lunes, 29 de noviembre de 2010

Volver...

con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien...
Sentir que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada.

Ok. tengo un poco de canas pero no es para tanto. Mi frente aún no está marchita, de hecho la mayoría de las personas me calculan 10 años menos que mi edad real -o son muy amables-. Y no fueron veinte años, fueron dos años que me ausenté de mi pueblo natal.

Aunque si he de ser exacto, hace exactamente veinte años que salí de mi pueblo, luego de graduarme de bachiller en mecánica general, hacia la ciudad pues en ese tiempo no había universidad por aquellos rumbos. Vine a estudiar Ingeniería en Computación, terminé graduándome como Ingeniero Industrial y quince años después me desempeño como Ingeniero de Soporte de Software. Las vueltas que da la vida.

Pero si, tenía dos años de no ir a mi pueblo. Aprovechando que tenía tres días de vacaciones en mi trabajo me decidí a realizar el viaje de seis horas en bus. Había estado dudando durante la última semana entre ir y no ir pues luego de una llamada a mi hermana menor me enteré que no se estaban llevando bien con mi hermano mayor, que practicamente la había echado de la casa familiar con su hijo pequeño. Y que tenían varios meses de no hablarse entre ellos: Mis papás, mi hermano mayor y ella. De mi hermano menor ni se había informado.

Al final me decidí a viajar porque era eso o pasarme los tres días entre mi habitació y la biblioteca. Como he andado bastante depresivo estos últimos días -cosas del corazón- y Pb me había ofrecido posada en su apartamento -no quería llegar a dormir a la casa paterna, en la que habita ahora mi hermano mayor únicamente- me decidí por el viaje.

El martes pasado trabajé de 15:00 a medianoche por la celebración del cumpleaños de mi hija mayor. Después de medianoche salí a lavar una pila de trastos que tenía acumulados en mi habitación e hice una buena limpieza pues es bastante triste -para mí- regresar de un viaje para encontrar todo desordenado.

Me dormí alrededor de las 2:00 de la mañana. Me desperté alrdedor de las 7:00 y me dirigí a la estación de autobuses hacia nuestro puerto en la costa atlántica. Llegué justo a tiempo de abordar el bus de las 8:00 AM. El viaje estuvo sin contratiempos, mis vecinos eran una joven señora y su niño de un poco menos de dos años -o esos le calculé-, afortunadamente el niño se portó muy bien y se puso a llorar únicamente un rato casi a medio camino.

Justo a mitad del camino entre la ciudad y el puerto la compañía de los autobuses construyó un Hotel y restaurante. Los buses hacen en este lugar una pausa de media hora en la que uno puede estirar las piernas y comer algo. Me comí un helado de mis favoritos. Llamé a Pb para avisarle que iba en camino -lo había llamado el día anterior- y a mi hermana para contarle que llegaría a visitarla, ella ofreció ir por mí a la estación de buses.

Llegamos casi a las 14:30 a la estación, mi hermana estaba esperándome en compañía de mi sobrino de cinco años. En la motocicleta de mi hermana nos dirigimos a la casa en la que está viviendo y allí me invitó a almorzar. Le dí el regalo que le llevaba a mi sobrino -un robot de baterías- y luego pasamos el resto de la tarde recorriendo los lugares comunes del puerto: Un hotel centenario a orillas del mar, el malecón, el parque de basket. En el último punto del recorrido encontré a mi único amigo de la primaria. Había estado llamándolo desde un par de días pero no contestaba el teléfono. Resultó que había perdido el teléfono y estaba utilizando otro, quedamos en reunirnos al día siguiente.

Al final de la tarde fuimos a un Mc Donalds, por un helado para el niño y allí llegó a recogerme Pb. Pero eso es otra historia.

martes, 23 de noviembre de 2010

Semana cortita, laboralmente hablando...

El sábado tuve uno de mis momentos de iluminación al estarme bañando antes de ir a la visita: Comprendí -creo- que el que no me hayan elegido para ser encargado de grupo de visita fué lo mejor, dado que no puedo dedicarme plenamente a eso, por mis obligaciones de los domingos. Razoné también que por la misma razón no aplicaré a ser parte de la Payaescuela del próximo semestre, otro de los hechos -al igual que ser encargado de visita- con los que me había hecho ilusiones al iniciar el ciclo de visitas de este semestre.

Eso -el haber visto más claramente mi situación- me dió una gran tranquilidad esa mañana y pude realizar una buena visita en el asilo de la zona 1 a donde debíamos ir. A la visita apenas llegamos la cantidad mínima -6 más uno de invitado- de voluntarios requeridos para una visita. La mayoría fueron llamados a ser encargados de grupo del nuevo grupo de voluntarios.

Luego de la visita de la mañana almorzamos en el lugar de costumbre. Me despedí rápido pues había quedado con el grupo de la tarde de reunirnos a la 1 en el centro comercial de costumbre. Fuimos con el grupo de la tarde a visitar el asilo de ancianas al que habíamos acudido hacía casi un mes. Estuve conversando un poco en inglés con una anciana americana que vive en ese asilo y la visita en general también estuvo bien.

Después de la visita con Fd, Ely y otra voluntaria nos quedamos viendo el desfile navideño que organiza uno de los bancos del país y nos despedimos casi a las 10. Mientras Fd y la otra voluntaria estuvieron de pie viendo el desfile Ely y yo nos sentamos en los barrotes de una pasarela y compartimos casi todo el desfile, yo abrazándola pues nuestra posición sobre estas barras era bastante precaria.

El sábado en la noche vi un poco de The Expendables.

El domingo me levante un poco temprano. Recogí a mis chicos a las 9:45 y nos venimos a mi habitación a jugar scrabble -por fin la última partida de la ronda actual- y a preparar pollo asado pues quería llevarles comida casera para la visita al zoo. Nos fuimos un poco después del medio día al zoo. Estuvimos recorriendo el lugar casi toda la tarde y a las 5:00 retornamos a mi habitación. Los fuí a dejar a las 6:30 a su casa luego de una partida de Dos.
Esa noche estuve conversando con Ely sobre el chat de Facebook, al final la conclusión fue que aún no está preparada para otra relación. Que aún extraña a su última pareja. Me parece que debo ir a otra cosa.

El lunes me levanté un poco temprano, lavé mi bata y me dirigí al centro a comprar un libro para el cumpleaños de mi chica mayor. Me entretuve bastante tiempo en la primer librería que encontré y finalmente compré un pequeño libro que trata sobre los cambios de los adolescentes. Había planeado cruzar la calle y buscar otro libro en la otra librería en la que usualmente me proveo de libros. Cuando salí a la acera me dí cuenta que cuatro jovenes estaban asaltando a otros tantos. No se si llevaban armas, lo que ví es que los estaban bolseando. Caminé rápido hacia la esquina y recordé que había visto una patrulla de policía estacionada en esa calle. Me apresuré a llegar a donde estaban y les informé del hecho. No los ví muy motivados pero fueron a verificar el percance. En mi caso, preferí alejarme de la escena y monté un transmetro hacia la zona en la que trabajo.

Le compré -a pocas cuadras de mi trabajo está una oficina de la telefónica más grande del país- un teléfono a mi hija y luego fuí a almorzar al lugar que paso cuando voy a devolver libros a mi biblioteca. Un poco antes de las 2 ingresé a mi oficina. El trabajo estuvo bastante normal. Estuve en mi oficina hasta las 9:00 y a marcar mi salida iba cuando me enteré por Facebook que la voluntaria a la que había acompañado la semana pasada a realizarse sus exámenes de admisión los había reprobado todos. La llamé y estuve tratando de animarla hasta un poco después de las 9:30 por lo que ya no alcancé el último transmetro y me tocó caminar a mi casita, en donde trabajé la última media hora.

Como me ha sucedido no poco, al solicitar mis días de vacaciones para esta semana confundí la fecha en que mi hija cumple años. El domingo, por un comentario de mi chica mayor, me dí cuenta de esto y el lunes le solicité a mi jefe correr una hora la entrada para este día. Por la noche llamé a mi ex para ver si podía tener a mi hija mayor de 11 a 1. Me respondió que de 10 a 12 le quedaba mejor.

Anoche empaqué el libro y el celular con papel de regalo. Esta mañana me levanté un poco después de las 7. Me bañé y me dirigí a la visita en el hospital de oncología pediátrica. Planeaba salir a las 9:30 y dirigirme a recoger a mi chica a las 10:00. La visita estuvo muy buena. Llegaron un montón de voluntarios, la mayoría de la generación que acaba de graduarse. Estuvo bastante desorganizada también, pues no llegó la encargada de visita. Se suponía que la visita terminaba a las 9:30 pero a las 9:45 que me despedí aún estaban en plena actividad.

A las 9:45 empecé a caminar hacia la casa de mi chica pues no ví que circulara ningun bus hacia nuestra colonia. Cuando estaba como al 60% del camino por fin se apareció un bus y lo abordé. Llamé a mi chica diciéndole que llegaría a las 10:10. Cuando pasé por la casa de mis hijos mi ex andaba impartiendo clases partículares. Mis chicos menores se quedaron solos pues había planeado que iba a ser un tiempo especial con mi hija mayor -igual se han quedado solos en alguna otra ocasión me parece-.
Nos dirigimos con mi hija a un restaurante cerca de casa y mientras yo desayunaba y ella consumía una dona le entregué sus regalos. Se mostró emocionada por su celular.

Un poco antes de las 11:30 nos llamaron y mi ex me pidió si podía llevarla hasta la 1. Estaban organizando algo con mis hijos menores. La pasé a dejar a su casa exactamente a la 1. Luego pasé a comprar un regalo para el hijo de mi hermana. Planeo verlos mañana o pasado pues me voy mañana temprano a mi pueblo natal. Pasé a mi habitación por los libros que tenía de la biblioteca y me dirijí al Centro Cultural Español a entregar los libros y sacar otro par.

Antes de salir de mi colonia pasé a la casa del dueño de la casa a pagarle el alquiler de este mes. Esta tarde avisé a Pb que mañana caeré por su oficina. No he podido comunicarme con mi amigo de la primaria pero logré hablar con mi amigo del bachillerato. Mi última tarea -antes que mi jefe se retirara- fué entregarle la boleta en la que dejo registrado los días de vacaciones: uno la semana pasada y dos esta semana.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Publicado... en papel... en un libro.

Hace un poco más de dos años leí un libro -en inglés- que se llamaba 'Como lograr que te publiquen antes de que te mueras' o algo así. Estaba escrito por una residente de Portland y en un estilo bastante irreverente daba un montón de guías y consejos sobre como lograr convertirse en un escritor publicado.

Hace dos días me llamó la misma anciana que hace unas semanas me contactó para publicar el cuento con el que gané el premio municipal de relato breve en un libro de texto para sexto grado de primaria. Quedamos en reunirnos este día en un centro comercial para firmar un documento donde le autorizo a publicar el cuento y entregarme un cheque -había entendido- con los honorarios respectivos.

Llegúe al comercial con diez minutos de antelación y debo reconocerle que fué muy puntual. Firmé el documento y me entregó un sobre. Esperaba que fuera un cheque para escanearlo y guardar un recuerdo del mismo. El sobre contenía efectivo. El efectivo casi llegaba a lo que gasté este día en el almuerzo de la reunión que tenemos cada semana en nuestro departamento de la oficina -ahora ya no son reuniones a media mañana con refacciones sino reuniones al medio día con almuerzo-. Nos turnamos para llevar almuerzo los tres Ingenieros de Soporte, nuestro jefe y Pb quien ahora está en Implementación pero sigue acompañandonos en las refacciones -ahora almuerzos- de los viernes. Hoy me tocó.

El libro saldrá a la venta -me comentó la señora editora- alrededor de Julio del próximo año y prometió enviarme una copia del mismo y una copia del documento que firmé hoy. Eso me quedará de recuerdo. Espero.

Me pareció interesante que el libro estará en las escuelas o colegios para el ciclo escolar del 2012. Ese año mi chico estará en Sexto grado. Me parece que en su clase de Idioma Español le tocará trabajar un ejercicio de comprensión lectora utilizando un cuento basado en él mismo.

Día de Vacaciones...

Debo aprender -al igual que intento hacerlo con mis chicos- a dosificar mis días. Creo. El Jueves logré que me dieran un día de vacaciones, me parece que con ese completo cuatro de los quince a los que tengo derecho por año trabajado. Espero tomar otros dos la otra semana y uno adicional en diciembre. El resto creo que se quedará así pues en Enero creo que mi oficina cambia de régimen -y de dueños- y según mi jefe es borrón y cuenta nueva, para los que tengan la suerte -?- de seguir trabajando.

El jueves lo había pedido específicamente porque había una visita con mi grupo de voluntarios a una aldea fuera de la ciudad. Son solamente 60 kilometros de distancia de la capital del país pero -en palabras de una de las organizadoras de la actividad- a años luz de desarrollo, es como ir a las profundidades del país.

Para empezar los últimos seis o siete kilómetros de camino no estaban asfaltados. La reunión la programaron para las 7:00 AM en el mismo lugar de nuestro entrenamiento a principios de año. Fueron bastante puntuales y a las 7:25 partimos del lugar en tres o cuatro micro buses. El viaje tardó alrededor de dos horas y la actividad como dos horas y media. Se trataba de interactuar con varios cientos de niños, hijos de las señoras a las que están tratando de patrocinar una sociedad de ex alumnas de uno de los mejores colegios femeninos de la ciudad.

La actividad en general estuvo bastante bien. Se empezó bastante desorganizadamente pero se logró integrar a casi todos los niños en varias dinámicas, canciones y juegos de grupo. También tratamos de hacer sonreir a las señoras. Lo interesante de este pueblo es que todo el elemento masculino brillaba por su ausencia y es que, según me explicó la única pareja de adolescentes que encontré, todos los hombres en edad de trabajar -o sea arriba de diecisiete años- se ausentan alrededor de cinco meses de la aldea para ir a trabajar a algún ingenio o industria similar.

Retornamos a la capital alrededor de las 4. Me sentía un poco cansado pues me había levantado a las 5:30 pero acepté la invitación de Pj, Ms y Jc a almorzar con el compañero que vive a pocas calles de mi casa. Compramos pollo frito y estuvimos un par de horas conversando. A las 5:00 me llamó Mv para indicarme el lugar en el cual nos reuniríamos a las 6:00, como habíamos acordado el día anterior. Debo decir que mi estado de ánimo no era el mejor, pues además de madrugar y la actividad del día me enteré -en el viaje de ida- que el día anterior habían notificado a los voluntarios que habían sido seleccionados como encargados de grupo para la nueva generación de voluntarios. Yo había aplicado a la posición y me sentí bastante decepcionado de no ser incluído. Mucho de la decepción me parece que consistió en razonar sobre las personas que si habían sido seleccionados y compararme -mentalmente- con ellos.

A las 6:00 me encontré con Mv. Estabamos en la fila del cine cuando un excompañero -me parece- de universidad se acercó a saludarla y comenzaron a conversar animadamente. El tipo iba con una anciana -su madre- que también fué excluida de la conversación, por lo que rodeándolos empecé a conversar un poco con la misma. Mi ánimo decayó completamente luego de esto -no solo por sentir celos, sino porque al final no tenía razón para sentirlos-. Al final entramos a ver con Mv la última comedia de Robert Downey Jr. Como no soy bueno para fingir Mv me empezó a preguntar si andaba todo bien y le aseguré que andaba todo bien. Que me sentía cansado nomás. Ah si, a Mv también la eligieron como encargada de grupo. Terminamos de ver la película y abordamos el transmetro. Usualmente con Mv -siento- que yo llevo la conversación y por supueseto, al verme callado, empezó a interrogarme sobre si me pasaba algo. Nomás le dije que estaba de bajón y que seguramente era por la madrugada y la noticia de los encargados. Me despedí llegando a mi estación del transmetro y caminé a mi casa. Me llamó un poco más tarde para decirme que ella esperaba también que yo apareciera en el listado de encargados y que esperaba que se me pasara rápido la depre, que me quería mucho.

Este día no llamé a Mv para nada. De hecho, la mayoría de días desde hace unas tres semanas no la llamo. Creo que es hora de dar el siguiente paso: No contestar tampoco sus llamadas o acortarlas lo más posible. En la tarde -casi a las 6:00- recibí una llamada de Mv pero, o yo estaba hablando muy bajo o ella no estaba escuchando bien pues no pudimos establecer una conversación coherente. Le propuse que siguieramos por msn y estuve conversando -bastante esporádicamente- como media hora. Terminé mi turno a las 8:00 PM y me vine a mi casita a cenar y ver Medidas Extremas.

Este día también llamé a mi mejor -?- amiga de Portland. Estuvimos conversando un rato pero la verdad creo que hasta mi inglés baja bastante cuando ando de depre. Al final tuve que cortar pues se vino algo importante en mi trabajo y mi jefa llegó a mi computadora a verificar un par de datos. Acabo de verificar el correo de Yahoo y encontré un correo de mi mejor amiga de Portland. Viene en Marzo con su esposo y un grupo de Hábitat para la Humanidad. Espera verme. Y a mis niños. Y a mi grupo de voluntarios. Le respondí en una forma bastante sombría pues ninguno de los días que planea pasar acá es domingo y no creo que pueda tampoco presentarle a mi grupo de voluntarios. Le conté que la otra semana me voy a mi ciudad natal a visitar a mi hermana.

Creo que ya se me empezó a pasar la depre. No se si algún día aprenderé a dosificar mis días -no muchas actividades en el mismo día- o a afrontar mejor los hechos desagradables que se me pueden presentar de un día a otro.

martes, 16 de noviembre de 2010

Veinticuatro horas en la oficina...

Cuantas horas seguidas es lo más que ha trabajado en un solo día?

Esa era una de las preguntas que usualmente hacía cuando contrataba personal en mis épocas de Producción/Calidad/Administración. El que daba cifras arriba de 10 o 15 tenía puntos extras en la entrevista.

Los lunes aprovecho para levantarme tarde. Antes me deprimía por dormir hasta tarde pero luego razoné que incluso sábados y domingos -especialmente estos dos días- no puedo dormir hasta tarde. Sábados por realizar visitas y domingos por mis peques. Ayer me levanté como a las 10:00, como tenía una montaña de ropa por lavar y mucho eran pantalones de lona preparé una bolsa y llevé una carga a una lavandería a pocas cuadras de mi casa. Lavé también la pila de trastos y mi bata pues hoy me tocaba visita. Desayuné, ordené mi habitación y leí un par de capítulos de Son de Mar. Muy buen libro. Como a medio día que estaba terminando de prepararme para ir a mi trabajo me llamó Mv. Volvimos a repetir lo de las conversaciones maratónicas. Estuvimos conversando durante el trayecto de mi habitación a mi oficina, casi 50 minutos. Según mis cálculos iba a entrar temprano a mi trabajo, me tocaba entrar a las 2:00 pm y llegué como a la 1:15. Lo primero que me dijo Pb cuando me vió fue que me había perdido la capacitación que había impartido de10 a mediodía y a la cual había convocado a todo el departamento hacía más de una seman. Mal inicio de semana.

Mi turno, sin embargo, mejoró bastante pues nuestro cliente del país vecino del norte no trabajaba este día y tenía conexión abierta a su base de datos, con lo que pude avanzar bastante en la búsqueda de unas diferencias contables que había estado posponiendo. Me entretuve en esto casi toda la tarde y envié un par de notificaciones sobre el avance en el tema. Como a las 7:00 pm me llamó Mv contandome que andaba cerca de mi oficina, le indiqué que tomaría mi hora de cena y que podíamos conversar un rato. Salí un poco más de media hora al patio de mi edificio y después de conversar un rato la acompañé a la estación del transmetro más cercana.

Al retornar a mi oficina -eran como las 9:15- me encontré con un correo de nuestro cliente en el vecino país del sur pidiendo bastante dramáticamente ayuda. Empecé a verificar la información y estaba bastante complicada la solución. De hecho, por segunda vez en el año me tocó activar el Hotline de Programación aunque en esta ocasión no pudieron ayudarme mucho pues el programador a cargo también estaba en la oficina trabajando a marchas forzadas sobre algo que debían entregar este día para nuestro cliente local.

Estuve trabajando en la base de datos del cliente hasta media noche, hora en la que al fin recibí la rutina de programación que estaba causando que la in formación se mostrara mal en una pantalla. Sin emargo, al ejecutar la rutina en la base de datos no retornaba la información que mostraba en la pantalla. Estuve un par de horas analizando la información y otro par de horas probando una solución alternativa. En el lado de nuestro cliente el Gerente de IT estaba apoyandome con los accesos a las tres diferentes agencias en las que estabamos trabajando remotamente. Por fin a las 4:30 -las agencias debian abrir a las 7:30- empecé a trabajar en una solución que, aunque tediosa, resolvía la situación presente. A las 6:00 que el compañero A estaba ingresando a su turno modifiqué el último de los 66 registros que debía reparar en la base de datos.

Como para este día también había convocado Pb a jornada de capacitación y había faltado el día anterior decidí quedarme. Los compañeros de Programación -un analista, un programador y el DBA- asi mismo pasaron toda la noche hasta casi media mañana en la oficina.

Como a las 6:30 llamé a Mv y estuvimos conversando alrededor de media hora. Estaba yo bastante alterado por el desvelo. Estuve trabajando un poco y leyendo otro poco entre 7:30 y 9:30 hora en que Pb empezó el entrenamiento. En algunos momentos de la capacitación -actividad muy pasiva- creo que tuve un par de microsueños pero en general no me afectó mucho quedarme hasta la 1:00 que terminó el entrenamiento.

Mi jefe me había ofrecido que retornara a mi casa a dormir en cuanto pudiera y que el Compañero B se quedara en soledad durante la tarde. Mi turno empezaría cuando el acabara con el suyo -entre 6:00 y 6:30-. Como a la 1:30 salí de mi oficina, pasé a un puesto callejero a comprar un hotdog y me lo almorcé en el trayecto en el Transmetro. Vine a mi casa como a las 2:30 y caí rendido en mi cama, puse la alarma para las 6:15, previendo 15 minutos de resucitación entre el despertar y el inicio de mi turno. A las 6:00 me llamó el Compañero B, pues yo le había dicho que me despertara con suficiente tiempo antes de que terminara su turno. El terminó su turno a las 6:30 y yo empecé a ver como estaban mis pendientes. Aunque mañana también tengo capacitación a las 10:00 en la oficina estoy animado pues conseguí que me dieran el Jueves a cuenta de vacaciones y planeo realizar una visita con mi grupo de voluntarios fuera de la ciudad ese día.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Días de Sol...

Ese es el título que le puso mi chica mayor a lo escrito ayer en el cuaderno de notas que hago que llenen como primera actividad de nuestros domingos. Ayer mis dos hijas mayores se pusieron a comparar lo que habían escrito durante el año. Les entregué en el mes de enero a los tres un cuaderno en blanco y salvo un par de meses a medio año los 'obligo' a escribir el día domingo un comentario sobre cada uno de los días de la semana que no nos hemos visto. Espero que ayude a los recuerdos.

El sábado en la noche mi grupo de amigos del voluntariado con el que usualmente comparto las noches de esos días me llamó para invitarme a ir al Festival del Café. Como acababa de despertarme luego de una siesta vespertina y no tenía ánimos de hacer nada sociable preferí quedarme en mi habitación viendo películas y series. Terminé de ver los dos capítulos de Dr House que tenía pendientes de la séptima temporada. Como también me habían invitado a celebrar el domingo el cumpleaños de una de las voluntarias en la misma casa del Jueves llamé de vuelta a la líder natural del grupo y le dí como excusa que ya tenía actividades con mis chicos y que no iba a poder acompañarlos. Creo que los domingos es mejor que no me involucre en actividades con mis amigos si no hay niños también presentes, teniendo además que ser niños diferentes a los de la semana pasada.

Ayer me desperté bastante temprano -alrededor de las 8:00- sin necesidad de despertador, me puse a arreglar mi habitación para ir a traer a mis peques. Alrededor de las 9:00 me llamaron para pedirme que los fuera a traer media hora tarde pues iban atrasados en sus preparativos. Llegué por ellos a las 10:00. Mientras actualizaban sus cuadernos preparé el almuerzo pues por tercer año consecutivo planeaba llevarlos al Festival del Café -suerte que me avisaron anoche pues no me había enterado que estaba en curso-.

Estuvimos en el Festival del Café un par de horas, otra vez mis chicos se ganaron un montón de juguetitos chinos en varios de los juegos que instalan en el área infantil de este evento. Al salir de Anacafé tomamos el bus para ir a los campos de la Universidad a almorzar. Luego del almuerzo pasamos un rato a la biblioteca y luego estuvimos jugando freesbie en la plaza que queda entre rectoría y biblioteca.

Venimos a mi habitación de vuelta alrededor de las 5:00, había planeado que vieramos una parte de una película y luego ir a dejarlos a su casa. Como a las 5:30 recibimos una llamada de mi ex esposa, le pasé el celular a mi chica mayor para que le contestara -ese es el nivel de comunicación que mantenemos con mi ex- y resultó que no iba a estar a las 6:00 en casa, la llamada era para ver si podía llevarlos entre 6:30 y 7:00. Terminamos de ver Toy Story 2 y luego jugamos una partida de Dos.

A las 7:00 fuí a dejarlos. Retornando de la casa de mis chicos llamé a Mv, no me contestó ella sino Ms, al parecer estaban en un concierto -en el mismo Festival- por lo que no me escuchaba. Colgué y retorné a mi habitación. Aunque comunmente no ceno los domingos ayer compré uno de los asados que venden en el puesto a pocas calles de mi casa y me dispuse a ver un par de capítulos de una nueva serie que el Compañero A me había copiado el viernes: The Walking Dead, también ví el último capítulo de Dr House -la noche anterior había dejado una de mis portátiles bajándolo-. Como a las 8:15 Mv me llamó de vuelta, pero tampoco se oía mucho. Como a las 9:00 retorné la llamada. Ya estaba en su casa y estuvimos conversando un poco más de cinco minutos.

Como tenía que completar mi registro de tiempo del viernes y enviar un correo pendiente en mi trabajo me conecté un rato y terminé durmiendome alrededor de medianoche.


sábado, 13 de noviembre de 2010

Como empezar de cero?

Esta semana tuvo sus altos y sus bajos. El día Lunes había planeado ir a la biblioteca de la universidad para continuar leyendo Socrates Café, el libro de filosofía que tengo a medias. Me levanté entre 8 y 9 de la mañana y al chequear el correo de mi trabajo me di cuenta que habían un par de correos notificando que algo de lo realizado el viernes en la base de datos de nuestro cliente en el país vecino del sur había quedado mal. Me dió un bajón de ánimo bastante fuerte por lo que ya ni salí de mi habitación, me quedé leyendo un poco de Los Libros Arden Mal. Lo interesantes es que para la hora en que llegué a mi trabajo ya se había aclarado -un poco- la causa del error, que no era tan terrible y recibimos un correo notificando que un punto más serio era el hecho que había faltado información por ingresar en la base de datos porque el administrador de sistemas no nos había enviado bien las especificaciones de la tarea.

El martes realicé la visita en el Hospital Infantil de Oncología al que asistimos por la mañana, luego nos fuimos en bus -solo un compañero había llevado automovil y no cabíamos todos- con otros dos voluntarios al segundo lugar de visita, un hospital psiquiátrico. Terminamos la visita un poco después del medio día y al terminar el período de retroalimentación salí corriendo a buscar una parada de autobus, pues tenía que retornar a cambiarme a mi habitación y ya casi eran las 12:30. Al final el compañero del automovil me dió aventón a un lugar cerca de mi casa -nos metimos como 10 en su Corolla- y llegué a mi trabajo cinco minutos antes de la hora de inicio. Continué trabajando en el traslado de la información que me faltaba y salí como a las 9:30 pues alguien de programación compartió su taxi conmigo.

El miercoles fuí a la Biblioteca del Centro Cultural Español a devolver los libros que había sacado -La hija del canibal y los libros arden mal- pues aunque no había terminado de leer el segundo la historia realmente no me atrapó. Pasé a almorzar al lugar que queda entre la biblioteca y mi trabajo y entré bastante temprano al mismo.

El día Jueves había planeado ir a leer un rato a la biblioteca de mi antigua universidad. Me levanté alrededor de las 9:00 y, sin desayunar, me dirigí a la bliblioteca, en el edificio de rectoría encontré a una voluntaria de FdS que aunque no está en mi grupo de visitas nos ha acompañado un par de veces. Me quedé conversando un rato con ella y luego la acompañé al edificio en el que debía de realizarse sus examenes de admisión. Después estuve leyendo un rato Socrates Café. Me gustaría aprender más de Mayeutica, el método socrático de resolver problemas -o de plantear preguntas, no sé-.

En el trabajo seguí con los mismos incidentes que llevo entre manos y un par de nuevos que han estado surgiendo. Este día estaba invitado a la casa del voluntario que vive a pocas cuadras de mi casa, se conmemoraba un aniversario más del accidente en donde murió la mayor parte de su familia -papás, hermano y sobrina me parece- y en el que él mismo quedo lisiado de una pierna. El lunes o martes había recibido un correo -no de él- invitándome a pasar un rato por su casa para no dejarlo solo en este día. Por mis horarios laborales había aclarado que podía llegar a partir de las 11:00. Al final salí de mi trabajo como a las 9:30 y me vine leyendo Los Cuentos de Amor ya no se llevan -uno de los libros que saqué de la biblio del CCE- en el transmetro. Cuando me faltaban dos estaciones para apearme alguien desde atrás me cubrió los ojos, no adivinaba quien podía ser y me preocupaba que mi estación se acercaba. Era Mv, conversamos un par de minutos y luego nos despedimos. Pasé a la casa del voluntario a ver como estaba el ambiente, ya solo estaba él y el amigo en común que me invitó, estaban preparando café. Ofrecí que vieramos una película de acción -Predators- y me vine a mi casita a cambiar de ropa, recoger la película y una de mis portátiles, pues aún me quedaba media hora de trabajo. Estuve en esta casa hasta como a la 1:20 AM, tomando café, conversando y viendo Predators.

El viernes había planeado pasar a una tienda fotográfica a reponer las fotos de mis peques que les regalé a mis padres y/o depositar el dinero que tenía en mi oficina en mi cuenta de cheques. Al final me levanté alrededor de las 9:00, abrí el correo de mi trabajo -debo de dejar de hacerlo- y vi un par de correos que auguraban una tarde bastante problemática. No volví a salir de mi habitación en toda la mañana. Como me tocaba entrar a las 12:00 me fuí alrededor de las 11:00 y llegué bastante temprano a mi oficina. El trabajo estuvo bien al final y terminé mi turno alrededor de las 8:00. Este día había decidido no contestar ninguna llamada de mi cel por lo que le bajé al máximo el volumen. Al final tuve que recibir una llamada de una persona de la oficina de nuestro cliente local pues pasó a dejar unos dvd's de información a nuestro edificio y me tocó que salir a la calzada a recibirlos. También me llamó Mv casi a las 7:00 pm, como todavía tenía complicadas un par de tareas -y he estado tratando de no compartir mucho tiempo con ella- no le propuse que nos vieramos esa noche. Al final terminé casi puntualmente mi turno y al dirigirme a la estación del transmetro con el Jefe de programación, recibí un mensaje de texto de Mv preguntándome como iba en mi trabajo. Estaba a calle y media de la estación por lo que ya podía ver a las personas esperando, una de ellas era MV, la llamé para decirle que estaba por llegar y viajamos juntos los 45 minutos de trayecto en el Transmetro. Nos despedimos en la misma estación que el día anterior.

Este día nos habían convocado para una visita en Antigua Guatemala. Me encanta la ciudad -vacacionaba de niño en una pequeña ciudad cercana- y a pesar de que la hora de reunión era bastante temprana -6:30- confirmé mi participación desde ayer y acudí puntual al lugar de reunión. Al final solo fuimos 5 personas de la capital y se nos juntaron otras dos de Antigua. La visita fué en un hospital católico en el que se atiende a personas sin recursos. El lugar esta bastante bien organizado y la mayoría de los residentes tienen un grado avanzado de inmovilidad. Hay niños adultos y ancianos. La visita tardó casi tres horas y estuvo genial, se trató de una celebración general para todos los residentes del hospital. En este lugar conocí a tres voluntarias de Nueva Zelanda con las que estuve conversando algún tiempo en inglés y un poco en español. También había una voluntaria italiana. En la celebración se reunió a todos los residentes en el patio del edificio, se quedró un par de piñatas, cantamos un poco y ayudamos con la alimentacion de los residentes que no pueden hacerlo por ellos mismos. A las 11:30 nos despedimos de todos y nos dirigimos al parque para realizar la retroalimentación. Como ibamos por la calle con nuestras batas blancas y narices rojas muchos grupos de turistas -Antigua es uno de los lugares más turísticos de Guatemala- se acercaban a saludarnos o a inquirir sobre nuestro grupo. Conversamos con una alemana, un grupo francés y varios europeos más. Al final terminamos comiendo pizza por porciones en el parque central de Antigua y luego nuestro líder de grupo, Mv y yo abordamos un autobus de retorno a la Capital. Los otros dos compañeros se quedaron en Antigua esperando a una amiga en común.

Con Mv abordamos luego el autobús de la universidad pues ella tenía un ensayo en su iglesia y yo había planeado venir a mi habitación a leer el segundo de los libros que saqué de la biblioteca. Al final terminé durmiendome como de 3:00 a 6:00 -era de esperarse- y me levanté con un humor terrible -me deprime dormir en el día-. Además, en el último sueño, justo antes de despertarme soñé que había organizado una gran celebración en una gran casa -no se de quien, pues no tengo una casa- y que andaba de nivel en nivel -creo que eran tres niveles- controlando que todo estuviera bien. Al final del sueño -y de la celebración- caminaba con Mv por unas gradas -subíamos- y empezabamos a besarnos. Después me desperté. Entonces empecé a pensar que no, que no estoy en edad de esos sueños. Que estoy en la edad en que debería tener una familia formal. También me pregunté si por estos días me hubiera estado besando de esa forma con mi ex esposa -en caso hubieramos continuado con la relación-. En fin, me desperté y me quedé preguntándome que debo hacer, como empiezo a ver menos a Mv, pues es algo que ya debe quedar en el pasado - de hecho nunca hubo nada, creo que solo deseé o deseabamos algo - y estaba en estos pensamiento cuando recibí una llamada de mi grupo informal de voluntarios con los que compartimos la mayoría de noches de sábados. Me invitaron a ir a un Festival de Café pero únicamente agradecí su invitación. Luego llamé a Mv para ver por donde andaba -lo dicho, debo de dejar de hacerlo- y me comentó que iba en camino a reunirse con este grupo de amigos. Quedamos de hablar otro día. Salí a comprar mi cena de los sábados -tamal y pan- y retorné a mi habitación a leer mis correos y los blogs que sigo.

Y no, no sé como empezar de cero. De hecho, no se si puedo empezar de cero. Digo, no he conocido mujeres en mi grupo de visita que tengan una edad cercana - cinco años más o menos que yo - porque creo que es un tipo de voluntariado que atrae más que todo a jovenes. Ir a una iglesia creo que podría ser una respuesta. O quizá la respuesta es dejar de buscar, aceptar que tuve mi oportunidad, tengo tres hijos que aunque no viven conmigo, la vida es suficientemente buena de esta forma. No tengo respuestas. Creo que el Koan está menos cerca de ser resuelto que en otras épocas.



lunes, 8 de noviembre de 2010

Semana completa o 'cuando toca, toca'...

El lunes pasado era feriado en mi país, día de todos los santos difuntos o algo así. Como me había tocado trabajar en los dos feriados anteriores era mi turno de descansar. Aprovechando que era Lunes y que acababa de hablar con mi madre me decidí a viajar -por fin- al puerto más cercano a la ciudad en donde viven ahora con mi papá.

Me fuí de la ciudad como a las 8:00 y llegué al lugar en donde quedamos de reunirnos alrededor de las 10:30. Fué un buen día al final. No conocí donde viven -supuestamente acaban de mudarse-. Nos tomamos un helado -que calor más terrible- y luego dimos una extensa caminata por la playa, poniendonos un poco al día de nuestras vidas. A mi papá lo había ido a ver hace como dos años y a mi mamá creo que la había visto por última vez como cuatro años atras. Aproveché para anotar las edades y fechas de cumpleaños de mis padres y hermanos pues es algo que a veces mis hijos me preguntan y nunca estoy seguro.

Me despedí de ellos como a las 5:00 y a las 7:00 ya estaba en mi casita. Esa noche estuve viendo la última de las películas que el compañero A me había prestado: Fighting y dejé ropa en remojo.

El martes había planeado lavar pero me levanté tardísimo, alrededor de las 11:30, casi que solo desayuné y me fuí al trabajo. En la noche terminé de leer La Hija del Canibal.

El miercoles me levanté menos tarde que el día anterior por lo que aproveché para lavar la ropa que tenía en remojo. Al ir a comprar el pan para mi desayuno recibí una llamada de una anciana que quiere incluir el cuento con el que gané el premio municipal en un libro de texto para sexto grado de primaria. El pago es más o menos la mitad de lo que gano en un día de trabajo en mi empleo actual, suerte que hasta ahora no me he propuesto vivir de la escritura.
En la noche pasó Mv por mi trabajo pues le había pedido que me prestara los negativos de las fotos de mis chicas, las que le regalé a mis padres en la visita del lunes. Estaba terminando el turno de trabajo en mi habitación cuando empecé a conversar en el chat de Facebook con Ary, al final me acosté tardísimo -alrededor de las 3:00- ayudándola con los recortes de una fotografías que necesitaba para un video que estaba editando para nuestro grupo de voluntarios.

El Jueves me levanté temprano -alrededor de las 8:00- y fuí al banco en el que me depositan,pues el sábado que había pasado no había visto ningun depósito en mi libreta de ahorros. Como mi libreta estaba casi llena aproveché para pedir una reposición y afortunadamente no hubo ningún contratiempo con el depósito, a pesar que no aparece registrado ninguno mi saldo es el correcto. Como lo había planeado fuí al Registro Nacional de las Personas y recogí mi Documento de Identificación Personal. Este día trabajé hasta las 10:30 en mi oficina y luego el asistente de Infraestructura pasó a dejarme a una de las estaciones del transmetro en donde abordé el último del día.

El viernes había planeado ir a la biblioteca de mi antigua universidad, donde no me he aparecido hace bastante tiempo. Estoy leyendo Socrates Café y me interesa continuar con la lectura sin embargo mientras estaba desayunando Ary me envió un mensaje a mi cel pidiendome ayuda con otras fotografías. Estuve hasta las 12:00 recortando otras cuatro fotografías. Me tocaba entrar a la 1:00 a mi trabajo pues este día debía finalizar en la base de datos de uno de nuestros clientes un trabajo que había estado realizando durante toda la semana. Había planeado salir como muy tarde a las 8:00 o 9:00 pues sabía que iban a haber complicaciones con la coordinación del trabajo con nuestro cliente: Era algo que su Departamento de Contabilidad debía verificar y aprobar. Al final salí a las 2:00 AM del sábado. Afortunadamente el proceso concluyó con éxito y recibimos un correo notificando los buenos resultados. Entré a mi habitación un poco después de las 3:00 AM.

El Sábado en la madrugada dormí como tres o cuatro horas pues a las 8:30 tenía que reunirme con mi grupo de voluntarios para realizar nuestra visita semanal. La visita estovo bien -cada visita es tan diferente y por lo mismo tan buena- y luego nos fuimos a almorzar al lugar de costumbre. Estuvimos toda la tarde entre comida y futbolito. Luego fuimos con Mv a ver Resident Evil 4. Muy buena película acción y violencia sin sentido al máximo. Nos despedimos luego, pues Mv tenía un compromiso social y me vine a mi habitación en donde por primera vez en muchos meses tomé mi cena de los sábados: Tamal, pan y té viendo la última película de Tom Cruise y Cameron Díaz: Knight and Day. Mv me llamó alrededor de las 9:30 para ver si podía prestarle unos globos pues tenía una actividad especial el domingo. Quedamos en que me llamaría para pasar a traerlos a mi casa.

El domingo me levanté como a las 8:30, aunque había planeado levantarme a las 7:30 las cinco alarmas de mi cel no me han funcionado últimamente, debo encontrar otra forma de saltar de mi cama cuando lo tengo planeado. Este día la red de celulares al cual pertenece mi número estaba en mantenimiento por lo que no podía realizar llamadas y recibir muy pocas. Estuve desde temprano tratando de llamar a Mv pero no me contestaba. Ella trató de llamarme de un par de teléfonos públicos por lo que asumí que había olvidado su celular -yo también la llamé desde un par de teléfonos públicos- al final no pudo llegar a mi casa. A las 11:30 como habíamos quedado con el compañero B, él y su esposa pasaron a traerme pues en la oficina habíamos planeado un pre convivio en la casa del compañero A. Con mis chicos compramos pan para hotdog y unos dobles litros de cola y nos preparamos para un día en el campo: El compañero A vive en San Lucas en un lugar casi en medio de la naturaleza. El día estuvo bien, comimos asado y los chicos hot dogs. Abrimos una botella de Flor de Caña -licor nicaragüense que el compañero P trajo de su último viaje a ese país-. Mis chicos no hicieron muy buenas migas con la hija del compañero A -tiene siete años pero ha sido bastante consentida- pero al final cuando llegó el Niño de la Oficina, él los organizó en una serie de juegos que luego ninguno de los pequeños quería parar. Como a las 6:30 nos despedimos del Compañero A y su familia y el compañero B y su esposa nos pasaron a dejar a mi casa.

Este día jugamos la tercera ronda de Scrabble que iniciamos hace varios meses con mis peques. Nos resta solo una y luego evaluaremos sus resultados para incrementar sus cuentas de ahorro.

Me sentía bastante cansado por lo que no fuí a la oficina -estaba atrasado nuevamente con mis tiempos- ni me dieron ánimos de trabajar remotamente. Me puse a ver Hot Tub Time Machine y me dormí como a las 10:00. Aún hablamos un rato con Mv antes de dormirme.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Come, Reza, Ama Vrs La Hija del Caníbal

Leo, no tanto como quisiera pero siento que leo bastante. Como que es por épocas también, tengo épocas –muy pocas- en las que no toco un libro a la semana, otras en las que no salgo de mi habitación –o de la biblioteca de mi antigua universidad- en todo el día. O que amanezco leyendo algún libro en mi computadora.

Esta semana –o la anterior- estrenaron la película de Julia Roberts Come, Reza, Ama basada –no se si fielmente o libremente- en el libro del mismo título de la escritora gringa Elizabeth Gilbert. Tengo una historia antigua con este libro. Hace un poco más de tres años este libro estuvo en la lista de los más vendidos del New York Times por un buen tiempo causando bastante revuelo en Estados Unidos –no se si en el resto del mundo-. Por esos días estaba yo viviendo en Pórtland –por tercera y última vez-. Usualmente no hago caso de los Best Sellers, solo hay que ver a Dan Brown o Rowling. Ese año Gilbert estuvo incluso en la lista de los 100 más influyentes de la revista Times. En la librería en donde acostumbraba leer los fines de semana encontré el libro en español y lo leí –pasaba luego de salir de mi trabajo- en semana y media o algo así. Recuerdo que son 108 capítulos como las cuentas de un collar budista. La historia es bastante sencilla –típica- y el estilo de la autora no me gustó en demasía. Sin embargo, al terminar de leerlo retomé un interés que había tenido desde hacia tiempo. Haciendo corta una larga historia, luego de esto estuve asistiendo asiduamente a un templo Zen por seis meses, hecho que trajo bastante tranquilidad a mi vida. Ahora vivo de nuevo en mi país, estoy bastante estable laboralmente y veo a mis hijos todos los domingos desde hace dos años.

El jueves de la semana pasada saqué de la biblioteca del Centro Cultural Español del país dos libros: Los libros arden mal, un mamotreto de más de 600 páginas de un autor gallego y La Hija del Caníbal de Rosa Montero. No se porqué me llamó la atención Rosa Montero, creo que he leído buenos comentarios acerca de su obra, auque no había leido nada de ella. La Hija del Caníbal es una historia contada –a veces en primera persona, a veces en tercera- por la esposa de un secuestrado y sus intentos de lograr su libertad. Al final la que encuentra la libertad es ella. En la historia entra la familia de la mujer, sus miedos, sus ilusiones y un viejo y un joven que conoce a partir del inicio de la acción. El joven termina siendo su amante por un tiempo y el viejo le enseña –o le muestra- que a pesar que ya no está de moda aún se puede vivir con valores. Que aún se puede permanecer con la misma persona por mucho tiempo sin necesidad que todo sea perfecto.

En la historia de Gilbert –que pasa por realista- también hay un joven y un viejo –o al menos un hombre mayor-. El joven es su amante luego del divorcio y es al inicio del libro una de las razones por la que la autora emprende un viaje de un año pasando cuatro meses en Italia, cuatro en India y cuatro en Bali. En Bali encuentra el amor: un hombre mayor que ella con el que decide volver a darle una oportunidad al amor –bastante Disney la historia realmente-.

En La Hija del Caníbal, la autora empieza presentando un retrato bastante ideal de ella misma y el final es una especie de confesión acerca de su presente, una reconciliación con la realidad y una aceptación de su situación. Bastante positivo realmente.

Dos libros, dos historias. Parecidos? diferentes?. En alguna parte leí que los libros -y las personas o lo que sea que precises- llegan a tu vida justamente cuando tienen que llegar.