Estaba pensando en un dicho para esta entrada... Nadie puede bañarse dos veces en un mismo río... Cada uno habla de la feria según como le fue en ella... en fin. El tema era la celebración del aniversario del grupo en el que he hecho trabajo voluntario durante los últimos cuatro (?) años. Cuando acababa de terminar mi entrenamiento y estaba inciandome de lleno en las visitas celebramos el tercer aniversario -está relatado por acá Aniversario 2010-. No hubo baile, concierto ni feria -como en los años subsiguients- sino sólo un rally. El rally eran varias estaciones para jugar en grupo. En la tercera o cuarta estación había lodo, mucho lodo. Hasta allí llegó el rally, pasamos las siguientes dos o tres horas jugando entre el lodo. Muy buena. Aún andan algunas fotos en facebook del evento.
El año posterior se intentó hacer -no oficialmente- y al siguiente también, incluso hubo un connato de llamada de atención para algunos voluntarios que andaban enlodándose. La mayoría extrañaba la actividad. Este año hubo un concierto -como el año pasado- el sábado por la noche y organizaron otro rally para el domingo, prometiendo otra enlodada. Lo cual no ocurrió. En fin. No me gustó el aniversario, pero esa es mi opinión personal, como en el segundo refrán.
El miércoles pasado no había llevado comida y, a pesar de que la compañerita nos había obsequiado (por penitencia) panitos por la mañana, tenía hambre al mediodía. Salí a almorzar al comedor a donde acudo frecuentemente. Como era miércoles -sólo martes y jueves venden pollo frito- me tocó almorzar algo diferente. Por la tarde tuvimos una pequeña reunión para continuar con la modificación de los documentos y un poco después de las cinco me retiré de la oficina. El transmetro iba atestado por lo que me subí a un autobús rojo. Llegué tardísimo a Intecap. Lo peor es que había olvidado que era el último día y que se debía presentar un proyecto. De los cuarenta o cincuenta que éramos solo tres o cuatro personas presentaron un proyecto.
Después de las presentaciones nos dieron un diploma de participación. A mí no me llamaron, po lo que creí que se había traspapelado mi asistencia. Lo malo es que no pude dar un discurso que había estado preparando -in mente- para agradecer a la comunidad Drupal del país. Antes de salir de aula me acerqué a quien tenía los registros de las asistencias y resultó que si, que tenía derecho a diploma. Bastante sencillo pero algo es algo. Me extendieron el diploma -ni nombre de instructor tenía, aunque sí firma- y luego nos reunimos un momento en el lobby para un pequeño refrigerio.
Aproveché para conversar con el desarrollador al que había ofrecido corregir los textos en inglés de su sitio. Estuvimos conversando un rato y me comentó que podría necesitarme también para atender a algunos clientes del exterior. Le indiqué que con mucho gusto lo ayudaría pero tenía el limitante de mi horario. Quedamos en que nos cuminicaríamos para ponernos de acuerdo. Un poco antes de las ocho me retiré de Intecap y me vine a mi casita.
Conversando con un par de amigas del voluntariado me enteré que andaban distribuyendo Guerra Mundial Z, el libro. Me llamó la atención y lo bajé, he estado leyéndolo un poco estas noches.
El jueves estuvo bastante pesadito el día pues la dama a la que he estado ayudando con un documento legal estuvo presionándome para que le entregara una copia. Lo malo es que aún no está aprobado y no puedo distribuir documentos en ese estado. Había llevado avena y cargaba un cupón que me dieron en el banco donde ahorro para cambiar por una hamburguesa en el restaurante de pollo más grande -y caro- dle país. Caminé hasta el restaurante más cercano y fuí a comer al parquecito de costumbre. Entre la ida al restaurante y retornar al parquecito caminé casi cuarenta minutos. Por la tarde me sentía cansado.
La compañera de mi jefa me había ofrecido aventón desde la tarde por lo que me esperé hasta un poco antes de las siete. Me pasó a dejar cerca de mi casa. Como estoy cambiando mis horarios para tener buenos sábados con mis peques había decidido cenar una torta, así al día siguiente tenía un buen almuerzo y ya no cenaba. Pasé al lugar de las tortas pero no tenían panes para prepararlas por lo que pasé al lugar de los asados. Compré uno de dos dólares y me vine a cenar a mi casita, y a seguir leyendo Guerra Mundial Z.
El viernes me llevé, por primera vez, una camisa con doble uso. Por haber lavado ropa de cama la semana anterior no me percaté que no había lavado la camisa manga corta del uniforme que uso los viernes. El viernes por la mañana me dije, la lavo en la noche y la pongo a secar en el baño. Lo malo es que el viernes estaba lloviendo. En fin, saqué de la bolsa de la ropa sucia la camisa, la planché y me dirigí a mi oficina. Creo que estaba lo suficientemente límpia.
Durante la mañana estuve actualizando la información de mi control de actividades, y tratando de avanzar en un par de documentos que se me han ido quedando atrasados. Al mediodía fuí al comedor de costumbre y comí carne asada. Por la tarde continué con lo que había empezado antes de salir a almorzar y un poco después de las seis el compañero del BMW -que ahora tiene un Mazda- me dió aventón a mi casita.
Afortunadamente no eran aún las siete por lo que me dirigí directamente al supermercado que queda a una calle de mi casa y me proveí para el desayuno el día siguiente. Ya no cené nada.
El sábado me levanté temprano. Como a las seis y media. Hice limpieza en mi habitación y me dirigí a la casa de mis chicos un poco antes de las siete y media. Preparamos un gran desayuno, con cereal de chocolate, leche, huevos con salchica y salami y frijoles volteados. También algo de fruta. Después del desayuno nos venimos a mi habitación y les expliqué a mis chicos un poco de CSS, luego hicieron cada uno una hoja aplicando algunos formatos de CSS.
Luego de estar en la computadora salimos al mercado y compramos ingredientes para preparar emparedados. Retornamos a mi habitación y mis chicos me ayudaron a preparar el almuerzo. Luego nos dirigimos a la universidad. Llevábamos una pelota para jugar volleyball pero en el camino empezó una lluvia bastante fuerte. Ha estado lloviendo bastante extraño, llueve fuerte, se calma, vuelve a llover y así. Nos costó un poco pero finalmente llegamos al edificio de la rectoría en donde almorzamos.
Después de comer fuímos a la biblioteca en donde mis chicos continuaron con los libros que han estado leyendo, la grande está leyendo El Lazarillo de Tormes, la mediana algo de CS Lewis y el pequeño un libro de HG Wells, La Guerra de los Mundos, me parece. Yo estuve leyendo un poco de psicología adolescente. Estuvimos un poco menos de una hora en la biblioteca y luego retornamos a mi casa. Mis chicos me ayudaron a lavar los trastos y luego vimos un poco de Episodio 3 de Stars Wars. Los fuí a dejar tardísimo.
La voluntaria del departamento en el cual crecí iba a venir al concierto de aniversario de nuestro grupo de voluntarios. Al final creo que hubo una confusión con los horarios y me llamó para que le consiguiera el teléfono de alguien que la apoyara. Le escribí en Twitter y Facebook a dos o tres voluntarios pero creo que todos andaban en preparativos del concierto. Ninguno me contestó. Un poco más tarde mi amiga me llamó para comentarme que ya no vendría. Yo le había comentado desde la semana anterior que no iba a ir porque tenía que ver a mis chicos hasta tarde esa noche y quedamos en que talvez nos veíamos el domingo.
Por la noches estuve leyendo Guerra Mundial Z pero me quedé dormido bastante rápido, aunque no me había alistado, me tuve que levantar a lavarme los dientes, apagar las luces y la computadora y terminé durmiéndome casi a medianoche, hasta salí a dejar ropa en remojo para la semana.
El domingo me levanté un poco después de las ocho, a lavar mis camisas y ropa interior. El día estaba bastante gris y salí a tomar el autobús para la actividad que esperaba sería igual que hace tres años. Incluso llevaba una mudada completa de ropa en mi mochila. Llegué al lugar de reunión un poco después de las diez. Habían convocado para las diez pero la puntualidad no es una de las virtudes del grupo.
Un poco antes de las diez y media empezó la actividad con algunas canciones y luego se dividieron los grupos para realizar los juegos. Yo encontré a una de las voluntarias de los sábados de la noche -y dirigentes del grupo- y caminamos al lugar en el que se reunió uno de los grupos. La caminata estuvo bastante larga y cuando ya casi íbamos llegando ella recibió una llamada de su trabajo para que fuera a resolver algo a una de las tiendas. Como había dejado la mochila en su automóvil me tocó que caminar de regreso con ella.
Un poco antes de salir de mi casa había llamado a otro de los voluntarios del grupo de los sábados por la noche para guardar en su auto mi mochila. Como me tocó que regresar al parqueo lo esperé en el lugar y pasé mi mochila del carro de la voluntaria al suyo. Luego fuímos a la actividad. Que estuvo bien apagada -o al menos así la ví yo-. No hubo lodo ni nada parecido. Algunos juegos y luego se reunió a todo el grupo para una foto para un periódico. La excusa es que los voluntarios que vinieron de fuera de la ciudad -y de El Salvador- debían iniciar el retorno a las una de la tarde. En fin.
Me sentía cansado -a pesar de no haber hecho más que caminar- por lo que le pedí al voluntario donde guardé mi mochila que me pasara a dejar al periférico para tomar un autobus hacia mi casa. Estaba planeando almorzar lo mismo que el domingo pasado y ponerme a ver una película. Me imaginé que iba a dormirme, igual que el domingo pasado. Cuando venía a unas cuatro o cinco calles de mi casa me llamó mi ex esposa. Pidiéndome que la llamara de vuelta.
Vine a mi habitación, esperé un poco y luego llamé a la madre de mis hijos. Estaba un poco alterada, problemas que tiene con mi hija mayor. La verdad es que la adolescencia es dura para cualquiera y cuando se añade un divorcio me imagino que se complica más. En fin, están teniendo discusiones por el lugar en el que mi chica mayor estudiará el bachillerato el otro año y parece que mi hija entró a su habitación a golpear algunas cosas. Me ofreció que pasara un rato conmigo.
Le pedí también a mis hijos pequeños pero el chico no había aún almorzado y mi hija segunda tenía una montaña de tareas. Como no había almorzado le ofrecí a mi hija comprar pizza. Como estaba molesta me dijo que no tenía apetito. Como yo si tenía hambre fuímos caminando al restaurante en donde usualmente compramos pizza. Cuando iba a ordenar me percaté que no llevaba efectivo, ni tarjeta. Nos tocó que retornar a mi habitación. Volvimos a ir al restaurante -lluvia de por medio- y al final fuimos a comer al primer nivel de la biblioteca. Almorzamos con mi chica media pizza y conversamos. Me gustaría poder ayudarla más pero a veces es realmente complicado.
Después de almorzar subimos a la biblioteca, mi chica continúa con El Lazarillo de Tormes y yo estuve leyendo un poco de Blanchard -El Ejecutivo al Minuto-. Después de la biblioteca pasé a dejarla a su casa y vine a comprar jamón y pan para el almuerzo de hoy. También un cubilete y pan tostado para mi cena. Por la noche continué leyendo Guerra Mundial Z.
Hoy me desperté a las cinco y media. Encendí la computadora y continué en mi camita hasta las seis. Me levanté a preparar los panes del almuerzo y me volví a acostar, luego me levanté a planchar la camisa, a bañarme y a prepararme para el trabajo. Llegué a la oficina como cinco minutos antes de las ocho. Hoy llegó Tn, quien trabajó en la misma oficina en la que trabajé hace tres años, aunque en otra área. Tn se casó hace como dos años -su esposa no me cae bien- y hace como dos o tres semanas tuvieron a su primer bebé. Es bastante alto, moreno, algo gordo y bastante callado. Es bastante productivo, según lo que he escuchado.
Por la mañana estuve armándome de valor para la redacción de un documento que he estado trabajando por más de tres meses y del cual pidieron cambios bastante fuertes. Estuve en eso toda la mañana. También acompañé a Tn a abrir su cuenta bancaria. Al mediodía iba a salir al parquecito pues había llevado panes. Como ninguno de los compañeros iba a salir a la hora que Tn, me ofrecí a enseñarle el comedor en el que usualmente almuerzo. Le pasé regalando los panes a uno de los guardias del edificio.
Almorzamos, milanesa, y conversamos un poco sobre el trabajo en el que coincidimos -mi ex jefa lo había despedido y trató de recontratarlo cuando me contrató hace año y medio y cuando renuncié, hace medio año-. Tn trabajó con mi jefa en el penúltimo trabajo de ambos. Como no llevaba efectivo le pedí a Tn que pagara y le reembolsaría el efectivo en la oficina. Aún no lo he hecho.
Por la tarde continué con el mismo documento. Es increíble lo que se puede mejorar un diagrama cuando se vé desde otra perspectiva. Finalmente envié la nueva versión un poco antes de las cinco y luego me quedé preparando un par de documentos que debo enviar a publicar. Un poco después de las seis el compañero del BMW -que ahora maneja un Mazda- me ofreció jalón. Cuando llegamos al parqueo encontramos una de las ruedas desinflada por lo que lo ayudé a cambiarla por la llanta de repuesto. Luego me pasó a dejar a mi casa.
Pasé a la panadería a comprar pan tostado para mi cena y pan francés para el almuerzo de mañana, también unas salchichas. Vine a bajar la ropa que había tendido ayer y se había mojado con el relajo de lluvia que ha habido. Llamé a mis peques pero estaban cenando. Me puse a actualizar mis redes sociales y el blog y volví a llamar a mis chicos. Están haciendo tareas y leyendo. Everything is ok.
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