El lugar en el que registro los sucesos que se van dando para resolver mi koan personal...
lunes, 27 de septiembre de 2010
Bolos...
jueves, 23 de septiembre de 2010
Día Libre - Day off
viernes, 17 de septiembre de 2010
Me he quedado sin material de lectura...
Lo chistoso -?- es que tomaron las instalaciones justo un día antes de la fecha de devolución del libro que estaba leyendo: Aprender a Vivir. Aunque el título suena a libro de autoayuda es realmente un intento de un filosofo contemporáneo francés de presentar cinco distintos momentos de la filosofía y su evolución desde la época de los griegos hasta la filosofía contemporánea. Aunque no estuve de acuerdo con algunos de sus apreciaciones sobre la filosofía, especialmente su desprecio por el principio budista del desapego, el libro me gustó. Y bueno, el libro ha estado conmigo más de un mes pero no me ha gustado tanto como para releerlo de nuevo.
Este día estuve conversando con Gl, mi querida amiga de PDX a quien conocí en mi primer viaje en Portland, me hospedó en su casa unos meses en mi segunda visita y siempre se preocupó por mi situación aún en mi tercera estadía. Espera venir a principios del otro año -por cuarta vez?- para realizar trabajo voluntario con Habitat para la Humanidad y me ofreció en un correo que me envió más tarde traerme los libros -en inglés- que me interesaran.
En su correo también me envió un listado de ciertos hechos que me ocurrieron en su ciudad y que podría utilizar para escribir por acá. Ah si, también se ha convertido en una asidua lectora de este blog.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Dia de la Independencia...
Este año ha estado bastante diferente.
El año pasado me tocó descansar en el día de la independencia, este año me tocó trabajar. La ventaja es que se me dió la opción de trabajar desde mi casa. Me reuní con otras cinco personas de mi grupo de voluntariado y fuimos a ver El Ultimo Maestro del Aire. La película la había visto hace como tres semanas en mi computadora pero valió la pena ir a verla en grupo. Después de la película buscamos un restaurante con señal de internet inalámbrica para poder empezar a trabajar y nos pasamos el resto de la tarde jugando Damas Chinas. No pudimos terminar ninguno de las dos partidas que iniciamos este dia. En la mañana por entrar al cine: Empezamos a reunirnos alrededor de las 10:00 y entramos al cine a la 1:00 pm, en la tarde porque se nos alargó mucho. Nos despedimos alrededor de las 7:00 pm pues uno de nuestros compañeros tenía una actividad familiar.
He estado leyendo sobre que mi país está en vías de convertirse en una especie de Colombia o los estados norteños de Mexico por la ruta del tráfico de estupefacientes y por las nuevas leyes de lavado de dinero que Mexico está empezando a implementar. El ultimo de mis amigos en llegar hoy a la reunión tuvo problemas para entrar al comercial en donde estabamos esperándolo: En el Centro Comercial vecino se había desatado una balacera entre una banda de traficantes -o eso dicen- y la policía nacional. Al final cerraron ese comercial y en donde estabamos reunidos anunciaron por el altavoz que se restringía la salida y entrada de personas hasta que todo estuviera más tranquilo. El saldo final fue de varias personas fallecidas y algunos capturados por la policía. La compañera que maneja pasó a dejarme cerca de mi casa y vine a mi casita a continuar con mi turno de trabajo hasta la medianoche.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
I se ha ido...
Me quedé pensando en que aún cuando esperas algo por seguro -yo sabía que era cuestión de tiempo- no te ayuda del todo a hacerte a la idea cuando sucede finalmente.
Terminamos de almorzar y acompañamos a Mv hasta el edificio en el cual trabaja. El día había estado espléndido -un sol abrasador- pero para cuando tomamos el bus con Ms -yo hacia mi trabajo, Ms hacia otra reunión- el día empezó a oscurecerse y una fina llovizna empezó a caer.
martes, 7 de septiembre de 2010
Buses, pasajes y ayuda...
Me acordé del suceso este día. Venía hacia mi trabajo cuando dos paradas antes de mi destino se subió una señora al bus. Intentó pagar su pasaje con la tarjeta magnética que utiliza el nuevo sistema de nuestra ciudad pero no lo logró. Ella aseguraba que su tarjeta tenía saldo y el chofer y el policía del bus le indicaron que a veces las tarjetas se dañan y que algunas veces el lector magnético no las detecta bien. Le indicaron que podía probar en el siguiente bus. Como venía en uno de los asientos del frente le hice señas de que avanzara y me acerqué para que el pasaje fuera descargado del saldo de mi tarjeta. Su sonrisa y agradecimiento compensaron con creces el valor del pasaje. Me quedé pensando que al final no es tan difícil empezar con una cadena de favores personal.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Sombrilla...
De los tres viajes que realicé a Portland, en el primero adquirí un auto que me tocó que dejarle a mi amigo cuando abandone la ciudad. En mi segundo viaje una amiga muy querida me regaló una bicicleta y en el tercero compré una, que le dejé como regalo a otro amigo al abandonar la ciudad. Nunca compré extras, sabía que mi estadía era temporal y no quería andar cargando cosas.
Aún así en la tercera ocasión regresé con dos portátiles viejitas y una camara digital nuevita. Y una Treo.
Mi negativa a comprar extras raya en lo espartano. Algunas épocas de Portland fueron bastante frías, con nieve y todo. Como no me gusta andar con sueter o chumpas prescidí de estos accesorios hasta que una amiga -otra- me prestó una buena chumpa que al final fué un regalo.
Estos meses la lluvia ha estado terrible por acá. Llueve casi todos los días en la mañana, en la tarde o en la noche. A veces en los tres tiempos. No tengo paraguas y no me atrae la idea de andar de arriba para abajo con un paraguas en las manos.
He venido a la oficina empapado un par de veces, cosa que nunca me sucedió el año pasado aún cuando ya llevo más de un año de trabajar acá. Esta semana oí un comentario -no recuerdo si fué en la radio o en una conversación- sobre que lo peor de este invierno -la niña- está por venir durante los próximos dos meses.
Y juro que se ve real la predicción. Este día venía a mi trabajo con el tiempo justo y empezó a llover. Como me faltaban unas 5 o seis calles para llegar a mi trabajo, no quería trabajar mojado y estos dos meses se ven venir igual me rendí y entré a un supermercado. Ahora soy el flamante dueño de una sombrilla amarilla con elegantes flores blancas negras y grises. El único modelo que
encontré.
Ni modo, a veces se trata de cambiar o atenerse a las consecuencias.