martes, 23 de abril de 2013

Teaching -or/and learning?-


La semana pasada nos reunimos con mi jefa y tres de mis compañeros -frid aún no se ha integrado por completo al grupo- para revisar las asignaciones que finalmente debemos tomar cada uno. Aprovechando que acabábamos de retornar de un curso de Organización de Agenda bien chafa, aproveché para proponer que mejor leyéramos el libro y lo compartieramos entre todos pues sospechaba que tendría mejor resultado que el curso que las cuatro horas que habíamos invertido ese día en escuchar a una presentadora pasar a toda prisa unas diapositivas y poner dos o tres videos 'de aliento': Mañana por la tarde me toca exponer los primeros tres capítulos del libro Getting Things Done.

El martes de la semana pasada estuve de mejor ánimo general. En serio no sé si es ya la edad o los cambios de presión en el ambiente han estado más fuertes. Digo, antes me molestaba cuando realmente había un cambio brusco de presión -cambios climáticos- pero ahora, la lluvia fue hasta dos o tres días después de mis molestias. Como el lunes había llevado una sopa para almorzar el martes llevé unos panes y unas tortillas de harina con jamón.

El miercoles me levanté a las 5:30 -usualmente sólo lunes y martes me levanto a esa hora-, me dirigí bastante temprano a la universidad evangélica en la que recibiría el curso sobre manejo de la agenda. No encontré un bus que me llevara hasta el comercial más cercano a la universidad y me tocó caminar como ocho o diez calles. Cuando estaba a cuatro o cinco calles de distancia de la universidad una compañera del banco pasó en su automovil y me llevó el último tramo. El curso estuvo mal, una gran parte de las diapositivas incluso estaban sin traducir -de inglés a español-. Fueron un montón de conceptos presentados superficialmente. La misma compañera me dió aventón de regreso a la oficina.

Almorcé con el compañero del BMW -que ahora ya no lleva automóvil al trabajo- y al inicio de la tarde mi jefa nos asignó las tareas para el mes. Además debemos presentar algo de mejora en la próxima reunión -que era hoy pero la pasó para mañana temprano. Retorné a mi casa en Transmetro. Pasé a mi habitacion a preparar té y fuí a la casa de mis peques a dejarle la cámara -con tres pares de baterías y la memoria de 1 GB vacía- a mi hija mayor. Además de Getting Things Done he empezado -ya terminé realmente- Whale Done, que había tenido por muchos años en mi computadora pero no me había llamado la atención completarlo.

El jueves me fuí a almorzar sólo al lugar a donde iba anteriormente los miercoles y jueves. Pollo frito. Estuve la mayor parte del día preparando la presentación que me tocaba mostrar este día y al final del día esperé a la compañera de mi jefa, quien pasó a dejarme cerca de mi casa. Mi hija me había llamado la noche anterior para pedirme prestada una bolsa de dormir, por lo que fuí a dejarsela antes de cenar.

El viernes mi hija me envió un mensaje super temprano comentándome que el bus aún no había iniciado el viaje. Luego, durante la mañana, me estuvo actualizando en un par de ocasiones sobre el avance del bus. La llamé luego un par de veces, al final no hicieron el viaje directamente hasta Petén sino pernoctaron en un lugar de Izabal. Por la mañana me reuní con Di para recibir los documentos que llevaba en proceso y ahora debo continuar yo. A pesar de que los viernes usualmente no almuerzo, ese día salí a almorzar con el compañero del BMW. En la tarde me reuní con Champ para recibir algunos documentos que había estado trabajando ella el año pasado. En la noche esperé a la compañera de mi jefa y pasé a comprar una torta al comedor que está cerca de la casa del voluntario que vive en la misma colonia. Vine a cenar a mi casita y luego salí a poner un poco de ropa en remojo.

El sábado me levanté como a las 7:30, a lavar las camisas y pantalones que había dejado en remojo. Un poco después de las 9:00 me dirigí al círculo de lectura. Que inició super tarde pues no había llegado ninguno de los dirigentes. Estuvimos comentando nuevamente el libro El Extranjero, muchos de los asistentes eran nuevos pero la participación no estuvo tan buena como la reunión pasada. Además, uno de los asistentes pronunció un discurso bien interesante -pero sin ningúna conexión con el tema-. Después de la reunión acompañé a mi amiga al local de pizza que está adjunto al museo pues debía llevar el almuerzo a su casa. Mi amiga me prestó un libro de Alejandro Jorodowski: El dedo y la luna. Contiene algunos Koans y Haikus y la interpretación -de Jorodowski- de los mismos.

Después de despedirme de mi amiga me dirigí al comercial de la sexta en donde debía reunirme con mi grupo de visita. No almorcé pues era tarde, solo compré un helado de Mc Donald's. La visita estuvo bien. Con otros dos compañeros nos quedamos en la sala de Oncología Pediátrica y estuve jugando Monopoly con dos niños y haciendo un poco de origami para otro par de niños. Después de la visita -la retroalimentaciń es muuuuy larga en este grupo- no me dieron ánimos de reunirme con el dirigente máximo del grupo de lectura, como habíamos quedado. Lo llamé disculpándome y me vine a mi casita. Compré un asado en el lugar que queda a un par de calles de mi casa y vine a cenar y a leer un poco.

El domingo estuvo bien diferente. Como a las siete se apareció el dueño de la casa a cobrar el alquiler mensual. Como no tenía efectivo le indiqué que se lo depositaría en el banco. Mi hija mayor le había comentado a su madre que vendría hasta la noche de su excursión. El desayuno estuvo bien -cereal con leche y huevos con salchica y frijol- y luego de lavar los trastos venimos con mi hija segunda y mi pequeño a mi habitación. Estuvieron armando un par de cubos de Rubik, resolviendo un par de ejercicios de ajedrez de dos movimientos y les dí veinte minutos en las computadoras para que jugaran. Luego nos fuímos al centro a ver si podíamos entrar al museo del Palacio de la Cultura. Resultó que ahora ya no hay visitas los domingos.

Compramos una pizza en el centro y venimos a almorzar a la universidad. Luego pasamos un rato a la biblioteca. Retornamos a mi habitación y mis peques me ayudaro a lavar los poquitos trastos que había en la pila. Luego jugaron otros quince minutos de computadora. Para terminar el día vimos el inicio de Spiderwick. A las 6:30 los fuí a dejar a su casa. Como a las 7:30 mi ex esposa me llamó por teléfono para ver si podía contactar por facebook a un profesor de mi hija mayor. Le escribí un mensaje pero no recibí contestación. Como a las 10:00 el profesor me respondió diciendo que habían llegado a traer a mi hija mayor mi ex esposa y mis chicos pequeños.

Ayer me levanté a las cinco y media. Como había dejado salami, aguacate y tomates preparados el día anterior me levanté a preparar unos panitos -tres-. En la mañana no me dió mucha hambre por lo que le regalé el pan que usualmente me como a media mañana al compañero del BMW. Al mediodía fuí a comer al parque de costumbre y a leer un poco de El dedo y la Luna. Sentí un poco pesado el día porque me tocó que revisar un montón de documentos que Champ me había entregado el viernes.

Salí tarde. Un poco después de las siete. La compañera de mi jefa me dió aventón a mi colonia y vine a cenar, té y pan tostado. Terminé la presentación que he estado preparando sobre Getting Things Done y estuve leyendo un poco de El Gran Gatsby -el siguiente libro del Círculo de Lectura- y El Cementerio de Praga. Me dormí un poco después de la media noche.

Hoy me levanté a las 5:30 y preparé zanahoria, aguacate y tomate para preparar la sopa del mediodía. La semana pasada le había comentado a mi jefa que ya habían pasado más de dos meses desde que me tomaron medidas para el uniforme y aún no había recibido nada. Quedó en que me iba a averiguar. Este día le pregunté al compañero Ant -tiene bastante tiempo en el área- sobre el departamento de uniformes y le escribí un correo a la persona que me indicó. En la mañana estuve adejuntando algunos comentarios de otra área a varios documentos que serán revisados esta semana y al mediodía salí con mi sopa al parquecito. Por la tarde continué con los documentos y a media mañana me dirigí al área de uniformes. Los sacos que me probé me quedaron demasiado largos de mangas. Me dieron dos camisas manga larga, una camisa polo, una camisa manga corta, dos pantalones -uno casual- y una corbata. Aún me deben el saco y un sueter. Al menos ya tengo para los viernes con lo que baja a cuatro el número de días a usar saco en la semana.

Luego de recibir el uniforme continué con lo que llevaba entre manos. Un poco antes de las ocho la compañera de mi jefa me anunció que se retiraba y me vine con ella. Pasé a comprar panito tostado. Acabo de cenar y espero leer un poco de El Cementerio de Praga, otro poco de El Gran Gatsby y no dormirme muy tarde. Mañana tengo una presentación -doble- a las 8:30 y luego otra a las 5:00 PM. Se supone que a las 7:00 me reuniré con el dirigente máximo del círculo de lectura para afinar detalles sobre el plan de continuidad del círculo. A ver como va eso.

lunes, 15 de abril de 2013

Crecer...

En uno de los libros de budismo -light- que tengo, la autora cuenta que su abuela decía algo como, volteas a ver y tus hijos han crecido y se han ido.   Y no es que sea tan así pero, es incríble que viste emerger a tu primer hija del vientre materno y esta semana le das permiso para una excursión por tres días a las ruinas más grandes del mundo maya.

La semana pasada estuvo bastante suave en cuestión de horarios.  El Martes incluso vine a mi habitación antes de las seis.  Si no estoy mal salí como a las 5:30 de la oficina y el compañero del BMW me dió aventón a la farmacia que queda como a 8 o 10 calles de mi casa.  Iba a aprovechar para comprar un garrafón de agua pura pues el domingo se me había acabado el anterior pero cuando salí de mi habitaciń ya habían cerrado el negocio.  Cené Pollo Pinulito.

El miercoles fuí a un comedor que le compañero del BMW me había recomendado, tiene el mismo precio que el otro al que usualmente acudo y el menú es un poco más variado.  También encontré un mini periódico que distribuyen gratis en el local.  Ese día también me dió aventón el compañero del BMW.  No estoy seguro si fue este día o el jueves por la mañana cuando este compañero y el tercero del área empezaron a bromear un poco más fuerte de lo acostumbrado.  En un cubículo estamos, el del BMW, el compañero Gr, a quién la jefa de mi jefa alabó en la presentación anual por su don de gentes y una de las compañeras del área, Mn; la otra compañera, Frid, con quien permanecemos con la misma jefa, tiene su estación de trabajo en otro edificio.

Y haciendo la recopilación de los hechos, el incidente fue el jueves.  El papá de Mn había estado enfermo durante las últimas semanas y el miercoles el compañero Gr y ella fueron a donar sangre.  El compañero Gr regresó como a media mañana y Mn se quedó en el otro edificio de la empresa.  Como a mediodía nos avisaron que había fallecido el papá de Mn.  Con el compañero del BMW consideramos pasar un rato al funeral pero al final avisaron que lo llevarían bastante tarde, por lo que el jalón fue hasta la farmacia de costumbre.

El jueves me levanté super temprano y pasé a la funeraria a acompañar un rato a Mn, también llegó la jefa de mi jefa, Champ, la otra compañera que entró en mi época y los compañeros Gr y el del BMW.  Después de estar una hora o así en la funeraria nos dirigimos a la oficina.  En el camino pasamos a comprar unos panes y más o menos a media mañana los compañeros Gr y el del BMW empezaron a bromear un poco fuerte sobre mi condición de soltero y mi hábito de abrazar a las personas.  Como no andaba con muy buena energía me aparté bastante durante el resto del día.  Ellos lo notaron pues durante las dos últimas semanas habíamos estado molestando bastante en conjunto.

Salí a almorzar al mismo comedor que el día anterior y salí de la oficina como a las seis y media.  Aunque el compañero del BMW me había ofrecido aventón preferí abordar el Transmetro.  Durante casi todas las noches de la semana estuve leyendo Un Mundo Sin Fin y viendo por partes Mis cinco últimas novias y El Crimen Perfecto.

El viernes llegué un poco antes de las ocho a la oficina.  Como a media mañana hablé con los dos compañeros para aclarar que no era que estuviera molesto sino simplemente no tenía la misma energía de siempre para mantener el ritmo de bromas que habíamos llevado.  Usualmente los viernes almuerzo avena pero este día olvidé preparar el traste en el que la transporto.  Al mediodía salí al parque que acostumbro pero únicamente a leer pues decidí comer hasta la noche.

El voluntario que vive en la misma colonia me envió un mensaje convocándome a cenar.  Teníamos como dos semanas de no cenar los viernes por la semana santa y porque el viernes anterior se habían ido en grupo a un bar.  Aunque me habían invitado la semana pasada decliné la invitaicón pues no soy fanático de este tipo de lugares.

Durante mi hora de almuerzo llamé a mi hija mayor para ver como iba su semana y me comentó que me había enviado un sms pidiéndome permiso para irse de excursión a las ruinas del Gran Jaguar.  Tres días.  Me emocionó la idea pero le dije que hablaríamos el domingo.  Estaba realizando un inventario de cosas que podría vender para financiarse el viaje. 

La compañera de mi jefa que me dá aventón a veces se retiró temprano este día y al final todo el mundo se retiró entre cinco y cinco y media.  Como estaba trabajando en un proyecto que debía ser entregado esta semana me quedé trabajando hasta un poco después de las seis y luego me dirigí a la estación más cercana del Transmetro.

La cena estuvo tranquila.  Afortunadamente no era día de pago por lo que no se tardaron mucho en preparar nuestros asados.  Cenamos y conversamos con el voluntario que vive en la misma colonia.  Me comentó que sus tíos estan por venir de California y Las Vegas y que seguramente la próxima semana andará fuera de la ciudad.  También me contó que Axl había contactado a un amigo en común para llegar a su casa pero quería asegurarse que fuera un día en que yo no estuviera.  Mujeres.  Me parece que ya pasó un año desde que le colgué una llamada y no volví a contestar el celular ni mensajes de facebook.

Un poco después de las ocho y media me despedí del voluntario y me vine a mi casita a leer un poco y dejar ropa en remojo pues había planeado lavar el sábado, aprovechando que no visitaría por la mañana.  Me dormí un poco antes de la medianoche y me levanté a las 6:30 a lavar la ropa.  Como a las 7:30 me puse a redactar el documento que había ofrecido al grupo de lectura al cual me estoy integrando.  Había estado leyendo el documento que me entregaron durante toda la semana y quería llevar algo impreso.

Un poco después de las nueve me llamó el líder del grupo de lectura para avisarme que un par de miembros del grupo estaban enfermos y que se cancelaba la reunión.  Le comenté que me dejaba en mala situación pues los sábados estaba cancelando mis otras actividades.  Le envié el documento por correo y empecé a buscar en facebook un grupo a donde aún pudiera llegar a visitar.  Mi grupo oficial de la mañana empezaba la visita en un asilo del centro histórico a las 10:30.

Fuí al mercado por mis zapatos -ahora si quedaron bien-, me bañé y me dirigí al centro en transurbano.  Llegué casi a la hora en la que se ingresaba al lugar.  Había visitado este lugar hace un par de años o así.  La mayoría de ancianos pueden interactuar de muy buena forma con los visitantes.  La visita estuvo bien aunque -con excepción de una de las voluntarias del grupo del sábado por la noche- no me llevo bien con la mayoría de los del grupo.

Después de la visita acompañé a la voluntaria del grupo del sábado por la noche al parqueo en donde había dejado su automovil y luego me fuí al lugar en el que nos reuniríamos para la visita de la tarde.  Almorcé en el Burger King en el que habían citado y cuando llegó la hora salí del lugar pues no había visto a ningún voluntario del grupo.  Estaban fuera del local.  Nos dirigimos al hospital y visitamos la misma sala pediátrica que la semana pasada.  Me estuve la mayor parte de la visita haciendo origami.

Después de la visita nos dirigimos a una panadería del centro en donde venden panes con pollo y licuados muy buenos.  El negocio es interesante porque los propietarios son alemanes o suizos y el pan lo preparan a la vista del público.  Después de comer en el lugar nos dirigimos con uno de los voluntarios a la estación del transmetro.  Vine a mi casita y había decidido no comer mas.  Estaba leyendo un poco cuando el voluntario que vive en la misma colonia me envió un mensaje convocando a reunión en su casa.  Continué leyendo un rato y luego me llamó comentándome que iban a ir a una cevichería que acababa de inaugurar un primo de la voluntaria con la que había visitado por la mañana.

Me alisté y me fuí a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Únicamente estaba la voluntaria de la mañana, el voluntario que vive en la misma colonia y el voluntario por el que no fui a ver La Vía Dolorosa -apoyo por su divorcio-.  Nos fuimos en el pick up de la voluntaria al negocio.  Al otro extremo de la ciudad.  El ceviche estaba normal y caro.  Compramos -excepto el voluntario del divorcio, que se tomó un litro de cerveza- jugo de naranja con soda -de lata-.  Estuvimos en este lugar un par de horas y luego la voluntaria nos trajo de regreso.  Me acosté un poco después de media noche.

El domingo me levanté como a las siete y media.  Por suerte había lavado el día anterior por lo que solo ordené y barrí mi habitación y me fui a la casa de mi chicos.  No tenía efectivo en mi casa y habían cortado la electricidad en toda la colonia por estar realizando trabajos la empresa eléctrica en algunos postes.  Compré  huevos, frijoles, café y pan y preparé un desyuno bastante sencillo.

Desayunamos y mi chica mayor me contó un poco de detalles del viaje que realizarán del viernes al domingo.  Luego del desayuno nos venimos a mi habitación en donde les dí tiempo a mis hijos para que redactaran las respuestas al hijo de mi amiga de Portland.  También armaron cubos de rubik y practicamos ejercicios de ajedres.  Mi chico menor aún se desespera y se molesta y llora pero creo que poco a poco vamos mejorando el manejo de la frustración.

Compramos ingredientes para burritos y venimos a prepararlos.  Luego nos fuimos al IRTRA.  En la entrada del parque perforaron mi carnet aduciendo que mi patrono no había actualizado mi información.  Debo de pedir uno nuevo.  Mis chicos se subieron a dos juegos cada uno y luego almorzamos.  Después del almuerzo se subieron a otros tres juego y los acompañé en la rueda de Chicago, que está funcionando a mayor velocidad ahora.

Como a media tarde nos reitramos del IRTRA y pasamos un rato a la biblioteca de la universidad.  Luego nos venimos a mi habitación.  Mis chicos me ayuradon a lavar los trastes del día y luego estuvieron viendo revisando mis cd's para ver que película elegían.  Finalmente se decidieron por Ratatouille pero al estar por empezar a verla me di cuenta que ya eran las 6:30.  Los fui a dejar a su casa y en la puerta le entregué a mi chica mayor el dinero para que pague su excursión.

Retorné a mi habitación a leer un poco.  Me sentía bastante lleno por lo que decidí no cenar.  Estaba leyendo un poco de Un Mundo Sin Fin pero me quedé dormitando.  Me levanté como a las 9:30, leí otro poco y luego me lavé los dientes.  Me costó conciliar el sueño pero creo que me dormí un poco después de las once.

Hoy me levanté a las 5:30.  Me he sentido bastante mal durante todo el día.  La presión me ha estado molestando bastante.  El tiempo ha estado bien caluroso pero usualmente no me afectan los cambios de temperatura.  Los cambios de presión atmosférica si me afectan, bantante.  Estuve trabajando en uno de los documentos que me asignó la semana pasada mi jefa.  Al mediodía salí a almorzar -sopa con verduras- al parque de costumbre.

Un poco antes de la hora de salida nuestra jefa nos convocó a reunión, de casi una hora.  Estuvimos cuatro únicamente pues Fri casi no llega al área.  Nuestra jefa estuvo dándonos algunas instrucciones específicas y asignando algunos temas a desarrollar en el futuro próximo.  Un poco después de las seis terminamos la reunión y retorné a mi escritorio a continuar.  Un poco después de las siete, al ver que la compañera de mi jefa se retiraba le pedí aventón.

Vine a cenar -afortunadamente uno de mis vecinos me hizo favor de comprarme el garrafón de agua este día- y a actualizar mis redes y blogs.  Espero no dormirme muy tarde y levantarme mejor pues además de una molestia general este día estuve casi todo el día con dolor de cabeza.  No un dolor fuerte sino mas bien como una incomodidad craneal.  Veremos como evoluciona.

lunes, 8 de abril de 2013

Twitter, el mostro...

La semana pasada se hizo famosa una joven señora de mi país -en mi país, me imagino-.  Causo furor en Twitter -y un poco menos en Facebook- porque atravesó su automovil enfrente de una inmensa cola causando un cogestionamiento de película.

Lo interesante es que no estaba -como se dijo todo ese día- protestando porque había llegado tarde al trabajo.  Estaba protestando porque la multaron por tocar la bocina por estar 'mucho tiempo' esperando en el carril reversible, lo que no quería es que se llevaran su auto remolcado, igual andaba -al parecer- con los documentos del auto incompletos.

Los comentarios en las redes sociales eran como el 5% admirando su valentía -porque supuestamente su razón era la primera- y el resto era sobre lo bien que se veía en las fotografías.  Creo que no olvidaré un tweet: 'My hips don't lie, Shakira feat Heidy Veliz'.

El incidente de este día -menos de una semana después! parece que queremos mantener el stream- se refiere al presidente -o ex presidente?- del Seguro Social del país-  El señor se ve, en un video colgado en Youtube y difundido por medio de tweeter, manteniendo relaciones íntimas con una señora, que no es su esposa, en la oficina de la institución. 

Los comentarios en este caso estuvieron alrededor de si había sido o no un acoso laboral o había habido consentimiento de ambas partes.  Al parecer el 5% en este caso -que trata de ver 'objetivamente' los hechos- preguntaba más que por los detalles del video por el comportamiento de un funcionario público que utiliza en forma inadecuada su cargo.

Y esta mañana, la compañera de mi jefa que me ha estado prestando películas últimamente me comentaba que me había visto en una fotografía en tweeter, participando en un grupo de lectura el último sábado.  Al menos.

El sábado de Gloria transcurrió más o menos como lo había previsto.  Me levanté tarde y me pasé casi todo el día viendo películas.  La verdad no quería salir ni a comer pero al final reuní un poco de ánimos y me fuí caminando al supermercado que queda como a diez cuadras de mi casa -el único que estaba abierto-.  Había planeado comprar algo en el supermercado y regresar a comer a mi casa pero finalmente me quedé en una venta de hamburguesas almorzando y leyendo Postales de Engler García.  En la noche dejé ropa en remojo.

El domingo preparé nuevamente nuevamente cereal con bananos y yogurt.  El desayuno estuvo un poco tenso y luego mi ex esposa me mostró la razón.  Le había quitado a mi hija Un mundo Sin Fin de Ken Follet -yo había permitido que lo leyera- pues adujo que tenía escenas demasiado crudas para una adolescente.  Tiene razón.  Con mis chicos estuvimos viendo unos videos, armando cubos de Rubik y jugando ajedrez la mayor parte de la mañana.  Al mediodía salimos a un Burger King a almorzar.  Como aún no estaba abierta la biblioteca de la universidad los llevé al zoológico pues nos acabábamos de enterar que inauguraron un pequeño acuario.

Regresamos a ver aún un poco de El Dorado y los fuí a dejar a su casa un poco antes de las seis y media.  Mi ex esposa salió a entregarme el libro de Ken Follet -era de la biblioteca de la universidad-.  Empecé a leer el libro esa noche y la verdad, si, es bastante crudo en algunas partes.  Por otra parte es bastante crítico de la iglesia católica por lo que no estuve seguro de cual había sido el criterio más fuerte para censurarlo.  

El lunes fue el retorno al trabajo.  Bastante cansado.  He establecido -casi- el hábito de llevar los lunes panes con salami y aguacate y los martes una sopa con salchica y verduras.  Al mediodía salí a comer al parquecito de costumbre y seguí leyendo el libro de Follet, como son más de mil páginas, me imaginé que no lo terminaría y cuando regresé a mi casa fuí a devolvérselo a mi ex esposa.  Quien histéricamente volvió a ofrecerme el cambio de régimen.   En todo caso los llamé por teléfono un poco tarde y usando el speaker del teléfono de mi hija mayor acepté que no debí haberle dado el libro a mi hija segunda.

El martes salí -al igual que el día anterior- a almorzar al parquecito de costumbre.  Estuve desde este día en conversaciones con una amiga -una de las dos psícologas que respeto- para vernos en la semana luego de mi trabajo.  Además empecé a leer -el trabajo está super lento- paralelamente los dos libros del club de lectura.  En la noche retorné en Transmetro a mi casita.

El miércoles salí a comer solo.  Habíamos quedado de salir a almorzar con el compañero del BMW pero un poco antes de la hora del almuerzo se desapareció de la oficina.  Almorcé en el comedor que queda como a ocho cuadras de mi oficina.  La verdad el lugar estaba super lleno y me estuvieron dando el almuerzo por pocos.  Primero el pollo, luego las papas, luego las tortillas y por último el refresco.  Bastante desorganizado todo.  En la noche le pedí aventón a la compañera de mi jefa que ha pasado a dejarme a un par de calles de mi casita.

El jueves salí a almorzar con el compañero del BMW, como había un partido de la liga española pasamos a comer a Mc Donalds .  Éste fue el día en que más temprano he salido de mi oficina.  Un poquito después de las cinco y media me despedí de todos y pasé al centro comercial que está al cruzar la calle.  Estuve esperando un poco a mi amiga y luego nos tomamos un café.  Y tuvimos una muy buena conversación de más de dos horas.  Un poco después de las ocho la fuí a dejar a su casa -vive como a ocho cuadras de mi oficina- y luego abordé el transmetro hacia mi casita.

Había decidido el viernes cenar solo.  No tenía ganas de la cena habitual con el voluntario que vive en la misma colonia.  Al mediodía salí al parquecito con un poco de avena y almorcé leyendo la última parte de Charlotte's Web.  Me quedé hasta tarde en la oficina, un poco después de las siete y media la compañera de mi jefa pasó a dejarme a mi colonia.  Comprés una torta y vine a cenar a mi casita.

El sábado me levanté un poco después de las ocho.  Había decidido no ir a visitar en la mañana para asistir al círculo de lectura al que me han invitado frecuentemente y también quería llevar mis zapatos a que me los repararan en el puesto del mercado.  Salí al mercado a dejar los zapatos y dejé un pequeño adelanto -como tres dólares-, el saldo a pagar es como de seis dólares más.  Lo que no me dí cuenta fue que boté en el camino dos billetes de la más alta denominación.  En fin.  Veinticinco dólares perdidos pero ni modo, a veces se gana y otras se pierden.

Un poco antes de las nueve me dirigí al círculo de lectura.  Llegamos casi el doble -o triple- que la reunión anterior -aunque algunos llegaron muy tarde-.  También llegó mi amiga con la que me reuní el jueves.  Después de terminar la actividad invité a mi amiga a almorzar en Taco Bell y luego tomé el Transmetro para dirigirme a la visita en la tarde.  Que estuvo genial.  Me pasé toda la visita haciendo origami y jugando con tres niños de un lado y un niño del otro lado de la sala.

Depués de la retroalimentación me dirigí al restaurante de donas en donde había quedado de juntarme con uno de los líderes del círculo de lectura.  Estuvimos en el lugar conversando sobre los proyectos que se proponen impulsar y acepté -más o menos- empezar a apoyarlos con algo de gestión de los mismos.  Luego retorné a mi habitación.  He estado viendo -pero no la he terminado- una película de Tribeca, se llama Mis últimas cinco novias.  O algo así.  Está interesante.  Dejé ropa en remojo.

El domingo me levanté un poco temprano y lavé las camisas y el saco que había dejado en remojo.  Un poco antes de las ocho y media fuí a la casa de mis chicos.  Mi chica mayor me ayudó a preparar panqueques y desayunamos.  La situación sigue tensa.  No sé si podré continuar con los desayunos.  Luego nos venimos a mi habitación pero no realizamos la rutina de inicio -tecnología, Rubik y ajedrez- sino que tratamos de conversar sobre la situación actual y lo que podíamos esperar de los domingos.

Le pedí a mis chicos que me acompañaran a recoger mis zapatos pero la reparación quedó malísima,  el zapatero le colocó una suela como tres o cuatro números más grande por lo que se los dejé para que me los reparar bien y le indiqué a mis chicos que tendrían que acompañarme a comprar zapatos nuevos.  Al final a ellos les convino pues después de comprar los zapatos para mi trabajo les compré un par de tenis a cada uno.  Con esto y lo necesario para el almuerzo que compramos en el supermercado nos dirigimos a la universidad.

El café internet donde usualmente les pago por una hora de navegación estaba atestado.  Al parecer un grupo de juegos de rol se había dado cita en el mismo ese día pues el parqueo estaba a reventar y el interior bastante atestado.  Fuímos un rato a la biblioteca y luego almorzamos en los campos de la universidad.  Luego del almuerzo pasamos nuevamente al café internet pero seguía igual.  Retornamos a la biblioteca pues en el último nivel hay un café internet, aunque no tiene muy buena velocidad íbamos a intentar la navegación allí.

El local estaba cerrado y nos quedamos otro rato en la sección de libros.  Luego nos venimos a mi casita.  Pasamos a un café internet que está cerca de mi casa y aunque otros días ha estado bastante lleno este día mis chicos pudieron tener su hora mensual de internet allí.  Después retornamos a mi casita y mis chicos me ayudaron con los trastos del día.  Vimos la última parte de El Dorado y los fuí a dejar a las seis y media.  Retorné a mi habitación a cenar y a preparar mi ropa para el inicio de la semana laboral.  Estuve leyendo un poco del libro de Ken Follet y me dormí un poco después de las once.

Este día me desperté a las 5:30 -con el celular- pero me levanté como a las seis menos cuarto.  Preparé los panitos con salami de los lunes y me dirigí a mi oficina.  Las últimas cuadras estuvieron bien duras pues los zapatos me causaron un par de ampollas en los pies.  El trabajo está un poco lento pero he tratado de ir avanzando en un par de proyectos que aún estan claramente bajo mi cargo.  Salí a almorzar al mediodía y a comprar unos dulces pues la semana pasada habíamos convenido en mantener una dulcera del área llena, turnándonos para realizarlo cada semana.  A mí me toco esta semana y olvidé comprar ayer.

Estuve trabajando hasta cerca de las siete de la noche, hora en la que el compañero del BMW me ofreció aventón a mi colonia.  Pasé a comprar el pan tostado para la cena y las salchichas para la sopa del martes.  No me fijé que no tenía sopas en mi habitación.  Veré si puedo conseguir mañana temprano.  Hoy estuve revisando un poco del proyecto de fomento a la lectura mientras almorzaba.  Terminaré de revisar el documento y prepararé uno similar con mis concluisones y recomendaciones.  Se supone que este sábado empezaré a acudir a las reuniones de gestión de este grupo.