Hace un par de días llegué a la cincuentena… Y como muchos hitos, es remarcable y es también común… es nomás otro año más en la cuenta de los días o un año menos hacia la expectativa de vida en nuestra mágica región… se supone que por acá es entre 69 y 70 años -hacia la baja si eres profesional universitario- por lo que aún hay unos veinte años para continuar leyendo, aprendiendo nuevos idiomas o lenguajes de programación, seguir apoyando a mis hijos… o así… a ver cómo sigue eso.
Hace un par de sábados llevé -por fín- el auto a alinear; se suponía que iba a ser alineación y balanceo en las cuatro ruedas, por lo que el costo iba a ser de unos 90 dólare; al final, de acuerdo a la señora del taller, las llantas ya están muy dañadas para ser balanceadas por lo que nomás fue la alineación -y la mitad del costo-.
Como también era el primer día del último módulo del curso de lengua de señas (ya estamos completando el tercer año) había planeado el día con bastante antelación: me levanté antes de las siete a hacer mi lección matutina de duolingo, desayuné y me marché al taller de alineación a donde llegué antes de las siete de la mañana.
Estuve en el lugar esperando una hora pues la hora de apertura era a las 8 de la mañana y no quería retrasarme; lo bueno es que llevaba mi celular anterior y me entretuve jugando ajedrez hasta que empezaron a atender.
Un poco antes de las diez regresé a casa para atender la primera clase del sexto módulo de Lengua de señas; es la primera vez que nos asignan a una maestra que no habla nada de nada; al parecer es una persona con sordera profunda y su forma de comunicación es completamente visual… definitivamente será un semestre retante.
Luego de la clase, que no terminó tan tarde, me dirigí a la habitación de mi hijo y nos dirigimos a almorzar al Taco cerca de su casa; mi hijo anda bastante peludo -no tanto como yo- y en esta ocasión noté que anda con las uñas de las manos pintadas de negro; no sé si tiene alguna significancia pero preferí obviar cualquier duda, comentario o inquisición.
Almorzamos en Taco, cubriendo dos partes de la cuenta con el cupón que me obsequiaron en el trabajo como regalo de Navidad, y nos estuvimos un buen rato en el lugar; de hecho incluso ayudamos a un promotor a evaluar un nuevo producto local: un chili con queso y nachos.
Luego nos dirigimos a la habitación de mi hijo en donde tuve que esperar como 15 minutos mientras realizaba la limpieza (mensual, creo); y debo decir que me pareció sorprendente que sacara dos bolsas negras de basura completamente llenas… en fin.
Estuve en la habitación de mi hijo hasta las cinco y media; viendo algunos videos de youtube (usualmente llevo una de mis compus) y conversando… al parecer aún ha estado teniendo conflictos con su madre y son de las cosas que me cuesta comprender pero es que cada relación es bien diferente.
El domingo la pasamos en casa con Rb, por la mañana estuvimos cortando café en algunas de las matas que cubren el cerco del patio y por la tarde nomás nos dirigimos al supermercado que queda a medio kilómetro a comprar bananos… las caminatas diarias han estado más constantes últimamente, invirtiendo entre 45 minutos y una hora.
Luego, el miércoles, recibí un mensaje de mi papá sobre Whatsapp y me pareció un poco raro, pues ya mi madre me había pedido 700 dólares el primer lunes del mes para la construcción de las divisiones del segundo nivel y la solicitud de dinero había sido siempre por ese medio… llamada de mi mamá… igual les envié otros 700 dólares y espero que eso baste hasta el inicio de la terraza.
Durante esa semana estuve en comunicación con la psiquiatra que conocí hace alrededor de diez años en uno de los talleres de narrativa al que asistí en el CCE; con Nona -es de la primera promoción de psiquiatras graduados en el país- conversábamos bastante esporádicamente en Facebook y siempre estábamos posponiendo una reunión.
Hasta ese mismo miércoles; nos reunimos en el Mc Café del centro comercial en donde se encuentran ubicadas las agencias de mis tres bancos: habíamos acordado en reunirnos a las 5:30 por lo que salí un poco antes de mi trabajo, tomé el auto y me dirigí al lugar; un poco después de la hora acordada me llamó para comentarme que se había confundido de cruce e iba a llegar tarde.
Fueron un par de horas muy buenas, conversando sobre la familia y mucho mucho sobre los libros que andábamos leyendo; ella es parte de un grupo de lectoras profesionales local y me comentó que se había sumergido recientemente en la novela negra, con Carmen Mola; luego de un par de horas nos despedimos y quedamos en volver a reunirnos luego de que pasara la boda de su hijo mayor.
Al regresar a casa le envié un par de libros sobre los cuales habíamos estado conversando: The Emperor of all maladies y When breath becomes air; luego le he estado escribiendo un poco más regularmente… creo que puede guiarme en la búsqueda de Análisis Transaccional.
El sábado pasado me reuní con mi hija mayor; les había comentado a mis dos hijos locales que iba a estar tratando de verlos una vez por mes y, por el momento, por separado; ambos estuvieron de acuerdo; con mi hija también almorzamos en el mismo Taco, aunque el menú fue un poco más limitado; además ella me dió mi primer -y único- regalo de cumpleaños: me tejió otro gorro, aunque este tiene más figura de boina que de gorro; me encantó.
Luego de Taco pasamos a comprar un pequeño pastel a la pastelería de costumbre y nos dirigimos a su habitación; en donde estuvimos un par de horas conversando y también me mostró otro par de técnicas de bordado que está aprendiendo por medio de videos de Youtube; a las cinco y media me despedí y retorné a mi casita.
El domingo llevé temprano a la iglesia a Rb y al mediodía nos reunimos en el comercial de costumbre pues luego del servicio pasó a comprar algunos comestibles; al día siguiente mi hija mayor me escribió por whatsapp comentándome que tenía un gasto inesperado(!) por una factura de luz por lo que su cuenta corriente aumentó en quince dólares.
La semana laboral estuvo bastante tranquila; aunque se han estado agregando nuevas funcionalidades a la aplicación que desarrollamos mi asignación se ha enfocado principalmente en confirmar que lo que funcionaba antes continúe sin ningún contratiempo; además he estado tratando de continuar formándome en el lenguaje en el cual escribimos las pruebas automatizadas.
El viernes Rb salió, como ha intentado repetir semanalmente, a comprar insumos para su dieta: requesón y pan sin muchos aditivos; regresó un poco antes del mediodía con un par de pasteles: un tres leches y un tiramisú de la misma pastelería a la que pasamos con mis hijos.
Al mediodía, de acuerdo a lo planeado, me dirigí al centro de emisión de licencias más cercano en donde, luego de un examen de la vista algo preocupante, renové mi permiso de conducir por el tiempo máximo permitido: cinco años; luego regresé a mi casita a almorzar con el pan que me había llevado pero no había tenido tiempo de consumir.
Aunque le había avisado a mi Lead que no iba a trabajar por la tarde igual me conecté y estuve dándole soporte a uno de los programadores locales; luego, de acuerdo a lo que habíamos planeado, un poco antes de las siete nos dirigimos al restaurante al que acudía hace unos años a autocelebrar mi cumpleaños en soledad.
Era la primera vez en mucho meses que no salíamos con Rb a un espacio cerrado para pasar un poco de tiempo fuera de casa; la cena estuvo bastante tranquila e incluyó también una porción de pastel Selva Negra -tres pasteles en un día!!!, el mejor cumpleaños en mucho tiempo- y un poco antes de las ocho retornamos a casita.
Ayer, por alguna razón, me desperté a las cinco y media y como no pude volver a dormirme me puse a completar lecciones de duolingo; un poco después de las siete me dirigí al desayuno que había programado con mi doctora… Habíamos acordado reunirnos a las ocho pues ella tenía que dar una capacitación bastante temprano y, debido a que el evento se alargó, llegó un poco tarde.
Igual estuvimos un poco más de una hora poniéndonos al día de los últimos tres o cuatro meses desde nuestra última reunión; luego retorné a mi casita a recibir la clase de Lengua de Señas; realizamos el primer ejercicio del semestre y realmente es bastante retante la comunicación con una persona sorda profunda -a pesar de nuestro nivel avanzado-.
Y hoy… la verdad es que el día estuvo bastante raro… había puesto la alarma para levantarme a las 7:30 pero al final me levanté casi a las ocho; preparé -como casi todos los domingos- panqueques y luego de desayunar me pasé casi toda la mañana dormitando en la cama de Rb; nomás leí un poco de Esperando el Diluvio y de How not to be wrong.
Al mediodía le ayudé a Rb a preparar alitas de pollo y papas fritas y luego del almuerzo retorné a la cama en donde estuve nuevamente dormitando; a media tarde nos dirigimos a PriceSmart para realizar nuestro supermercado bimensual y además compré el cuarto pastel de cumpleaño: otro tres leches; y un capuccino.
La semana pasada terminé de leer Turtles all the way down; creo que no hace falta mucho comentario más que decir que es otro libro del mismo autor que Bajo la misma estrella; ahora estoy leyendo A Flicker in the Dark… creo que también es young fiction.
Un poco antes había terminado de leer Las Madres y empecé con Esperando el Diluvio, el último de Dolores Redondo; en la línea de Non Fiction terminé Thinking from A to Z y empecé a leer How not to be wrong; no sé si es que he leído varios libros similares en el pasado pero he estado encontrando algunos pasajes en este último libro que me parece haberlos visto ya en otra parte; quizá en algun artículo.
Además, como sentía que estaba avanzando muy lentamente con tecnología y análisis transaccional adopté una nueva regla para todas mis lecturas: dosificar cada libro en ocho partes de forma que el avance en cada una de las cinco líneas -fiction, español, non fiction, tecnología y Análisis transaccional- sea más o menos parejo.
Y a ver cómo va eso
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