miércoles, 29 de febrero de 2012

29 de Febrero de 2012 - Leap Year...

Escuché el término Leap Year el segundo o tercer viaje que hice a Portland... ese año cuando febrero trae 29 días. Como hoy.

La semana pasada terminé de leer La invención de la soledad. No quise llamar a mi ex para ver la situación o los planes con mis chicos. Casi todos los días fueron de salir tarde y venir a mi habitación a continuar leyendo o a tratar de descansar un poco. También lavé dos días entre semana. El jueves o viernes estuve conversando con una de mis amigas de Portland sobre Skype, ayudándola con una tarea de español y poniéndonos un poco al día de nuestras vidas. El viernes invité a almorzar al encargado de producción de la oficina, mi trabajo es usualmente bloquear mucho de lo que genera -por no estar bien- y aproveché para limar un poco de asperezas.

El jueves había hablado con Alx un rato, me llamó por la noche pero yo estaba dormitando, apenas le seguí el diálogo y al día siguiente la llamé para explicarle la razón de mi estado la noche anterior. El viernes como a las 2:30 de la madrugada recibí un sms de mi jefa indicándo que su padre había sido hospitalizado y solicitando oraciones. Le respondí algo y continué durmiendo. El viernes mi jefa no se presentó a la oficina, estuvo trabajando desde su casa y estuvimos en comunicación via Skype. Como había quedado con el voluntario que vive en la misma colonia de cenar en su casa la noche del viernes, quedamos con Alx de que me pasaría a traer a mi trabajo y nos reuniríamos con el otro voluntario. Estuvimos -entre cena y conversación- hasta después de las 10 y luego Axl me pasó a dejar a mi casa.

El sábado pasado no habían programadas visitas, se hizo una convocatoria para todos los voluntarios activos para una actividad especial en el mismo lugar en el que recibimos el entrenamiento. Como había quedado con el voluntario que viven en la misma colonia de lelgar al lugar juntos -él está apoyando en la Payaescuela- pasé a su casa a las 7:15 y nos dirigimos al lugar. Encontré a muchos voluntarios a los que no había visto desde la convocatoria para la novena generación. Desayuné con el grupo de mi mejor amiga del voluntariado y estuve el resto de la mañana con mi grupo de visita oficial.

Al mediodía me iba a dirigir al restaurante de costumbre pero como tenía que asistir con el grupo de la tarde a la misma actividad y ésta empezaba a las 2:00 preferí almorzar un hotdog en el lugar y quedarme esperando al grupo de la tarde. La actividad fue un poco más express por la tarde. Terminamos un poco antes de las 5:00 y luego nos dirigimos con varios de los voluntarios de mi grupo a un comedor en donde preparan unas tortillas de harina muy buenas. Estuvimos allí casi hasta las cinco. El abogado con el que había hablado unas semanas atrás era el que estaba dirigiendo la actividad del voluntariado en la mañana y en la tarde y nos acompañó también a la cena. Un poco después de las siete con este voluntario y otro del grupo abordamos un autobús y nos despedimos en la estación del transmetro del Trebol. Vine a ver mis correos y a leer un poco. Me dormí bastante temprano.

El domingo estuvo un poco lento con mis peques. Por la mañana estuvimos en mi habitación, viendo un capítulo de Phineas and Ferb y resolviendo unos ejercicios de ajedrez. Fuimos al mercado por un melón y unos aguacates y nos dirigimos a la universidad a refaccionar. Luego los llevé a su hora -hora y cuarto más bien- de internet mensual y luego compramos comida china y almorzamos en los campos de la universidad. Estuvimos un rato en la biblioteca -mi hija segunda está empezando a leer Agatha Christie- y nos venimos un poco antes de las 6:00. Me ayudaron a lavar trastes y los fuí a dejar a las 6:30 a su casa. No tocamos para nada el tema del cambio de régimen. Retorné a mi habitación a cenar y leer un poco. Me dormí bastante temprano.

El lunes empecé a trabajar desde temprano en una tarea que había dejado iniciada el viernes y que estaba programada para concluir el miercoles. Por la tarde nos reunimos con mi jefa y el jefe máximo de la oficina. Durante dos horas y media o algo así nos estuvo exponiendo su visión sobre nuestra área, visión que me parece muy acertada y que me da oportunidad de fortalecer mis dos áreas preferidas: Sistemas de calidad y Tecnología. Durante cierto momento tuve que bajarme a mi mismo las revoluciones pues sentía que estaba dejando quedar mal a mi jefa. Veremos como se desarrolla esta nueva etapa. El jefe máximo fue categórico al indicar que su visión quiere verla implementada ASAP, con nosotros o sin. Este día almorcé una sopa instantánea y un aguacate que había reservado del día anterior. Salí casi a las 8 de la oficina.

Ayer entré a las 6 de la mañana a trabajar pues se suponía que recibiríamos con mi jefa una capacitación que es vital para echar a andar el proyecto que nos asignaron el día anterior. Lastimosamente no se presentó la persona que tenía que realizar la presentación por lo que aprovechamos para avanzar en las tareas diarias. A la hora del almuerzo nos dirigimos con el Compañero B al comedor que está al cruzar la calle, estuvimos conversando sobre mi situación actual, especialmente los niños. Me hizo mucho bien la conversación, pues creo que al final debo tomar la iniciativa, se dé o no al final el cambio de régimen con mis chicos. El compañero B salió de la oficina casi a las 7:00 y me dió jaló a mi casa. Por la noche llamé a mi ex esposa para ofrecerle un diálogo directo o por medio de correo, prefirió el correo electrónico.

Hoy entré a la oficina a las 8:00. Lo primero que hice fue escribir un correo bastante largo y bastante -creo- diplomático a mi ex esposa. Desde ayer debía haber ido al banco a depositar el dinero de mis chicos pero por el almuerzo con el Compañero B lo había pospuesto, hay también una señora -viuda, dos años menor que yo y dos hijos pre adolescentes- que acabo de conocer en el grupo de voluntarios de mi mejor amiga del voluntariado y habíamos estado en conversaciones para almorzar esta semana. Esta mañana me envió un SMS para que almorzaramos pero le indiqué que tenía que pasar al banco. Quedamos para mañana. Al mediodía saqué una gran cantidad de dinero de un cajero automático -digo gran cantidad porque el cajero me aceptó únicamente dos de tres requerimientos de dinero y luego ya no funcionó- y pasé a depositar la mensualidad de mis peques luego compré pollo frito en Mc Donalds y subí a almorzar a mi cubículo.

En la tarde no volví a ver a mi jefa y continué con la labor que debía finalizar. Terminé como a media tarde y empecé a trabajar en la siguiente asignación. A las 6:30 escuché que el Compañero B se preparaba para salir, envié mi correo de fin de turno y le pedí jalón a mi casita. Vine a revisar mis sitios esenciales y a prepara ropa para lavar. Como la semana pasada el lazo en el que tiendo la ropa se reventó -ensuciando un par de camisas- me dirigí a una farmacia-supermercado a comprar una nueva cuerda. Saldré a dejar un poco de ropa en remojo y luego continuaré leyendo la Trilogía de Nueva York de Paul Auster. Trataré de dormirme temprano.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Soledad, paternidad y empleo...

Anoche fui a otro de esos eventos que prepara una asociacion de gerentes en la ciudad, el tema era la escucha efectiva. La disertante era chilena con una ayudante autóctona y la presentación estuvo un poco mejor que la última, la del conferenciante que llegó a divagar sobre pensamiento creativo. A la presentación de anoche asistí con el pleno de mis ex compañeros de departamento: El compañero A, el compañero B y P. Solo que ahora ya no soy parte de ese departamento. La vida y su curso.

En la presentación mantuvimos el tono alegre que nos caracterizaba en el área, el mismo por el que varias veces llegaron a llamarnos la atención por hacer mucho relajo. La conferencia duró casi dos horas y luego fuimos con el compañero A y el compañero B a un Mc Donald's cercano al hotel de la presentación a cenar. En el interin me enteré de varios hechos interesantes: Mi antiguo departamento seguirá disminuyendo y uno o dos colaboradores se irán a México, no esta claro si permanentemente o a entrenamiento. Hablamos -hablaron- sobre la precariedad de la situación actual pues el programa sobre el que trabajamos va rumbo a su extinción -tres? cuatro años?- y las posibilidades de hacer la migración hacia el nuevo programa. A ellos -por tener más de un año de labores en la nueva oficina- les toca también cierto ajuste salarial, me imagino que yo deberé de esperarme hasta el otro año.

Mi ex esposa no se ha pronunciado nuevamente -o al menos no se ha dirigido a mi- sobre el tema de los chicos. No he querido tampoco enfrentarlo directamente pero deberé hacerlo en el corto plazo pues nos resta estabilidad a los cuatro. La semana pasada, el miercoles me parece, había pasado al supermercado a comprar el par de zanahorias semanal y por primera vez se perdieron las verduras: No tuve ánimo ninguna mañana de levantarme a preparar mi ensalada. Finalmente el domingo las eché a la basura.

La semana pasada estuvo más o menos igual laboralmente hablando, los días han estado un poco más llenos pero también estuve leyendo un poco de La invención de la Soledad de Paul Auster. Los últimos dos o tres días de la semana -y el primero de esta semana- estuve desayunando café con pan y almorzando avena y una doblada de pollo.

El viernes no fui al partido semanal de futbol, había planeado desde el día anterior que trabajaría hasta tarde por causa de una asignación que se veía bien trabajosa pero al final más o menos al medio día mi jefa me dió la indicación que le diera luz verde a la misma y por la tarde estuve trabajando en una nueva tarea. No fui sin embargo al partido sino preferí cenar con el voluntario que vive en la misma colonia.

El miercoles y el jueves que no salí tan tarde -un poco después de las seis- pasé al centro universitario que queda más o menos a medio camino entre mi trabajo y mi casa. Pasé a ver a mi nueva mejor amiga del voluntariado pues no nos habíamos visto por casi dos semanas. Entré a dos de sus clases y luego estuvimos conversando un rato. Al contactarla por fb mas tarde la noche del miercoles me comentó que andaba en confusión pues el voluntario que vive en mi colonia había aprovechado el día del cariño para realizar una declaración de amor bastante desafortunada. Me parece que hay una diferencia de casi 20 años y no hay mucho en común. La soledad puede ser muy dura a veces.

El sábado por la mañana visité con el grupo de mi amiga en el hospital de oncología. Una buena visita. Almorcé con mi otro grupo y visité por la tarde el asilo de ancianas del centro histórico. Después de la retroalimentación la encargada de mi grupo me pasó a dejar a un lugar intermedio entre mi trabajo y mi casa. Vine a cenar, tamal y te con pan, y me dormí un poco temprano.

El domingo estuvo un poco extraño pues como no he hablado con mi ex aún no se si su oferta se debió a un intento de presionarme para exigirme más dinero o si relamente estaba entre sus planes darme a mis chicos. Hablé un poco con mi hija mayor al respecto y según ella el plan es continuar con el cambio. Por la mañana estuvieron con computadoras y cubos de rubik -aprovecho los diez o quince minutos que se tardan en armar un par de cubos para conversar por aparte con cada uno de ellos- y compramos en el mercado una papaya para la refacción. Al mediodía nos dirigimos a la universidad y preparamos unos burritos de embutidos y frijol.

En la tarde estuvimos un rato en la biblioteca. Mi hijo menor está avanzando en su dominio de origami y mis chicas estuvieron leyendo algo de Lewis y Stoker. Yo estuve hojeando un par de libros de Paul Auster. Al retornar a mi habitación no vimos película sino pasamos la última hora entre un par de ejercicios de ajedrez y una partida de Scrabble. Siguen mejorando en Scrabble. Los fuí a dejar un poco después de las 6 de la tarde.

El lunes iba a llegar temprano a la oficina pero desde las 4:30 hasta las 6:30 estuve nomas poniéndole más tiempo a la alarma. Llegué un poco antes de las ocho y me estuve una buena parte del día sin hacer nada de provecho pues las tareas en las que tenía que trabajar estaban paradas en el proceso anterior. Avancé un poco en otro par de asignaciones secundarias y casi terminé el libro de Auster. Al salir del trabajo compré la película Underworld 4 y la miré por completo antes de dormirme.

Ayer salí un poco después de las 6 de la oficina, el compañero A nos pasó a traer con el compañero B y P y asistimos a la capacitación en Escucha Efectiva. Después de la conferencia P se quedó en las cercanías del hotel y con el compañero A y el compañero B nos fuimos a cenar. Luego el compañero A nos retornó a la oficina junto con el compañero B, le quedaba en el camino. Pasé como cuarenta y cinco minutos a la oficina, aproveché a llamar a Erik. Estuvimos conversando como veinte minutos y nos pusimos al día de los últimos dos meses, casi no ha cambiado su rutina: trabaja 24 x 48 y vive en un lugar cercano al vecindario de sus padres. Su novia andaba de visita ese día en la ciudad. Ahora vive mucho más cerca que el año pasado.

Me preguntó Erik sobre mi situación y le comenté lo de mis peques. Me deseó suerte. También me preguntó si andaba con alguna pareja y me puse a pensar en lo singular que soy: Tres años en soledad -con dos o tres semanas de Al el año pasado-. Comparado con mis amigos que no pueden -o no quieren? o no saben?- vivir mucho tiempo sin tener a alguien más significativo en su vida se ve bastante extraño. Pero, creo, hay cosas que es mejor que se queden como estan.

martes, 14 de febrero de 2012

San Valentin...

A partir del miercoles pasado tuve mejor ánimo... se me notó tanto que incluso el Compañero B me comentó que me veía más animado que en los días anteriores. Le comenté lo que me estaba preocupando y que al final estaba tratando de digerir la idea. He estado tratando de no salir muy tarde de mi trabajo para empezar una forma de entrenamiento en el caso de que me quede con mis chicos. Tratar de no regresar muy tarde. El jueves y el viernes llevé ensalada de zanahoria y atún para el almuerzo. Los días han estado bien trabajosos pero siento que he estado cumpliendo con mis asignaciones. Una tarde de la semana pasada me quedé hasta tarde en reunión con mi jefa y le comenté lo que se me venía. Me externó su apoyo.

El viernes me quedé hasta tarde en el trabajo. Estuve en una reunión con una de nuestras subsidiarias del sur hasta después de las 6 de la tarde y luego continué trabajando en la asignación más extensa que tengo actualmente hasta las 7:30. Luego nos fuimos con el compañero A y otros programadores al partido de Futbol. Definitivamente hemos mejorado -por cierto, no creo poder continuar con el hábito si recibo a mis peques-, solo perdimos por un gol -quedamos como 11 a 10 o algo así-.

Después del partido el compañero B y su esposa me dieron jalón a mi habitación. También me invitaron a cenar en McDonalds -cumpleaños atrasado-. El Miercoles en la noche había dejado ropa en remojo. La saqué el jueves en la noche y ese día volví a dejar otro baño -tenía bastante ropa sucia-.

El sábado me levanté un poco después de las 6:30, lavé el baño de ropa que tenía en remojo y me dirigí a la visita con el grupo de la mañana. Visitamos un asilo en Antigua Guatemala a donde había ido una vez el año pasado. La visita estuvo bien. Son bastantes ancianos y estuve conversando con algunos de ellos y con un par de personas que trabajan con ellos. Nos fuimos y nos venimos en el automovil de un voluntario. Ibamos en total 8 personas. Retornamos después de la visita a a la ciudad y me dirigí al Wendy's al cual nos habían convocado para la visita de la tarde. Cuando estabamos realizando la reunión post visita en el asilo de la Antigua recibí una llamada de mi padre, aunque es contra las reglas contestar llamadas mientras se está realizando esa reunión le expliqué al encargado de mi grupo que son muy esporádicas las llamadas de mis padres y me retiré un poco del grupo para conversar con mi padre y mi madre un momento. Mi mamá les mandó un poco de dinero a mis peques y yo le comenté la posibilidad de que mis peques empezaran a vivir conmigo.

En la tarde visitamos el asilo de ancianas de la semana pasada. Estuve casi las dos horas con un grupito de ancianas bastante simpáticas. El viernes había llamado a Axl para proponerle que salieramos el sábado, esperaba desocuparme a las 5:00 y dirigirme a su casa. Al final nos despedimos todos como a las 6:00 llamé a Axl y le avisé que iba camino a su casa. Axl dejó de trabajar la semana pasada -o antepasada, creo-, supuestamente mucho estres.

Estuve un rato en su casa con sus papás y su hermana que es médico -y que tampoco está trabajando- y luego nos fuimos a cenar a Miraflores -cena de cumpleaños atrasada también-. Después de eso nos comimos un helado y luego me vino a dejar a mi casita. Me dormí casi a media noche, estaba por terminar el tercer libro de la saga Millenium de Steig Larsson pero le faltaban unas páginas al archivo pdf.

El domingo me levanté un poco después de las 8:00. Arreglé mi habitacíón y fui a traer a mis peques. No sabía muy bien como actuar pues mi ex me había enviado un correo comentándome que ya les había hablado a mis hijos sobre la posibilidad de que vivieran todo el tiempo conmigo. Al final aproveché el tiempo que dos tienen en computadoras mientras el tercero arma dos cubos de rubik. Los fuí sacando de la habitación uno por uno y comenté con cada uno lo que está en proceso. Mi hija mayor está en período de negación. Actúa como si le diera igual. El pequeño está un poco asustado de lo que pueda pasar y mi hija mediana está inconsolable. Casi que empezamos a hablar y no paró de llorar. Yo lloré con ella también.

Estuvimos un buen rato en mi habitación, luego fuimos al mercado a comoprar un melón para refaccionar y pan dulce para mi desayuno. Al mediodía nos dirigimos a la universidad, estaba un poco nublado pero afortunadamente no llovió. Compramos un par de pizzas en la entrada de la universidad y almorzamos en el pasillo exterior de la biblioteca. Luego estuvimos un rato leyendo en el tercer nivel de la biblioteca. Yo aproveché para leer las páginas que le faltaban a mi libro digital.

Vimos un poco más de media hora de -la completamos- Piratas del Caribe III y un poco después de las 6 los fui a dejar a su casa. Traté de darles paz y les aconsejé que trataran de no angustiarse -se que es más fácil pedirlo que hacerlo-, que ya veríamos que pasaba luego. Retorné a mi habitación y trabajé un poco en la asignación que me está llevando más tiempo. Continué leyendo La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire y me dormí un poco después de las once. Puse la alarma para las 4:30 pues no había podido avanzar mucho en mi trabajo por señal intermintente de internet.

Me levantá a las 4:45, encendí mi máquina mas potente y comprobé que tenía buena señal, estuve trabajando mientras planchaba mi ropa y me bañaba hasta las 5:45 y me fuí a mi trabajo como a las 6:15. El día estuvo tranquilo -trabajoso- y por la tarde recibí un correo de mi hijo menor diciendo que estaba preparado para el tiempo total, decía además que su hermana mediana no había opinado nada aún. Un poco antes del mediodía llamé a Axl, habíamos quedado en que llegaría a almorzar a su casa el lunes pues había preparado una comida especial para el cumpleaños de su madre, el domingo.

Por la noche le escribí en FB a un abogado que es parte de mi grupo de voluntarios -y con el que no he podido llevarme bien- para pedirle asesoría en mi caso. Estuvimos conversando casi media hora y quedamos en que debo solicitarle una reunión a mi ex en la que él esté presente. No se en que irá a quedar todo.

Anoche pasé al supermercado por un par de zanahorias. Había planeado llevar ensalada de zanahoria y atún el martes y miercoles pero hoy no me dieron ganas de preparar almuerzo. Además se suponía que nos ibamos a reunir con mi jefa a las 8 y que yo día llevar desayuno, había planeado comprar un par de egg mcmuffins. Al final llegué a mi trabajo como a las 7:40 y mi jefa se apareció como a las nueve. Desayuné café y pan y en el almuerzo comí avena con un plátano y un banano. Compré también tiempo para mi celular pues quería llamar a mis peques y saludarlos por ser el día del cariño y la amistad.

Había planeado salir un poco después de las 5:30 pero terminé saliendo casi a las 7:00 por una reunión interdepartamental y el apoyo al compañero A con un incidente que tenía con una asignación en la que había trabajado la semana antepasada. Vine a mi colonia casi a las 8:00 y pasé a comprar un asado. Cené en mi habitación revisando mis páginas de internet.

martes, 7 de febrero de 2012

La invención de la Soledad... coincidencias...

El año pasado -o antepasado- leímos, en el club de lectura de la biblioteca de la universidad, un fragmento -el inicio creo- de La invención de la Soledad de Paul Auster. Me pareció que escribía bien el señor. Estadounidense y entre 50 y 60 años actualmente. Me llamó la atención que el libro empieza con la llamada en la que le cuentan la muerte de su padre. Me recordó a la película El Gran Pescado, no se si tiene relación. Ayer que me puse a investigar un poco más del autor -estuve entreleyendo un par de libros de Auster el domingo en la biblioteca de la universidad- me enteré que cumple años el mismo día que yo. Sus libros tratan -según algunos blogs- sobre la identidad, la soledad y cuestiones existenciales. El lenguaje y estilo me parecen bastante digeribles.

Mi cumpleaños no terminó bien. Como al mediodía al revisar mi correo de hotmail me encontré con un par de mensajes -muy escuetos- de mi ex esposa ofreciéndome que invirtiéramos el regimen con mis chicos. Yo los tendría toda la semana y ella los fines de semana. Me puso mal porque en mi situación actual no podría aceptar su oferta. Trabajo todo el día y no se como haría por las tardes con mis chicos. En fin, los mensajes me provocaron un bajón de ánimo bastante pronunciado. A las 6:30 me retiré de la oficina, me fuí a cenar a Patsy -igual que el año pasado- y luego retorné a la oficina para irme con el compañero A al partido de futbol de los viernes por la noche.

Como el compañero B no pudo acudir, al terminar el partido le pedí jaló a P y me pasaron a dejar al Trebol, de donde tomé el transmetro para dirigirme a mi habitación.
El sábado continuaba con el ánimo bajo. No recibí tampoco información de visita de mi grupo de la mañana y me fuí con el grupo de Mv a visitar el hospital de cancerología. La mayor parte de la visita la pasé con mi nueva amiga del voluntariado. Alrededor de una hora estuvimos conversando con un anciano que tenía un tumor detras de la oreja izquierda. El señor se veía bastante conservado a sus 84 años. Nos estuvo contando una gran parte de su vida. Nos agradeció por llegar a escucharlo. La última media hora la pasamos en una habitación en donde había un señor bastante grande en una cama y un joven -35 creo- en la otra. El joven tenía cancer en la columna vertebral y me comentó directamente que el doctor le había dicho que se iba a morir. Tratamos de pasar un momento con cada uno de ellos.

Después de la visita el grupo de Mv estaba organizando un almuerzo y había planeado acompañarlos un rato. Lastimosamente hubo bastante atraso en la obtención de la comida y preferí dirigirme al Wendy's en el que debía juntarme con mi grupo de la tarde. Con el grupo de la tarde visitamos un asilo -creo que es el más grande del centro histórico- en donde solo atienden a ancianas. Estuve una gran parte de la visita conversando con un par de ancianas bastante coherentes aún. También estuvimos cantando con un compañero que llevaba una guitarra.

Después de la visita la encargada del grupo de visita me entregó una bolsita de regalo de cumpleaños -con globos y algunas sorpresas infantiles-, nos repartieron unos cubiletes y luego nos dirigimos a la casa de una voluntaria que cumplía años ese día. La celebración estuvo genial, empezando porque alguien llevaba un par de bolsas de cascarones de carnaval. Después de armar un buen relajo con los cascarone estuvimos en la sala de la compañera, comiendo tacos y pastel. La encargada del grupo y su novio pasaron a dejarme a pocas calles de mi casa un poco después de las 9 y media.

El sábado había olvidado mi celular en la habitación y cuando retorné tenía como 10 llamadas perdidas. Un par de las llamadas era de Axl -se suponía que ibamos a salir ese día por la tarde- otro par de mis amigos voluntarios del sábado por la noche y los otros números eran desconocidos. También me había llamado mi jefa. Continué leyendo el libro de Larsson y me dormí casi a media noche.

El domingo nos pasamos la mayor parte de la mañana en la habitación con mis chicos. Yo había esperado que mi ex esposa saliera ese día para que conversaramos pero no sucedió. Sin embargo en el día yo no me sentí con muchos ánimos de hacer algo. Les comenté incluso a mis chicos que había algo que me estaba preocupando. Refaccionamos plátanos y almorzamos en el McDOnald's de la Universidad. Incluso encontré una mosca entre las papas fritas. Definitivamente mi energía no era la mejor ese día. Después de almorzar pasamos un rato a la biblioteca, en donde estuve ojeando libros de Paul Auster.

En la mañana habíamos estado jugando ajedrez -en simultaneo- con mis chicos pero el pequeño se había desesperado casi al final de la partida. Para terminar el día jugamos un ratito Dos y luego los fuí a dejar a su casa. Retorné a mi habitación y traté de continuar la lectura de Larsson pero empecé a dormitar. Como a las 8:00 tocaron el timbre y uno de mis vecinos salió a abrir. Vinieron a tocar a mi puerta y eran mi hija mayor y mi hijo menor. A mi hijo menor se le había olvidado realizar una tarea y venían a ver si tenía una moneda de otro país. Afortunadamente tenía una moneda de Nicaragua que me regaló el año pasado P, la que les dí. Continué leyendo un poco y me dormí antes de medianoche.

Ayer entré a mi trabajo a las 8:00. Mi jefa me comentó que me había estado llamando el sábado pues el papá de la practicante que nos ayudó en diciembre había muerto ese día. Cancer. Le conté que había olvidado mi celular. El día de ayer -y hoy- estuvo bien pesado, con bastante presión para avanzar en varias asignaciones. Salí de mi trabajo un poco antes de las 6:00 y fuí al club de ajedrez para la última ronda del torneo. No llegó la persona contra la que me tocaba jugar y me retiré como a las 7:30 del lugar. Cuando iba pasando por la estación de la 18 calle en el transmetro vi que Mv iba caminando por una calle lateral, hablando por teléfono. Me bajé en la etación y la esperé, nos venimos conversando -realmente casi solo yo con mi situación actual- hasta mi estación. Cuando revisé el correo en mi habitación encontré otro mensaje de mi ex esposa.

Este día entré al trabajo a las 8:00 nuevamente. En la mañana estuve trabajando fuertemente en una de las tareas prioritarias y luego me llamó el gerente general para una reunión con mi jefa y los supervisores de otras dos áreas. Estuvo bastante tensa la reunión pero traté de enfocarme en los hechos. Al final uno de los supervisores de otra área estuvo trabajando a la par mía una parte del resto del día para avanzar en la asignación -era algo que tenían que reparar- y al parecer ya está concluida. A la hora del almuerzo me dirig{i al banco en el que me depositan de mi trabajo para trasladar un poco de dinero a la cuenta que utilizo con tarjeta de débito.

Salí del trabajo casi a las 7:00. Uno de los programadores me dió jalón hasta un punto intermedio y pasé al supermercado a comprar un par de zanahorias. Como ya era bastante tarde cuando llegué a mi colonia encontré la panadería cerrada. Compré un par de galletas para cenar con té y encendiendo mi computadora estaba cuando un vecino vino a tocar la puerta. Me entregó un paquete. Primero pensé que era de parte de Erik. Luego vi el remitente y a pesar de ser de acá no lo reconocí. Como estaba dirigido con mi título profesional creí que era algo del Colegio de Ingenieros. El paquete traía un libro de lectura de sexto primaria y una carta de la editora, agradeciéndome el haber permitido incluir mi cuento en el libro. Ya había dado por hecho que la señora no iba a cumplir su promesa de enviarme un libro cuando publicaran mi cuento. Esto me levanta el ánimo: Recibir un libro que será utilizado como texto para sexto primaria con mi cuento y algunas actividades para trabajar valores.

jueves, 2 de febrero de 2012

Treinta y nueve años...

La semana pasada terminó más o menos igual que las anteriores. El viernes habíamos quedado con Axl que ibamos a salir pero ya no nos pusimos de acuerdo. El viernes después del trabajo me fui con los amigos de la oficina al partido nocturno de futbol que ya estamos convirtiendo en hábito. Antes del partido con el compañero B y P pasamos a una gasolinera, ellos se tomaron un par de cervezas y yo me comí un hotdog y una gaseosa.

La semana pasada terminé de leer el primer libro de la trilogía de Millenium e inicié el segundo. Después del partido de futbol con el compañero B, P y otros dos amigos que no son de la oficina nos fuimos a la gasolinera que está cerca del obelisco, ellos siguieron tomando y yo me comí otro hot dog, esta vez de tocino. El sábado fue la novena convocatoria de Fábrica de Sonrisas. Me dió la impresión que eran menos voluntarios los que habían llegado pero al ver las fotos me doy cuenta que realmente lo que sucede es que ya somos bastantes los voluntarios antiguos. Después de la convocatoria me dirigí con una voluntaria al restaurante de constumbre en donde almorcé y llamé al voluntario que viven en la misma colonia para que me pasaran a traer con mi amiga más nueva del voluntariado.

Estuve toda la tarde en la casa de Yv. Almorzamos y vimos El Perfume. Yo había leído el libro hace un par de años y me pareció bastante fiel la película. Un poco antes de las 8 me vine a mi habitación a continuar leyendo La chica que soñaba con un bidón de gasolina y una cerilla. El domingo me levanté un poco temprano y fui por mis chicos a las 9:30. Estuvimos armando los cubos -se quebró el más antiguo- y jugando ajedrez. Al mediodía fuimos por su hora de internet y luego almorzamos arroz chino en los campos de la universidad. Estuvimos un rato en la biblioteca y luego vimos en mi habitación una parte de Piratas del Caribe III. Después de irlos a dejar a su casa iba a continuar con el libro de Larsson pero me quedé dormitando hasta casi las 10:00, luego apagué la luz y continué durmiendo hasta las 6:00. Este lunes no tuve reunión pues mi jefa me había llamado el viernes para avisarme que la reunión semanal sería el martes.

El lunes no fuí al campeonato de ajedrez. Lo olvidé completamente pues había quedado con Axl de reunirnos para un café y pastel después del trabajo. Después de conversar un buen rato con Axl me vino a dejar a mi habitación. La semana pasada había hablado un poco con mi mejor amiga de Portland, acababa de retornar con su esposo de un trabajo de voluntariado en Nicaragua. Quedamos en que la llamaría una noche de la semana pero llevo más de una semana sin internet en mi casa. El lunes como a media mañana me llamaron por Skype, estuvimos conversando como media hora. Me gusta ser capaz aún de sostener una conversación en inglés por tanto tiempo.

El martes después del trabajo acompañé a Axl a realizarse unos examenes de laboratorio, la iba a invitar a almorzar luego del laboratorio pero me parece que tenía que llegar pronto a su casa. Me vino a dejar inmediatamente a mi habitación. Como realmente andaba con hambre fui por un asado al puesto que está a pocas calles de mi casa. Ayer después del trabajo pasé a un supermercado a proveerme de avena, atún y un shampoo. En el camino a mi casa me encontré un rollo de dinero, como 10 dólares.

Este día ocurrió lo que varios compañeros me habían prevenido cuando retorné a mi trabajo. Mi jefa tiene la costumbre de no aceptar cuando comete errores y trata de evadir su responsabilidad a toda costa. La semana pasada la sustituí en una reunión y este día se suscitó un conflicto por no haberse asignado una tarea. En cada reunión que la cubro preparo un correo con el resumen de la misma. En esta ocasión hubo una frase que podía ser interpretada de varias formas y ella eligió la que más le convenía. Al final me mostró el correo que estaba enviando al gerente general cuya primera línea decía... 'en la reunión que me cubrío Koan entendió mal un punto y esa fue la causa de la equivocación'.

No era tan así la cosa -de hecho la confusión se dió cuando ella leyó el mensaje- pero bueno.

Mañana cumplo 39 años. 3 veces 13. 3 y 3x3. Me parece interesante que esté a un paso de las cuatro décadas y aún no haya encontrado un equilibrio en mi vida. Creo que debo aceptar que no lo encontraré.