Hace unos años comentaba con mis hijos que sospechaba que no era tan bueno en ajedrez porque me faltaba la malicia (o la maldad) de aprovecharme de la debilidad de mi oponente, o sea, me cuesta ser despiadado; en algunos juego de canicas de mi niñez recuerdo que evitaba tomar demasiada ventaja sobre mi -o mis- oponentes, y muchas veces era contraproducente porque resultaba perdiendo.
En general considero que tengo una inteligencia superior al promedio -y me lo confirmaron también en un par de lugares de trabajo en los que me evaluaron-; a veces pienso que si hubiera tenido más estímulos u oportunidades de niño habría terminado trabajando en un laboratorio o centro de investigación; en fin, lo que ha pasado ha pasado.
Afortunadamente he logrado continuar practicando ajedrez más constantemente gracias a la tecnología: cuando compré mi primera Palm, hace como 15 años las primeras dos aplicaciones que le instalé fueron: Ajedrez y lector de libros en formato epub; con el primero podía pasarme todo el tiempo de espera en cualquier lado sin ningún problema y con el segundo continuar los libros que tenía en papel o que no podía conseguir en ese formato.
Hace como siete años compré mi primer Kindle; Rb lo rompió accidentalmente en una de nuestras visitas a un orfanato y lego ume ayudó a reponerlo; sin embargo, el formato utilizado por este gadget (mobi) no es tan popular como el utilizado originalmente por la Palm (que ya ni existe); además es un poco incómodo para el transporte constante: almacené mi Kindle hace como tres años y ahora el 90% de mis lecturas las realizo en mi celular, en el que tampoco falta el mismo Ajedrez GNU.
La ventaja de jugar Ajedrez contra el procesador del teléfono es que sé que definitivamente puede ganarme (y a casi cualquier ser humano) por su capacidad de procesamiento; me mantuve jugando en el nivel tres hasta como hace cinco años y por estos día ya llevo más de un año de jugar en el nivel 5 -creo que es intermedio-, ganando un 30% o 40% de las veces; creo que me ayuda a mantener la concentración, elevar mi nivel de análisis y sobre todo, poner atención o darme cuenta.
Esta semana he estado pensando en las competiciones porque el mes pasado leí un artículo sobre el funcionamiento de las Leagues en Duolingo: cada semana la aplicación realiza un agrupamiento random de 30 (o 50) estudiantes y mantiene un track de los puntos acumulados diariamente; el domingo se cierra la competencia y los primeros 10 (o 15) lugares suben al siguiente nivel, los últimos 10 (o 15) bajan al nivel anterior y los que están en el intermedio continúan en la misma League.
Cada League es identificada por una piedra preciosa o metal; el primero creo que es cobre y el último diamante; leí en ese artículo que una forma aconsejable de participar es pasarse los primeros días acumulando una pequeña cantidad de puntos -para no estimular la competencia- y los últimos dos días hacer puntos como loco para llegar al primer lugar.
Los tres primeros lugares de la semana se llevan una cantidad diferente de puntos extras -aún no tengo claro para qué sirven, además de obtener un par de lecciones extras o vestir al ávatar-; el primer lugar se lleva 30 o 40 puntos, el segundo lugar 10 (o 15) menos y el tercer lugar 10 (o 5 menos).
No recuerdo qué día de la semana empecé con el francés en Duolingo pero recuerdo que la primera semana ni siquiera me percaté de las ligas; la seguna me llevé el primer lugar sin mucho esfuerzo; la siguiente tripliqué mis puntos durante los primeros dos o tres días pues había otro estudiante casi con el mismo comportamiento y luego se retiró.
La cuarta semana volví a obtener el primer lugar sin mucho esfuerzo; y luego está la semana que termina hoy (en cuatro horas); en el artículo que leí el autor mencionaba algo de bots en las ligas; decía que no había nada confirmado pero que varias personas sospechaban su existencia pues veían comportamientos fuera de lo común en la acumulación de puntos.
La verdad no creo que haya bots -quizá sí- sino estudiantes que pagan la versión premium para avanzar sin sobresaltos, y sin ninguna otra actividad que los distraiga de su estudio de idiomas; creo esto porque Rb acaba de pasar el tercer checkpoint luego de año y medio de tomar una lección diariamente y yo estoy por llegar a ese mismo checkpoint -en unos 15 días-, si continúo con el mismo ritmo.
La tercera semana, por alguna razón, logré triplicar mi meta diaria y el otro estudiante que iba a mi ritmo hizo 200 o 300 puntos menos cada día durante los primeros tres días y luego creo que hizo lo mínimo -no sé si estaba siguiendo el consejo del artículo que yo había lído-.
Durante esta semana ha habido otro estudiante que ha hecho cada día 300 o 400 más puntos que yo excepto ayer; ayer antes de que llegara la hora del cierre (00:00 hrs UTC) me quedé a 8 puntos de alcanzarlo -puse en pausa Duolingo porque Rb me pidió acompañarla a ver una serie- y cuando retorné un par de horas después tenía otra vez como 400 puntos extras.
Para esta mañana el primer lugar tenía casi 1,000 puntos sobre el segundo lugar; igual, desde el tercer día que ví que cuando estaba casi por alcanzarlo su punteo aumentaba 400 o 500 puntos en el siguiente par de hora decidí retirarme de la competición por el primer lugar; el segundo está bien, son solo 10 puntos extras menos y además, me gusta pensar que compito conmigo mismo y no contra otra persona.
Y compito conmigo mismo pues lo que trato de mantener son los cuatro objetivos diarios -al menos durante los siguientes 42 días (ya van 24)-: no porno, escribir código cada día, sobrepasar los 500 puntos diarios en Duolingo y practicar tres veces al día malabares.
Además debo trabajar... :) Desde los últimos dos meses del año pasado los proyectos en los que trabajo han estado bastante pasivos y mis labores han estado bien limitadas pues nada más he estado como apoyo a un equipo del subcontinente del Este Asiático; la semana pasada mi jefa me comentó que durante este mes el proyecto principal a mi cargo aún está en ajustes y la verdad espero que el trabajo no me absorba tanto el mes próximo para continuar con mis objetivos.
Además continúo leyendo en los tres idiomas: estoy por terminar el primer libro de The Three-Body Problem, creo que me faltan dos o tres capítulos; ya pasé de la mitad del segundo libro de francés; primero de los cinco o seis que planeo leer antes de pasarme a Young Fiction; y empecé a leer, luego de ver un video de un youtuber físico español sobre el tema, La Cuchara Menguante, en español.
El autor de este último libro es estadounidense, así que hubiera podido leer el mismo en inglés, pero, como ya tengo en cola los otros dos del escritor chino, preferí conseguir la versión en español; del mismo autor leí hace unos años -en papel, en la biblioteca de mi vieja universidad- El Pulgar del Violinista, y creo que leeré aún otro: The Tale of the Dueling Neurosurgeons; aún no decido si en español o inglés.
Con Javascript sigo en el segundo curso de este lenguaje y planeo luego continuar con un curso de hacking a través de la misma herramienta; y en el tema de malabares continúo practicando religiosamente tres veces al día; la fuente con tres pelotas ya está más estable y ya puedo hacer hasta 100 lanzamientos de una pelota con la misma mano.
Había planeado comprar hoy otro juego de pelotas pues una de las que utilizo ya se partió por la mitad y ya habíamos programado con Rb una salida a los supermercados para este día; desafortunadamente no encontré pelotas de tenis en el lugar en el que adquirí las actuales: debo seguir practicando con las mismas hasta que pueda agenciarme de un nuevo juego.
Ah, y ayer empezó el segundo módulo de Lenguaje de Señas, un poco desordenadito pero igual, es otra de las actividades que espero continuar durante al menos el próximo par de años; por otro lado, mis padres insistieron en devolverme la mitad del dinero con el que les ayudé el último mes del año pasado; la verdad me cansé de repetirles que no necesito el dinero y además, planeo actuar de la misma forma que con mi hija mayor: reservando ese dinero aparte para cuando vuelvan a tener necesidad... a ver cómo va eso.
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