domingo, 29 de agosto de 2010

El final de mis tenis verdes...

Hace un poco más de dos años llegué a mi casa después de un agotador día de trabajo, en ese tiempo laboraba como técnico en un taller de armado de cables. Al subir a mi habitación encontré en la puerta una chumpa negra colgando del picaporte, una playera celeste y un par de tenis verde marca Adidas. Las tres cosas estaban usadas aunque en muy buenas condiciones. En el transcurso de la tarde -o en la noche- mi mejor amigo en PDX me llamó para avisarme que había pasado por mi casa dejandome unos obsequios. La casa la compartíamos con su hermano y su primo.

He sido -la mayor parte del tiempo- muy cuidadoso con mis pertenencias así que la chumpa la utilizo de vez en cuando -especialmente ahora que Guatemala está tan lluvioso-, la playera es una de mis favoritas y los tenis me han acompañado hasta el día de ayer. Ayer sábado se conmemoraba el tercer aniversario de Fábrica de Sonrisas por lo que en lugar de las visitas semanales nos reunimos todos en el lugar en el que se desarrolló -y se desarrolla- la Payaescuela.

La cita era de 8 a 5, se nos pidió llevar almuerzo para compartirlo en familia. Empezó -para variar- tarde la actividad, nos dividieron en 12 grupos y se suponía que cada grupo se dividiría a su vez en dos, cada mitad de grupo pasaría luego por 8 o 9 diferentes actividades de competencia grupal durante la mañana, luego el almuerzo y por la tarde una serie de actos de conmemoración.

La organización estuvo bastante precaria -al menos en nuestro grupo-, pasamos más de media hora cantando por nuestra cuenta esperando que llegara la persona que debía darnos las instrucciones. Al final nos dividimos en dos y el grupo en el cual quedé pasó a la que creo que debía ser la última actividad: Escribir en una hoja lo que FdS representa para cada uno y como la veíamos en un año. Después de eso debíamos pasar por un tobogán, que realmente era una banda de plaśtico con agua jabonosa en la que debíamos resbalarnos, justo a la par de esta actividad estaba un gran espacio que, por causa de la lluvia casi diaria que hemos tenido, tenía una gran cantidad de lodo. Negro.

Hasta allí llegaron las actividades estructuradas, al menos para la mayoría de nuestro grupo. Escuché por allí que habían más opciones: Colocar nuestras manos pintadas en una manta, competencias por equipo. Para la mayoría de nosotros el resto de la mañana fue simplemente jugar entre el lodo. Cualquier Sonrisero limpio que veíamos -y que no corría rápido- era arrastrado y colocado cuan largo era en el lodo, luego le dabamos la vuelta y terminábamos el trabajo, la mayoría se quedaba para continuar con los siguientes. Eso siguió hasta el mediodía.

En algún momento me di cuenta que uno de mis tenis ya no tenía suela. Estaban muy viejitos los pobres. Al realizar la pausa para el almuerzo estaba cubierto de lodo de los pies a la cabeza. Procedí a buscar un grifo para lavarme y me di cuenta que el otro tenis había perdido también su suela. Afortunadamente -previsor que es uno- había llevado una muda de ropa y los tenis blancos de repuesto. Me lavé lo mejor que pude, me cambié completamente y tiré a la basura los tenis. El pantalón -era el que usaba para visitas- también estaba inservible, además de estar completamente cubierto de lodo se había roto de las asentaderas por lo que también se fué a la basura.

Después del almuerzo en familia se realizó un acto en el cual se entregaron reconocimientos a los dirigentes de cada una de las seis constelaciones, también hubo intervenciones de los fundadores, quienes estuvieron acompañados por su familia sanguínea.

Casi a las 4:30 nos dirigimos con Ms, Pj, Mv y otro sonrisero en entrenamiento a un Burger King en donde nos pasamos casi tres horas jugando Jenga y Rummikub. Pj nos pasó dejando casi a las 9:00 a Mv y a mi a una parada del Tansmetro de donde nos dirigimos cada uno a nuestro lugar. Me dormí casi a medianoche viendo En el Valle de Elah pero no pude terminar de verla a causa del cansancio.

Este día me costó bastante levantarme, tenía el cuerpo completamente adolorido, a las 9:20 reuní toda mi fuerza de voluntad y me levanté para pasar un domingo tranquilo con mis peques. Estuvimos jugando scrabble, fuimos a Internet y almorzamos en mi lugar burritos de pollo. Terminamos de ver El Ultimo Maestro del Aire. A las 6:30 los fuí a dejar a su casa y retorné para tratar de dormir un poco antes del inicio de mi semana laboral. No pude dormirme y a las 20:00 empecé mi turno.

En otras noticias. Gané la tercer partida de la segunda vuelta del torneo. Pasé a finales con el Maestro de Ajedrez y el Compañero A. Me parece que tenemos dos semanas para jugar tres partidas contra cada uno. El primer lugar se llevará un tablero electrónico de Ajedrez. El tercer y segundo lugar el valor de la inscripción al torneo.

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