domingo, 25 de diciembre de 2022

Ayer fue Nochebuena, Hoy es Navidad…Yesterday was Christmas Eve, today is Christmas… Hier c'était le réveillon, aujourd'hui c'est Noël…

Y ayer fue la primera vez que he visto a uno de mis vástagos bajo los efectos de una droga…aunque el alcohol es legal, aún es una droga… y no es que no haya consumido en el pasado; o sea, a pesar de que me produce alergia, me he emborrachado unas cuantas veces desde mi paso por la universidad; pero la última vez que tomé fue hace más de doce años y curiosamente, decidí dejarlo después de llegar tarde por mis hijos por haber conmemorado la despedida (literal) de un lugar de trabajo.

Hace cuatro años, cuando llevé a mi hija mayor e hijo menor a la graduación de su hermana a la Suiza Centroamericana, nos fuimos a almorzar a un lugar medio fancy en la ciudad; era algo como cocina china fusión… a la hora de ordenar las bebidas mi hija mayor pidió una cerveza y esa fue la primera -y única vez- que ví a uno de mis hijos ingiriendo alcohol.


Y no es que sea purista en el consumo de sustancias alteradoras de la conciencia; again, tomé durante un tiempo, pero nunca le encontré el gusto; o sea, no comprendo como algunas personas -en su mayoría del sexo masculino- pueden decir… uuuhhh con este calor se antoja una cervecita… o -como mi hija mayor en esa ocasión- una cerveza es el acompañante ideal para este almuerzo.


En fin… cada quien.


Pero la verdad es que la cosa estuvo rara ayer…desde hace un par de semanas o así decidí pasar a visitar a mi tía favorita antes de reunirme con mis hijos para almorzar; ya habíamos acordado reunirnos a las 11:00 del día de la Nochebuena por lo que el viernes llamé a mi tía para ver si iba a estar en su casa durante la mañana del sábado.


Unos días antes había conseguido el número de la casa de mi tía y junto con esto mi prima favorita me invitó a pasar la Nochebuena con su familia y/o el almuerzo de Navidad con ella, su hermana y el resto de su familia (mi tía incluida); estaban planeando reunirse en la casa de mi segunda prima favorita pues apenas está empezando su duelo luego de tres semanas de enviudar.


Total que ayer me dirigí a la casa de mi tía a media mañana con un paquete de galletas que Rb había adquirido por mí en una panadería fancy de la ciudad; además agregué un paquete de chocolate que había comprado para mi consumo unas semanas atrás -un par de noches antes uno de nuestros vecinos nos regaló unas barras de chocolate y decidí regalar la que yo había adquirido previamente-.


Llegué a la casa de mi tía un poco después de las 10:00 y saludé a mi primo favorito cuando coincidimos en el portón de la casa con toda su familia (tiene 1 hijo adolescente, dos gemelas preteens y un hijo pequeño)... pues él hospeda a sus padres en el segundo nivel de su casa.


Estuve conversando con mi tía por un poco más de media hora -mi tío, como es usual, se disculpó para salir a realizar algunas encomiendas personales-... aunque fue más como ‘escuché’ a mi tía por un poco más de media hora: casi todo fue la relación de los últimos días de vida del esposo de mi prima… bastante drama familiar y laboral; al final no estaba pintando una valla panorámica o similar sino que, con su hermano, estaban pintando una casa en un residencial de lujo de la ciudad y mientras movía una escalera en el segundo nivel el viento empujó la escalera hacia unos cables de alta tensión.


Un poco después de las once me despedí de mi tía y me dirigí a la casa de mi hija mayor; entré por ella hasta su habitación y luego nos dirigimos hacia la casa de mi hijo menor; aunque sentí cierto olor a alcohol -creí que era algo de cosméticos o gel- y noté que se estaba riendo sardónicamente más de lo habitual no fue hasta que estuvimos en la habitación de mi hijo que la cuestioné directamente.


A mi pregunta de si había ingerido algo y/o qué y/o cuándo; me respondió que sí: alcohol y la noche anterior y el mismo día; y la verdad fue bastante incómodo… mi hijo menor comentó que lo había notado y yo nomás indiqué que me parecía raro su comportamiento… en fin.


Intercambiamos regalos: desde hace unos años todos mis regalos son en efectivo para los tres: 100 dólares; mi hija mayor me regaló un gorro para reponer el que me había proporcionado unos meses antes y que dejé olvidado en un restaurante; y mi hijo -actúa completamente como yo- me dijo que como les había prevenido anteriormente que no quería regalos, siguió la indicación; mi hija también le regaló una playera a mi hijo menor.


También les regalé a cada uno un cuaderno de cuadrículas y unos lapiceros; mi plan era que conversáramos sobre lo que podíamos planear para el otro año pero fue en este momento cuando cuestioné a mi hija sobre su comportamiento y también me dí cuenta que tenía dificultades para escribir y, en algunos momentos, para seguir una conversación normal; la verdad fue un poco raro.


Luego decidimos pedir pizza y alitas y almorzamos; creo que después del almuerzo mi hija mayor empezó otra fase del procesamiento del alcohol pues noté -allí sí- que su rostro estaba bastante rojizo -no sé si al igual que yo también sufre alergia al alcohol-; e incluso volcó en un par de ocasiones su vaso con agua gaseosa… en fin, un poco raro.


Después del almuerzo tratamos de seguir un tutorial de Platzi sobre la utilización de huggingface para el entrenamiento de un algoritmo de inteligencia artificial para generar autoretratos pero la máquina de mi hija no quiso funcionar por lo que le cedí mi computadora pero la metabolización del alcohol en su cuerpo dificultó un poco el proceso… al final el proceso no funcionó en la computadora de mi hijo pero sí en la mía… también vimos un poco de chatgpt.


Un poco antes de las 4:00 le dimos el abrazo de Navidad a mi hijo menor y llevé a mi hija mayor a su casa; en donde le dí su abrazo de Navidad y retorné a mi casita; el resto de la tarde y noche estuvo bastante tranquilo; cené uno de los tamales que había comprado para Navidad y congelé tres que unos vecinos vinieron a regalarnos…nuestra rutina con Rb no cambió por ser Navidad y a las 11:00 de la noche me retiré a mis aposentos… luego de oír la cohetería de la medianoche intenté conciliar el sueño.


Hoy finalicé The Absolutely True diary of a Part-Time Indian y creo que hoy -o quizá mañana- terminaré Scripts People Live; a propósito del segundo les comentaba ayer a mis hijos que, como uno de mis propósitos del 2023, espero empezar a asistir a terapia grupal; también les comenté sobre los estados inadecuados que define el análisis transaccional: Loveleness, Mindlesness y Joylessness que provocan depression, madness y adicciones…


También les indiqué que, a pesar de que mi hijo quería que los almuerzos mensuales aumentaran a dos, el próximo año esperaba continuar viéndolos una vez por mes y que declinaba más ocasiones pues no creía adecuado limitar sus interacciones sociales ya que como adultos no veía aconsejable enclaustrarlos.


Lo que sí he estado sopesando este día es que además del almuerzo mensual que tendremos -aún no estoy seguro si será los tres juntos o de dos en dos- podría ser interesante si también participáramos en otras ocasiones en actividades grupales, como voluntariado o incluso terapia grupal… tendré que planteárselo la siguiente vez que nos reunamos.


Sigo avanzando en The AntiSocial Network y aunque el año pasado leí algunos artículos sobre WalStreetBets y RobhinHood la forma en la que la historia es presentada en este libro me está pareciendo interesante; también sigo avanzando en The Pragmatic Programer incluso aumenté el número de capítulos en cada ciclo porque sentí que no estaba avanzando lo suficiente en el mismo.


El viernes nos dieron libre la tarde en el trabajo; la verdad los últimos días han estado bastante tranquilos e incluso los últimos días de la semana estuvieron enfocados en el inicio de la capacitación en la parte de automatización del trabajo que tenemos a nuestro cargo; pero como este año el 24 de diciembre es sábado y el 25 domingo el líder del proyecto consideró adecuado al menos una tarde libre por las festividades.


Este año -al igual que hace diez o doce años- el 25 coincidió con el día domingo por lo que el asueto -a menos que seas parte de la burocracia- simplemente se junta con el fin de semana y no hay un día libre; y será lo mismo con el año nuevo la otra semana; para el último día del año planeo desayunar con mi amigo de ascendencia asiática y para el primer día del año creo que iré a almorzar a la casa de una de mis primas -o de mi tía-.


Y a ver cómo va eso…

domingo, 18 de diciembre de 2022

El fin -del Mundial-... The end -of the World Cup- La fin -de la Coupe du Monde-...

Y se acabó… el evento futbolístico más importante -o famoso- del planeta que une -y separa- a familiares y amigos cada cuatro años; en esta ocasión también estuvo en boca de todos por el país anfitrión -con los peores resultados hasta ahora- y la situación de esa parte del mundo.

Unos meses antes del mundial había pronosticado -o deseado, más bien, dado mi limitado conocimiento del futbol y las selecciones- que a la final llegarían Francia y Alemania; Alemania fue eliminada en la primera ronda y al final llegaron Francia y Argentina, ganando en las últimas instancias -penales- la segunda.

Lo que sí había asegurado correctamente (cuando ya se sabía quienes estarían en la final) es que en esta ocasión una selección alcanzaría su tercera copa del mundo: tanto Francia como Argentina (al igual que Uruguay) habían logrado -hasta este día- ganar dos veces el Mundial, completando el grupo de campeones Brasil (5), Italia y Alemania (4) y España e Inglaterra (1).

Pero hasta aquí llegó la fiebre general por el futbol internacional; un poco después que iniciara el mundial instalé en mi celular una app que me permitió ver la mayor parte de los partidos de la primera vuelta sin muchas complicaciones; a partir de los octavos, sin embargo, ya no funcionó tan bien; me imagino que cuestión de seguridad y derechos y esas cosas.

Afortunadamente no soy tan tan fanático; de hecho muchos partidos no terminaba de verlos prefiriendo nomás ver el resumen; me interesaba en esta ocasión el evento por el análisis estadístico y de las posibles combinaciones dependiendo de los resultados que se iban alcanzando… estuvo interesante.

Lo que sí noté, y creo que me servirá en el resto del tiempo que siga en este ciclo vital es que aún no tengo una relación con la confianza suficiente para decirle: reunámonos el día de la final con una pizza; de hecho intenté hacerlo -con mi único amigo de la facultad y con uno de los dos últimos contactos de mi antiguo voluntariado- pero al final este día me quedé en mi casa nomás.

Y este resultado hace que mi interés en el Análisis Transaccional continúe: además de continuar leyendo sobre el tema durante el próximo año me he hecho la resolución de empezar a asistir a terapia grupal; que es la que recomienda el autor de Scripts we live.

Y para empezar a explorar el tema la semana pasada le escribí a una de mis contactos de mi antiguo grupo de voluntarios; una psicóloga local que fue a especializarse a Argentina hace algunos años; luego me dí cuenta que ella se dedica a la Terapia Gestalt y no, por el momento me interesa el Análisis Transaccional.

Hace un par de días contacté a otro de mis ex compañeros voluntarios -abundaban los psicólogos- a quien no le había escrito por más de un año: no sé si ya se graduó pero me explicó sobre las especializaciones que pueden elegir en la universidad nacional: clínicos, educativos, sociales e industriales; él eligió el área social.

Además de conversar un poco sobre los campos disponibles localmente de su carrera conversamos un poco sobre su familia -su hermana, también voluntaria y auditora, acudió hace unos 10 años al banco en el cual estaba trabajando y nos mantuvimos un tiempo en contacto- y quedó de buscar referencias para una terapia de grupo centrada en Análisis Transaccional.

Y es que a pesar de mis esfuerzos -serán muy limitados?- durante este año las relaciones sociales continúan siendo un gran misterio para mí; no sé si invitar a desayunar de vez en cuando a diferentes contactos es suficiente para establecer relaciones significativas; o al menos con la significancia como para compartir una final del mundial.

El sábado pasado me reuní con otro de mis conocidos de mi antiguo grupo de voluntarios; nos reunimos en un restaurante de un gran centro comercial del otro extremo de la ciudad -una ubicación más o menos equidistante de la casa de ambos- y estuvimos un par de horas poniéndonos al día de la vida de cada uno.

Él y su esposa se trasladaron a un lugar más cercano al trabajo de la segunda y han estado durante las últimas semanas -además de superando el COVID- trasladando todas sus pertenencias a la nueva ubicación.

Este conocido tiene un poco más de un año de trabajar en el área de call center de la misma empresa en la que yo llevo más de ocho años aunque cuando nos conocimos se dedicaba nomás a representar una estatua humana en el centro histórico de la ciudad; como el sector al que se trasladó está en vías de crecimiento aproveché para pedirle referencias de proyectos de inversión en esa área.

Luego, el domingo, realizamos la visita que hacemos con Rb cada par de meses: la compra masiva de comestibles para humanos y perros; el centro comercial -con membrecía- es bastante grande y usualmente aprovecho para invitarme a un frappuccino y un pastel de tres leches.

Ayer fue de los sábados en que me toca levantarme super temprano (a las 5:00 de la madrugada) para conducir a Rb a la veterinaria que se ubica en el otro extremo de la ciudad; en esta ocasión el viaje era un poco más complicado pues la fecha coincidía con la cita de sus dos perros más antiguos.

Afortunadamente no hubo mucho tráfico y durante la hora que nos tocó esperar a que empezara la consulta aproveché para jugar un par de partidas de ajedrez y terminar dos libros de la actual iteración: Notes on an Execution y Entangled Life.

El primero de ellos fue un poco complicado de leer por la persona utilizada en la narración y el tema tratado; es un poco impactante pues pasa por una ejecución y las implicaciones directas e indirectas que esta ocasiona; a pesar de ser ficción -o quizá a causa de- el libro me dejó pensativo sobre las causas y efectos.

Entangled Life, por otra parte, aporta muchos datos interesantes sobre el reino fungi; como las causas del alto valor de las trufas, o este tipo de plantas que no contienen clorofila o realizan la fotosíntesis sino únicamente se alimentan a través de la red de hongos que interconectan una gran cantidad de plantas de cualquier bosque.

También habla sobre los alucinógenos que han sido consumidos en nuestra región desde hace muchos siglos y que los hippies y la contracultura volvió tan populares durante los sesentas y setentas: el LSD, la psilocibina y la psilocina; un mundo interesante pero en el que no creo que quiera sumergirme.

Aún tengo a medias The Pragmatic Programmer y Scripts people live y estoy leyendo un par de capítulos del primero y uno del segundo en cada ronda de lectura; ahora debo decidirme qué leeré en Ficción y Ensayos/No Ficción; en el primer caso creo que será The Absolutely True Diary of a Part-Time Indian y en el segundo, The Antisocial Network.

Y es que durante las últimas semanas he estado bajando bastantes libros de ambos géneros: el miércoles de la semana pasada nos reunimos a cenar con mi hijo menor, aprovechando que estaba en una semana de vacaciones y me pidió que le consiguiera un par de libros de Young Fiction: Andromeda Klein y King Dork.

Además estuve revisando listas de libros de Critical Thinking y también bajé un par de libros de Albert-Laszlo Barabási; finalmente, en un grupo de whatsapp de lectores -en el que trato de no participar- mencionaron Tocar a Diana y, pues, hace mucho que no leo en español y creo que sería bueno variar un poco en el tema de ficción.

Lo que si tengo que hacer antes de que termine el año es clasificar todos los libros que he estado bajando últimamente -creo que son alrededor de veinte- y definir el orden en el cual espero irlos leyendo; respetando siempre mi resolución: uno de ficción, uno de no ficción/ensayos, uno de tecnología y uno de Análisis Transaccional.

Aunque también deberé de trabajar en la forma en la que los leo pues aunque al inicio me quedaba bien leer 4, 3, 2 y 1 capítulo de cada uno; en esta iteración el libro sobre hongos tenía únicamente ocho capítulos, pero de una extensión bastante grande, por lo cual lo terminé el mismo día que Notes on an execution.

Creo que deberé revisar la extensión de cada libro de mi lista, y del contenido de las páginas para realizar una dosificación un poco más balanceada de forma de ir avanzando en cada área a un ritmo agradable: bastante ficción un poco menos no ficción/ensayos, además de ir leyendo con más calma sobre tecnología y análisis transaccional.

El mismo día que almorcé con mi hijo menor también me comuniqué con mi hija mayor; o más bien ella me escribió en Whatsapp comentándome que aunque era su día de pago había complicaciones para recibirlo y le tocaba ya pagar la renta; por lo que su cuenta corriente aumentó en otros cien dólares ese día.

Pero, por la noche del mismo día me escribió nuevamente para contarme que al final si le habían depositado y estaba abonando ciento cincuenta dólares a su saldo -los cuales fueron liberados un par de días más tarde por su banco-; con lo que, por el momento al menos, se ha estado comportando un poco más responsable financieramente; mi hijo menor también empezó ya a abonar al préstamo para la computadora portátil.

Por lo pronto mi hijo tiene un plan de pagos que finalizaría el último mes del otro año y mi hija mayor uno un poco más prudente con el cual dejaría su saldo a cero a mediados de año; de quien sí no he sabido nada es de mi hija segunda; se suponía que regresaba al imperio del norte el quinto día de este mes -o al menos era lo que decía su boleto-.

Y es que por una u otra razón -además de la distancia física- la comunicación con ella ha sido mucho más limitada que con sus hermanos: como no tiene un celular -o al menos no lo ha compartido conmigo- nuestra única forma de contacto es por medio del messenger de Facebook.

El veinte de agosto -un día antes de su viaje a Tokio- le escribí augurándole un buen viaje y retorno y me respondió una hora más tarde -usualmente sus respuestas se han tardado varios días- y luego volví a escribirle un día después de la fecha programada de retorno: Se acerca el fin de esta etapa (en seis meses, ¿no?) ¿qué planes tienes?.

El mensaje ha sido entregado pero según Facebook aún no ha sido visto; de acuerdo al messenger el último mensaje visto fue el veinte de agosto; al parecer por alguna razón ha estado fuera de la red social desde esa fecha; y bueno, el Jueves pasado contacté a mi compañero que vive en el Imperio del Norte y por medio del cual le he transferido sus regalos de cumpleaños y Navidad.

En cuanto mi compañero me confirme que ha realizado la transferencia -yo ya transferí los cien dólares a su cuenta- volveré a escribir a mi hija segunda y de no recibir una respuesta en una semana o así deberé examinar alguna forma de contactarla; quizá a través de alguna oficina de su college; a mi hija mayor y a mi hijo menor espero darles sus respectivos regalos en persona este sábado.

Y a ver cómo va eso…


lunes, 5 de diciembre de 2022

Memento mori... Memento mori... Memento mori...

La locución es latina por lo que si se encuentra en un texto en cualquiera de los tres idiomas (español, inglés o francés) significará lo mismo: recuerda que morirás, recuerda que has de morir o recuerda morir... denpendiendo el intelectual que esté interpretando los trabajos de los griegos; o más específicamente de los estóicos.

Ayer por la mañana enterraron al esposo de una de mis primas favoritas; el susodicho había venido a esta ciudad procedente de nuestro más grande vecino del sur hace como treinta y cinco años y llevaba casado con mi prima alrededor de treinta... algo complicada la relación: se casaron cuando mi prima ya esperaba al primogénito y tuvieron otro.

Además siempre se dedicó -y de hecho murió en esta actividad- a la publicidad panorámica: pintando vayas panorámicas y esas cosas; fue de esos matrimonios en donde el esposo 'no deja' trabajar a la esposa fuera y creo que en más de alguna ocasión fue sorprendido en infidelidad.

Y me enteré de forma bastante fortuita: a raíz de mis actividades recientes tratando de mejorar mis habilidades sociales (desayunos con amigos, almuerzos con familia, contacto con conocidos de antes) le escribí a mi prima mayor el viernes para saludarla por el inicio del mes: su mensaje de vuelta fue la noticia de que acababa de fallecer el esposo de su hermana menor.

Como la rama del lado paterno de mi familia es bastante grande -creo que eran 13 hermanos- estimé que no les faltaría apoyo durante este proceso pero le indiqué a mi prima que llegaría por la noche para ver si podía ayudarles en algo.

Por la tarde mi prima me volvió a escribir para darme la información del lugar en donde velarían el cuerpo -y además para pedirme ayuda monetaria para los gastos que estaba enfrentando su hermana-; como era los primeros días del mes le indiqué que aún no contaba mucho efectivo y le transferí 65 dólares.

Terminé de trabajar a las seis -el proyecto ha estado un poco más pesadito- y a las siete -luego de cenar- me dirigí a la casa de mi tía -no había estado allí desde principios de año- pues conversando con mi prima me confirmó que la funeraría estaría disponible desde las 9:00 pm.

En la casa de mi tía estaban, además de su esposo, dos de sus hermanas, y varios primos, a algunos no los había visto en décadas... estuve un rato cuidando -jugando ajedrez realmente- con el hijo menor de mi prima mayor, quien padece cierta forma de retraso físico/intelectual y luego de tomar café con pan acompañé a mis primas a la funeraria a hacer los últimos arreglos antes de que iniciaran las actividades.

Luego realicé un par de viajes entre la casa de mi tía y la funeraria para llevar a un par de tías y varios primos; el lugar no estaba tan lejos -una 10 o 12 calles- pero la hora ya no era muy conveniente para realizar el recorrido a pie; luego me quedé en el salón de la funeraria -en el interior de la sala donde estaba el ataúd desarrollaron un servicio religioso- hasta la medianoche, hora en la que me despedí de mi tío y varios famliares para regresar a casa.

Y es que tenía un compromiso para el sábado por la mañana; había previsto, desde unas semanas antes, reunirme a desayunar con mi doctora; pero, durante el primer viaje que realicé con mis primas había recibido una llamada de Rb para comentarme que veía mal a su segundo perro y que quería llevarlo al día siguiente a la veterinaria a donde lleva a su perra más anciana; total que había cambiado la reunión con mi doctora para el día posterior.

Retorné a mi casa un poco después de medianoche y dormí tres o cuatro horas pues para estar en la veterinaria antes de que abran tenemos que salir a las 5:30 de casa y me confundí poniendo la alarma media hora antes de lo necesario.

El viaje no tuvo contratiempos y la consulta -carísima, más de ciento cincuenta dólares- resultó inquietante: le detectaron un parásito -que el veterinario de siempre no había detectado- para combatir el cual le recetaron diversos medicamentos; retorné a desayunar a casa y a dormirme un par de horas y por la tarde salí a retirar un poco de dinero de un cajero pues me había quedado sin efectivo.

El domingo me levanté a las 6 y media y luego de bañarme me dirigí al centro comercial en donde había acordado la reunión con mi doctora -que nunca me ha tratado pero considero mi doctora personal-; nos reunimos a las 7:30 y estuvimos en un restaurante hasta las 12:00 en que recibí una llamada de Rb; no pude entender bien qué decía pues había un poco de bulla y ella estaba llorando; entendí que era algo del perro.

Igual había planeado retirarme a las 12:00 pero me inquietó la llamada; o sea, me molesta sentirme 'controlado'; de hecho venía en el automóvil sopesando cursos a tomar dependiendo de lo que encontrara en mi retorno; al final nomás encontré a Rb llorando, angustiada por su perro - creo que había vomitado el medicamento- y a la mitad de la preparación del almuerzo; me puse a ayudarla con la preparación pues había dejado masa de pizza en la refrigeradora la noche anterior.

La semana pasada terminé Eleanor Oliphante is completely fine y -contrario a lo que esperaba- no me decepcionó el final; casi al mismo tiempo terminé Stupid things I won't do when I get old; no había decidido aún que iba leer en el área de ficción y aún consideré leer el de The Antisocial Network -que supuestamente es no ficción- bajo este rubro; al final me decidí por Notes on an Execution; llevo un par de capítulos.

Aún no decido qué leer en No Ficción -o ensayos-: puede ser Entangled Life, como había decidido antes o The Antisocial Network; aunque me parece que me decantaré por el primero pues ahora que reviso mi tablet ya leí la introducción del mismo y estoy en la página del prólogo; ni modo, dejaré The Antisocial Network para la siguiente iteración.

Sigo avanzando con The Pragmatic Programmer; es un libro bastante sencillo y brinda detalles interesantes para el desarrollo de una mejor actitud en la tecnología con concetos como DRY (ya lo había visto hace mucho tiempo: Don't Repear Yourself) o ETC (Easy to Change, esto si no lo había visto).

También sigo avanzando con Scripts People Live y estoy tratando de tomármelo con un poco más calma; o sea, creo que seguiré -al menos- durante el otro año leyendo sobre Análisis Transaccional y creo que me está brindando una perspectiva un poco más clara de las formas en las que nos relacionamos; o al menos, de la forma de analizar muchas de las interacciones sociales.

El viernes pasado fue la reunión local de nuestro trabajo con motivo de las fiestas de fin de año; afortunadamente nadie insistió para que participara; al final únicamente el analista senior de uno de los grupos con los que estoy trabajando me contactó para confirmar que no iba a ir al almuerzo porque querían que trabajara en ciertos elementos que podían ser liberados por la tarde; me mostré contento de ayudarlos de esta forma y estuve de guardia el viernes por la tarde; al final no se necesitó mi involucramiento.

Esta semana empieza la ronda anual de la evaluación anual; en ocasiones anteriores el momento era bastante agradable pues mi relación con mi jefa (mis dos jefas anteriores realmente) era bastante buena y la ocasión nomás servía para reafirmar mi forma de trabajo y renovar el compromiso de seguir en la misma línea; en esta ocasión es bastante diferente e incluso no estoy seguro quién deberá realizar la evaluación.

Y a ver cómo va eso...