martes, 24 de agosto de 2021

La segunda dósis, el séptimo nivel... The second shot, the seventh level... La deuxième dose, le septième niveau

El miércoles pasado fui por la segunda dósis de la vacuna contra el COVID 19; como Rb había ido el lunes y había logrado vacunarse (aunque tuvo que esperar más de cuatro horas) le había avisado a mi jefa que me iba a ausentar temprano el miércoles.

El martes Rb estuvo en comunicación con una amiga que estaba vacunándose y luego de consultar sobre disponibilidades y condiciones resultaba que sí podía ir a vacunarme ese mismo día a mediodía; tomamos el auto y nos dirigimos a la mega iglesia que está funcionando como centro de vacunación.

Todo se complicó cuando llegamos al punto donde usualmente se produce un embotellamiento; por alguna razón había más autos que de costumbre y estuvimos sin movernos más de 10 minutos; y el auto se sobrecalentó; y tuvimos que meternos a una gasolinera pues el líquido del radiador empezó a salirse.

Total que dejé allí a Rb con el auto y caminé el medio kilómetro que faltaba; resulta que para la segunda dósis debía esperar a que se juntaran las 14 personas que se necesitaban para la utilización del lote y en eso estuve esperando más de una hora; cuando llegué a la mesa de inyecciones no encontraron mis datos y al final me dijeron que tenía que regresar al día siguiente, que aún no me tocaba; o sea, teléfono descompuesto entre las personas de información, la amiga de Rb y nosotros.

Regresé caminando al auto -Rb me había llevado las llaves mientras estaba esperando-, llené el radiador con líquido refrigerante y retorné a casa; y eso me lleva a lo que sucedió dos semanas atrás: por primera vez utilicé una grúa en el país.

Dos semanas después de recibir la primera dósis de la vacuna fui a ver a mis papá (tenía como dos años de no verlos); decidí irme temprano para evitar el tráfico de la ciudad y retornar al mediodía pues programé mi visita para un domingo y no quería retornar a trabajar agotado al día siguiente.

El domingo en cuestión me levanté de madrugada, preparé café y unos emparedados y me dirigí al puerto; el día anterior habíamos ido al otro lado de la ciudad con -Rb y su perra más vieja porque le tocaba consulta con el veterinario- y habíamos llenado el tanque de gasolina.

El viaje de ida no tuvo ninguna complicación y en un poco más de una hora estaba llegando al pueblo donde viven mis papás; eso sí, no recordaba bien cómo llegar y me tocó que llamarlos para que salieran a buscarme a un punto en el que anteriormente nos reuníamos.

Mis papás están ya bastante grandes y tuvieron quebrantos de salud últimamente; y mi madre volvió a insistir en que legalizáramos la propiedad de una casa -o una parte de una casa realmente- que han construido en los últimos años y que quieren dividir entre sus cuatro hijos; al final creo que solo resta que vuelva a visitarlos para firmar algunos documentos.

Un poco antes de mediodía me despedí de mis padres y -luego de revisar los líquidos del motor- comencé el retorno a la ciudad; el día estaba bastante caluroso pero no encontré ningún tráfico; sin embargo, un poco antes de salir del tramo de autopista el auto se murió por completo; como hizo un ruido extraño y sacó humo por todas partes -sin indicar ningun calentamiento en el tablero- asumí que había fundido el motor -o la caja de velocidades- y cuando una persona de la autopista se acercó a ofrecerme el servicio de grúa acepté que me trajeran a casa.

Me comuniqué con Rb; pues habíamos quedado de que ese día iríamos a un restaurante de comida rápida; y un poco más de una hora más tarde la grúa estaba bajando el auto en su lugar tradicional de estacionamiento; total que me costó setenta dólares extras la visita a mis papás.

Al día siguiente vino el mecánico que lo ha estado viendo últimamente -dos o tres semanas antes se le había hecho servicio de motor y caja automática- y resultó que nomás había sido un sobrecalentamiento debido al trayecto; o eso dijo el mecánico; cuando lo encendimos resultó que el radiador tenía una fuga; se lo llevó a soldar, luego le cambió líquidos y no lo usamos hasta el martes de la vacuna.

Dos días después de que se había sobrecalentado nuevamente volvió a venir el mecánico y al realizar una revisión más minuciosa resultó que unas mangueras que conectan el depósito de agua con el motor estaban obstruidas; además al parecer unos tubos metálicos tambien se habían corroído por el uso; total que desarmó el motor, se llevó los tubos que están dañados y aún estamos esperando que venga a terminar la reparación.

El domingo alcancé el séptimo checkpoint en francés en Duolingo; mi meta al inicio de año fue obtener el búho de oro (completar los nueve checkpoints de este idioma) y luego evaluar mi nivel aplicando a un call center en francés; al inicio había esperado completar todos los niveles del árbol pero luego de que mi trabajo se puso intenso bajé mis expectativas a un cuarenta por ciento; es decir, en vez de completar los cinco grados de cada lección completar sólo dos.

Así he estado usando la app los últimos cuatro o cinco meses y había estimado completar el noveno checkpoint (y alcanzar el búho de oro) a finales de Octubre; pero, resulta que ahora para alcanzar le búho de oro deberé de pasar esperar al menos otro mes ya que agregaron un nuevo checkpoint; ahora son nueve en lugar de diez; igual mi meta continúa siendo obtener el búho de oro este año; a ver si no agregan un nivel adicional antes de que lo logre.

El curso de PHP al que me anoté en la institución técnica más grande del país ha resultado un poco mas decepcionante de lo que esperé: sabía que el nivel era bajo pues es un técnico, pero al menos esperaba que se tratara de PHP y no de HTML, CSS y Javascript -como hasta ahora-; igual ya no estoy entrando a las tres horas de clase dos días a la semana sino que pido el video al día siguiente y lo veo a una velocidad de 8x o 16x y presento las tareas -super fáciles-, o sea, una media hora al día.

También me anoté -en esta misma institución- a un curso de Wordpress; empieza hoy y es un día a la semana, espero que esté un poco mejor que el anterior; además aún estoy en el curso de conversación en francés los sábados; es bastante básico pero me permite practicar un poco en un medio más o menos real; y ya vamos casi a medias con el primer curso de nivel intermedio de Lengua de Señas.

Hace dos o tres semanas me contactaron de la editorial para ver cuál era el estado de cuenta: aún me debían como cuatrocientos dólares pero como, afortunadamente, mi situación financiera es bastante holgada no me he preocupado de la fecha de pago; el contacto fue también para que los ayudara con una revisión de las respuestas al libro de física fundamental que escribí el año pasado; realicé la revisión durante la mañana del penúltimo sábado y, coincidentemente, esta semana completaron el monto que me debían; se supone que a finales de año tendré más trabajo editorial -redacción y/o revisión de textos-.

No he estado leyendo mucho; la verdad creo que estoy en un período de baja lectura -he tenido varios a lo largo de mi vida-; dejé a medias los libros de ciencia ficción y nomás avancé un poco con un libro que empecé a leer hace un par de años: The girls; esto durante el tiempo que me tocó esperar el martes y miércoles pasado mientras esperaba por la vacuna.

Hace unas tres semanas ví un artículo sobre qué estaban leyendo los profesores de una universidad -no recuerdo cual- y me llamó la atención A good neighborhood; lo bajé y es libro que más seriamente he estado leyendo; lo llevo como a la mitad y está muy bueno, pero no he avanzado diariamente sino más bien de cuando en cuando; igual con los malabares; creo que ya domino bastante bien los malabares con tres pelotas pero me falta aún bastante práctica con cuatro a la vez.

No me he comunicado con mi hijo -más que para enviarle el dinero mensual- y hace unas semanas me escribió comentándome que estaba por vacunarse; estoy esperando a que termine el semestre para evaluar cuáles son mis siguientes opciones con respecto a nuestros acuerdos; mi hija mayor me escribió la semana pasada (bien tarde) desde una nueva cuenta de Facebook; no sé la razón de que dejara la última; tampoco he escuchado nada de mi hija segunda; mi mejor deseo es que puedan funcionar como adultos, sea lo que sea que eso signifique.

El trabajo ha estado intenso -el sábado trabajé como cuatro horas y el domingo otro par adicional- y se están dando unas condiciones adecuadas para un desastre: PM nuevo, Devs que no conocen el producto y representantes que salen de vacaciones en el momento crítico; la verdad no tengo muy buenas expectativas del proyecto pero estoy tratando de enfocarme en lo que está dentro de mi circulo de control; la próxima semana cumplo siete años pero veo difícil que pueda extender mucho más mi estabilidad laboral.

Al menos mi estabilidad laboral principal pues en estos días también me he dado cuenta que he tenido -por lo menos- otro trabajo durante los últimos cuatro o cinco años -el editorial-; aunque este ha sido bastante esporádico.  

No he querido aplicar a otros trabajos a pesar de las actuales condiciones ya que renunciar implicaría decir adiós a un salario por cada año que he trabajado; entonces, debo seguir laborando lo mejor que pueda hasta que un proyecto  sea tan desastroso que me despidan, o de que venga una reorganización -que ha pasado ya varias veces- y me despidan; luego entraré en la nueva aventura: conseguir trabajo a los cincuenta años... y a ver cómo va eso...