Ya he dicho por acá que el reggae está entre mis géneros musicales favoritos. Lo dije en un post en donde decía que entre las personas que admiro Bob Marley estaría en uno de los primeros lugares. Luego publiqué un post con un video de Gondwana: Felicidad. En cuanto al reggaeton... crecí en un puerto, de hecho, creo que el puerto con más movimiento de mi país, no soy muy conservador en gustos musicales. Tampoco es que me sepa de memoria las letras de las canciones, o pueda nombrar a los cinco máximos exponentes de este estilo (?) musical.
En cualquier caso, espero no estar otra vez entre estos dos géneros en la misma forma que este día:
Este viernes tengo una presentación acerca del programa al que doy soporte. La primera -y última esperaba- que realicé fué un completo fracaso, de hecho, se llevo el premio de que retrasó un par de meses mi confirmación en el puesto. También he escrito sobre esto en otros posts. Y bien, mi jefe me había estado insistiendo desde hace unas cuantas semanas que debía preparar otra presentación -interna, al igual que la primera- sobre el programa. Había estado tratando de dar respuestas vagas como: -Estoy en eso, -Lo preparo, -He estado desarrollando algo.
Finalmente no pude darle más largas y el último viernes me comprometí a presentarle al término de esta semana la bendita presentación. Por lo que, tomando medidas un poco drásticas, decidí que la madrugada era una hora perfecta para trabajar sobre el asunto.
Los domingos trabajo de 9 pm a 1 am. Usualmente me conecto desde mi casa y trabajo desde acá, sin embargo, consideré que de quedarme en mi casa, no me daría ánimo de seguir trabajando luego de la 1, por lo que el domingo en la noche me fuí a mi oficina a realizar mi medio turno in site. Luego, de 1 a 4:30 me quedé trabajando en la elaboración de unas pruebas con el software. El lunes vine a las 5:45 AM a mi casa y me dormí de un tirón de 6 a 15:00. Me levanté, desayuné, me bañé y me fuí de nuevo a la oficina. Las ventajas de vivir solo, le explicaba al compañero B.
Así que hoy pensaba seguir la misma rutina, excepto ir a trabajar a la oficina, este día si pensaba trabajar acá y dormirme al finalizar mi turno.
Me dormí a las 6:00 AM, y justo alrededor de las 8:15 mi vecino por el lado derecho quizó demostrarle a toda la calle quien era el que tenía la mejor música de reggaeton del momento. Minutos después, como para no quedarse atrás, mi vecino del lado opuesto empezó a hacer de las suyas, demostrando la potencia de sus bocinas, inundandonos a todos con un buen reggae. Qué me quedaba? ir a exigirles que le bajaran a la música? creo que hubiera sido poco diplomático, intenté conciliar el sueño nuevamente, a pesar de todo y, alrededor de una media hora más tarde, no se si ellos se cansaron y apagaron la música o mi cuerpo se rebeló, desconectándose de estímulos exteriores. Lo cierto es que no volví a saber de mí hasta que mi reloj sonó a la 1:00 pm.
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