Hoy es el día cincuenta de mi challenge anual... o bueno, he estado haciéndolo desde hace tres años pero no se sí lo continuaré haciendo durante los próximos años... de pronto encuentro una variación; en el 2020 hice tres challenges de 30 días cada uno -creo- de forma consecutiva; el año pasado aumenté los challenges a cuatro de forma paralela y a 64 días... este año me propuse cinco y a cien días; de pronto el próximo año hago un par de forma paralela por cincuenta días y realizo tres consecutivos... quién sabe.
La pandemia parece que empieza a remitir y a perfilarse como una endemia... al menos en el imperio del norte y usualmente los demás países seguimos sus pasos; o al menos en esta parte del mundo ha sido lo común durante las últimas décadas; lo último que leí es que cuatro o cinco estados están ya dejando los mandatos obligatorios de mascarilla.
Y previendo que ya las cosas deberían de empezar a 'normalizarse' hemos estado saliendo un poco más de casa: el sábado pasado fuimos por primera vez en dos años a la megapaca: de mis cuatro pantalones de lona tres ya estaban casi inservibles y Rb necesitaba unos tenis.
Y quería ropa nueva porque había programado una visita para el domingo: habíamos quedado con mi prima favorita que nos encontraríamos en la casa de su mamá el domingo por la tarde; además ese mismo domingo Rb volvió a su congregación luego de siete años de ausencia.
Pero el fin de semana empezó más temprano: el sábado me reuní con mi abogado (o al menos el abogado al que he acudido por necesidades notariales durante los últimos años) para ver las implicaciones legales de los matrimonios en nuestro país.
Y es que debido a todo lo que ha pasado con Rb desde el fin del año pasado quiere ponerse a cuentas con sus creencias y parte de eso es dejar de vivir como pareja sin un sustento legal; y lo que me comentó el abogado es que es bastante riesgoso pues casarse es sencillo pero divorciarse conlleva muchas dificultades, especialmente para la parte masculina.
Igual creo que a mis casi cincuenta años evitar legalizar la unión en la que he estado desde hace un buen tiempo nomás refleja una falta de madurez o una negación de las responsabilidades que como adulto debo afrontar; aunque Rb quería que lo hicieramos cuanto antes le indiqué que lo mejor es que nos esperáramos un tiempo y acordamos en Junio.
Y no sé qué va a pasar; personalmente creo que todo lo que inicia finaliza eventualmente o al menos, que nada es para siempre; no sé si su acercamiento religioso será algo que nos irá distanciando paulatinamente o alguna otra cuestión; al final todo se termina, lo que me molestaría es que las cosas se complicaran para una finalización, aunque creo que tampoco he sido nunca bueno con los finales.
Mañana viene la hermana de Rb del país vecino del norte; han estado conversando bastante desde que empezaron todas sus molestias de salud y creo que fue ella la que al sugirió el casamiento, o hacerlo de forma más o menos precipitada; no espero nada bueno de su visita y creo que dependerá de cuanto tiempo se quede por acá lo que marcará bastante el progreso de nuestra relación con Rb.
Y es que al final esta es su casa; aunque Rb haya vivido ininterrumpidamente acá como cuarenta años, ella fue la propietaria original de la casa, luego creo que estuvo a nombre del papá de ambas y luego de su muerte regresó a su nombre; y a mí me da igual: no tengo ninguna propiedad y no me interesa obtener una, más que por evitar la depreciación del dinero y/o dejarle algo a mis hijos.
La casa es de ella, Rb ha vivido acá como cuarenta años y yo he vivido más o menos regularmente como cuatro o cinco años -y ya de forma estable durante un poco más de un año- pero no tendría ningún inconveniente en retornar a vivir a una habitación; de hecho el día que me reuní con mis peques les coenté que de pronto necesitaba moverme y les pedí que averiguaran si habían espacios disponibles donde estaban viviendo.
Total que el sábado me levanté un poco más temprano que de costumbre y pase por H a las siete para ir a desayunar a un Mc Donald's; estuvimos hablando sobre las cuestiones legales con respecto al matrimonio, divorcio y adquisición de propiedades; lo pasé a dejar casi a las 9:30 a su casa.
Luego retorné a casa pues teníamos clase de Lengua de Señas de 10:30 a 12:30; por la tarde fuimos a la megapaca en donde adquirí un pantalón de lona y una pantaloneta Calvin Klein; el domingo por la mañana fui a dejar a Rb a la iglesia y al medio día fui por ella y pasamos por Subway para almorzar.
En la tarde me dirigí a la casa de mi tía en donde estuve un poco más de dos horas con ella, su esposo y mi primo favorito; fue un fin de semana bastante diferente a los que habíamos tenido durante más de dos años: saliendo varias veces cada día.
En el trabajo seguimos aún recibiendo training del mismo proyecto que debemos tomar a partir del próximo mes y empezamos a recibir otro training de un proyecto un poco más pequeño que también nos tocará estar viendo; además estamos preparandonos para el último release del actual proyecto que está programado para la madrugada de este viernes.
Terminé de leer Counting y dejé a medias Eloquent Javascript (sigo escribiendo Javascript por las noches pero me concentro en Cypress) y Periodic Tales; empecé a leer American Gods y espero terminarlo esta semana: el libro empieza muy bien -no me dí cuenta que el autor era el mismo de Good Omens hasta ayer o antier- pero luego se va a clichés y estereotipos; no creo que lea más del mismo autor al concluir este.
Y a ver cómo se viene la segunda mitad de mi challenge 2022...
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