Ayer mi hijo menor cumplió veinte años... la mediana (¿o el mediano? ¿o los medianos?) tiene 21 y la mayor 23; y aunque el cantante de tango diga lo contrario, sí, veinte años son un montón de cosas: viajes, risas, lágrimas, almuerzos de fin de semana, desayunos de fin de semana, pasteles en la noche o en el fin de semana... muuuchas cosas.
Mi hija mayor sigue trabajando como traductora médica, creo que es el empleo en el que ha tardado más tiempo; a mi hijo menor lo despidieron de su trabajo -tardó solo cuatro mese en este y es también su empleo más largo- y la mediana trabaja a tiempo parcial en el college en donde acaban de darle su tercer spring break.
Como había programado almuerzo/pastel con mi hijo menor y su hermana mayor para el día de ayer le había propuesto a la mediana que tuvieramos una videoconferencia; lastimosamente (?) tenía ya compromisos adquiridos por lo que nomás fue lo habitual.
Ayer, luego de la clase de lengua de señas, tomé el auto y me dirigí a la casa de mi hija mayor... nos habíamos reunido para almorzar también hace dos o tres semanas pues quería aprovechar que con mi doctora teníamos planeado reunirnos la tarde de ese sábado.
Por lo del inicio (oficial, creo) de la endemia he estado saliendo más: ya voy desayunando dos veces con mi abogado, una vez con mi único amigo de la facultad y pasé una tarde con mi tía favorita; de hecho hace un par de semanas descargué un template de Excel de un calendario 2022 para ir organizándome: actualmente tengo ocupados los sábados hasta junio.
La segunda vez que desayuné con mi abogado pasé a la casa de mi hija mayor en el viaje de vuelta para entregarle dos botellas de desinfectante de frutas y verduras; se suponía que una de las botellas era para mi hijo menor pero, como aún estaba trabajando, no podíamos vernos ese día.
La segunda vez que pasé por mi hija mayor tuvimos exámen en la clase de lengua de señas por lo que salí super temprano, me bañé y me dirigí a su habitación; la encontré aún dormida y me disculpé por no avisar antes de mi arribo; ese día le entregamos la botella de desinfectante a mi hijo menor y almorzamos en Subway; luego pasé varias horas con mi doctora en un Krispy Kream.
Ayer la clase terminó a la hora normal y antes de salir de casa llamé a mi hija mayor para evitar despertarla cuando llegara; de hecho la desperté con mi llamada pero cuando pasé por su habitación -una media hora más tarde- ya estaba esperándome.
Fuimos por su hermano y pasamos por la farmacia de costumbre para adquirir una mascarillas pues la mayor parte de los negocios aún no te atienden si no portas una; luego nos dirigimos a almorzar a Del Puente... había planeado estar con mis hijos hasta las 6:00 o así -como en las ocasiones anteriores- pero mi hijo nos comentó que su madre pensaba llegar como a las 4:30 por lo que decidimos con mi hija mayor retirnarnos a las 16:00 y terminar el día en su habitación.
Como mis padres han estado insistiendo en legalizar el terreno que habían planeado regalarme en el puerto y ya tengo algún documento legal que me respalda lo llevé ayer para mostrárselo a mis hijos y comentarles de los planes que tengo de construir una casa de fin de semana en el lugar y que incluso se me ocurría que se puede alquilar en sitios como AirBnB o similares.
Además les comenté que posiblemente adquiera la casa de Rb -su hermana me la ofreció la semana pasada que pasó acá-; que si se da el caso voy a construir un apartamento independiente de tres niveles en la parte de atrás del terreno para su utilización en situaciones de emergencia (o no) por cualquiera de nosotros cuatro.
Mi hijo menor no le vió ningún inconveniente; mi hija mayor se mostró un poco reacia, por el mal trato que han tenido con Rb, pero le repetí que la edificación sería completamente independiente; igual, quién sabe si se dará la adquisición, aunque me facilitaría(?) muchas cosas.
Despues de dejar a mi hijo menor nos dirigimos con mi hija mayor a su habitación en donde estuvimos jugando algunos multiplayers en su Nintendo Switch (no comprendo la mayor parte de esta tecnología), viendo videos musicales y practicando un poco malabares.
Ayer le regalé tres pelotas de malabares; las anteriores que le había regalado eran pelotas de tenis pero estas tienen el inconveniente de rebotar y hacer más difícil la continuidad de la práctica de malabares, especialmente cuando se está aprendiendo.
Las pelotas de malabares las encontré hace unas semanas en Dollar City; en este lugar he comprado las pelotas de tenis y las pelotas de malabares que he adquirido en el pasado; aunque estas últimas eran mejores que las de tenis su tamaño era muy pequeño pues fueron diseñadas para tecniquitas (malabares con los pies).
Total que ahora Dollar City está vendiendo juegos de tres pelotas de malabares a un precio bastante barato (como dos dólares) y pude adquirir varios de estos paquetes; y la verdad me ha ayudado a mejorar mi aprendizaje actual de malabares con cuatro pelotas.
A las seis me despedí de mi hija y retorné a mi casa, en donde la convivencia ha estado bastante diferente a años anteriores: Rb ha seguido con sus padecimientos estomacales y de ansiedad; no me ha sido nada difícil apegarme a sus restricciones alimenticias pero sí me ha costado apoyarla en sus ataques de ansiedad (no sé cómo reaccionar y ya me estoy cansando de verla llorar todos los días).
O sea, no cansado de hartarme, sino de no saber qué hacer; y no saber cómo reaccionar o cuándo actuar con normalidad o con cuidado pues no sé cual su estado emocional -ciego emocional que es uno- y ha habido connatos de discusión porque no puedo ponerme a tono son su estado de ánimo... en fin, a ver cómo sigue la cosa.
Por lo pronto continúo trabajando en el mismo proyecto en el trabajo aunque el segundo de mis analistas mejicanos deja mucho que desear en su desempeño el primero ha continuado con su buena actitud y cumplimiento de las tareas asignadas; se supone que trabajaremos todo el otro mes en el mismo proyecto y a ver qué decide luego nuestra jefa para continuar.
Y eso, también he iniciado mi reconección (!) con los pocos contactos que aún tengo: mi abogado, mi doctora, otro doctor, mi amigo de la facultad; hace unas semanas también ví a mi hermano mayor -luego de más de cinco años- pues pasó por la ciudad en su viaje a visitar a mis papás -también después de varios años-.
La otra semana veré a mi contacto que se dedica a dibujo de construcción y espero que él me pueda diseñar lo que planeo construir en el puerto (y quizá en la casa de Rb) luego visitaré a mi prima favorita, luego veré nuevamente a la mejor amiga de Rb y así... a ver si luego de medio año puedo seguir con el mismo ritmo...
O a ver si al final viajaré a otro país para restablecerme e iniciar desde cero... uno nunca sabe qué le depara el futuro...