viernes, 3 de julio de 2015

Carreras, carreras...

Mi hija segunda obtuvo una beca en uno de los colegios más prestigiosos de la ciudad -y más caros-.  El trámite fue bastante largo.  Fuimos a ese colegio hace unos tres meses para que se evaluara para aplicar a la beca.  Luego me enteré que era otra beca.  Un mes después o algo así volvimos a ir para nuevamente aplicar, ahora si a la beca que yo conocía.  Un compañero de trabajo, en mi segundo lugar de trabajo como ingeniero, se había graduado en la misma forma de este colegio.

El instituto de nivel medio en el que estudian mis hijos tiene como tradición enviar a los mejores alumnos a aplicar para becas a este colegio, asociado con una de las universidades más caras del país.  Mi amigo se graduó de este colegio y luego pasó a la universidad nacional, a donde ingresó un año después que yo.  Ahora dirige las operaciones en un país de sudamerica de una de las gasolineras más grandes del mundo.

La primera evaluación fue un día sábado.  Llegaron como dos mil aplicantes y se suponía que el siguiente sábado llegaría otro grupo similar, o mayor.  La segunda evaluación, creo que en este caso el grupo se reducía a 50 alumnos fue varios sábados después.  Este fue el sábado que coincidió con la graduación en la cual fui padrino de un Administrador de Empresas en mi antigua universidad.  El tercer paso fue una entrevista, para lo que pedí unas horas de la mañana libres y acompañé a mi hija. 

 El cuarto paso, en este caso ya confirmado el otorgamiento de la beca, fue una sesión informativa a la que la acompañó su madre.  Este paso fue bastante complicado.  Me llamaron el último día en que se suponía que avisarían a los veinticinco alumnos que habían obtenido la beca.  Estaba en medio de una reunión telefónica pero logré agradecer por la oportunidad y anotar los datos para la siguiente reunión.  Lo malo es que el día en que la habían programado hubo rumores de manifestaciones ciudadanas en la ciudad y llamaron un par de días antes para cancelar.  Lo mismo sucedió en la segunda ocasión.  A la tercera por fin se logró realizar.

El último paso debía realizarse el viernes pasado.  La noche del martes de la semana pasada la madre de mis hijos me envió un sms para que llamara a mi hija.  Debía proporcionarle una carta laboral, unos estados de cuenta bancario y la copia de mi documento de identifiación.  Ese viernes era el límite para presentar la papelería en el colegio y formalizar la inscripción.  

El miercoles a las 8:05 bajé a recursos humanos a llenar una boleta para solicitar la carta laboral.  Me indicaron que se tardaban dos días en emitirla.  Por la tarde pasé a los tres bancos en donde tengo cuentas monetarias y obtuve los estados de cuenta.  En una librería cerca de mi casa le saqué fotocopia a mi documento de identificación.  Por la noche pasé a la casa de mis hijos y le comenté a mi hija que la carta me la daban hasta el viernes y que iba a pedir permiso al mediodía para acompañarla al colegio.

La verdad es que se me hizo cuesta arriba compartir documentos con información financiera personal pues sospeché que la madre de mis hijos lo tomaría como excusa para volver a las exigencias de más recursos.  Aún ahora más de la mitad de mi salario se lo transfiero mes a mes.  Le comenté esto a mi hija, lo de la distribución de mi salario no mis temores de su madre.  Al final me dije que lo que debe pasar debe pasar.  Por otra parte, por el tiempo de espera había estimado que los documentos pasarían directamente de mí al colegio.

El viernes temprano bajé a recursos humanos para verificar a qué hora estaría la carta y me indicaron que entre 11 y 12 usualmente los documentos estaban preparados. Los hermanos se habían ofrecido a acompañar a mi hija y les había pedido que pasaran como a las doce y media.  Mis hijos pasaron como a las 11:30, tuvieron que esperar como media hora y luego mis hija mayor y mi hijo menor regresaron a su casa y yo acompañé a mi hija al colegio.

Nos costó un montón llegar al colegio.  Los buses son bien irregulares.  Estuve a punto de pagar taxi pero finalmente no hubo necesidad.  Lo malo es que mi hija no había completado la papelería.  Faltaba la carta de ingresos de su madre y un certificado médico.  No recibieron la papelería y, por ser asueto este lunes, nos indicaron que debía ser presentada el martes a las 8:00.

Me molestó bastante que no se hubieran preocupado por completar la papelería pero, por ser mi hija tan responsable, únicamente le indiqué que debíamos preparar la información para presentarla el martes.  La pasé a dejar al lugar de trabajo de su madre para que le pidiera la carta laboral y me vine corriendo al trabajo.  Al final me ausenté casi tres horas.  Le había pedido permiso a mi jefa por dos horas.  Lo bueno es que había venido una hora y media antes por lo que sólo me tocó que quedarme media hora luego de la hora de salida.

Lo malo es que debía trabajar por la noche, y posiblemente algunas horas el fin de semana.  El transmetro, como todos los viernes, estaba atestado.  Me costó bastante realizar el transbordo pero al final no llegué tan tarde a la casa de Rb.  La reunión de las siete no estuvo muy larga y luego sólo tuve que trabajar como de diez de la noche a medianoche.

El sábado debíamos aprovechar para completar la información médica de mi hija.  La dificultad estaba en que no tenía su tarjeta de vacunación y para que el doctor firmara el certificado médico debía tener a la vista la misma.  El otro faltante era un certificado de audiometría.  Durante la mañana estuve llamando a varios lugares y finalmente encontré a un audiólogo en la zona en la que trabajaba el año pasado.  Luego de la audiometría fuimos a jugar baseball un rato al campo deportivo más grande de la ciudad.  Caminamos un montón.

El domingo hablé con mi hija como al mediodía pues le había dejado una nota a su madre para que estuvieran conmigo el lunes.  Como mis hijos menores no estaban seguros si iban a estudiar al día siguiente habiamos quedado de que pasaría a media mañana por su casa.  Mi hija me comentó que aún no habían encontrado la tarjeta de vacunación y que estaban volteando la casa para buscarla.  Por la noche empecé a escribirle a varios conocidos que estudian o se han graduado como médicos.  Al final resultó que si no encontraban la tarjeta podía volver a vacunarla.  Lo malo es que el lunes era asueto y no encontré a ningún médico disponible.  Lo bueno es que encontraron la tarjeta esa noche.

El lunes por la mañana Rb me fue a dejar a mi habitación pues debía llevar una computadora y un buen poco de ropa que había ido acumulando en su casa.  Cuando pasamos por el lugar en donde empezó el tratamiento dental de mis hijos hace un par de años Rb me comentó que estaba abierto y que podía probar allí si le extendían el certificado a mi hija.  Ordené un poco mi habitación y fui por mis hijos a las 10 de la mañana.  Mi hija mayor tenía bastante tarea y le cedí una de las computadoras a mi hijo menor.  Nos dirijimos, con mi hija menor, al dispensario y afortunadamente había un pediatra disponible y nos firmó el certificado médico.

Por la tarde probamos hacer un simulacro de la ruta que debían tomar al día siguiente mis hijos menores pues mi hijo menor se ofreció a acompañar a su hermana a entregar la papelería en el colegio.  Lo malo es que a medio camino empezó una lluvia bastante fuerte que nos impidió completar el recorrido.  Retornamos a mi habitación y después de ver media hora de Howl's moving castle los fui a dejar a su casa.  Rb llegó por mi como a las siete de la tarde.

El lunes que me desperté vi en mi celular que tenía una llamada perdida de la noche anterior del número de la madre de mis hijos.  Le pedí a Rb que en vez de llevarme a la estación del transmetro en la que usualmente me deja me llevar a mi habitación.  A las cinco y media llamé a mi hija para ver porqué me habían llamado y me indicó que querían preguntarme si podía acompañarlos una aparte del camino.  Le indiqué que pasaría a las seis por su casa y esperé un rato en mi habitación.  

Dejé a mis hijos más o menos en el mismo lugar hasta donde habíamos podido avanzar el día anterior y me vine a la oficina.  Los llamé a las siete para ver por donde iban y me comentó mi hija que aún estaban esperando el autobús en el mismo lugar en donde nos habíamos tardado bastante el día viernes.  Les había dejado dinero para emergencias.

A media mañana volví a llamar a mi hija y me comentó que ya estaban retornando a su casa, que habían completado el trámite.  Les tocó que pagar taxi pues luego de más de media hora no habían podido abordar un bus al colegio.  Por fin está inscrita.  Se supone que el otro mes empieza su ciclo escolar en ese lugar.  Ahora empecé a recolectar información de la Embajada de Japón para ayudar a mi hija mayor pues el otro año se gradúa y creemos que es una buena opción buscar una oportunidad en el extranjero para sus estudios universitarios.


jueves, 14 de mayo de 2015

El fin -o los fines-...

Creo que pocas veces había pasado un par de meses sin publicar por acá.  Y el último post, como muchos del año pasado, no fueron siquiera entradas normales sino difusión de los artículos de The Original Hacker.

Pensar en el fin es usualmente un tabú.  Al menos en el fin de la vida.  Estamos condicionados para operar sin cuestionarnos hasta cuándo seguiremos respirando.  O, contrariamente, obsesionarnos con el final.  Es realmente complicado encontrar un punto medio.  Creo que es de las ventajas/desventajas de haber encontrado el Budismo Zen.  Ventaja porque me ha hecho ser un poco más consciente del día a día.  También esa es una desventaja pues tomar decisiones se hace entonces un poco complicado, o al menos diferente al de la mayoría de personas.

No sé como terminó la vida de mi padre.  Faltaba un mes para mi nacimiento cuando -supuestamente- se sometió a una operación de garganta en el hospital militar del país y se quedó en la mesa de operaciones.  Cuando mi hijo menor nació el pediatra nos comentó que tenía un soplo en el corazón -ninguna de mis hijas mayores lo tuvieron- pero que se autorepararía.  Fuimos a la Liga del Corazón -creo- por unos meses y aparentemente su corazón está bien.  

Nunca fui un buen deportista, aunque me encanta el Volleyball.  Parte de mis limitaciones es que no importa que tanto entrene siempre padezco de hiperventilación cuando corro.  También padecí bastante de síntomas de sinusitis durante mi niñez/adolescencia.  Hace como 20 años en mi viaje a Colombia, cuando el avión iba a la altura de Panamá, sentí un dolor super fuerte en el centro de la frente.  Tanto de ida como de vuelta.  Lo mismo me sucedió una vez un poco después cuando viajé a un departamento que está a la altura del nivel del mar -pacífico-.

Hace como 18 años tomé bastante medicación para tratar la sinusitis.  Me mantuvo bastante libre durante mucho tiempo.  Desde hace unos años los cambios de temporada me han pegado bastante fuerte.  Especialmente cuando estamos pasando de la temporada seca a la temporada lluviosa (por estos meses), me arde la frente, me arden los ojos -aunque esto me imagino que es producido por más de dos décadas frente a un monitor la mayor parte de mi día- y mi ánimo anda por los suelos.

Mis chicas terminaron el papercraft de Charizard hace un par de semanas, han hecho en este tiempo un gato y un perro.  Mi hijo está cerca de acabar el Charizard, le falta la cola únicamente.  Hace unas semanas fuimos al XpoComicon local.  El precio casi se duplicó con respecto al año pasado pero una amiga nos regaló las entradas.  Mi hjo compró un gorro de Link y mi hija segunda un gorro con orejas.  Mi hija mayor no compró nada.

Mi hijo menor perdió casi la mitad de las clases el primer trimestre -bueno, como el 30%-.  Mi hija mayor perdió una y mi hija segunda tuvo un promedio como de 90%.  También está avanzando en el proceso de becas en uno de los colegios más grandes de la ciudad.  Hemos ido ya a dos evaluaciones y para mediados de este mes ya pedí permiso pues toca la entrevista final.  A ver que tal.

La evaluación del mes pasado de mi hija segunda coincidió con la graduación de Administrador de Empresas de un antiguo supervisor.  Fuí por primera vez padrino de graduación en mi antigua universidad.  Gl vendrá el otro mes de Portland, había contantado a Erik para que me enviara unos libros pero, aprovechando que al dúo dinámico de nuestra área los enviaron nuevamente a Kentucky, logré traer ya el tercer y cuarto libro de The Wimpy Kid.

Ayer retorné medio temprano a mi habitación.  Desde que el dueño de la casa demolió el baño compartido con el otro apartamento me ha tocado utilizar los servicios del otro lado del patio.  Al menos he estado realizando una limpieza bastante buena de los mismos durante los sábados.  En fin, por no tener un baño adosado a la pared la estadía en mi habitación se ha hecho un poco menos sencilla.

Un poco antes del anochecer puse un poco de ropa en remojo pues ya no tenía camisas para la semana.  Luego me puse a ver un poco de Fb y en las otras dos computadoras (finalmente Klick me envió dos nuevas Lenovo) películas.  También intenté leer un poco de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?.  Al final paré durmiéndome bien temprano, o dormitando realmente.  Un poco después de las siete llegó el segundo inquilino más antiguo a solicitar mi parte del servicio de basura.  Me volví a acostar y puse la alarma para levantarme a las nueve.  Tenía que lavar.

Un poco después de las ocho sonó varias veces el timbre.  Usualmente no salgo a abrir la puerta pues es muy raro que lleguen a buscarme sin haberme llamado antes.  En este caso eran mis chicos, que llegaron a tocar la puerta de mi habitación.  Tenía la habitación bien desordenada y estaba dormitando.  Me puse una playera y salí a recibirlos.  Mis hijos menores van a participar en una pijamada en la iglesia a la que están asistiendo con su madre y mi hjo quería que le prestara una de mis bolsas de dormir.  Un poco después de las ocho y media los fuí a dejar a su casa.  La noche estaba bien fresca y me animó caminar un poco con mis peques.

El mes pasado no llegó nadie a la reunión de escritores que había programado.  La verdad no me sorprendió pues el centro histórico ha estado siendo escenario de una serie de manifestaciones populares bastante concurridas.  Usualmente al haber aglomeraciones, y más al haber grupos protestando, es fácil que se generen desórdenes.  Afortunadamente las manifestaciones han sido bastante ordenadas -la gente incluso recoge la basura generada- y, además de lograr que la vicepresidenta renunciara están abogando por una reforma -tan necesaria- del estado. Aún estoy considerando si convoco a una reunión este mes pues las acciones continúan.  A ver como va eso.

martes, 24 de marzo de 2015

The Original Hacker Nº13: Stored Procedures

Procedimientos almacenados en MySQL en la décimo tercera edición de bolsillo

Una nueva edición pocket de The Original Hacker ha llegado tratando un tema especial del cuál:

todos quieren saber;
muchos hablan;
pero muy pocos terminan comprendiendo.

¿Qué son, para qué sirven, cómo y dónde implementar los Stored Procedures (procedimientos almacenados)?
Una explicación clara, concreta y 100% práctica que acompaña a una lista de buenas prácticas sugeridas para el mantenimiento y evolución de la base de datos en la aplicación.

Esta edición la puede descargar aquí.

o aquí:

martes, 10 de febrero de 2015

El sentido de la vida es 42...

La semana pasada cumplí cuarenta y dos.  Estuve publicando en mi twitter un par de citas relacionadas con la Guía del Autoestopista Galáctico sobre el número 42 y la respuesta a todas las preguntas del Universo. También me quedé a trabajar en mi oficina hasta las 8:00 pm -había entrado a las 7:00-.

Al día siguiente asistí a un concierto de tambores japoneses que se realizaba en nuestro teatro nacional para conmemorar los 80 años de relaciones diplomáticas con Japón.  Lo interesante de la noche, además de los tres japoneses ejecutando dos tambores y una flauta, fue el hecho de que por primera vez en poco más de un año me molesté con Rb.  Y fue una tontería.  Algo de que ella llegara tarde a la actividad y además de eso me reclamara por haberla ido a intentar ayudar a parquearse.  Aunque claro, su versión de los hechos es distinta.  Igual, el enojo no nos duró más de la función de tambores japoneses.

Habíamos considerado que me llegara a quedar esa noche a su casa pero cuando lo he hecho me ha tocado levantarme una hora antes pues salir de su sector de la ciudad es bastante complicado.  Hace tres semanas que me quedé el domingo por la noche vine casi media hora tarde al trabajo.

Hace tres semanas me tocó por primera vez trabajar en fin de semana por acá.  Lastimosamente no pude manejar bien las cosas con la mamá de mis peques y no pude tenerlos ni el sábado ni el domingo.  Me pasé todo el fin de semana en la casa de Rb.  Todo el sábado monitoreando el estado de una instalación y por fin el domingo realizando una batería de pruebas.  Al final hubo problemas con el ambiente en el que estaba probando y mi jefa y su jefa me cuestionaron sobre el alcance de las pruebas que había realizado.

Con Klick hemos estado intercambiando correos durante las últimas semanas.  Supuestamente la próxima semana me enviará un par de portátiles con sus bolsas, además de otra portátil para utilizar sus partes, un ventilador y un par de baterías de respuesto.  Lo que es providencial pues este sábado mi ThinkPad no quiso trabajar.  Retorné el sábado por la mañana e iba a poner a cargar mi teléfono, cuando intenté encenderla -ha estado con problemas de ventilador por varios meses- únicamente me mostró un mensaje: FAN ERROR.  No pude ni siquiera ingresar al BIOS.  

El sábado en la noche, invité a Rb al restaurante a donde voy a cenar para mi cumpleaños desde que retorné al país.  Antes de salir puse la computadora de cabeza y al parecer eso hizo que el ventilador se liberara, cuando la encendí el domingo por la noche trabajó sin ningún problema.

Hace dos semanas por fin pudimos utilizar el carnet del IRTRA con mis peques.  Nos fuimos a pasar una buena parte del sábado al Mundo Petapa.  Durante varias semanas han estado trabajando en iteraciones y ahora con métodos en CSharp.  El Charizard de papel que están haciendo en Papercraft va como al 30%.  No sé aún que figura los podré a armar cuando terminen esto.

El día de mi cumpleaños me escribió Gl, quería enviarme un poco de dinero a través de un nuevo servicio de transferencia de dinero por internet.  Le envié los datos de la cuenta bancaria que utilizo con tarjeta de débito y ya no volví a saber de ella.  Lo bueno es que realmente no esperaba recibir efectivo para mi cumpleaños. De los 1530 contactos o así en FB me escribieron como 100 personas,  El sábado anterior habíamos asistido con Rb a la casa del voluntario que vive en la misma colonia en donde celebramos el cumpleaños de una de las voluntarias del sábado por la noche.

La semana pasada y antepasada me tocó trabajar varias noches hasta tarde.  Uno de los días tomé el transmetro y fuí a dar toda una vuelta por la ruta, en total una hora.  Los otros días sólo he salido a comprar un par de galletas.

Terminé de leer Die Trying -el segundo de la serie Jack Reacher-, ahora he empezado a leer el primer libro de la serie de la Brújula Dorada. Mis hijos están leyendo Matar un Ruiseñor y una serie del mismo escritor de Percy Jackson.

Anoche estuve soñando que retornaba a trabajar a un -o dos?- lugar de mi pasado.  No sé al final como me siento en mi actual posición.  Me encanta mi función y la política de la oficina es bastante normal.  De hecho desde el primer martes hasta hoy he estado trayendo cada semana un dulce o un chocolate para mis compañeros del pasillo -12 en total-.  Creo que fue eso lo que los motivó a comprarme un pastel luego del almuerzo el día de mi cumpleaños.  También tuvimos pastel ese día por los cumpleañeros de Enero y Febrero de todo el nivel.

Hay días que estoy bien, hay días que no estoy muy bien.  Creo que toda mi vida será así.  O eso espero.


jueves, 8 de enero de 2015

Iniciando el año… algunos cambios –probably- en camino

No publiqué nada durante diciembre, creo que porque no sucedió nada fuera de lo común.  A finales de noviembre o inicios de diciembre cumplí un año de haber empezado la relación más duradera luego de mis diez años de matrimonio y casi 5 de soltería.  A mediados de diciembre también convoqué a una reunion al resto de los participantes en el taller de crónica al que asistí en noviembre.  Atendieron tres personas.  La segunda reunion está programada para el próximo martes y han confirmado nuevamente tres personas –dos diferentes que el año pasado-.

En diciembre traté de acercarme a la Comunidad Ágil que está –creo- iniciando en la ciudad.  Lastimósamente no encontré el salon en el que supuestamente era la reunion-conferencia.  En fin.  Los regalos de diciembre no fueron muy sorprendentes.  A finales de noviembre les había entregado a cada uno de mis peques un cubo de rubik de velocidad que compré a través de uno de los compañeros que se fueron a trabajar un poco más de un mes al imperio del norte.  También les dí los primeros dos libros de la serie Diary of a Wimpy Kid.  Para Navidad le compré a cada uno una libreta escolar de Garfield –no pude encontrar nada mejor- y un deck de cartas de Yugi-OH.  Cada deck me costó casi lo mismo que cada agenda.

El 24 y el 31 trabajé medio día en la oficina.  Casi nadie vino.  Fueron miércoles.  El Viernes tampoco casi nadie vino a trabajar a la oficina.  La mayoría ya tienen la opción de trabajar desde casa en determinadas ocasiones.  El 24 y el 31 por la tarde los pasé con mis peques, ambos días salimos a almorzar afuera.  El resto de la tarde la pasamos como casi todos los sábados: Kindle, Papercraft –ahora están armando un Charizard- y Csharp –por fin dejamos las decisiones y empezamos con los ciclos-.  Otro de los proyectos que empezamos es subtitular videos cortos en inglés.  Ya publicamos el primero: Can we autocorrect humanity? en nuestro canal de Youtube.

El 24 y 31 por la noche y Navidad y Año Nuevo los pasé con Rb.  Bastante tranquilitos, aunque el ultimo perro agregado a su camada realmente la ha descolocado.  La última travesura la sufrió hace poco, el perro derramó una taza de café en su computadora.  Aún estoy tratando de rescatar la información del disco duro, el resto de la computadora se va a la basura.  Los convivios en el trabajo –dos- estuvieron bastante tranquilitos.  El del departamento fue un almuerzo autofinanciado –me gané una taza de chocolates jugando a las cartas- y el de la empresa fue una cena.  No hubo canasta navideña.

Mis peques están por iniciar su año escolar.  Al inicio del año les pedí que anotaran en una tarjeta su promedio objetivo para este año.  Al menos espero que mi hijo pequeño no vuelva a perder una clase.  A finales del año pasado fuimos con mis hijos a una ‘feria’ de becas a ver si había alguna opción para estudiar en el extranjero.  Mi hija segunda ha mantenido un muy buen promedio y está contemplando la posibilidad de aplicar a una beca en China.  A ver como viene eso.

A finales del año pasado Gl me comentó que pensabe venir nuevamente al país a finales de marzo.  Creo que quieren pasar por acá para visitar a unos amigos en el lago más grande del área y pasar saludándome, su destino final es Nicaragua en donde van a hacer algún tipo de trabajo voluntario.  Como la última vez que Gl vino al país con su esposo me trajo la única computadora que tengo funcionando actualmente, le escribí a Klick, quien en esa ocasion me ayudó armando y probando la computadora.  El dinero que le envié a Klick con Gl fue como la tercera parte de lo que hubiera tenido que pagar por acá por una computadora equivalente.

Klick me respondió un dia después comentándome que si, que había empezado a armar la nueva computadora y que no, que no me la enviaría a través de Gl.  Piensa enviarla a través de la mama de una amiga que vive en la segunda ciudad más grande del pais.  El mensaje de Klick me descolocó ayer.  Klick se graduó hace como 25 años en Berkeley, ha patentado algunos circuitos y estuvo participando el año pasado –me invite a unirme a la propueta- en un concurso de una telefónica muy grande en el imperio con su propuesta de un Sistema satelital de distribución de internet para regiones inhóspitas –como algunas partes de mi país-.

En el concurso Klick llegó a la segunda ronda –de tres- y luego dijo que iba a reunirse con inversores independientes para ver si financiaban su proyecto.  Klick es un idealista que quiere mejorar el mundo.  

En su  correo de ayer me comentaba que está en la edad en la que su abuelo paterno y su padre murieron de un derrame cerebral –secuelas de Alzheimer- y me pedía ayuda para darle mantenimiento a sus servidores, además había algo de trabajar con su amiga por acá.  No tengo muy claro su propuesta pero parece que es algo relacionado con un hospital para el tratamiento del cancer.  Quien sabe si es una buena oportunidad de ampliar mi base laboral.

A finales del año pasado leí –en mi Kindle- la serie The Century de Ken Follet, luego leí Freakanomics y la semana pasada terminé Happy Hour is from 9 to five.  Al menos estoy tratando de mejorar mi rendimiento en el trabajo.  A finales del mes pasado también recibí un par de correos felicitándome por mi acercamiento a last areas del trabajo.  Al final resultó que la tarea por la que fuí felicitado no salió tan bien como se había visto al inicio.  En fin, debo seguir mejorando en mi ejecución.

El martes iba retornando a mi casa cuando recibí una llamada de Rb.  Estaba llorando porque el perro, al subirse al sofa- había derramado una taza de café en el teclado de su Hp portátil.  Rb reacciona en formas que aún no puedo manejar muy bien.  Cuando comete un error manejando o cuando vé una situación injusta sucediéndole a un animal grita y/o llora.  El otro día me escribió contándome que había confrontado en la calle a un tipo que –aparentemente- estaba golpeando a su pareja.

Como iba en el autobus llamé a Ms, quien se dedica a reparar computadoras para pedirle que le explicara a Rb las opciones que tenia con su portátil.  De hecho cuando cada una de mis dos portátiles dejó de funcionar se las done a Ms para que usara sus partes.  Rb no pudo comunicarse con Ms y media hora después me llamó diciendo que había llevado la computadora a un técnico a la mano y pidiéndome el horario de la tienda de computadoras.  Media hora después me llamó para contarme que había adquirido otra computadora pues el técnico le dijo que no había muchas esperanzas de reparación.

Como la computadora traía solo el sistema operativo me ofrecí a instalarle los programas necesarios para su trabajo.  Quedamos en que llegaría ayer luego de mi trabajo y que luego ella me retornaría a mi casa.  Me encanta despertarme los días laborales en mi cama. Ayer traté de no salir muy tarde y me dirigí directamente a la casa de Rb.

Cuando llegué inicié a actualizar los drivers de la nueva computadora.  La máquina está muy bien y el precio al que la adquirió –pagándola mensualmente junto con su servicio de internet- está bastante atractivo.  El técnico le había dicho a Rb que no se podia rescatar la información del disco duro.  Rb había ido por su anterior computadora por la mañana.  Me ofrecí a echarle un vistazo al disco duro para ver si era possible aún rescatar algo y, como teníamos la computadora en la mesa del comedor empezamos a abrirla.  No estaba el disco duro.

Rb contactó al técnico –ahora la comunicación más usada es, al parecer, WhatsApp- y éste le dijo que se había olvidado de reinstalar el disco duro.  Rb me pidió que fueramos por el mismo.  Como teníamos que avisarle al técnico que estábamos cerca de su casa antes de llegar a su residencial Rb me dió el LG que le entregaron en diciembre cuando renovó su contrato de servicio de celular.  Me guardé el cellular en la bolsa de la camisa y, cuando me incline a levanter al perro más nuevo para subirlo al auto el cellular se deslizó de mi bolsa y calló –completamente horizontal al parecer- al asfalto.  La pantalla se astilló por complete.

Y como que los smartphones no son muy afines a mi persona.  Es el segundo LG al que le quiebro la pantalla, el anterior me lo había regalado Rb cuando había adquirido el Huawei que usó durante el ultimo mes del servicio de su anterior contrato.  En fin, ofrecí a pagar la reparación.  Espero que no tenga que pagar más del precio que hubiera tenido que pagar por el Huawei que Rb me regaló cuando renovó su contrato –como 65 dólares-.

Al final sigo usando el mismo celular que he estado usando por los últimos tres o cuatro años.  El smartphone que me regaló Rb lo uso únicamente para jugar ajedrez, scrabble y/o conectarme a las redes sociales cuando logro encontrar señal wifi.

Después de ir a recoger el disco duro retornamos a la casa de Rb, cenamos e instalé los programas que necesita para su trabajo.  Luego estuvimos viendo una parte de los People Choice Awards.  Un poco después de las nueve sacamos a los perros a caminar y, luego de darles cena, Rb me retornó a mi casita.

Es la segunda semana del año y, es probable que mi hija segunda inicie los pasos para abandoner el nido. En Julio cumple quince por lo que me toca comprar la segunda Toshiba nueva.  Probablemente reciba una nueva portátil para mi uso personal.  Quizá empiece a trabajar un poco más.  Espero poder escribir un poco más.  Y quién sabe que más traiga este año a mi vida, o quizá no.

viernes, 2 de enero de 2015

The Original Hacker 11... Edición de Año Nuevo...

Edición especial «Shaná Tová»

La edición especial de fin de año de The Original Hacker ya está aquí! Con una colección de 50 trucos, tips, hacks y "How to" en PHP que nadie debería perderse.

The Original Hacker


Esta edición la pueden descarcar de aquí.