Es una pregunta tan común que se pueden encontrar -como de casi todo- miles de artículos en internet para buscar respuestas -About 5,370,000,000 results (0.70 seconds)-; casi tantas respuestas como habitantes en nuestro planeta; quizá es un indicador de que casi todos nos realizamos la misma pregunta a lo largo de la vida; quizá la única diferencia es el ritmo con el que vuelve a surgir la pregunta, o los temas sobre los cuales no sabemos qué hacer.
En mi caso ha sido una constante desde hace mucho tiempo; y me imagino que es una mezcla -como casi todo- de la genética y los factores externos que condicionaron el desarrollo de mi personalidad; y vuelve uno de los temas que Freud (supuestamente) identificaba como parte nuestro nivel de satisfacción vital; específicamente el laboral.
La afirmación de que mi vida laboral ha sido rara creo que se queda corta, pero en nuestra región -a menos que haya una combinación de factores sociales y suerte- es una constante para la mayor parte de la población; no es como que vivamos en un lugar donde los sueños se hacen realidad: un mínimo porcentaje de la población llega a la universidad y -salvo casos específicos- la realización laboral viene de la mano de explotación laboral o corrupción estatal.
Durante los dos últimos años de educación superior trabajé como profesor de computación pero sabía que era algo temporal; igual cuando terminé la carrera no tenía ni idea en qué podía trabajar un profesional de mi ramo -interesante, después de cinco años de estudio-; y mi primer experiencia profesional no fue nada satisfactoria: en una fábrica de repostería me hice cargo de varias líneas de producción; la única experiencia memorable fue un viaje de un par de meses a la capital colombiana para dar soporte a una línea de producción.
Esa fue mi -corta- experiencia en producción (uno de los sueños de los que estudian mi carrera); luego estuve otro par de meses en una instalación similar en la ciudad hasta que me cambié al área de Calidad en otra fábrica de candelas; allí fue donde finalmente hice mi tesis y obtuve el cartón que me identifica como licenciado.
Después hice mi transición a los Sistemas de Calidad (ISO 9001) y al área de servicios, certificando a una cadena de cafés en la norma de Gestión de Calidad; luego vinieron el par de años entre mi país y el imperio del norte en donde hice -por primera vez- trabajos físicos en un taller de cables; en el intermedio también trabajé como ingeniero de soporte de un MRP e intenté trabajar en una línea de producción -en esta ocasión de productos lácteos-.
Incluso en ese intermedio entré a la fábrica de ropa más grande del país pero me deprimió ver gente doblada todo el día sobre una máquina; en fin. Cuando me re establecí en el país trabajé un par de meses en una imprenta industrial viendo también tecnología; la segunda parte me gustaba pero la parte de producción no la encuentro nada atractiva: exprimir a las personas por un poco más de resultados me parece realmente raro.
Luego estuvo el periodo como ingeniero de soporte de un software de microfinanzas y un par de experiencias bancarias; en auditoría y en proyectos; me despidieron del último banco pero no me avergüenza reconocer que me cuesta llevarme con la gente, especialmente si veo que sus acciones están en un área gris de la ley.
Y ahora mi trabajo actual; una gran estabilidad; aunque han habido en estos siete años varias reorganizaciones e incluso un despido hace un par de años, y he pasado por tres jefes -de tres distintos países- me ha dado bastante paz; logré finalizar mi periodo de responsabilidad paternal directa sin muchos problemas e incluso me ha permitido obtener una maestría y escribir más de una docena de libros (me enorgullece el de física fundamental aunque mi nombre sólo aparece como parte del grupo de escritores el contenido es totalmente mío).
La vaina es la incertidumbre; tan presente siempre pero tan difícil de manejar por mi parte: el proyecto que estoy liderando por estos días es bastante inconstante y le comenté a Rb que me siento como que voy en un auto con los frenos defectuosos pero no estoy a cargo de la conducción por lo que solo puedo imaginar de dónde vendrá el golpe pero no puedo hacer mucho por evitarlo.
Y la otra vaina es la edad; o sea estoy a menos de dos años de llegar al medio siglo y, de acuerdo a un artículo de AARP, en cualquier entrevista con dos candidatos con las mismas calificaciones siempre se elegirá al de 30 años sobre el de 50 años; a menos que en la decisión se incluya al Networking; pero esa quizá es la peor parte de la historia: no se me dá; apenas puedo conservar el contacto con mi familia directa -incluidos mis hijos- como para presentar una amplia red de contactos.
Recuerdo que cuando estaba en el último banco me comentó mi jefa -y no por primera vez, y no por mi primera jefa- que debía mejorar mis relaciones interpersonales; recuerdo que me puse a la tarea como lo hago con casi todo: leyendo; recuerdo que bajé un par de libros enfocados en el Networking para Introvertidos; creo que no terminé ninguno de los dos; o creo que me despidieron antes de que pudiera terminarlos, en fin.
Igual, de los más de quince trabajos que he tenido durante los últimos treinta años creo que solo uno lo conseguí utilizando el networking (y no era una apuesta segura pues quien me refirió también refirió a otras dos personas con más o menos las mismas calificaciones -o realmente yo estaba mejor calificado-) o sea que no fue tan directo el networking: el de ISO.
Aunque para llegar a ese banco también me refirió mi jefa anterior; aunque según pude darme cuenta con el correr de los años su razón no fue 'ayudarme' sino agredir a mi jefa durante ese tiempo: tuvieron siempre ciertos conflictos personales y como que no le cayó bien que hubiera heredado mis servicios; en fin, la gente y sus razones para 'ayudar'.
De los dos trabajos que "conseguí" por medio de networking renuncié al primero después de un poco más de dos años pues lo ví como un Dead-End (empresa familiar sin muchas opciones) y del segundo me despidieron por mi 'incomodidad' de trabajar con el equipo: al final era el único profesional, los demás nomás tenían mucha experiencia en el sector bancario -y mi jefa que acababa de graduarse de una de esas universidades de papel que abundan ahora en el país-.
Entonces, no sé qué hacer: en cuatro meses cumpliré -cruzo los dedos- siete años en mi posición actual y, salvo por un par de ocasiones en que traté de que mejoraran mis condiciones, no me quejo de la misma; pero, estoy trabajando -como casi siempre- en un proyecto con muchas incertidumbres y liderando -eso no es tan común- a otros dos analistas del gran país del sureste asiático; no me siento nada seguro; a ver en qué termina esto.
Después de terminar el reto de 70 días -y celebrarlo con pastel de chocolate- ya no quise iniciar nada nuevo pues justo estaba empezando a ponerse complicado el proyecto actual, también me cambiaron de jefa y además mi amigo científico que me proveyó de las últimas dos computadoras me propuso que lo ayudara a migrar su servidor actual.
Terminé -por fin- La Cuchara Menguante y The Dark Forest, y dejé a medias el tercero o cuarto libro de francés que estaba leyendo; además reduje a casi lo mínimo mi práctica de francés -primero bajé de 500 a 250XP y ahora con suerte hago 150 o así al día-; sigo practicando malabares pero no tan constante mente: trato de practicar de vez en cuando 15 o 20 minutos pero ya ha habido un par de días en el último mes que no he hecho nada de malabares.
Mi hija mayor sigue trabajando en el mismo lugar, creo; ha vuelto a pedir mi ayuda financiera en un par de ocasiones y me preocupa que no tenga un buen manejo de su presupuesto; mi hijo menor me llamó hace una semana o así porque no le estaba yendo muy bien en el trabajo y estaba pensando renunciar; y retornar a la facultad; le aconsejé que pensara bien qué quería hacer porque todo al final tiene diferentes consecuencias.
Mi hermana menor estuvo grave de COVID en el asueto de semana santa; mi madre me llamó para comentarme que unas primas enfermeras la estaban cuidando y al final logró superar la enfermedad; únicamente pude ayudarla con un poco de dinero para medicamentos; hace un par de noches llamé a mi hermano menor quien trabaja, como mi hermano mayor, con estructuras metálicas; Rb insistió en que hiciera la llamada pues en las redes sociales estaban reportando inundaciones en el área en donde vive; afortunadamente no fue afectado.
La respuesta a mis preocupaciones sería algo así como: mejora tu networking y/o busca la especialización en un campo; a mis casi cincuenta no sé si lo primero es aún posible y lo segundo no se si realmente sea una opción; aunque no descarto la participación en un bootcamp; algo tendré que hacer.