Cuando hace frío sueño, o al menos, recuerdo mis sueños. Algunas veces que no hace frío también recuerdo mis sueños. A veces los sueños tienen significados, generalmente solo son el reflejo de lo que estoy viviendo, o esperando o extrañando. A veces, también son presagios -creo que fué Eric Fromm quien dijo que los sueños son como otro lenguaje y por lo tanto, su significado no puede buscarse como una traducción-, por ejemplo, es una creencia común en mi país, o al menos entre las personas con las cuales crecí que cuando uno sueña que un diente se cae, alguien cercano morirá. Cuando estaba en la universidad tuve un par de veces sueños de este tipo. También debo decir que he padecido molestias dentales desde mi adolescencia, y ultimamente las cordales me han dado un par de noches de dolor y de mañanas de abcesos, en fin. En esas ocasiones, a los pocos días alguien de mi familia medio cercana moría, me parece que fué un abuelo en un caso y una tía en otro.
La semana pasada soñé que se me caía un diente. El sueño era un poco psicodélico -o grotesco, quizá- pues el diente era parte de una prótesis que incluía una parte de los labios. En fin, el diente se me caía. Traté de no pensar mucho en el significado del mismo. La mamá de mi jefe ha estado enferma durante mucho tiempo, casi un año me parece, aunque había estado con más molestias últimamente. Mi jefe se había ausentado algunos días del trabajo. Ayer vino a trabajar, y como a media mañana vino a nuestra oficina a decirnos que su mamá acababa de fallecer. Entonces le comenté al compañero B lo de mi sueño.
Por solidaridad ayer me quedé trabando hasta las 17:00 -había entrado, como hoy a las 5:00-, luego fuí al banco a realizar la ceremonia de retiro, cambio, depósito, aunque no pude realizar los pasos dos y tres, pues el banco en donde mejor encuentro cambio estaba muy lleno. Calculé que me iba a tarder una hora o así, y preferí irme a mi casa con el dinero en moneda extranjera. Traté de no navegar mucho tiempo, solo revisé mi correo y los blogs. Me dormí alrededor de las 19:30, o al menos me acosté a esa hora, había puesto el reloj para las 12:30, y, como varias veces me ha pasado, confundí el AM con el PM en la alarma de mi PDA. De no haber sido porque alguien de la casa provocó sonidos a las 12:15, hubiera dormido hasta la mañana, pero, me desperté a esa hora, me bañé, vestí de negro -en realidad el único cambio fué la camisa- y me fuí a la funeraria. Llegué como a las 2:00, estaban el compañero P y M.A, quien es gerente de otra área de la empresa -P y M.A son vecinos-, y la familia de mi jefe. Estuvimos en conversaciones hasta las 4:15, y luego, con el compañero P y M.A nos despedimos. Le pedí aventón a M.A e inicié mi turno temprano.
Vida, muerte. La gente nace, la gente muere, es la más básica de las realidades, y sin embargo, seguimos alegrándonos cuando nace alguien y seguimos llorando cuando alguien muere. La vida sigue.
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