lunes, 23 de abril de 2018

Soñar en otro idioma (and that is it)...

Hace cuatro días hice un balance de mi situación financiera.  Tengo una hoja de Excel que actualizo cada tres o cuatro meses con los saldos de mis cuentas bancarias (tengo cuatro), el efectivo y las deudas.  Me tranquiliza ver cuántos meses puedo pasar sin trabajar manteniendo un ritmo de gastos como el que llevo.  Mi meta ha sido tener al menos para sobrevivir tres meses sin trabajar (en lo que encuentro otro trabajo), idealmente seis meses.  Esta vez cuento para continuar funcionando por al menos un año.  No está mal, pero también estoy a la mitad de mi cuarta década y he leído que se va haciendo más complicado conseguir un trabajo.  De hecho lo veo cada vez que consulto los anuncios de empleo en mi país.

El viernes en la noche (o el domingo en la madrugada) me ocurrió algo que no me pasaba desde hace un buen tiempo: estuve soñando un poco en inglés.  Era una escena doméstica en la que entraban una mamá con sus dos hijas discutiendo por algo de unos zapatos.  No sé si es porque he estado viendo un reality show de modas que no tiene subtítulos o porque el viernes me despidieron.  De hecho despidieron a casi toda la plantilla porque las operaciones las están moviendo a este país asiático que es el segundo más poblado en el mundo.

La 'oferta' es que si trabajo todo el mes de Mayo, además de la indemnización universal (que no es obligatoria cuando uno renuncia) obtendré un bono equivalente a un poco más de un mes de salario.  La verdad es que no está tan mal pues estaba por cumplir cuatro años acá, con lo que serían cinco meses de salario, más dos meses adicionales porque nunca he tomado vacaciones.  Lo complicado puede ser conseguir otro trabajo similar.  Aunque la cosa no pinta tan mal, he estado sopesando trabajar en un Call Center, en donde ganaría como el 75% de lo que gano acá y complementar el 25% restante con trabajo editorial.  De hecho esta semana (o la siguiente) empezaré a ir a la casa de la amiga de Rb con quien estuvimos trabajando diagramación de libros.

La otra cosa es que nos quitaron el trabajo desde casa a partir del mismo viernes, lo que es una vaina pues es super cómodo empezar a trabajar entre las sábanas.  Así que todo este mes tendré que estar viniendo a la oficina, visitando a Rb únicamente sábados por la noche y domingo todo el día.  La verdad es que estábamos a la expectativa de una fecha para la eliminación del trabajo remoto pero ahora unieron ambas cosas.  Además, con Rb sabíamos que durante los dos meses y medio que mi hija segunda pase en el país no iba a poder quedarme a pernoctar en su casa.

De mi hija mayor no he sabido nada, trato de no fisgonear en su Facebook pero he estado considerando contactarla cuando mi segunda hija venga, más o menos en un mes.  Con mi hijo menor seguimos trabajando en sus tareas atrasadas, reproduciendo una copia de Settlers of Catan y practicando Python para análisis de datos.  Además estamos viendo Civil War,  esta semana se estrena Infinity Wars pero creo que nos esperaremos una semana par ir a verla.

Y el voluntariado.  Al parecer debo dejar de participar en el mismo, debido a distintos cambios que han estado introduciendo.  Como este tipo de trabajo ha sido vital para mantenerme en paz durante los últimos ocho años debo buscar alguna otra forma de realizarlo.  Con Rb estamos contemplando realizar visitas en pareja a alguno de los orfanatos o asilos a donde hemos asistido durante los últimos años.  Aún debemos trabajar en esto, por el momento creo que nuestros domingos van a centrarse en una gran parte en organizarnos con el trabajo editorial.

A ver cómo va esto.

martes, 10 de abril de 2018

Seis meses más tarde (it's six month already?)

Y no, el trabajo en el otro lugar no se dió.  Se lo dieron a mi compañerito en el lado opuesto de mi pasillo.  ¿Irónico?, no sé, cuando yo me enteré de esa oportunidad lo contacté pues supuestamente su hermano trabajaba en ese lugar.  Él aplicó y al final él quedó.  También tiene 15 años menos que yo y contaba con una visa estadounidense vigente (la mía expiró hace un par de años y no la quise renovar).  En fin, aún me llamaron para una última entrevista y luego para un recorrido a las instalaciones y luego nada.  Me enteré del resultado hasta el día en que el susodicho renunció acá y se largó a Canadá, con un sueldo alrededor del 50% más de lo que tenemos acá.  Y luego pasé por un par de semanas de enojo/bajón/incomodidad.  Y eso fue el inicio del último mes del 2017. Y bueno, al final las cosas pasan. 

A finales del mes de diciembre mi hija mayor me informó que quería irse a vivir sola, intentó elaborar algo como que todo lo hacía mal y no quería afectar a nadie.  Intenté razonar con ella sobre las conveniencias de seguir al menos un poco de tiempo más en mi casa.  Un mes antes de eso o algo así me había notificado que ya no seguiría en mi vieja facultada, que estudiaría artes o periodismo o alguna de esas carreras hipsterianas.  Las opciones que le había dado (igual que a mis otros dos vástagos) fueron: estudiaba algo interesante (medicina, ingeniería, arquitectura, o similar) y yo me hacía cargo de cualquier gasto; estudiaba algo hipster (artes, comunicación, psicología o similar) y debía trabajar y estudiar -podía seguir en mi casa-, no estudiaba nada y debía trabajar (y podía seguir en mi casa).  

Cuando me comentó que se quería ir de casa escribí una nota para los cuatro (su madre y sus dos hermanos) comentando como estaba la situación y tratando de globalizar el status de los tres: ella queriendo estudiar algo liberal, trabajar (estaba en el período de entrenamiento de un call center en inglés) y vivir por sus propios medios; su hermana en el colleges dos países al sur del nuestro; su hermano menor recién egresado del ciclo básico y sin haber decidido que estudiar en el nivel medio.  Distribuí la nota por Whatsapp y facebook.

Al final se largó de casa y no me opuse.  Tampoco la he contactado, de hecho la dejé de seguir en Facebook luego de ver un par de publicaciones en donde mostraba sus piercings y hablaba sobre las compras que ha estado haciendo (ropa, zapatos, etc).  Hace un par de semanas mi hijo me comentó que debía escribirle pues acababa de publicar en Facebook que la habían asaltado.  El texto era bien interesante pero no la llamé, creo que necesita mucho espacio en su vida por estos tiempos.

Mi hija segunda también ha tenido su carga de dificultades en el college en el que está por terminar su primer año.  Se supone que son dos años y la adaptación no ha sido tan fácil como se lo esperaba (o nos lo esperábamos).  He recibido un par de correos en donde me notifican de repetidas ausencias a clases e incluso amenazan con suspenderla.  He tratado de hablar con ella pero sólo minimiza los eventos.  No vino para diciembre y creo que fue una buena decisión pues al parecer la carga estudiantil es bastante pesada.  Al final del año escolar como que es obligatorio que retorne a casa.  El mes pasado el envié el pasaje de avión.  Viene la última semana de mayo y se supone que regresa la primera semana de Agosto.  A ver como va eso.

Mi hijo menor.  En la nota que envié le informé a la mamá de mis hijos que no estaba de acuerdo en que lo pusiera a estudiar solo los fines de semana.  No sé si escribí que me parecía una idiotez pero eso es lo que pensaba.  Indiqué que si estudiaba en esa modalidad esperaba resultados super altos o dejaría de aportar dinero para su manutención.  Al final me citó al buffete popular de mi antigua universidad y firmamos un acuerdo en el que ella ponía a estudiar a mi hijo en un régimen de estudio normal y yo seguía aportando la misma cantidad de dinero que he estado depositando desde que mis hijas ya no viven con ellos.  Se suponía que mi hijo tampoco quería estudiar sólo los fines de semana, pero la verdad es que ya no creo todo lo que me dicen.

Ahora está estudiando bachillerato en computación (les empecé a enseñar a programar a los tres desde hace cuatro o cinco años) y este sábado (ahora mis sábados con chicos son sólo sábados con chico) llegó con un promedio alto pero una clase perdida (porque las tareas le parecen aburridas).  La consecuencia es que pasará durante los próximos dos o tres meses haciendo un par de hroas de esas tareas aburridas en mi casa.  Espero que todos aprendamos.

El trabajo sigue.  Después de que mi compañerito se largó me pusieron como principal analista del proyecto que él llevaba; trabajando muy de cerca con la directora de nuestro departamento.  Le expresé (y a mi supervisor) que quería que me subieran de posición (esto parece el gobierno en ese sentido) y se supone que evaluarán este proyecto para ver los pasos a seguir -igual, grandes esperanzas no tengo-.  El proyecto en el que he estado trabajando desde finales del año pasado (se suponía que teníamos que entregarlo en diciembre) se ha alargado y debería de terminar el otro mes.  

He trabajado bastante cerca con la directora y le pedí a Rb que me ayudara a no sobretrabajar como hace un par de años.  Al final me ha tocado trabajar algunas horas las noches del sábado y un par de horas los domingos.  Además, una semana antes de Semana Santa pedí que me dejararan trabajando remotamente pues podía aprovechar las noches para transferir archivos.  Al final terminé trabajando tres semanas desde la casa de Rb, incluyendo la Semana Santa.  Como la hermana de Rb venía de nuestro país vecino del norte aproveché ese asueto diferido para acompañarla al aeropuerto.

La mala (?) noticia es que ya no tendré trabajo remoto.  Por decisiones del más alto nivel se ha estado hablando desde el año pasado que nos quitarían ese 'privilegio'.  A otros departamentos les confirmaron desde la semana pasada que debían estar todos los días en la oficina, nosotros tenemos una reunión hoy en la tarde y varios analistas ya dan por sentado que esa es la noticia más importante de nuestra reunión mensual.

La verdad es que tengo como cinco meses de no vivir mucho en mi casa.  Mi semana empezaba saliendo el lunes a las 5:00 de casa de Rb, trabajando todo el día en la oficina y retornando en la noche a mi casa.  El lunes y martes estaba durmiendo en mi casa y el miércoles a mediodía me iba de la oficina a casa de Rb en donde  trabajaba un par de horas el miércoles, así como todo el jueves y viernes.  El sábado retornaba en la mañana a mi casa para pasar el día con mi hijo y luego en la noche regresaba a donde Rb, los domingos visitábamos con nuestro grupo de voluntarios y terminaba la semana cocinando en su casa para los primeros dos días de mi semana en la oficina.  Y luego estaban las semanas como estas tres últimas donde no salía de su casa más que para pasar el sábado con mi hijo.

Nuestro voluntariado también ha cambiado, y no para bien.  Por una u otra razón la junta directiva decidió un reentrenamiento (remotivación) y suspendieron las visitas.  Estamos iniciando el cuarto mes del año y únicamente hemos visitado un par de veces entre enero y febrero.  Se supone que mejorará pero la verdad es que había decidido empezar a realizar visitas de forma independiente; también contacté a un amigo que fue voluntario en la Unidad de Oncología Pediátrica pero ya no oí nada de él.  Aún veremos como se desarrolla eso.

Y la vida sigue...