martes, 24 de diciembre de 2013

Esta noche es noche buena…

Hace tres semanas, mientras almorzaba con mi amigo el poeta, le comentaba que este es el año en el que menos he estado publicando en el blog, cuando le conté que había publicado como ochenta y algo entradas se mostró sorprendido pues él nunca publica tanto; la gran diferencia entre los profesionales y nosotros los aficionados.

Hoy me toca trabajar mediodía.  La primera vez que trabajo en mucho mucho tiempo en esta fecha; no recuerdo cuanto tiempo realmente pero han sido muchos años.  Esta mañana estaba recordando agradecidamente que durante los últimos cinco años –desde mi retorno de Portland- he estado trabajando por estas fechas.  El primer año –dos meses después de mi retorno- ya estaba en mi segundo trabajo, como Jefe de Producción en la planta de impresión de data variable.  El segundo año estaba como Ingeniero de Soporte en la empresa de microfinanzas. 

El tercer año seguía como Ingeniero de Soporte.  El año pasado, después de seis meses en el banco más grande del país como Auditor de Procesos y Sistemas había retornado a la empresa de microfinanzas aunque ahora como analista de calidad de software.  Este año ando analizando procesos.  ¿Dónde iré a estar el otro año?

Porque si las cosas avanzan como espero, en un par de meses o menos estaré haciendo lo que quería hacer cuando me pasé aquí, Project Managing. La segunda semana de enero debo ir a una entrevista con la máxima líder de una empresa de software que me contactó vía Linkedin.

Y los días han ido pasando.  Las ideas de vida también.  Si me paso a ese trabajo adquiriré un automóvil –es uno de los requisitos- y será otra de las intenciones que estaré dejando: no volver a poseer un automóvil.  Pero creo que también debo dejar de ser tan ¿intransigente? ¿intolerante? En fin.también estoy a medias de la compra de un Kindle.  Espero que venga antes del fin de año.

He estado leyendo un poco más.  Terminé anoche The Brief Wondrous Life of Oscar Wao, espero que sea el último libro impreso en la oficina que lea.  A partir de ahora, puro Kindle.
Y lo otro.  Con la dama con la que habíamos planeado salir hemos estado ya tres fines de semana en su casa casi íntegramente.  Me prestó su automóvil hace un par de sábados y pude –por fin- llevar a mis chicos a visitar a mis padres al puerto.  Fue un buen sábado aunque el automóvil se me sobrecalentó en el viaje de vuelta.  Afortunadamente en la autopista se mantienen grúas de soporte.  Me salvaron el día.  Ese día la pasamos con mis padres, mi hermana y mi sobrino.  Almorzamos en la casa paterna y nos metimos al mar por un poco más de un par de horas.

Y luego, el sábado siguiente nos tocó que ir a un pequeño almuerzo en un buen restaurante de la ciudad en donde me dieron un pequeño monto por el cuento del Ponicornio que había escrito un par de meses antes.  Lo bueno fue que no tuve que pensar en el almuerzo de ese día.  Lo no tan bueno fue que me fui a gastar el triple de lo que me premiaron en libros para mis chicos.  En todo caso, nunca siento que el dinero en libros sea un error.

Los últimos tres fines de semana –o al menos el sábado por la noche y todo el domingo- me he estado quedando en la casa de Rb quien también es parte de mi grupo de voluntariado, es traductora inglés/español, lee y juega scrabble.  También coincidimos en las edades.

Es el primer año que estoy en mi grupo de voluntariado y no visito en la mañana del veinticuatro de diciembre.  Hace tres años visitamos con la líder del grupo que murió hace un par de meses, fuimos a un hospital en el centro.  El año antepasado y el pasado participé en una celebración que realiza una familia en una de las zonas más populosas de la ciudad.  Este año me tocó venir a la oficina.  Hasta las doce del mediodía.  Tampoco asistí este año al convivio que organiza mi grupo de amigos de los sábados por la noche, pero eso fue por pasar el domingo con Rb.

Anoche pasé a dejarle a mi hija segunda un libro que fui a cambiar a la mejor librería de la ciudad pues el libro que le había comprado hace dos sábados había resultado inadecuado.  Era de adolescentes, pero españoles.  El nuevo libro es un thriller juvenil que envuelve a Sherlock Holmes de adolescente y otro par de investigadores.

 Anoche acordamos con la madre de mis hijos que pasarían esta tarde conmigo. Les daré sus regalos de navidad.  Le compré el viernes pasado un lego a mi hijo y ayer unas agendas a mis hijas.
Luego me iré a la casa de Rb, planeamos cocinar lasagna y luego dormir hasta mañana.  Para mañana también decliné la invitación de mi grupo a viajar al puerto.  Los días con Rb han estado muy buenos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Inicios de ciclo... otro de esos libros...

Al final dejé Windows 8.0 como sistema operativo y Precise Pangolin en una máquina virtual en la computadora de mi hija.  La preparé y se la fuí a entregar a mediados de esa semana.

La computadora ha estado funcionando bien y ya le instalé algunos juegos, actualmente estoy consiguiendo Photoshop para que tenga un programa de diseño.  Hemos estado yendo también a la biblioteca que encontramos en el centro.  Afortunadamente nos dejan sacar libros para los peques porque estas vacaciones la madre de mis chicos está trabajando y se quedan la mayor parte del día solos.  Según me han contado se autodosifican tv, computadora, caminar en la universidad y leer.

Todo este año hubo un conflicto latente entre mi hija mayor y su madre -traté de no agregarme al conflicto pues creo que es suficiente que mi chica esté en la adolescencia y esté en un hogar dividido- sobre la carrera que quería estudiar ahora que terminó el ciclo básico.  En cierto momento pensé bastante en el tema y barajeé varias opciones pues mi hija quería estudiar mecánica automotriz o enderezado y pintura y su madre insistía en que estudiara sólo los domingos y en un sistema por correspondencia.  O algo así.

Al final, mi hija sacó la casta y logró entrar en el instituto técnico más prestigioso de la ciudad.  Estudiará artes gráficas -tres años- y veremos si al final aún sigue con la inquietud de estudiar medicina en la universidad.  La verdad se ahorró un montón de drama al lograr entrar.  El proceso, además, estuvo bien random pues los evaluaron dos veces y en cada oportunidad mi hija apenas llegaba al promedio que les exigian -la segunda vez lo bajaron com oun 7%-.  En fin, que bueno que entró.

He estado visitando con el grupo que dirigía quien fuera mi mejor amiga hace año y medio, aunque hace dos semanas, para una actividad especial, preferí irme con el grupo de la tarde a Antigua Guatemala.  Desde hace una o dos semanas he estado conversando con una dama con la que hemos encontrado bastantes cosas en común.  El domingo en la tarde, en lugar de irme de visita la acompañé a su casa pues íbamos a ver una película antigua.  Al final terminamos conversando una gran parte de la tarde.  Luego hemos estado conversando por fb.  Está un poco extraño.  Se supone que nos veremos nuevamente este domingo.

En el trabajo estamos leyendo uno de esos libros de motivacion empresarial.  Algo sobre liderazgo.  Hoy nos convocó la jefa de mi jefa a una reunión a todo el departamento.  Además de afinar los detalles para nuestra reunión navideña del área -la del departamento la harán en un hotel y es pagada también- nos anunció que Ant ha sido promovido a un puesto dirigiendo a dos compañeros: PSY y Tn.  Eso me recordó a lo que mi abad escribía sobre la superticiones.  Usualmente lo que sucede no sucede magicamente.  Simplemente nos negamos a verlo.

Con el compañero del BMW habíamos hablado varias veces sobre que eso se venía.  Empezó a perfilarse algo así como tres meses atrás.  Y luego Ant y nuestro jefe han estado en reuniones a puerta cerrada e incluso el compañero del BMW me comentó que había visto un organigrama que habían dejado en un escritorio en donde se describía la nueva estructura.  Nuestro jefe sin embargo lo negó hasta el final.  Cosas veredes.

He vuelto a retomar el juego de cruzar palabras.  Es una de las aficiones que comparto con mi nueva amiga.  Estas noches hemos estado jugando -y conversando- un par de horas sobre fb.  Terminé de leer Killing Floor hace un par de semanas y no me llamó la atención continuar con Ciudad de Huesos.  He estado leyendo un poco The Secret Garden y uno de los libros que mis hijos sacaron de la biblioteca.  El que debemos devolver este fin de semana.

El sábado pasado coincidió con la fecha de los quince años de mi hija mayor.  Como se cumplen quince solo una vez en la vida pensé en regalarle algo más que la computadora.  A media semana contacté a Jav -tenía como dos años de no verlo- pues trabajó casi una década en talleres de joyería.  Al final nos reunimos el viernes por la noche y le compré unos pendientes a mi hija -algo así como quince dólares-.  Jav andaba con su novia, creo que ya tienen como cuatro o cinco años juntos.  No sé como le hace pues tiene cuatro hijos con tres ex esposas.  La gente.

El sábado, de acuerdo a deseo de mi hija, almorzamos en una pizzería y le hablé a nuestro mesero para que el pastel que compré se lo entregaran. como acostumbran en algunos restaurantes, con canción y todo.  Al menos.  Hace un par de semans terminamos de ver episodio cuatro de Star Wars y empezamos a ver Despicable Me 2.  También acudimos hace un par de semanas a una convención de comics que hicieron por primera vez en la ciudad.  Life is rolling.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cierres de ciclo, celebraciones, tecnología…

Mi hija mayor salió de la fase secundaria –apenas-.  Cumple quince años en tres semanas y, de acuerdo a lo que habíamos hablado hace cinco años, le compré su primer computadora portátil.  La primera que compro en caja, según he comentado a varios de mis conocidos.  La computadora traía preinstalado Windows 8 y mi plan había sido, desde hace un buen tiempo, hacerla de arranque dual: Windows 8 y Precise Pangolin.  Al final, esa versión de Ubuntu tiene soporte hasta el 2017, creo que cuatro años son suficientes para que aprenda a actualizar por ella misma el sistema.

Todo fue bien hasta que intenté  instalar Ubuntu a la par de Windows 8.  La computadora –Toshiba Satellite C45- tiene una configuración de disco que detecta al inicio que el software sea ‘original’.  No hice respaldo del software que traía instalado –básicamente Windows 8- e intenté instalar Precise Pangolin.  Un desastre.  Al menos para Windows.  Ubuntu se instaló bien pero eliminó a Windows.  No  he tenido internet como por tres semanas y he tenido que estar haciendo las cosas por pausas.  Me quedo trabado en algún paso y tengo que esperar para consultar en la oficina que puedo hacer para continuar o ir al café internet.

El lunes pasado acudí a la clausura de mi hija.  Mi ex esposa llegó al acto y actué en esta ocasión un poco más civilizadamente, tomándonos una foto familiar.  El único que faltó fue mi chico pues ese día tenían la despedida los de su grado.  Él estaba saliendo de sexto primaria este año.  El lunes vine como a mediodía a mi trabajo.  Me fui temprano –digo temprano aunque más tarde que la mayoría-.
El martes Psy, el compañero del BMW y yo fuimos a un curso de Cultura Disney.  Un rollo el presentador.  Total estuvimos fuera todo el día.  El curso terminó como a las cuatro pero preferí irme a mi casa pues tenía a medias la preparación de la máquina que quería darle a mi hija mayor el sábado.  En el curso estuvo una gran parte del grupo con el que recibí el ciclo de inducción a esta empresa.  Fue bueno saludar a muchos de ellos.

El miércoles fue la clausura de mi hijo menor.  A este acto no llegó mi ex esposa y realmente no sé porqué.  Aunque sospecho que fue porque yo había dado el dinero para el mismo.  En fin.  Estuve con mis tres hijos y un poco antes del mediodía me vine a la oficina.  Igual me volví a ir temprano –aunque más tarde que la mayoría-.

El jueves fue el único día ‘normal’ de la semana.  Vine temprano estuve casi todo el día actualizando mis informes de avance del mes pues el viernes era día de asueto.  Aproveché el almuerzo para depositar la mensualidad de mis chicos en la cuenta de mi ex esposa.  Salí un poco tarde y no me fui con el compañero del BMW ni con la compañera de mi jefa.  Pasé al supermercado a comprar ingredientes para el desayuno pues había quedado con mis chicos que saldríamos el viernes.
El viernes llegué temprano a la casa de mis chicos y desayunamos.  Menos mi hija segunda quien andaba con molestias estomacales.  Después de desayunar –y lavar los trastes- pasamos un rato a mi habitación y luego nos fuimos a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Habíamos quedado de ir al pueblo al lado de Antigua Guatemala nuevamente.

Mi hija segunda iba bastante delicada del estómago.  Como no había desayunado le compré un Gatorade para que mantuviera su hidratación.  A esta visita nos acompañó otra voluntaria y estuvimos una buena parte del día en la casa de la familia que siempre nos ha recibido tan bien en el pueblo.  Prepararon una súper comida por el día de los santos.  No había comido fiambre desde que mi ex mejor amiga me invitó a su casa para la fecha hace como tres años.
Nos venimos como a media tarde pues la voluntaria tenía un compromiso en su iglesia y en mi habitación estuvimos jugando un rato con las computadoras y programando un poco de JavaScript.  No hemos podido pasar de los condicionales.  Fui a dejar a mis chicos a las seis de la tarde y me dirigí al café internet de la universidad para completar los programas que quería instalar en la computadora de mi hija mayor.

El sábado llegué más temprano que el día anterior a la casa de mis hijos.  Mi hija segunda estaba mejor y preparamos un buen desayuno entre los cuatro.  En mi habitación le entregué la computadora a mi hija mayor y allí estuvimos haciendo los ejercicios de programación.  Lo cual fue un error pues en el segundo turno –mi hija mayor era la última- mientras mi hijo estaba actualizando el browser el mouse pada dejó de funcionar.

Lo interesante es que no funcionó ni aún reiniciándola con Ubuntu –habíamos estado trabajando en Windows- ni arrancándola con un disco externo.  Es más, ya no logré entrar a Windows porque daba un error de arranque.  Bastante decepcionado le dije a mi hija que me la dejara y la llevaría el lunes a reclamar la garantía.  Terminamos los ejercicios en mi Dell viejita.
El domingo me costó un mundo levantarme.  De hecho me levanté como dos horas después de lo planeado.  No lavé ropa ni me bañé.  Me dirigí a una convivencia con mi grupo de visita de los domingos en la mañana en donde comí un par de panes y snacks.  Al mediodía nos dirigimos al lugar en donde fue mi graduación hace más de cuatro años como sonrisero.  Era la primera vez que participaba en el acto luego de graduarme pues en todo el tiempo anterior siempre tuve a mis hijos los domingos.

El evento estuvo como siempre muy bueno.  Incluso estuvimos recordando masivamente a la sonrisera que murió hace casi un mes –una de las que nos acompañó casi siempre en las reuniones de los sábados por la noche-.  Después de retornar de la actividad, en donde encontré al sonrisero al que le regalé la IBM que ya no me funcionaba, pasé a investigar sobre el mousepad al café internet de la universidad. Reinstalé Windows y logré revivir el mousepad.  Decidí ya no instalar dualmente Ubuntu sino en una máquina virtual.

El lunes y el martes estuvieron bastante pesaditos en el trabajo.  Estamos iniciando el penúltimo mes del año y hemos bajado a las revoluciones que traíamos en la ejecución.  Estuvimos discutiendo un poco en la reunión de ayer y no logramos un buen acuerdo.  Hoy amanecí mejor.  A veces nomás con recordarme de las horas negras de Desayuno en Tifanny’s mi ánimo mejora.  A veces solo una buena noche de sueño es suficiente.  Otras veces no sé cómo me recupero.  Ayer pasé –espero que por última vez en mucho tiempo- a un café internet de mi colonia a bajar un par de libros: Killing Floor –en inglés- y Ciudad de Huesos, ambos son los primeros de su serie respectiva: Jack Reacher y Cazadores de Sombras.  Estuve leyendo un poco antes de dormirme y después de lavar finalmente la ropa de la semana.

viernes, 25 de octubre de 2013

El hijo del escritor y la hija de la poeta.

Hace un tiempo escribí sobre cómo gracias a la explosión de la información podemos conocer un poco más de los autores, sus libros e incluso los motivos o las circunstancia que rodearon al autor por la época en la que estaba en producción alguna de sus obras.

Me referí en esa ocasión –y por motivos bastante personales- a Paul Auster y al libro La invención de la soledad, en donde relata la difícil relación que tuvo con su(s) progenitor(es).  En fin, casi al final del libro Paul se pregunta qué pasará con Daniel, quien para esa fecha es un pequeño de cinco o seis años y que vive el divorcio de sus padres.

Hace un par de años o así que publiqué el post encontré en algún periódico estadounidense que Daniel estaba con libertad condicional por haber sido partícipe indirecto en el asesinato de un vendedor de drogas.  Según recuerdo Daniel no había crecido muy crecido todo lo bien que un padre esperaría y se dedicaba a una vida de despilfarro y drogas.  El asunto por el cual lo procesaron era un poco oscuro, según parece en una fiesta uno de los asistentes golpeó hasta la muerte al vendedor de drogas y, Daniel, aunque no participó en el hecho si registró el cadáver y tomó –no recuerdo si dos o – tres mil dólares.  Luego leí que Paul Auster acababa de publicar Diario de Invierno.

El año pasado o un poco antes compré en una venta de libros usados una copia de Cartas a Adriana, un libro de Clara Janés en donde le escribe dos o tres cartas por mes durante un año a su hija que tiene siete u ocho años.  El libro me encantó pues narra de forma bastante cándida el desarrollo de una chica –y su madre- a través de los primeros años.  Los temas de las cartas son variados: el miedo, la mentira, la pascua.  En fin, bastante grato de leer.

Estuve a punto de regalar el libro a mi mejor amiga de mi oficina anterior ya que frecuentemente me daba aventón a un lugar cercano a mi casa y conversábamos bastante sobre nuestros respectivos hijos.  El de ella tenía algo así como siete u ocho años y se le dificultaba bastante algunos aspectos escolares.  Al final tuve que pedirle el libro pues mis chicos –no recuerdo si alguna de mis hijas o mi pequeño- lo habían dejado a medias y querían terminarlo.

El año pasado o algo así estuve investigando un poco sobre Clara Janés y/o sobre su hija Adriana.  No recuerdo haber encontrado mucha información, o quizá no busqué mucho o quizá no estaba disponible la información. 

Por alguna razón hoy empecé a buscar nuevamente y tengo un poco más claro el panorama: Clara aún vive –tiene sesenta y algo- y es escritora y traductora de éxito.  Se divorció del papá de Adriana –Adriana Veyrat-, con quien estuvo casada durante catorce años y quien es un periodista de renombre también en España.  Sobre Adriana leí que es una escultora y fotógrafa de bastante renombre en Europa.

Me pregunto nuevamente, ¿qué provoca al final que Daniel sea un drogadicto y Adriana una artista consumada? Creo que es una pregunta que cualquier padre se haría.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Independence Day... -Sólo una portátil!-

Otro día de la independencia... o eso fue ayer por acá... Al menos estoy trabajando en una institución que brinda los asuetos de acuerdo al calendario nacional -o más bien, bastante parecido al calendario estatal-.  Al menos tuve a mis chicos este día.

El lunes pasado llevé para almorzar los panes que preparo usualmente el primer día laboral de la semana.  Llegué un poco después de las siete y media y me encontré con un comité de bienvenida en la entrada del edificio.  Dentro de los que estaban recibiendo a los puntuales estaba la jefa de mi jefa.  Estaban regalando una manzana a cada empleado que llegaba antes de la hora de entrada -o quien sabe hasta cuanto pasado de la hora de entrada-.  En fin, una manzana en la mañana.  Al mediodía salí a almorzar al parquecito y por la tarde estuve trabajando en un documento que casi finalizo.

A la hora de la salida -o quizá una hora después de la hora de la salida- el compañero del BMW me ofreció aventón.  El auto que anda manejando ahora el compañero del BMW es de su hermano, es un Datsun o un Subaru, bastante viejito.  No tiene aire acondicionado ni calefacción, por esto último es un poco complicado cuando llueve pues el vidrio frontal se empaña completamente dificultando la visibilidad.  Como ese día.  Empezó a llover con un nivel de casi diluvio.  Incluso un par de calles antes de llegar a mi casa pasamos por una seción que parecía un río.  Entré a mi casa un poco después de las siete y aún salí a comprar pan tostado para la cena.  Me empapé completamente los zapatos pues para cruzar la calle había casi medio metro de agua.  Por la noche estuve viendo un capítulo de Breaking Bad quinta temporada.

El martes volví a llegar temprano.  La verdad es que el martes y miércoles procuro llegar temprano por la penitencia que hay de comprar refacción a todo el equipo para quien llegue después de la hora de entrada.  La reunión estuvo bastante tranquila.  La dirigió Tn, quien había retornado el día anterior de su período de inducción.  Después de la reunión me tocó que subir corriendo a otra reunión a la que me habían convocado, llegué con casi diez minutos de retraso.  Al mediodía salí al parquecito con la sopa con aguacate, zanahoria y tomate que llevo usualmente el segundo día laboral de la semana.  Estaba acomodándome en una banca e iniciando a almorzar cuando empezó a lloviznar.  Como las lluvias han estado bastante torrenciales retorné a terminar de almorzar en mi escritorio.

Por la tarde me fuí bajo una leve llovizna al otro edificio pues me habían convocado a una reunión desde la semana anterior.  Llegué bastante seco pues me habían prestado un paragua, los zapatos, eso sí, bastante empapados. La reunión la cancelaron por lo que retorné a mi oficina.  Como quería avanzar en un par de temas me quedé hasta tarde y salí un poco después de las siete con la compañera de mi jefa.  En la noche traté de ver un video de una metodología de mejora de procesos que PSY nos compartió pero la encontré bastante pesada.  Me dormí rápido.

El miércoles llegué nuevamente bastante temprano.  Celebramos la reunión a las ocho aunque nuestra compañerita llegó bastante tarde.  Al final le tocó la refacción del día siguiente.  La reunión estuvo bastante tranquila, nuevamente.  No he estado cargando mucho dinero últimamente y ese día no quería salír tampoco a comer.  Estaba lloviznando.  Al final me dirigí al Mc Donald's que queda a un par de calles de mi trabajo y compré un helado, de los grandes.  Dejé la cuenta con la que utilizo tarjeta de débito casi a cero. En la salida me dió aventón el compañero del BMW.  Salí a comprar una torta y vine a cenar a mi habitación.

El jueves había llevado dos dólares y medio para almorzar, los últimos que tenía en mi habitación.  La compañerita compró panes en la mañana y eso refaccionamos todos.  A media mañana me dirigí al otro edificio a la reunión que habían cancelado el martes.  Retorné a mi oficina un poco después del mediodía.  Otra vez no tenía deseos de salir a almorzar, ni mucha hambre.  Estaba lloviendo nuevamente, al final me dirigí al edificio de la par y comí Chop Suey.  Incluso pagué menos del valor pues no me alcanzaba.  Tampoco me dieron refresco por lo que creo que quedamos a mano.  Por la tarde me quedé trabajando en un documento bastante complicado que requería bastante investigación.  Como la compañera de mi jefa se va los jueves a un grupo católico me resigné a volver en transporte público.  Esperaba que mi jefa pasara a tirarme a la estación del Transmetro pero me comentó que no cargaba automóvil.  Salimos un poco después de las siete y media y me vine en Transmetro.  Estaba bastante lleno.

El viernes llegué -igualmente- temprano.  Había olvidado que el día anterior la jefa de mi jefa había llegado a nuestro cubículo -sólo estábamos la compañerita, la jefa y yo- a comentarnos que esperaba que participáramos en la actividad de la mañana para celebrar la independencia.  La mayoría llegaron de lona y tenis.  Yo llegué con el uniforme de los viernes.  Un poco después de las ocho nos dirigimos en el automóvil de la jefa al otro edificio para un acto cívico.  Tardó alrededor de una hora y luego -con Ant y Tn- retornamos caminando a la oficina.  Se suponía que pagaban ese día y había planeado almorzar en el comedor a donde voy un par de veces por semana.  No pagaron antes del mediodía y tuve que prestarle dinero a Tn.  Como nos depositaron luego del mediodía realicé por la tarde una transferencia para pagar la deuda.  Por la tarde también había actividad -ahora una caminata-.  La verdad no soy asiduo a estos eventos pero como iba todo el equipo me tocó asistir.

No me gustó que mi jefa y Ant hicieran acto de presencia, iniciaran la marcha y media cuadra después se quedaran rezagados.  También me llamaron y me tocó que quedarme.  Lo ví como deslealtad al equipo.  Como media hora después retornaron todos e inicaron una serie de rifas  y concursos.  Al final la compañerita me pidió que me quedara acompañándola en lo que llegaban por ella.  Se despidió como a las siete y a esa hora subí a tomar el transmetro.  Por la noche empecé a bajar el último capítulo de Breaking Bad, y los subtítulos de los dos últimos capítulos.

El sábado me levanté temprano.  No había comprado el día anterior los ingredientes para el desayuno y me tocó que comprarlos el mismo día.  Llegué a la casa de mis peques a las siete y media y los encontré aún dormidos.  Mi chico ya estaba levantado pero mis hijas aún andaban despertándose.  Inicié a preparar el desayuno pero al intentar encender la estufa no funcionó.  No había gas.  Salí con mi hijo y compramos un cilindro, tenía un poco de dinero en mi casa pero no me alcanzaba por lo que tuve que prestarle un poco a mi hija segunda -se parece tanto a mí-.  Desayunamos y luego nos venimos a mi habitación a ver unos videos de Ted que había bajado en la semana, también a hacer un ejercicio de html, formularios.

Ibamos ir al IRTRA pero como ha estado lloviendo, y me había quedado sin dinero, decidimos ir al supermercado a comprar los rompecabezas que les había mencionado hacía casi un mes.  Nos fuimos caminando al edicio en el que trabajaba el año pasado, sacamos dinero y luego compramos los rompecabezas, mi hija segunda la torre Eiffel y mi hija mayor y el menor un puente de Londres. Compramos comida china en el lugar y tomamos el autobús hacia la universidad.  Que estaba cerrada.  Nos tocó retornar a mi habitación, almorzamos acá y luego estuvimos viendo Episodio III y jugando Scrabble y Clue.  A las seis y media los fui a dejar a su casa.  Pasé a la panadería a comprar pan tostado y al supermercado a comprar un cubilete.  Vine a cenar té y pan y a ver Breaking Bad.  Estaba a media cena cuando me llamó el voluntario que usualmente nos dá aventón cuando visitamos, me comentó que estaban por ver una película.

Me fuí a la casa del voluntario que vive en la misma colonia, compramos carne asada y vimos Guerra Mundial Z, había leído el libro hacía unas semanas y había leído un comentario que decía que la película tenía muy poco que ver con el libro.  En efecto.  Un poco antes de las once una de las voluntarias pasó a dejarme a mi habitación.  Me dormí alrededor de la medianoche.

El sábado un poco antes de cenar había llamado a mis papás para comentarles que quería ir a verlos el domingo.  No había actividad con mi grupo de voluntarios y hacía más o menos un año que no iba a verlos a su casa.  El domingo me levanté un poco después de las seis y media y me dirigí a tomar el Transmetro.  Estuve cronometrando los tiempos de viaje pues he considerado algunas veces llevar a mis chicos en bus.  Al final son dos horas y media en el viaje de ida y dos horas en el viaje de vuelta.  Creo que es demasiado.  Llegué a las diez en punto al Puerto en el que viven mis padres y llamé a mi madre, quien llegó a encontrarme.  Fuímos al estadio a ver si veíamos a mi papá pues andaba dirigiendo a sus alumnos en unas actividades por la independencia.  No pudimos verlo y nos dirigimos a la casa.  Que está bien cambiada.  El año pasado tenían una media construcción bastante precaria.  Ahora en el lugar en donde vivían estan levantando una casa de tres habitaciones y en la parte trasera terminaron ya una similar.  También compraron un lote del otro lado de la calle que quieren donarme a mi y mis chicos.  Es increible el empuje que tienen para construir.

Estuve con mis papás todo el día -comiendo plátanos fritos y conversando largamente con mi madre- y un poco después de las tres les indiqué que me retiraba.  Invité a mis papás -igual que hace tres años- a un helado y le dí un poco -poquísimo- de dinero a mi madre.  Luego retorné a la ciudad.  Como no había comido formalmente en todo el día compré pollo frito y me vine a cenar viendo Breaking Bad.  Me dormí bastante tarde.

Anoche dejé el reloj para las ocho.  Había quedado con mis chicos en que llegaría por ellos a las nueve de la mañana.  Me desperté como a las siete y media pero me quedé dormitando en mi camita.  Me levanté finalmente a las ocho y media.  Ordené mi habitación y fuí por mis chicos a las nueve.  No estaban listos.  Al parecer se habían desvelado anoche y estaban empezando a desayunar.  Salí a comprarles pan y me uní a su desayuno.  Luego esperé a que hicieran sus tareas antes de traérmelos a mi habitación.  Venimos a mi habitación un poco antes del mediodía.  Mis chicos terminaron de armar los rompecabezas que compramos el sábado y yo intenté preparar las computadora spara ponerles unos ejercicios de HTML.  La Dell viejita ya no encendió.  No sé si es porque una pequeñas hormigas contaminaron los circuitos o fue ya de pura viejita.  Igual tenía más de cinco años de tenerla y la había comprado de segunda mano, por cien dólares.  Ahora me quedé con una sola portátil.

Íbamos a salir a comprar pizza pero empezó a llover.  Ordenamos por teléfono y almorzamos en mi habitación, luego dividimos el resto de la tarde entre cubos de rubik, mi hijo terminando unas tareas que había olvidado, lectura, damas chinas y Clue.  Para terminar la tarde vimos media hora de Episodio III.  Los fuí a dejar a su casa a las seis y veinte.  Pasé a comprar un cubilete y pan tostado -olvidé comprar el pan para mañana!- y vine a cenar a mi habitación, durante dos días no había tenido red pero hoy volvió.  Espero no dormirme muy tarde pues mañana me toca dirigir la reunión semanal de equipo.  Life is going.


domingo, 8 de septiembre de 2013

One Direction (1D)

Ok. Debo admitirlo.  Escucho a esa banda, que se parece a sus antepasados Back Street Boys, que se parecían a sus antepasados New Kids on the Block y podría seguir así hasta mucho mucho tiempo atrás.  Escucho una canción de este grupo de adolescentes (o adultos jovenes) porque está entre el listado de las canciones que tiene el sitio en el cual escucho música casi todos los días en la computadora de mi trabajo.  Kiss you, creo que se llama la canción.  Creo que también noté al grupo éste porque, contrariando al comportamiento que tenía unos dos o tres años atrás, mi hija mayor se declaró una fan total de esta agrupación.  Y sus hermanos unos antifans totales.  Total que han habido algunos altercados por la música que ella escucha -y chicos que adora- con sus hermanos.

El viernes no había nada especial planeado, excepto que la persona que llegó a tomar las dos terceras partes del equipo de la jefa de mi jefa en marzo iba a invitarnos a almorzar a todo el piso.  Como tenía que avanzar en un par de documentos que he dejado al tiempo aproveché la mañana para hacerlo.  También para realizar algunas llamadas y para investigar un poco sobre un documento de seguridad social.  Estuve mandando varios correos y haciendo varias llamadas durante la mañana.

Al mediodía, como estaba planeado, pasamos al ala vecina en el edificio y almorzamos pizza.  Entre todos eramos como cuarenta y cinco y el señor este compró dieciocho pizzas, creo que eran suficientes pero hubo acaparamiento en algunos lugares, por ejemplo en mi grupo, empezaron a apilar cajas de pizza.  Almorcé muy bien, aunque no pude dejar de notar que no estuve en el grupo de mi jefa, en este solo estaba Ant.  La compañerita, el compañero del BMW, PSY y yo nos quedamos con un subgrupo de la otra ala, en el cual estaba el amigo especial de la compañerita.  De hecho fue él quien acaparó las cajas.

Después del almuerzo retornamos al cubículo y sentí la tarde super larga.  Como no veía que avanzara en mis tareas, ni el tiempo, hice un pequeño mini horario y avancé bastante en un par de asignaciones.  Un poco antes de las seis me retiré de la oficina, con el compañero del BMW, quien me pasó a dejar a mi casa un poco antes de las siete.  El tráfico estaba bastante pesado y, cuando estábamos esperando a que el semáforo nos diera verde, el auto empezó a temblar.  Bromeé con él diciéndole que se iba a apagar, que quizá no tenía gasolina pero al ver los postes de la calle noté que estaban balanceándose los cables.  Había temblado.

Después de ir al supermercado por los ingredientes para el desayuno del sábdo vine a mi habitación, llamé a mis peques para ver si estaban bien, a leer un poco y a continuar haciendo mi presentación personal.  Me dormí un poco tarde.

Ayer me levanté como a las seis y media.  Había planeado, al igual que la semana anterior no lavar ropa el sábado sino el domingo.  Ordené mi habitación y me fui a la casa de mis peques un poco antes de las siete y media.  Preparamos un abundante desayuno.  Después de desayunar venimos a mi habitación y vimos el último video de Hola Soy Germán, luego nos fuimos a su hora mensual de internet.  Después de internet habíamos planeado almorzar comida china pero antes queríamos jugar un poco de volley ball en los campos de la universidad.

Estuvimos jugando al aire libre como una hora y luego fuimos a la biblioteca.  Estuvimos un poco menos de una hora y luego bajamos pero estaba lloviznando, como no quería que se mojaran mis chicos subimos nuevamente a leer y salimos casi a las dos.  Como consideré que ya no nos daría tiempo de comer comida chica compré un par de pizzas y venimos a almorzar a mi habitación.

Después de almorzar mis chicos me ayudaron con los trastos y luego nos fuimos al evento de Sophos sobre animé.  Tomamos el transurbano hasta la terminal y luego caminamos hasta Sophos.  Llegamos como con diez minutos de retraso pero la clase era de hora y media.  Mi chico no estaba muy convencido de entrar pues prefería quedarse leyendo comics pero al final entraron los tres.  Mientras esperaba estuve hojeando algunos libros, especialmente de Templarios.

A las seis salieron de la clase y los dejé que leyeran un rato.  Luego llamé a mi ex esposa para avisarle que llegarían tarde pero no logré comunicarme.  Pasamos en el camino a comprar unos helados de Mc Donald's y luego tomamos el transurbano. Cuando estábamos casi por bajar del autobus recibí una llamada de mi ex esposa, pidiéndome que acompañara este día a mi hija mayor a ver la película de One Direction para la que había estado ahorrando bastante tiempo.

Se suponía que mi hija iría con una compañera de su clase pero mi ex esposa no quería que se fuera sola.  Incluso mencionó algo sobre llevarla, dejarla en la puerta y entrar con mis chicos a ver otra película.  La idea no me pareció y le comenté que no veía inconveniente en llevar a mi hija mayor a ver la película.  Pasé a dejar a mis chicos como a las siete y media a su casa indicándole a mi hija mayor que pasaría este día a las doce y media para que fuéramos al cine.

El viernes el voluntario que vive en la misma colonia me había enviado un mensaje en la mañana para que pasara a cenar a su casa pero no me sentía con ánimos, por la noche también me llamó otra de las voluntarias del grupo de la noche pero seguía sin ánimos.  Ayer no me enteré de ninguna convocatoria por lo que me vine a mi habitación a ver el capítulo que acababa de bajar de Breaking Bad.  Me quedé dormido antes de terminar de verlo.  Como había decidido que hoy no iría a visitar porque no me gusta andar corriendo y las visitas terminan usualmente luego del mediodía, me dormí sin poner la alarma.  Hoy me desperté casi a las nueve.

Uno de mis vecinos salió a lavar y eso me despertó.  Me sentí bastante descansado, relamente.  Creo que debo repetirlo más, o quizá si lo hiciera muchas veces ya no me parecería tan bueno.  En fin, no me levanté sino que puse el capítulo de Breaking Bad, luego me quedé en la cama hasta un poco después de las diez y media, hora en que me levanté a cortarme el cabello, bañarme y salir a comprar comida.

A las doce y media fui por mi chica.  Se suponía que la película era a las dos pero había consultado el horario y empezaba a la una y cuarto.  Llegamos un poco después de la una a Miraflores y mi hija llamó a su compañera con quien habían quedado de entrar a ver la película.  Resultó que a la compañera la habían castigado por sacar malas notas por lo que entramos a ver la película.  En 3D.  Me recordó la ocasión en que entramos a ver la película de Vanilla Ice con mi primo, hace unos veinte años.

Después de la película invité a mi chica a McDonald's y luego nos venimos caminando.  Como cuarenta y cinco minutos.  Muy bueno.  Pasé a dejar a mi hija a su casa y vine a mi habitación corriendo pues estaba empezando a llover y antes de salir al mediodía había lavado una camisa y la corbata de mi uniforme.  Afortunadamente vine a tiempo y entré las dos prendas secas.  Estuvo lloviendo un poco fuerte.  Un poco después de las seis fui a la casa de mis chicos a dejarles los cuadernos que habían dejado en mi habitación ayer.  Salieron mi hija mayor y mi hija segunda.

Había pasado por el supermercado a comprar el jamón para mañana y un cubilete para cenar.  Había olvidado dos de los cuadernos por lo que retorné a mi habitación, pasé a la panadería por el pan de mañana y fui nuevamente a la casa de mis chicos a dejarles los otros dos cuadernos.  Solo salió mi hija mayor, me comento que su hermano se había dormido ya -eran como las seis y media-.

Retorné a mi habitación a prepararme para la semana, leer un poco y espero ver el capítulo de Breaking Bad que se bajó este día mientras estaba fuera.  Se supone que este viernes me pagan la primera quincena del mes y que el otro lunes es asueto por la independencia.  Espero tener a mis pequeños ese día.  También espero hablar con mi ex esposa un día de estos sobre las opciones para que mi hija estudie el otro año.  Life is going.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Cambios, vienen pero quién sabe cómo...

Como hoy tenía reunión temprano -o pagaba con panitos- me levanté desde que la alarma sonó.  Talvez no exactamente desde que sonó pero no me quedé media hora en la cama.  Me levanté un poco antes de las seis.  Planché mi camisa, me bañé y salí hacia la oficina.  En el camino pasé por el pan que algunos días consumo temprano.

La estación no estaba muy llena y al final llegué como a las siete y media a mi oficina.  Ya estaba PSY, quien llega como a las siete porque una tía lo pasa a dejar a la zona como a las seis y media.  También había retornado la compañerita.  A las ocho, de acuerdo a lo planeado empezamos la reunión semanal de trabajo.  Tratamos de centrarnos en avanzar en las tareas aunque la compañerita se puso un poco reactiva con respecto a su proyecto.

Después de la reunión imprimí un par de documentos que espero enviar pronto a autorización.  Luego recibí a un compañero del otro edificio con el que estuve viendo los detalles de un proyecto y su planificación.  Después me puse a clasificar la información que fui a tomar hace un par de días al otro edificio pues la jefa de mi jefa me empezó a cuestionar sobre algunos datos faltantes.

Hoy había planeado salir a almorzar al comedor a donde voy un par de días a la semana.  Pollo rostizado y papas fritas.  Como a media mañana mi jefa nos llamó con Ant para conversar sobre un proyecto que hemos estado yendo a ver al otro edificio en reuniones separadas.  La jefa de mi jefa le había indicado a Ant -lo que no entiendo aún de las líneas de comunicación- algunos detalles que quería que tomáramos en cuenta en el apoyo que estamos brindando.  Como la mañana estaba completa de reuniones y por la tarde Ant iba a reunión al otro edificio nuestra jefa nos convocó a almuerzo reunión.

Un poco antes del mediodía mi jefa y el compañero del BMW salieron para una reunión en la oficina principal, se suponía que retornaría como a las doce y media y nos dirigiríamos a almorzar.  Como a las una y media Ant me indicó que nuestra jefa había llamado para que bajáramos al lobby del edificio.  Fuimos a almorzar.  Pizza Hut.  La jefa pagó.  No quiso ni oir mencionar que compartiéramos la cuenta.

Después del almuerzo, en el cual expusimos la mejor forma de abordar el apoyo a la otra área, y acordar que convocaremos a una reunión con el líder del área en cuestión pasamos a dejar a Ant al otro edificio y, con la jefa, retornamos a la oficina.  El resto de la tarde lo pasé terminando de tabular la información para la jefa de mi jefa.  También empecé a preparar la presentación que nos indicaron debemos realizar la próxima semana sobre nuestro background.  La estoy haciendo con HTML, CSS y JavaScript.

La compañerita retornó hoy y ya se me había olvidado que el primer día de sus vacaciones -el lunes pasado- hubo un connato de conflicto cuando Ant la llamó para requerirle información que estaba en su correo.  La información la había pedido nuestra jefa a solicitud de su jefa.  Se volvió un relajo por cuestiones de autoridad, responsabilidad, acceso y respeto de vacaciones.

Al finalizar la tarde -ya no había nadie más- la compañerita acudió a la oficina de la jefa y cerraron la puerta.  He de mencionar que la puerta sólo se cierra en situaciones sensitivas.  Como ayer que la jefa me comentó las situación de incomodidad al trabajar  entre mi persona y su jefa.  Estuvieron conversando media hora o algo así y me dí cuenta que la compañerita salió de la oficina al baño, cuando llegó a su computadora iba moqueando.

Un poco después de las siete y media le pregunté a mi jefa si saldría tarde y me comentó que estaba por salir.  Ya no había nadie más en la oficina y le pedí aventón a la estación del transurbano.  En el camino me comentó lo que le estaba constando el trato con la compañerita.  La reunión fue por la situación del lunes pasado y la compañerita se puso, según mi jefa, reactiva.

Creo que la historia es un poco más larga y al plantearselo a mi jefa me comentó que había empezado con un día que le reclamó por estar apoyando a una compañera de otra área en la que había trabajado la compañerita, que lo sentía como falta de lealtad por parte de nuestra jefa.  Parece que también hay algo con Ant por la misma situación porque esta misma chica es muy amiga de Ant.  En fin, cuestiones femeninas.  Espero que no pase a más.

Abordé el Transmetro y me vine -sin leer ni nada parecido- hasta la estación más cercana a mi casa.  Pasé a comprar pan tostado y vine a prepar té.  De menta.  Hace un rato el vecino que vive del otro lado del patio, y del cual supuestamente ocuparé la habitación a final del mes, vino a tocar la puerta.  Me pidió que subiéramos a la terraza y me comentó que había ido a hablar con el dueño de la casa.

Supuestamente es sólo mi habitación la que necesita el hijo del dueño de la casa, en teoría se  hará el siguiente cambio:  Él se pasará a la habitación más pequeña, de este lado del patio y yo me pasaré a la habitación que desocupe.  Igual seguiré sin baño privado.  Creo que la cosa se aclarará hasta que el mes termine.  Worst case scenario, tendré que buscar otra habitación en otra casa.  Bad case scenario, ocuparé la habitación del otro lado del patio con baño y regadera exterior.  Best case scenario no me moveré.  Lo que ocurra, sin embargo, será lo mejor.

Cuando estábamos almorzando en Pizza Hut entreleí la prensa de este día, había un pequeño recuadro en la sección cultural anunciando que este día, a las cuatro había una conferencia en la universidad más cara del país, dictada por el autor de Sócrates Café.  Leí el libro hace como cinco años.  El autor del libro fundó una ONG en Estados Unidos para promover los diálogos filosóficos.  Hace dos o tres años había leído que ya lo habían traído en una oportunidad.

Le pedí permiso a mi jefa para ausentarme un rato entre cuatro y cinco porque de verdad me interesaba el tema, sin embargo, cuando regresé a la oficina estaba lloviendo y al llegar me enfrasqué en la tabulación de la información que debía mandarle a la jefa de mi jefa.  Cuando me recordé nuevamente del tema eran las cuatro y media.  Ya no pude asistir.  Le envié únicamente un correo a Phillips pidiéndole información sobre handbooks o guidelines para implementar diálogos filosóficos.  Me parece interesante el tema.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cuando no hay química...

Uno de los aspectos que más valoro a la hora de aceptar -o continuar con el proceso de selección de- un empleo es la relación con mi jefe -jefas en los últimos tres o cuatro lugares-.  No creo en estar jugándole la vuelta a mi supervisor, hacer lo mínimo o cuidándome las espaldas.  Fue la razón principal por la que cambié de empleo la última vez.  Pero las cosas no son tan sencillas estos días.

Hace un poco más de dos años dejé un trabajo un poco similar al que llevo a cabo estos días porque me llevaba muy buen con mi jefa pero nada bien con el jefe de mi jefa.  Al final nunca pudimos comunicarnos bien y una gran parte de mi trabajo era reportado directamente a él.  Nunca he creído en líneas paralelas de mando.  Creo que los católicos y los militares han sobrevivido tanto tiempo por la unidad de mando.

Y bueno, ayer la jefa de mi jefa me llamó para que avanzáramos en una asignación que empecé viendo con mi jefa pero estoy terminando de verla directamente con ella.  No me siento cómodo con la jefa de mi jefa.  Y creo que es mutuo.  Digo, el compañero del BMW y Ant también tienen varias asignaciones directas y los llama varias veces a la semana.  A mi me llama alguna vez cada varias semanas.  Mi jefa ya me había comentado que a su jefa le preocupaba que no le explicara bien algunos detalles pero en la reunión de ayer estuve peor.

No había avanzado en la asignación -entendí en su correo que lo veríamos luego- y al final, aunque reaccioné a tiempo, fue sólo una reacción.  Tampoco tuve la oportunidad -o el deseo- de comentárselo a mi jefa.  Hoy luego de una pequeña reunión me comentó que -nuevamente- su jefa le había externado la preocupación de que no soy proactivo con sus asignaciones.  Lo que me frustra porque no me deja en muy buena posición en el área.

En fin, creo que trataré de completar el año y luego empezaré a ver nuevas perspectivas dentro de la empresa pero en otra área.

Anoche se me olvidó poner la alarma.  Estuve leyendo un rato y luego me puse a ver un rato una película de Reese Whiterspoon, No me olvides, o algo así.  También estuve jugando un poco de Scrabble online.  Hoy me desperté cuando uno de mis vecinos salió a lavar ropa.  Eran como las seis y diez.  Me quedé aún otro rato en la cama y luego me levanté a planchar la camisa, preparar la avena y bañarme.

Salí un poco antes de las siete de mi casita y pasé a comprar pan a la panadería.  La estación del Transurbano estaba atestada.  Como iba a necesitar un metro y no había llamado a ninguno de mis compañeros para recordarles que me prestaran uno pasé a sacar dinero al cajero.  Un poco antes de abordar el bus ví que mi ex esposa iba cruzando la calle pero no me quedé a saludarla -debemos hablar sobre mi hija mayor- porque ya iba tarde.

Me apeé del bus un poco después de las siete y media.  Cuando estaba más o menos a la mitad del camino hacia mi oficina empezó a llover.  Bastante fuerte.  Me tocó que pasar a guarecerme a un par de lugares pero aún llegué un minuto antes de las ocho al edificio donde trabajo.  Cuando llegué Ant estaba saliendo a una reunión que tenía para toda la mañana y PSY avisó que también se retiraría.  Como el compañero del BMW había pedido permiso para llegar tarde hoy me tocó que quedarme un poco solo.  Yo también tenía una reunión pero a las nueve en el otro edificio de la empresa.

Un poco después de las ocho me llamó mi jefa para que bajara al parqueo, subiera su portátil, la encendiera y activara su correo electrónico -clave incluída-.  Justo cuando estaba saliendo de mi oficina ví que llegaban como ocho correos de mi jefa.  Definitivamente le urgía que funcionara su correo.  Llegando al otro edificio de la empresa recibí un mensaje de mi jefa agradeciéndome la puesta en marcha de su máquina.

Me pasé un poco más de una hora en el otro edificio, básicamente realizando un inventario de los elementos necesarios para gestionar un proceso.  Retorné a mi oficina como a media mañana e ingresé a otra reunión antes del mediodía.  En esta reunión se suponía que cancelarían uno de las asignaciones que estoy llevando por no haber una base legal actual pero al final decidieron que continuaríamos basándonos en una legislación de un país vecino.  En fin.

Al mediodía no tenía ánimos de salir.  Me quedé hasta un poco después de la una avanzando en un par de documento y luego me dirigí a la oficina central del Transurbano a comprar pasajes para al menos quince días.  Luego pasé a una librería a donde estoy considerando llevar a mis chicos este sábado por un taller de animé.

En la librería encontré a un voluntario que estuvo en el entrenamiento de mi grupo hace más de tres años.  Estuvimos hablando un poco de todo.  Estudia psicología clínica y trabaja como procurador jurídico acá para una firma de abogados de Estados Unidos.

Retorné a mi oficina un poco después de las dos, tenía hambre y preparé la avena que había llevado.  Pasé toda la tarde actualizando un par de documentos a mi cargo y como a media tarde me reuní con mi jefa para trabajar en cuatro puntos que tenía pendiente de varios documentos.  En esa reunión fue cuando me indicó que debía mejorar mi imagen con su jefa.  En fin.

Iba a salir a las seis pues quería venir a cenar.  Al final decidí avanzar un poco más en un documento y, aprovechando que la compañera de mi jefa me había comentado que saldría a las siete me quedé hasta tarde.  La compañera de mi jefa salió al final a las siete y media y a esa hora me dió aventón hasta mi colonia.  Pasé a comprar una torta, snacks y una coca cola y vine a cenar, actualizar mis redes sociales y a ver un poco de Ladrona de Identidades.

Trataré de no dormirme muy tarde pues el que llegue tarde mañana debe invitar a panitos.  Life is going on.

martes, 3 de septiembre de 2013

Cambios, cambios...

Hoy la alarma comenzó a sonar a las 5:30.  Como me había dormido después de medianoche me costó un mundo levantarme.  A las seis al final.  Preparé aguacate, tomate y zanahoria rallada para mi almuerzo y luego planché mi camisa.  Terminando de bañarme estaba cuando vinieron a tocar la puerta de mi habitación.  Como no era día de pago -fue hace como dos semanas- no creí que fuera acá.  Siguieron tocando y salí a abrir.  Era el dueño de la casa.  Para pedirme que desocupara la habitación porque su hijo va a ampliar su negocio.  Me dió la opción a pasarme a una habitación del otro lado del patio -¿captaré internet allí?- ya que le pedirá la habitación al actual ocupante, algo de ebriedad y atrazo en el pago.

Que vaina.  Estaba por cumplir cinco años acá.  Entré por primera vez en octubre del 2008 y traía solo dos o tres maletas, ese día compré una bolsa de dormir y un año y medio o así después una cama.  Un ropero y una mesa complementan mi mobiliario y una estructura de metal en donde tengo los juguetes que antes usaban mis hijos y los pocos -?- trastes que uso. Me fuí a la oficina casi a la misma hora de ayer.

Este día planeaba tener una reunión con un par de áreas un poco conflictivas, por la mañana.  Al final uno de los encargados propuso la reunión para mañana a la misma hora y el resto -otros dos- convocados aceptaron.  Durante la mañana estuve trabajando en la finalización de la presentación y en la actualización de un documento que debía enviarle a la jefa de mi jefa.

Al mediodía tuvimos la reunión semanal de gestión y después de realizar mi presentación me dirigí a una reunión programada para toda la tarde en el edificio principal de la empresa.  La reunión al final tardó solamente hora y media.  Sin embargo, me tocó que esperar como media hora en el lobby del edificio pues estaba lloviendo bastante fuerte, creo que hasta granizo.  Durante la espera estuve conversando con una chica que trabaja en el área de producción y con uno de los asistentes a la reunión de mañana.  Diecinueve años de trabajar en el mismo lugar es algo que creo que no lograré experimentar.

Finalmente amainó la lluvia y retorné caminando a mi oficina.  Aún me mojé un poco pues empezó a llover cuando ya casi había llegado a la oficina.  Tengo bastante trabajo que hacer y afortunadamente he estado agarrando un poco de ritmo con algunas asignaciones.  El compañero del BMW me comentó que saldría un poco antes de las seis y lo convencí para que esperara hasta las seis en punto. 

Cuando faltaban como quince minutos para las seis nuestra jefa convocó a todo el grupo -Ant, el compañero del BMW, Psi y yo; ya que Tn anda en inducción y la compañerita retorna el jueves de vacaciones-.  Nuestra jefa nos pidió que corrigiéramos un par de detalles del informe grupal de resultados, afortunadamente mi sección estaba correcta.

Como generalmente sucede luego de las instrucciones nos quedamos conversando en grupo, el compañero del BMW sale usualmente con buenas puntadas, y fue una muy buena media hora o así de risa.  Un poco antes de las siete nos retiramos de la oficina pues el parque en donde el compañero del BMW deja su automovil lo cierran a las siete.  Estaba lloviznando.  Afortunadamente, a pesar de la lluvia, el tráfico no estaba muy pesado.

Vine a mi habitación como a las siete y media y salí a comprar pan tostado para cenar con té de manzanilla.  Ayer por la tarde encontré al compañero del piso inferior al que ví jugando ajedrez en su teléfono hace unas semanas.  Le propuse unas partidas y se mostró de acuerdo.  Hoy me llevé el tablero de uno de mis hijos y antes de salir de la oficina le envié un correo a este compañero proponiéndole jugar ajedrez mañana a la hora del almuerzo.  Everything is ok.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Hábitos

Me parece que Stephen Covey era el que decía que primero uno forma los hábitos y luego los hábitos lo forman a uno.

El sábado en la noche luego de retornar de la reunión con el grupo de los sábados por la noche aún vine a leer un poco Guerra Mundial Z, muy poco.  Me faltaban diez o veinte páginas pero preferí leerme pues ya pasaba de medianoche.  El domingo me costó levantarme, bastante.  Había dejado el reloj para las siete pero terminé levantándome casi a las siete y media.  Salí a lavar las camisas y ropa interior que había dejado en remojo la noche anterior y un poco después de las ocho me dirigí al lugar en donde me reunía con el grupo de la mañana.

Cuando iba en el bus recibí un par de mensajes del voluntario que usualmente nos da aventón al lugar de visita.  Llegué al lugar un poco antes de las nueve y estuve allí entre periódico y conversación hasta las nueve y media, hora en la que nos dirigimos al lugar de visita.  Que era un asilo para familias acaudaladas.

El asilo está en una de las mejores zonas de la ciudad pero, como le comentaba hoy a un compañero, no importa si el lugar es lujoso o precario, la soledad es la misma.  Previendo que era un asilo me había llevado uno de mis tableros de ajedrez y me estuve casi toda la visita jugando ajedrez con un anciano que en su anterior vida era finquero y zootecnista.

La visita terminó a las doce y luego de la retroalimentación retornamos al mismo lugar de reunión en donde pagué el almuerzo que debía hace casi un mes.  El lugar estaba bastante lleno pero no pude ver a los voluntarios del grupo de la tarde.  Como el lugar estaba tan lleno y había varias personas esperando mesas dejamos la mesa libre y nos unimos con otros voluntarios.  El voluntario que usualmente nos da aventón se despidió y yo me quedé con otro grupo jugando dominó.

Una de las voluntarias -quien antes era una paciente en un hospital de oncología- andaba de bajón porque acababa de terminar con su novio de año y medio.  El novio era parte de su grupo y los amigos estaban tratando de animarla.  Pero luego se despidieron.  Como la chica me comentó que se deprimiría si se quedaba sola y me invitó a acompañarla al centro, abordamos un autobús y nos dirigimos a la sexta avenida. 

Recorrimos una parte de la avenida y luego fuimos a una venta de ropa usada.  Me interesaba comprar un saco negro pero sólo encontré uno de cuadros.  Lo compré de todos modos.  También compré -por fin- unos tenis negros pues los Nike que traje de Portland ya estaban rompiéndose.  Alrededor de las seis acompañé a mi amiga a tomar el autobús y luego tomé el transmetro.

Vine un poco antes de las siete a mi habitación y luego fui al supermercado de la otra calle a comprar un cubilete de chocolate, y pan para el almuerzo de hoy.  Planeaba cenar y luego leer un poco, y luego ver un poco de alguna película.  Terminé de leer -por fin- Guerra Mundial Z y luego me quedé dormido, no me dí cuenta qué estaba haciendo.  Me desperté como a medianoche, me lavé los dientes y continué durmiendo hasta hoy a las cinco y media.

Me levanté a las seis, preparé los panes para mi comida de hoy y planché mi camisa.  Me fuí al trabajo un poco antes de las siete.  Ando peludo, otra de las cosas que iba a hacer ayer era cortarme el cabello pero por haberme quedado dormido ya no lo hice.  Llegué a mi trabajo como a las siete y media.  Se suponía que Ant tenía una reunión toda la mañana de este día y me extraño verlo en la oficina.  Cuando le comenté revisó la programación de reuniones y se dirigió al edificio en el cual tenía la reunión.  Un poco después empecé a verificar mis propias reuniones y me dí cuenta que la reunión no era este día.  Lo llamé y me indicó que también acababa de darse cuenta.  Retornó a la oficina.

Nuestra jefa llegó un poco después de las ocho y aproveché para ver un par de temas de una vez pues Ant la ha acaparado bastante últimamente.  Como a media mañana mi jefa llegó a mi lugar para ver un par de temas y pude ver -o medio ver, más bien- un nuevo organigrama.  No ví específicamente el nuevo puesto de Ant pero me imagino que lo ascenderán a un puesto intermedio, lo que me deja en una disyuntiva pues no creo que quiera reportarle a él.  Vería eso como una deslealtad de mi jefa el cambiar las líneas de reporte.  En fin.  A mediano plazo estoy planeando cambiarme de área.  Tecnología sería una opción, o Normativa, en otro caso.

Al mediodía aproveché para ir a pagar un par de meses de la cuota del Colegio de Ingenieros.  Afortunadamente ahora se puede pagar en un banco del sistema pues antes me tocaba madrugar cada cierto tiempo y pasar temprano a las oficinas del Colegio.  Como es una transacción que no es común la cajera se tardó bastante en procesar el pago.  Al menos fue bastante amable.  Almorcé los panes que llevaba en el retorno a mi oficina.

Por la tarde estuve planificando mis actividades para el mes que está iniciando.  Como a media tarde me llamó la jefa de mi jefa para ver los avances en un documento que estoy reportándole directamente.  No había avanzado nada y debo enviarle más información.  Ant se fue un poco después de las cinco y con el compañero del BMW habíamos quedado de salir a las cinco y media.  Comentamos los cambios que se vendrán con el ascenso de Ant.  La verdad no los vemos muy prometedores.

Vine a mi habitación un poco después de las seis y cuarto.  Traía una lista de actividades que quiero empezar a realizar -leer, programar, ver videos educativos- para no pasarme toda la noche en redes sociales y navegando.  Otra vez estoy tratando de trabajar en los hábitos.  La primera actividad en la lista era meditar.  Veinte minutos.  Lo hice durante dieciocho.  Luego he estado leyendo, leyendo de programación y escribiendo un poco de código.  Espero ver un video de Seis Sigma que revisaremos en grupo el jueves y luego no dormirme muy tarde pues mañana tengo una reunión de dos a seis y no quiero andarme durmiendo en la misma.  All is well.


sábado, 31 de agosto de 2013

Personalidad peculiar...

Durante casi toda la semana estuve dejando la alarma para las 5:30 pero levantándome alrededor de las seis de la mañana, excepto el miércoles.  El martes llevé una sopa con un par de aguacates y unas salchicas; y un poco de pan francés.  Nuestra jefa y Ant fueron a una capacitación y llegaron como a media mañana a la oficina.  Esta semana estuvo bastante buena pues por fin envié un buen grupo de documentos a autorización.  Un poco después de las doce salí a almorzar al parquecito de costumbre.

Por la tarde estuve ajustando la información de un par de documentos y a las 5:00 nos reunimos para la reunión de equipo que no pudimos tener por la mañana.  El compañero del BMW realizó una presentación sobre  competencias laborales con lo que la reunión terminó casi a las siete y media.  El compañero del BMW me ofreció aventón pero le había ofrecido a la compañera de mi jefa que la acompañaría cuando saliera.  Salimos un poco antes de las ocho de la oficina, junto con una compañera de otra área.

El miércoles me tocaba ir a una capacitación en el mismo edificio donde recibí la inducción laboral hace casi ocho meses.  La conferencia -incluyendo desayuno- iniciaba a las siete y media por lo que, previendo el tráfico y/o algún inconveniente me levanté un poco después de las cinco.  Planché mi camisa y me dirigí al lugar de la capacitación.  El desayuno estuvo bien y la conferencia -sobre ISO 27001- estuvo bastante aceptable.  Incluso aproveché para saludar -y dar segumiento- a un par de personas que deben autorizar documentos.  Un poco después de las diez me retiré del lugar y, aprovechando que un supervisor que trabaja en el mismo piso iba hacia la oficina, conseguí aventón.

Al mediodía salí a almorzar al parquecito.  Avena.  Aunque realmente lo que hice fue ir a leer al parque -el capítulo que me toca exponer el próximo martes-, retornar un poco antes de la hora a la oficina y comer en mi computadora.  Había esperado que la compañera de mi jefa me diera aventón ese día o el compañero del BMW, pero ella salió temprano y el compañero del BMW me comentó que no iba en la misma dirección.  Me vine en Transmetro.  Pasé a comprar una torta al lugar de costumbre y me vine a cenar a mi habitación.

El jueves me fuí a la oficina en el Transmetro pues el día anterior habían habido rumores que subirían el precio de los pasajes de los autobuses.  Al final no pasó nada.   Estuve preparando la presentación durante una parte de la mañana y durante el resto del día ordenando las carpetas en el disco duro de la computadora y en el correo electrónico.  Me llevó bastante tiempo.

El tema que expondré la otra semana tiene que ver con la personalidad y su relación con el desarrollo de las competencias laborales.  Un tema muy interesante.  Para ahondar un poco en el tema expuesto en el capítulo investigué sobre test de personalidad -Myers-Briggs- y contesté un cuestionario online.  El resultado -el mismo que obtuve hace un par de años y hace más tiempo- es que tengo una personalidad INTJ -Introvertido, Intuitivo, Pensador y Juicioso-.

Estuve leyendo jueves y viernes un poco más del tema -y preparando la presentación-.  Esta personalidad es llamada por algunos autores El Analista -y por otros El Investigador o El Científico- y, aunque se afirma que no debe tomarse como excusa para determinado comportamiento, enfatiza en la falta de importancia por socializar, centrarse en datos y análisis y exigencia de resultados.  También que la pareja idónea es ENFP.  En fin.  Estuve publicando algunos 'hechos' sobre INTJ en Twitter y Facebook durante el jueve, viernes y hoy.

Al mediodía le había propuesto a Tn que fuéramos a almorzar al mismo lugar que el lunes pero, por estar trabajando en algo en conjunto con el compañero del BMW, salieron a almorzar más tarde.  Me fuí, solito, a almorzar pollo frito.  Por la tarde me reuní con la señora con la que había estado redactando un documento de cumplimiento y luego modifiqué los mismos para enviarlos a autorización.

Los jueves la compañera de mi jefa va a un grupo católico de damas y el compañero del BMW me comentó que nuevamente no iba en mi ruta.  Como, en conjunto con Ant y nuestra jefa, debía enviar un reporte a otro departamento terminamos saliendo casi a las ocho.  Mi jefa me dió aventón a una estación del transmetro.  Estoy un poco -no se si confundido o- preocupado, pues la relación jefa-Ant está llegando a niveles de intimidad bastante ridículos profesionalmente hablando -creo-.

Se supone que Ant es el primero en la fila de promociones y al parecer quieren dejarlo bastante claro.  Me produjo cierta incomodidad su comunicación excluyente en el automóvil.  Me bajé bastante confundido y abordé el Transmetro hacia mi casita.  Cuando iba pasando frente a la casa del voluntario que vive en la misma colonia me percaté que estaba estacionado enfrente el automovil del voluntario que me dá aventón usualmente los domingos.  Lo llamé para ver que estaban haciendo y me comentó que estaban pegando en el comedor unas fotografías del grupo -habían estado organizando algo de eso a través de Facebook-.  Le dije que bajara a abrir la puerta y me quedé un rato ayudándolos.  Luego me pasaron a dejar a mi casita.  Vine a cenar pan tostado y té.

El viernes celebramos el cumpleaños de un compañero del área vecina.  Comimos pastel y bolovanes.  En la reunión, a diferencia de la mayoría de reuniones anteriores, me mantuve más bien callado pues, con el compañero del BMW, acordamos que habíamos hecho bastante relajo en ocasiones anteriores.  Después del desayuno me tocó subir a una reunión a otro departamento y estuve casi hasta el mediodía en una reunión muy interesante con alguien bastante preparado.

Al mediodía había planeado acudir a almorzar al mismo lugar que el lunes y el jueves pero me tocaba depositarle a la madre de mis peques la mensualidad.  Los dos bancos, en donde tengo mi ahorro y en donde tengo que depositar, estaban atestados.  Me desesperé al inicio pues realmente quería ir a almorzar pero luego mejor me relajé en la cola.  Afortunadamente cargaba un libro de Joko Beck.  Realicé el depósito y retorné a mi oficina a actualizar la información de mi reporte mensual de actividades.  El mes pasado llegué como a 0.3, ahora subí a 0.5.  Algo es algo.

Con el compañero del BMW nos habíamos puesto de acuerdo en salir a las seis de la tarde.  Un poco antes de esa hora apagamos las computadoras y nos retiramos.  En el camino comentamos dos hechos bastante obvios para ambos, el primero que Ant casi no sale de la oficina de la jefa, entorpeciendo incluso las consultas que a veces debemos hacer -creo que todo empezó desde que Ant sustituyó prácticamente a la jefa durante sus vacaciones- y el segundo es que el empuje que están mostrando los dos nuevos dista mucho del que llevábamos como grupo de trabajo.  Digo, se retiran bastante temprano y dan la impresión de que si no tienen asignaciones están felices.

El compañero del BMW pasó a dejarme a mi casita y, aprovechando que aún no eran las siete, me dirigí al supermercado que queda a una calle de mi casa a comprar los ingredientes del desayuno de hoy.  Después de proveerme en el supermercado fuí a comprar mi cena.  Había planeado cenar un asado pero el lugar estaba atestado, compré un par de gringas y vine a cenar a mi habitación, a terminar de ver el final de El Club de la Pelea y a leer un poco más de Guerra Mundial Z.

Hoy me levanté bastante tarde, había dejado la alarma para las seis y media pero me levanté un poco después de las siete.  Ordené un poco mi habitación y me dirigí a la casa de mis chicos.  Afortunadamente había comprado todo lo necesario para el desayuno anoche.  Con mis chicos preparamos el desayuno: huevos con chorizos, cereal de chocolate con leche y bananos y frijoles con nachos.  Desayunamos y luego venimos a mi habitación.  Vimos un par de videos sobre el Bosson de Highs y Física Cuántica y luego les mostré una parte de una presentación sobre HTML, CSS y JavaScript, luego hicieron un ejercicio en la computadora, jugaron en la otra y jugaron ajedrez conmigo.

Un poco después del mediodía nos dirigimos a la universidad con una pelota que comparmos hace como tres semanas.  La pelota es bastante suave pero bastante ideal para volley ball informal.  Estuvimos jugando un rato en la parte trasera de la rectoría pero empezó a lloviznar.  Nos metimos a la biblioteca.  Mi hija mayor está leyendo un libro de Cuauhtemoc Sánchez sobre elección de carrera profesional, mi hija segunda un libro del mismo autor de El Mundo de Sofía y mi hijo empezó a leer una novela sobre Drácula.

Después de la biblioteca nos dirigimos a Mc Donald's y compramos cuatro cajitas felices y unas Mc Patatas.  El restaurante estaba lleno y nos tocó que esperar casi cinco minutos para que se vaciar una mesa.  Me quedé en la mesa y envié a mis chicos a comprar.  Mi hija mayor pagó con mi tarjeta de débito. Luego del almuerzo retornamos a los campos de la universidad a jugar nuevamente volley ball pero por poco tiempo pues empezó a lloviznar nuevamente.  Volvimos a entrar a la biblioteca.

Estuvimos un poco más de media hora en la biblioteca y luego nos venimos a mi habitación.  Habíamos planeado comprar unos helados pero estaba cerrada la tienda de helados.  Venimos a jugar un poco de Clue y luego vimos un poco de Episodio 3.  A las seis y media los fuí a dejar a su casa.  Mi hija segunda había olvidado sus llaves en mi habitación pero, como su madre estaba en casa, sus hermanos se quedaron y con mi chica segunda venimos a traer las llaves.

Un poco antes de ir a dejar a mis chicos el voluntario que usualmente me dá jalón los domingos me había llamado para confirmar mi asistencia a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Vino ayer de Los Angeles.  Le indiqué que llegaría a las siete y media.  Un poco después de las siete una voluntaria me llamó para pedirme indicaciones del Transurbano para llegar a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Me ofrecí a recogerla en la estación y me dirigí a la estación anterior a la que utilizo frecuentemente.  Esperé un rato y cuando se apeó del Transurbano nos dirigimos a la casa del voluntario.

Con el grupo con el que me reuno usualmente los sábados por la noche estuvimos revisando las fotos que hemos ido acumulando durante estos tres años de convivencia y luego compramos cena, asados.  Cenamos y luego estuvimos conversando hasta un poco antes de las once, hora en la que el voluntario que usualmente me dá aventón me pasó a dejar a mi casa.  Vine a terminar de leer Guerra Mundial Z -ya me faltan pocas páginas- y a revisar mis redes sociales.  Espero no dormirme tan tan tarde pues mañana debo lavar antes de ir a la visita con mi grupo de voluntarios.  Espero visitar en la mañana y en la tarde.  Hangin on in here.

lunes, 26 de agosto de 2013

Repetición de experiencias...

Estaba pensando en un dicho para esta entrada... Nadie puede bañarse dos veces en un mismo río... Cada uno habla de la feria según como le fue en ella... en fin.  El tema era la celebración del aniversario del grupo en el que he hecho trabajo voluntario durante los últimos cuatro (?) años.  Cuando acababa de terminar mi entrenamiento y estaba inciandome de lleno en las visitas celebramos el tercer aniversario -está relatado por acá Aniversario 2010-.  No hubo baile, concierto ni feria -como en los años subsiguients- sino sólo un rally.  El rally eran varias estaciones para jugar en grupo.  En la tercera o cuarta estación había lodo, mucho lodo.  Hasta allí llegó el rally, pasamos las siguientes dos o tres horas jugando entre el lodo.  Muy buena.  Aún andan algunas fotos en facebook del evento.

El año posterior se intentó hacer -no oficialmente- y al siguiente también, incluso hubo un connato de llamada de atención para algunos voluntarios que andaban enlodándose.  La mayoría extrañaba la actividad.  Este año hubo un concierto -como el año pasado- el sábado por la noche y organizaron otro rally para el domingo, prometiendo otra enlodada.  Lo cual no ocurrió.  En fin.  No me gustó el aniversario, pero esa es mi opinión personal, como en el segundo refrán.

El miércoles pasado no había llevado comida y, a pesar de que la compañerita nos había obsequiado (por penitencia) panitos por la mañana, tenía hambre al mediodía.  Salí a almorzar al comedor a donde acudo frecuentemente.  Como era miércoles -sólo martes y jueves venden pollo frito- me tocó almorzar algo diferente.  Por la tarde tuvimos una pequeña reunión para continuar con la modificación de los documentos y un poco después de las cinco me retiré de la oficina.  El transmetro iba atestado por lo que me subí a un autobús rojo.  Llegué tardísimo a Intecap.  Lo peor es que había olvidado que era el último día y que se debía presentar un proyecto.  De los cuarenta o cincuenta que éramos solo tres o cuatro personas presentaron un proyecto.

Después de las presentaciones nos dieron un diploma de participación.  A mí no me llamaron, po lo que creí que se había traspapelado mi asistencia.  Lo malo es que no pude dar un discurso que había estado preparando -in mente- para agradecer a la comunidad Drupal del país.  Antes de salir de aula me acerqué a quien tenía los registros de las asistencias y resultó que si, que tenía derecho a diploma.  Bastante sencillo pero algo es algo.  Me extendieron el diploma -ni nombre de instructor tenía, aunque sí firma- y luego nos reunimos un momento en el lobby para un pequeño refrigerio.

Aproveché para conversar con el desarrollador al que había ofrecido corregir los textos en inglés de su sitio.  Estuvimos conversando un rato y me comentó que podría necesitarme también para atender a algunos clientes del exterior.  Le indiqué que con mucho gusto lo ayudaría pero tenía el limitante de mi horario.  Quedamos en que nos cuminicaríamos para ponernos de acuerdo.  Un poco antes de las ocho me retiré de Intecap y me vine a mi casita.

Conversando con un par de amigas del voluntariado me enteré que andaban distribuyendo Guerra Mundial Z, el libro.  Me llamó la atención y lo bajé, he estado leyéndolo un poco estas noches.

El jueves estuvo bastante pesadito el día pues la dama a la que he estado ayudando con un documento legal estuvo presionándome para que le entregara una copia.  Lo malo es que aún no está aprobado y no puedo distribuir documentos en ese estado.   Había llevado avena y cargaba un cupón que me dieron en el banco donde ahorro para cambiar por una hamburguesa en el restaurante de pollo más grande -y caro- dle país.  Caminé hasta el restaurante más cercano y fuí a comer al parquecito de costumbre.  Entre la ida al restaurante y retornar al parquecito caminé casi cuarenta minutos.  Por la tarde me sentía cansado.

La compañera de mi jefa me había ofrecido aventón desde la tarde por lo que me esperé hasta un poco antes de las siete.  Me pasó a dejar cerca de mi casa.  Como estoy cambiando mis horarios para tener buenos sábados con mis peques había decidido cenar una torta, así al día siguiente tenía un buen almuerzo y ya no cenaba.  Pasé al lugar de las tortas pero no tenían panes para prepararlas por lo que pasé al lugar de los asados.  Compré uno de dos dólares y me vine a cenar a mi casita, y a seguir leyendo Guerra Mundial Z.

El viernes me llevé, por primera vez, una camisa con doble uso.  Por haber lavado ropa de cama la semana anterior no me percaté que no había lavado la camisa manga corta del uniforme que uso los viernes.  El viernes por la mañana me dije, la lavo en la noche y la pongo a secar en el baño.  Lo malo es que el viernes estaba lloviendo.  En fin, saqué de la bolsa de la ropa sucia la camisa, la planché y me dirigí a mi oficina.  Creo que estaba lo suficientemente límpia.

Durante la mañana estuve actualizando la información de mi control de actividades, y tratando de avanzar en un par de documentos que se me han ido quedando atrasados.  Al mediodía fuí al comedor de costumbre y comí carne asada.  Por la tarde continué con lo que había empezado antes de salir a almorzar y un poco después de las seis el compañero del BMW -que ahora tiene un Mazda- me dió aventón a mi casita.

Afortunadamente no eran aún las siete por lo que me dirigí directamente al supermercado que queda a una calle de mi casa y me proveí para el desayuno el día siguiente.  Ya no cené nada.

El sábado me levanté temprano.  Como a las seis y media.  Hice limpieza en mi habitación y me dirigí a la casa de mis chicos un poco antes de las siete y media.  Preparamos un gran desayuno, con cereal de chocolate, leche, huevos con salchica y salami y frijoles volteados.  También algo de fruta.  Después del desayuno nos venimos a mi habitación y les expliqué a mis chicos un poco de CSS, luego hicieron cada uno una hoja aplicando algunos formatos de CSS.

Luego de estar en la computadora salimos al mercado y compramos ingredientes para preparar emparedados.  Retornamos a mi habitación y mis chicos me ayudaron a preparar el almuerzo.  Luego nos dirigimos a la universidad.  Llevábamos una pelota para jugar volleyball pero en el camino empezó una lluvia bastante fuerte.  Ha estado lloviendo bastante extraño, llueve fuerte, se calma, vuelve a llover y así.  Nos costó un poco pero finalmente llegamos al edificio de la rectoría en donde almorzamos.

Después de comer fuímos a la biblioteca en donde mis chicos continuaron con los libros que han estado leyendo, la grande está leyendo El Lazarillo de Tormes, la mediana algo de CS Lewis y el pequeño un libro de HG Wells, La Guerra de los Mundos, me parece.  Yo estuve leyendo un poco de psicología adolescente.  Estuvimos un poco menos de una hora en la biblioteca y luego retornamos a mi casa.  Mis chicos me ayudaron a lavar los trastos y luego vimos un poco de Episodio 3 de Stars Wars.  Los fuí a dejar tardísimo.

La voluntaria del departamento en el cual crecí iba a venir al concierto de aniversario de nuestro grupo de voluntarios.  Al final creo que hubo una confusión con los horarios y me llamó para que le consiguiera el teléfono de alguien que la apoyara.  Le escribí en Twitter y Facebook a dos o tres voluntarios pero creo que todos andaban en preparativos del concierto.  Ninguno me contestó.  Un poco más tarde mi amiga me llamó para comentarme que ya no vendría.  Yo le había comentado desde la semana anterior que no iba a ir porque tenía que ver a mis chicos hasta tarde esa noche y quedamos en que talvez nos veíamos el domingo.

Por la noches estuve leyendo Guerra Mundial Z pero me quedé dormido bastante rápido, aunque no me había alistado, me tuve que levantar a lavarme los dientes, apagar las luces y la computadora y terminé durmiéndome casi a medianoche, hasta salí a dejar ropa en remojo para la semana.

El domingo me levanté un poco después de las ocho, a lavar mis camisas y ropa interior.  El día estaba bastante gris y salí a tomar el autobús para la actividad que esperaba sería igual que hace tres años.  Incluso llevaba una mudada completa de ropa en mi mochila.  Llegué al lugar de reunión un poco después de las diez. Habían convocado para las diez pero la puntualidad no es una de las virtudes del grupo.

Un poco antes de las diez y media empezó la actividad con algunas canciones y luego se dividieron los grupos para realizar los juegos.  Yo encontré a una de las voluntarias de los sábados de la noche -y dirigentes del grupo- y caminamos al lugar en el que se reunió uno de los grupos.  La caminata estuvo bastante larga y cuando ya casi íbamos llegando ella recibió una llamada de su trabajo para que fuera a resolver algo a una de las tiendas.  Como había dejado la mochila en su automóvil me tocó que caminar de regreso con ella.

Un poco antes de salir de mi casa había llamado a otro de los voluntarios del grupo de los sábados por la noche para guardar en su auto mi mochila.  Como me tocó que regresar al parqueo lo esperé en el lugar y pasé mi mochila del carro de la voluntaria al suyo.  Luego fuímos a la actividad.  Que estuvo bien apagada -o al menos así la ví yo-.  No hubo lodo ni nada parecido.  Algunos juegos y luego se reunió a todo el grupo para una foto para un periódico.  La excusa es que los voluntarios que vinieron de fuera de la ciudad -y de El Salvador- debían iniciar el retorno a las una de la tarde.  En fin.

Me sentía cansado -a pesar de no haber hecho más que caminar- por lo que le pedí al voluntario donde guardé mi mochila que me pasara a dejar al periférico para tomar un autobus hacia mi casa.  Estaba planeando almorzar lo mismo que el domingo pasado y ponerme a ver una película.  Me imaginé que iba a dormirme, igual que el domingo pasado.  Cuando venía a unas cuatro o cinco calles de mi casa me llamó mi ex esposa.  Pidiéndome que la llamara de vuelta.

Vine a mi habitación, esperé un poco y luego llamé a la madre de mis hijos.  Estaba un poco alterada, problemas que tiene con mi hija mayor.  La verdad es que la adolescencia es dura para cualquiera y cuando se añade un divorcio me imagino que se complica más.  En fin, están teniendo discusiones por el lugar en el que mi chica mayor estudiará el bachillerato el otro año y parece que mi hija entró a su habitación a golpear algunas cosas.  Me ofreció que pasara un rato conmigo. 

Le pedí también a mis hijos pequeños pero el chico no había aún almorzado y mi hija segunda tenía una montaña de tareas.  Como no había almorzado le ofrecí a mi hija comprar pizza.  Como estaba molesta me dijo que no tenía apetito.  Como yo si tenía hambre fuímos caminando al restaurante en donde usualmente compramos pizza.  Cuando iba a ordenar me percaté que no llevaba efectivo, ni tarjeta.  Nos tocó que retornar a mi habitación.  Volvimos a ir al restaurante -lluvia de por medio- y al final fuimos a comer al primer nivel de la biblioteca.  Almorzamos con mi chica media pizza y conversamos.  Me gustaría poder ayudarla más pero a veces es realmente complicado.

Después de almorzar subimos a la biblioteca, mi chica continúa con El Lazarillo de Tormes y yo estuve leyendo un poco de Blanchard -El Ejecutivo al Minuto-.  Después de la biblioteca pasé a dejarla a su casa y vine a comprar jamón y pan para el almuerzo de hoy.  También un cubilete y pan tostado para mi cena.  Por la noche continué leyendo Guerra Mundial Z.

Hoy me desperté a las cinco y media.  Encendí la computadora y continué en mi camita hasta las seis.  Me levanté a preparar los panes del almuerzo y me volví a acostar, luego me levanté a planchar la camisa, a bañarme y a prepararme para el trabajo.  Llegué a la oficina como cinco minutos antes de las ocho.  Hoy llegó Tn, quien trabajó en la misma oficina en la que trabajé hace tres años, aunque en otra área.  Tn se casó hace como dos años -su esposa no me cae bien- y hace como dos o tres semanas tuvieron a su primer bebé.  Es bastante alto, moreno, algo gordo y bastante callado.  Es bastante productivo, según lo que he escuchado.

Por la mañana estuve armándome de valor para la redacción de un documento que he estado trabajando por más de tres meses y del cual pidieron cambios bastante fuertes.  Estuve en eso toda la mañana.  También acompañé a Tn a abrir su cuenta bancaria.  Al mediodía iba a salir al parquecito pues había llevado panes.  Como ninguno de los compañeros iba a salir a la hora que Tn, me ofrecí a enseñarle el comedor en el que usualmente almuerzo.  Le pasé regalando los panes a uno de los guardias del edificio.

Almorzamos, milanesa, y conversamos un poco sobre el trabajo en el que coincidimos -mi ex jefa lo había despedido y trató de recontratarlo cuando me contrató hace año y medio y cuando renuncié, hace medio año-.  Tn trabajó con mi jefa en el penúltimo trabajo de ambos.  Como no llevaba efectivo le pedí a Tn que pagara y le reembolsaría el efectivo en la oficina.  Aún no lo he hecho.

Por la tarde continué con el mismo documento.  Es increíble lo que se puede mejorar un diagrama cuando se vé desde otra perspectiva.  Finalmente envié la nueva versión un poco antes de las cinco y luego me quedé preparando un par de documentos que debo enviar a publicar.  Un poco después de las seis el compañero del BMW -que ahora maneja un Mazda- me ofreció jalón.  Cuando llegamos al parqueo encontramos una de las ruedas desinflada por lo que lo ayudé a cambiarla por la llanta de repuesto.  Luego me pasó a dejar a mi casa.

Pasé a la panadería a comprar pan tostado para mi cena y pan francés para el almuerzo de mañana, también unas salchichas.  Vine a bajar la ropa que había tendido ayer y se había mojado con el relajo de lluvia que ha habido.  Llamé a mis peques pero estaban cenando.  Me puse a actualizar mis redes sociales y el blog y volví a llamar a mis chicos.  Están haciendo tareas y leyendo.  Everything is ok.






martes, 20 de agosto de 2013

Escribir lo que deseas...

He leído en varias partes -El secreto, el autor de Dilbert, etc- que una buena forma de atraer lo que uno desea es expresarlo por escrito.  Y bien, hace un año y medio o así, cuando estaba en mi penúltimo trabajo y con bastantes conflictos con mi jefa de entonces empecé a llenar un cuaderno, una página por noche -fueron cuatro o cinco noches realmente- con lo que quería: Trabajar en proyectos, despertar con una dama los domingos.

Y a principios de este año empecé a trabajar en proyectos, por un corto tiempo al menos.  Luego de dos o tres meses de estar trabajando en esa área realizaron una regorganización en el departamento y quedé del otro lado, documentando.  Pero ha estado bien, he vuelto a ISO 9001 y he estado viendo también riesgos y six sigma.

Y el domingo anterior me desperté con una chica.  Literalmente.  Aunque creo que no se volverá a repetir en mucho mucho tiempo.

El viernes pasado llevé panitos con jamón y aguacate al trabajo.  La verdad el día estuvo bastante lento.  Estuve tratando de avanzar un poco en las asignaciones que han estado definiéndose en las reuniones de los martes y miércoles.  Al mediodía sali a almorzar con el nuevo compañero ya que había llevado su computadora y me pasó un par de películas a mis memorias usb.

En la tarde continué trabajando en otro par de documentos.  Un poco después de las seis el compañero del BMW me dió aventón a mi habitación.  Le había dicho a la compañera de mi jefa que la iba a acompañara pero no tenía muchos ánimos de quedarme más tiempo en la oficina.  El compañero del BMW me pasó a dejar a mi habitacion y vine a cenar pan tostado y té.  Por la noche estuve viendo un poco de The Fight Club.  Me dormí un poco antes de medianoche.

El sábado me levanté antes de las siete porque había dejado en remojo mi único cubrecamas y tenía que tenderlo ya que no tenía nada de ropa de cama y para esa noche tenía planeado recibir a una amiga del departamento en el que crecí.  Lavé la ropa, la tendí y luego salí a comprar los ingredientes para el desayuno.

A las siete y media me dirigí a la casa de mis chicos.  Ya estaban despiertos.  Empezamos a preparar el desayuno y un poco después de las ocho pasé al supermercado a comprar yogurt.  Fue un desayuno bastante sustancioso.  Después del desayuno venimos un rato a mi habitación y luego nos dirigimos al zoológico, en donde nos pasamos toda la mañana.  Ibamos a retornar al mediodía pues me preocupaba la ropa.  Ha estado lloviendo bastante irregularmente.

Después del zoológico les pedí a mis chicos que me acompañaran a un banco a sacar dinero.  Me volví a quedar sin dinero en efectivo el fin de semana y, como llovió por ratos, me resigné a comprar ropa de cama.  Pasamos a un comercial a comer unos burritos de Taco Bell y luego encontramos, por fin, un banco abierto. Retornamos a casa en transmetro.  Cuando nos apeamos estaba lloviendo por lo que nos tocó que esperar un rato en la estación.  Aprovechando que estábamos a la par de una gasolinera compré unos helados.

Retornamos a mi habitación a hacer unos ejercicios de HTML y, a las seis y media, los fuí a dejar a su casa.  Mi amiga me había enviado un mensaje de texto a las seis avisándome que había llegado al lugar en el que habíamos planeado reunirnos.  Retorné a mi habitación por mi mochila y me dirigí al edificio en el que trabajaba el año pasado.  Abordé el transmetro y luego un autobús.

Encontré a mi amiga exactamente una hora después de que me había enviado el mensaje.  Es alta y bastante corpulenta.  Igual no esperaba que tuviéramos relaciones.  Le pedí que me acompañara a un comercial y compré un cubrecamas y una colcha.  Luego nos venimos a mi habitación.  Compré una gaseosa y unos snacks y ella una galleta.

Un poco después de las diez nos acostamos.  Yo había planeado utilizar una de mis bolsas de dormir pero me pidió que la acompañara en la cama.  Estuvimos conversando hasta las dos y media de la madrugada.  Muy buena noche.  Había planeado que nos despertáramos a las ocho y media pero a las seis y media uno de mis vecinos salió a lavar, continuamos, sin embargo, en la cama hasta casi las diez de la mañana.

A las diez de la mañana mi amiga empezó a recibir llamadas de su hermano, quien no le creyó que había venido ese día de Antigua.  Al mediodía la acompañé a un comercial cerca de donde vive su familia, en el otro extremo de la ciudad y, a pesar de haber salido con mi mochila de visita, retorné a mi habitación.  No había comido en todo el día.  Pasé al supermercado a comprar un baggete, a la tienda a comprar una coca cola de medio litro y a Pollo Pinulito a comprar un menú de dos piezas. No encontré aguacates ni tomate.

Vine a mi habitación a almorzar y puse Tropic Thuner en la computadora.  Comí y me quedé viendo la película pero un poco antes de las cinco caí rendido.  Me desperté como a las nueve, apagué la computadora y continué hasta el lunes a las seis de la mañana.  Más de doce horas en la cama.

Ayer me levanté bastante descansado.  Planché la camisa y me fuí a la oficina.  Llegué bastante temprano.  Estuve por la mañana actualizando mi plan mensual de asignaciones.  Al mediodía salí al banco, pasé mi salario quincenal a la cuenta que uso con tarjeta de débito y luego saqué una buena cantidad para pasarla a mis cuentas de ahorros.  El sistema no estaba funcionando en el banco donde tengo mis ahorros por lo que retorné a mi oficina con bastante efectivo.  No almorcé y no había desayunado.

Por la tarde estuve trabajando en una presentación que debía realizar este día y un poco después de las cinco y media salí de la oficina.  Con el compañero del BMW, dejé el efectivo en mi archivo, bajo llave.  Anoche compré jamón en el supermercado y pan en la panadería.  Cené unos panes con jamón, té y pan dulce.  Empecé a ver Confesiones de una Consejera Matrimonial, una de esas películas en la que la mayoría de actores son negros.

Cosí, por fin, una manga de mi saco azul.  Ya llevaba como dos semanas de estar utilizando únciamente el saco negro del uniforme. Estuve una buena parte de la noche investigando la forma de medir la inteligencia emocional del equipo.  Al final conseguí un test de empatía.  También conseguí las normas ISO 13053 que se refieren a Six Sigma.  Me dormí un poco antes de medianoche.

Hoy me desperté a las cinco pero me levanté casi a las seis.  Me bañé, preparé panes con jamón para mi almuerzo y me fuí bastante temprano a la oficina.  Llegué un poco antes de las siete y media.  La compañerita debia de dirigir la reunión pero llegó super tarde, otra vez, por lo que tendrá que patrocinar los panes de la refacción de mañana, otra vez.  La reunión estuvo interesante, presenté las diapositivas que había preparado ayer y terminamos a las nueve pues habían varias reuniones extras.

Un poco antes del mediodía me reuní con la persona por la que tuve que llegar a este trabajo antes de mi inducción formal.  Había estado insistiendo tanto en un tema que desesperó a mi jefa.  A mí me ha caido bien.  Trabajamos hasta el mediodía.  A la hora del almuerzo pasé a depositar a mis cuentas de ahorro el efectivo que había dejado ayer en la oficina.  Después pasé al área de almuerzo del edificio.  Varios compañeros estaban en una mesa pero la ví bastante llena, además estaba por terminar de leer Amor bajo la lluvia.  De paso vi a una persona de otro nivel jugando ajedrez en su celular, veré si lo contacto para practicar en los almuerzos.

Por la tarde me tocó que ir al otro edificio de la empresa.  Me reuní con la persona que me había cancelado la reunión la semana anterior.  La verdad es que ya tenía una parte de la información necesaria -no sé cómo había pasado por alto el correo- pero la reunión fue bastante provechosa.  Cuando bajé al lobby del edificio me dí cuenta de la tormeta que estaba cayendo.  Me tocó que esperar como quince minutos a que amainara la lluvia.  Afortunadamente cargaba un par de cubos de Rubik.

Retorné a la oficina y a las cinco la compañerita realizó la presentación que no había podido hacer por la mañana.  Bastante interesante.  Después de la reunión envié los documentos que había visto en la reunión de la mañana y luego empecé a preparar los de la reunión de la tarde.  Estaba por enviar la información pero me dí cuenta que el documento estaba incompleto.  Empecé a modificarlo pero la compañera de mi jefa me indicó que se retiraba.  Eran las siete y media.  Apagué la computadora y bajé al sótano.  La compañera de mi jefa me dió aventón a mi colonia.

Vine a actualizar mis redes sociales y a terminar de ver Confesiones de una Consejera Matrimonial, también a preparar un poco del material que debo enseñarles a mis peques este fin de seman -terminaré pronto HTML y empezaré CSS-.  Mañana es mi último día del curso de DRUPAL y debo llegar temprano por la reunión matutina.  Trataré de no desvelarme mucho.  All is well.