco difícil que baje; las ligas son asignadas, supuestamente, de una manera aleatoria y en la que RB estaba participando el primer lugar alcanzó como 1,500 XP en toda la semana (yo llegué a más del doble y el primer lugar casi el triple en la que estábamos asignados).

Como me cuesta bastante escribir en mi teléfono actual -es un LG que me ha salido muy bueno-: bromeo con mis conocidos con que tengo dedos de salchicha y por eso cometo tantas faltas al escribir, estuve considerando durante varias semanas adquirir una tablet para completar Duolingo; Rb me recomendó que comprara una de marca y creo que debí hacerle caso porque el jueves pasado adquirí una genérica -me costó como 115 dólares- pero la antena de wifi es muy débil y la versión de Android que corre es bastante limitante.

O sea, invirtiendo unos 20 o 30 dólares más hubiera adquirido una mejor tablet -de la misma marca de mi teléfono, por ejemplo- y hubiera tenido una buena opción para seguir practicando Duolingo en una forma más cómoda; en esta tablet no puedo activar el micrófono con lo que no puedo realizar los ejercicios de repetición -que tanto necesito-; al final nomás trasladé a esta tablet -tiene un teclado físico bien atractivo- la app de mi seguro médico, el ajedrez y mi lector de libros: al menos estoy liberando de bastante espacio a mi celularcito -también estoy tratando de (al menos) hacer los ejercicios de lectura/listening en la tablet).

Estoy como a medio camino entre el tercer y el cuarto (de nueve) checkpoints de Duolingo; si lograra mantener el ritmo que llevo (o no bajarlo tanto) podría completar el programa completo (y obtener el tecolote de oro en francés) en unos cinco o seis meses pero la verdad me ha estado preocupando que no pueda mantener el ritmo; muchos días me cuesta levantarme y hoy, por ejemplo, había olvidado una reunión super temprano y super importante: la presentación del sustituto de mi jefa.

Mi jefa nos había convocado a esta reunión (una hora y media antes de la hora en la que usualmente empiezo a trabajar) para este día y me había asignado la presentaición de una pequeña demo de un programa que utilizamos para realizar ciertas partes de los proyectos (y en la cual he entrenado a bastantes miembros de otros equipos); había anotado la reunión en mi lista de pendientes pero la olvidé por completo; esta mañana estaba dormitando cuando leí un mensaje de mi jefa, con 15 minutos de retraso, comentándome sobre la reunión.

Y la verdad el futurno -laboralmente hablando- no se presenta tan atractivo; actualmente soy el último recurso en el país que le reporta directamente a mi jefa; hay cinco o seis otras personas con mi misma función en el gran país del norte que también le reportan de esta forma; las otras docenas de colaboradores se encuentran en el segundo país más poblado del planeta y tienen un administrador local.

Entré tarde a la reunión y escuché a un par de compañeros autopresentarse; luego mi jefa me cedió la palabra y creo que es la peor presentación laboral que he tenido -hablando de primeras impresiones-; uno de los compañeros del gran país del norte me contactó un par de horas más tarde para que le explicara un proceso y me comentó que el nuevo director es super estricto (han trabajado juntos) pero que nosotros estaremos ahora reportándole a una manager en el país que se encuentra justo debajo del imperio del norte; que dicho sea de paso, tampoco me cae bien (pero esto puede decirse del noventa porciento de las personas que conozco).

Estoy mejorando en los malabares con cuatro pelotas y usualmente no me limito a los quince minutos tres veces al día, extendiendo unos minutos mi práctica en cada ocasión; he llegado a hacer hasta cinco o seis lanzamientos exitosos: debo seguir practicando; también sigo escribiendo diariamente un poco de Javascript y ya bajé el próximo curso; también debo seguir practicando.

Me he mantenido sin ingresar a sitios de videos de contenido adulto pero creo que no es una sorpresa porque la verdad no he tenido tiempo ni siquiera de terminar una película de ciencia ficción que empecé a ver hace casi dos semanas: Space Sweepers; de hecho incluso mis lecturas se han resentido de mi dedicación a mis tres prácticas diarias; incluso Rb me comentó que no creía que estuviera leyendo mucho.

De hecho sigo leyendo diariamente un capítulo de un libro infantil en francés -a veces me cuesta entender algunas partes pero en general las historias son divertidas-; si, he avanzado muy poco con La Cuchara Menguante y voy poco a poco también con The Dark Forest; creo que llegaré a medio año con estos dos libros.

Mi hija mayor no me ha escrito y creo que eso es una buena señal pues a finales del año pasado y principios de este incrementó de una manera bastante notable su comunicación; generalmente para pedirme ayuda económica pues estaba entre trabajos -o iniciando su trabajo actual-, espero que esté mejorando su administración financiera personal.

Mi hija mediana tampoco ha dado señal luego de que me escribiera para conocer el saldo de su tarjeta de débito prepago; espero que sus estudios y trabajo se esten desarrollando de manera normal; si es que se puede aspirar a ese estado en estos tiempos; mi hijo menor tampoco se ha comunicado, pero eso es típico:  al menos por mi parte le envío mensualmente un aporte financiero y espero un reporte del avance de sus estudios; quien sabe cómo terminaremos el año.

lunes, 1 de marzo de 2021

La última puerta... The last gate... La dernière porte

Técnicamente no es la última puerta, en Duolingo, a la que llegué esta semana, es simplemente la última liga (Diamond); en la anterior, Obsidiana, creí que iba a quedar en segundo o tercer lugar pues había otros dos usuarios }que estuvieron cada día haciendo más puntos de los que yo conseguía diariamente; casi todos los días de la semana pasada empecé en el primer lugar pero terminaba en el tercero o (incluso un día) en cuarto lugar.

Pero sospecho que ninguno de mis dos contrincantes se documentó sobre la hora a la que se renuevan las ligas (00:00 horas UTC del lunes o 06:00 pm del domingo, en mi país); ayer amanecí en tercer lugar -creo- pero me dediqué a avanzar en historias (28 XP cada una) y completé mi cinco niveles diarios, con lo que logré quedar en el primer lugar de la penúltima liga.

Luego empecé a investigar sobre las condiciones de la última liga; es un poco raro porque después de esta no hay más, entonces solo hay dos opciones: permanecer o bajar a la anterior; lo raro es que al parecer los que están debajo de la posición número 27 son los que bajan; Rb ha estado en esta liga durante mucho tiempo y creo que ayer la sobrepasé en el nivel de lecciones alcanzadas en francés: ya pasé el tercer checkpoint, que es el último que ella ha alcanzado.

La semana pasada enviaron un link en un grupo de programadores al que fuí suscrito hace unos meses; de acuerdo a la nota Oracle está promocionando un certificado como programador profesional con un buen descuento pues están celebrando el 25 aniversario de Java -o algo así-; a pesar de llevar más de cuarenta días practicando Javascript consideré por un par de días dejarlo en pausa y estudiar durante un mes para este certificado; son solo 25 dólares y el examen debe tomarse antes de finales de abril.

El viernes y sábabado estuve viendo varios videos sobre Java (cuestiones básicas) y luego intenté realizar la configuración para ejecutar los primeros ejercicios; desafortunadamente (o quizá no) al parecer ya he creado en el pasado una cuenta con Oracle y no me permitió anotarme para un mes gratis de su plataforma en la nube; incluso intenté con otras cuentas de correo pero creo que las cuentas se conectan con la tarjeta de crédito.

Al final decidí declinar esa oferta y continuar enfocándome (al menos durante lo que resta de mi challenge) en Javascript; la verdad es que los certificados siempre son buenos para los curriculums pero también, a mis casi cincuenta años, creo que es un poco difícil que se me considere para una posición de programador junior o similar; en fin.

Otra de las razones por la que quizá no es tan desafortunado el incidente de no poder ponerme a estudiar Java estos días es que el proyecto que estaré liderando se está empezando a poner interesante; la semana pasada tuve reuniones casi todos los días (incluida la reunión en la que mi jefa me contó que se va) e incluso un día -miércoles, creo- estuve casi cinco horas en una reunión tras otra; y es que al final mi trabajo es mi prioridad y todo lo demás debo programarlo para que se adecúe al tiempo que me consume el mismo.

La semana pasada -o la anterior- también me anoté en una lista de espera para un bootcamp (online, por supuesto) de Javascript; es un evento que realiza un programador en Estados Unidos cada cierto tiempo y su duración es de 20 semanas; o sea, unos cinco meses; el costo me pareció bien -250 dólares- y creo que será una buena oportunidad para solidificar mis conocimientos de este lenguaje con miras a obtener algún certificado más tarde este año; igual, todo está condicionado al tiempo que me deje libre el proyecto que debo liderar en mi trabajo.

De los otros tres objetivos: sigo sin ingresar a sitios web específicos; sigo practicando tres veces al día malabares con cuatro pelotas -aunque ahora he aumentado el tiempo de 10 minutos en cada ocasión a 15 minutos- y voy mejorando poco a poco; y continúo escribiendo cada día un poco de código en Javascript.

En cuestión de lecturas; la semana pasada terminé el segundo libro infantil en francés, se me olvidó bajar al celular el tercero de este mismo autor y una noche leí un poco de otro libro más avanzado (de Arsene Lupin) y la verdad el nivel de dificultad de lectura aumenta bastante -ahora ya tengo el tercer libro infantil en mi celular-; sigo avanzando con The Dark Forrest y voy poco a poco con La Cuchara Menguante.

No he escuchado de mi hija segunda luego de que me contactara para consultar el saldo de su tarjeta prepago en dólares y cuando, unos dos o tres días más tarde, consulté el saldo me sorprendió que siguiera igual; o sea, no sé cómo pagó sus impuestos; tampoco he hablado con mi hija mayor luego de que me contactó para pedirme un poco de dinero para medicinas; espero que esté bien en su trabajo y que el curso de pintura digital que le patrociné no la estrese sobremanera.

Ayer o antier le escribí a mi hijo menor (luego de realizar la transferencia mensual) para comentarle que cuando yo estudiaba en la facultad tenía bien claro el pensum de estudios así como los créditos necesarios para los cursos y los prerrequisitos; y que esperaba que para el próximo mes me comente cuál es su situación en este aspecto; la verdad temo que ni siquiera haya estimado cuánto tiempo va a pasar en la facultad de seguir al ritmo que vá (prácticamente está repitiendo el segundo semestre y, según recuerdo, hay cursos que no los repiten en cada semestre por lo que realmente se estaría atrasando todo un año); no sé realmente qué va a hacer pero en tres semanas cumple 19 años y creo que debe tomar responsabilidad de su vida; a ver cómo va eso.