He leído bastante... no sé si decir mucho pues todo es relativo... creo que mis hijos han leído mucho, pues empezaron a leer prácticamente desde que eran bebés: sus primeros regalos fueron libros impermeables y casi desde los tres años desarrollaron -con ayuda de la computadora- esa competencia.
Pero sí, he leído... casi desde la primaria cargaba a mano una selecciones o -si tenía suerte- un libro... incluso en salidas de la escuela, mientras otros hacían deporte o alguna actividad grupal generalmente prefería sumergirme en la lectura... o evadirme, quizá.
Y he tenido tiempos en los cuales no leo, la mayor parte de veces puedo conectarlo con algún malestar emocional o a veces incluso con la falta de sentido que muchas veces encontramos en las actividades que se realizan de manera cotidiana.
Hace unos años -bastantes- incluso creía que podía encontrar respuestas (o la respuesta) a la mayor parte de mis problemas; como socializar, resolver conflictos internos y externos, superar dificultades económicas o incluso encontrar el sentido de la vida... afortunadamente ya pasó esa etapa.
Ahora leo -la mayor parte de veces- nomás porque me gusta.
Pero incluso Rb me comentó hace unas semanas -muy de vez en cuando le comento sobre el libro actual- que sigue sorprendiéndose de la forma en la que me afectan los libros: usualmente al terminar de leer un libro mi estado de ánimo se pone a tono con el tema del mismo.
Y sí, me ha pasado muchas veces... por ejemplo con A Little Life... pero también he encontrado solaz en libros como Maybe You Should Talk to Someone o incluso la colección de The Wimpy Kid o alguno de los libros de escritoras humoristas que he estado leyendo los últimos años: Let's pretend this never happened o We are never meeting in Real Life o I've Still Got It... I Just Can't remember where I Put It.
Y hay otros libros que me permiten echar una mirada -por supuesto, desde el punto de vista del escritor- de ciertas afecciones... quizá La Soledad de los números primos, o El Dios de las Pequeñas Cosas o El Rastro Brillante del Caracol... o el de esta semana: The Curious Incident of the Dog in the Nighttime... autismo o algo parecido.
Este último no era muy extenso y lo terminé en tres o cuatro días -afortunadamente el trabajo ha estado bastante tranquilo- mientras tengo aún a medias el último de Jenny Lawson: Broken (in the best possible way); y sin habler completado aún el de Kamo.
También leí la semana pasada The Last Thing He Told Me y la semana anterior Never de Ken Follet; el primero porque me pareció interesante la portada -y la historia no estuvo tan mal- y el segundo porque Ken Follet... no pude dejarlo.
Ahora he empezado The Code Book que se supone que es de criptografía -algo a lo que podría dedicarme en el futuro- y volví a bajar Curiosidad: Por qué todo nos interesa; este último recuerdo que lo había empezado a leer hace algunos años y no logro recordar por qué lo dejé de lado.
Del libro de Yuval Noah Harari leí casi la mitad y luego nomás leí un par de capítulos sobre dios y la religión y los dos últimos: el penúltimo era sobre el sentido de la vida y el último sobre meditación... específicamente meditación Vipasanna.
Con lo que recordé que aún tengo pendiente -desde hace casi 15 años- la asistencia a un retiro de eso... en fin.
Durante tres sábados seguidos me he estado levantando a las 5:00 de la mañana para acompañar a Rb a una veterinaria que está del otro lado de la ciudad y al que lleva a su perra mas anciana a que le traten la vista: por la edad ya no produce lágrimas y debe estar medicada.
Debido a eso cancelé mis desayunos con mi único amigo de la facultad y con uno de mis últimos contactos de mi voluntariado más extenso; afortunadamente el auto no ha presentado ninguna complicación... hasta este domingo pasado.
El auto no arrancó cuando me preparaba para llevar a Rb a despedir a su hermana -quien regresaba al día siguiente al país vecino del norte- y tampoco logramos arrancarlo con ayuda de otro auto y cables para pasar corriente... aunque creo que lo que falló fue la forma en lo que lo hicimos.
Luego estuve viendo unos videos de Youtube y veo que aún debo mejorar en mi manejo de la situación de descarga de baterías... total que la vecina nos prestó uno de sus automóviles y llevé a Rb a la estación del Transmetro.
Dos o tres horas depués retornó con la hermana en cuestión y su hermano; que venían a dejarla y a ver el auto... el hermano de Rb quitó la batería de su auto, la instaló en el de Rb y lo arrancó, luego las intercambió y lo dejamos media hora encendido para que se cargara.
Por la tarde -para comprobar la situación- fuimos en auto a un gran supermercado a comprar unos cables para pasar corriente -pues ni eso teníamos hasta ese día- y no tunivmos ningún inconveniente... como este sábado había planeado desayunar con mi amigo asiático debo intentar arrancar mañana el auto y de no conseguirlo nomás llamaremos aun servicio de baterías a domicilio para adquirir una nueva.
Esta semana me llamaron mis padres para contarme que estaban recibiendo el material para la terraza de la casa del puerto y les transfería una suma bastante alta -el doble que el mes pasado- para el pago del material y una parte de la mano de obra... creo que en Octubre iré a ver cómo avanza la obra, aunque me enviaron fotos de la preparación.
Mi hijo menor me escribió al final antes de que acudiera a su casa a comprobar si estaba vivo o necesitaba algo de mi parte... me comentó que había tenido una semana bastante pesada y por eso no había dado señales de vida.
Fuí a su habitación hace un par de sábados; estaba lloviendo bastante fuerte, me tocó conducir con una visibilidad bastante limitada y nos costó un poco encontrar una pizzería, pero en general pasamos una tarde tranquila.
Mi hija mayor me escribió la semana pasada -primero había intentado llamarme- para contarme que tenía una entrevista para trabajar como maestra en una academia de inglés que se especializa en la preparación para call centers.
Dos o tres días después me volvió a escribir para contarme que estaba por empezar a trabajar en el lugar el lunes de esta semana... la verdad espero que le dure el trabajo aunque su estabilidad laboral no ha sido la mejor... igual mi estabilidad laboral -en general- nunca fue la mejor, hasta ahora que acabo de cumplir ocho años en mi actual empleo.
Y eso...