Debido a un
comentario aquí, me puse a pensar un poco sobre el
voluntariado en el que participo y su clasificación como una secta. De un artículo en el que identifican 20
características de una secta, creo que pueden sacarse unas muy buenas
conclusiones:
1.
Lealtad
absoluta:
No. Fds no
le exige lealtad absoluta a la causa. No hay acciones disciplinarias basadas en el
miedo y no hay una autoridad suprema –aparte de la junta directiva- que
controle todo.
2.
Exclusividad:
De hecho, muchos voluntarios participan también en
TECHO y otros grupos de voluntariado.
3.
Aislamiento
del mundo exterior.
Al contrario, cada semana vamos a muchos lugares a
regalar sonrisas y abrazos. Nos pueden
ver en calles, restaurantes y parques.
4.
Falta
de privacidad
Esto sería un poquito difícil de lograr –digo,
coartar la privacidad-. Después del
entrenamiento inicial de medio año, lo más usual es vernos una vez a la semana
en nuestras visitas y el resto del tiempo continuar con nuestros roles
normales: estudiantes, profesionales, padres, hijos, etc.
5.
Inversiones
económicas
Bueno, para el entrenamiento –dura casi seis
meses- si se debe pagar una cuota.
Muchos han cuestionado esto, pero yo lo dejo a la conciencia de cada
quien lo que haga con el dinero que recibe.
Pagué mi cuota –de eso ya hace tres años-, recibí mi entrenamiento, una
bata –con decoraciones-, una mochila y una nariz. Después de eso no he hecho muchas inversiones
en FdS, aparte de alguna vez comprar globos para globoflexia o papel para
origami.
6.
Confusión
doctrinal
Verdades incomprensibles, dice el artículo. No tenemos dogmas en FdS, aparte de creer que
la sonrisa ayuda a las personas. No creo
que haya una doctrina en esto. Pasar un
buen tiempo con nuestro grupo de visita, tratar de darle un buen tiempo a las
personas que visitamos. Eso.
7.
Amor
Como se puede reconocer una secta por su punto de
vista del amor? En este punto quedo algo
confuso.
8.
Relaciones
Asignadas
Según el artículo, en muchas sectas se asignan las
relaciones que pueden tener. En nuestro
grupo habemos jóvenes, adultos y ancianos.
Me gustaría ver a alguien diciéndole a alguno de nuestros jóvenes con
quién puede o tiene que andar.
9.
Nuevo
orden en las relaciones familiares
En muchos de los perfiles de facebook de los
voluntarios empiezan a abundar hermanos, hermanas, tíos, tías, primos y
así. Pero no es nada serio. Es solo la emoción de conocer a personas que
consideras ‘casi’ de tu familia.
10.
Modificaciones
del comportamiento
Esto sí.
Fds definitivamente cambia tu comportamiento, a veces vas por la calle, te encuentras con
otro(s) voluntario(s) y al reconocerlo(s) empiezas a repartir saludos y abrazos. Te vuelves un poquito más empático.
11.
Presión
de los compañeros
Nuestros grupos de visitas son tan variados. Está desde el voluntario saliendo de la
adolescencia, pensando que estudiará o en que trabajará hasta el catedrático
universitario que se escapa un par de horas de su clase del lunes para ir a
realizar una visita. Más que presión, en
nuestros grupos hay unidad.
12.
Conformismo
Inconformismo es lo que sentimos. Inconformismo con el status quo. Ganas de mejorar, al menos durante un rato al
menos un día al menos la realidad de una persona.
13.
Rechazo
de los valores
Los valores,
como se aprende valores? Como se rechazan valores? Pues nada, hay un acrónimo por allí con los
aspectos que un voluntario debería cuidar en una visita pero no invalida
ninguno de los valores que llevamos al convertirnos en sonriseros.
14.
Aceptación
ciega
Aceptación ciega de todas las prácticas y
creencias. Nuestras prácticas son
varias: pintacaritas, globoflexia, origami, teatro, cantos, malabares y no
recuerdo la última. Se supone que son
siete. Intenté aprender aunque fuera una
de las variedades de malabares. Me fue
imposible. Lo mío es –y estoy
especializado en- el origami. No
aceptamos ciegamente ninguna práctica.
15.
Estados
hipnóticos
Se supone que a través de cantos repetitivos los
sectarios dominan a sus seguidores. En FdS tenemos muchos cantos, y muchos son repetitivos. Lo que menos logramos con
los cantos es el adormecimiento, de hecho es una fantástica forma de cambiar el
estado de ánimo de las personas a las que visitamos.
16.
Cantos
y meditación
Véase el punto anterior.
17.
Eliminación
de los estímulos externos
No. Imposible.
Nuestros voluntarios se sumergen en el mundo de las personas a las que visitan.
18.
Dieta
alterada
Este punto me preocupa. :D
La dieta del voluntario de FdS se compone –especialmente
en sus primero estadios- de mucho Taco Bell en todas sus variedades. Luego va ampliándose el menú. Usualmente con uno de mis grupos de visita
hacemos desayuno o almuerzo ‘de traje’ –traje panqueques, traje jugo de
naranja, etc- cuando hay actividades especiales.
19.
Paranoia
No, no le tememos al mundo exterior. Es más, antes de cada visita nos animamos
unos a otros a dar lo mejor de nosotros mismos durante la visita y después de
finalizada la misma, nos reunimos para intercambiar apreciaciones de la misma.
20.
Escatología
Se supone que muchas sectas ponen énfasis en las
realidades últimas. Nosotros tratamos de
hacer que el momento de la visita cuente.
A veces nos topamos con pacientes que se acercan a su final, o a veces
nos enteramos que un paciente al que visitamos ya no está entre nosotros. Entonces, tratamos de que la visita del día
valga realmente la pena.
No, no creo que sea una secta. De hecho hasta creo difícil que la persona que escribió el comentario -ya hace más de tres años- estuviera hablando en serio. FdS es -o debería ser- una forma de vida. Es, pura y llanamente, regalar sonrisas.
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