Este día se celebra por acá el día del ejercito nacional... creo que en primaria enseñaban la razón de la celebración y me imagino que es más común de lo que me gustaría este tipo de celebraciones alrededor del mundo; total, los ejercitos y sus guerras son los que han -en muchos casos- propulsado los avances científicos y tecnológicos -si tu arma no funciona en el campo de batalla, te mueres-...
Al menos todos los miembros locales de mi actual equipo de trabajo tenemos hoy el día libre... mañana lo tendrán los que laboran desde el imperio del norte: es su día de independencia; por lo que creo que será una semana más bien corta; al menos en lo que se refiere a las labores...
En el trabajo la situación se ha mantenido más o menos estable: todo el equipo está dedicándose a unas pocas funcionalidades que se habían entregado a principios de año y que deben ser revisadas, mejoradas y probadas antes de continuar con cualquier otro proyecto... al menos hemos tenido un poco de acción en los últimos días.
Y las rutinas caseras siguen también un poco iguales: lunes salir a caminar -aprovechamos para comprar bananos y aguacates-, martes ejercicios de kickboxing, miércoles salir a caminar -aunque esta semana sí varió-, jueves ejercicios abdominales y viernes salir a caminar -compré el queso de mis cenas-.
El martes por la noche recibí la última de las clases de dibujo en InDesign que me ha estado proporcionando mi editora; revisamos los dibujos en los que estuve trabajando las dos últimas semanas y me asignó otra docena de nuevos dibujos... en este caso son sólidos tridimensionales que debo pasar a líneas; se supone que pasarán dos meses antes de que nos volvamos a reunir.
El miércoles la rutina cambió porque ese día mi primo me escribió en whatsapp para avisarme que ya tenía en su habitación el banquito que le había encargado a su padre un par de semanas atrás; un poco antes de la hora de salida -había entrado más temprano- tomé el auto y me dirigí a traer el banquito; también aproveché para imprimir un par de planos de autocad -aunque estos no salieron muy bien-.
Mi primo vive en una residencia estudiatil a una cuadra de la universidad nacional; la colonia es bastante tranquila y la casa es de tres niveles; me estacioné frente a su casa y nos dirigimos a imprimir los planos; luego compré unos panquecitos y -había llevado tazas y té- estuvimos en su habitación tomando té y conversando... un poco antes de las siete retorné a mi casita.
El jueves salimos a comprar frutas y huevos porque pasarán aún dos semanas antes de que vuelva a presentarse por acá el señor de las verduras; ese día también me escribió mi hijo para confirmar la fecha en la que almorzaremos este mes; además acordamos que ese día le transferiría los cien dólares para la compra de acciones de su empresa.
El viernes que salimos a caminar con Rb compré -además del queso para mis cenas- una caja de pastel de chocolate pues Rb planeaba hornear sus galletas y panes el domingo y queríamos aprovechar el tiempo de horno; además le escribí a mi hijo para pedirle que me comprara tres piedras de alumbre en una tienda química que queda a pocas calles de su casa; acordamos que me las entregaría en la reunión del día siguiente.
Debido al banquito mi rutina matutina se alteró desde el jueves; ya había estado dibujando antes de entrar a trabajar pero estos últimos días -con la excepción de hoy- me he estado levantando a las seis de la mañana; dibujo entre media y una hora y luego medito veinte minutos.
El sábado por la mañana preparé la mezcla para el pastel que debía hornearse más tarde -Rb ya estaba preparando sus galletas y sus pantes- y me dirigí a la reunión que había estado planeando las últimas semanas; al lugar acudieron siete u ocho personas -dos mujeres: mi hija y otra señora- y estuvimos conversando un par de horas sobre diálogo, filosofía y la búsqueda de la verdad.
Luego de la reunión nos dirigimos con mis hijos al Subway de la zona donde viven y estuvimos en el lugar otro par de horas entre almuerzo y conversación; un poco antes de las seis los pasé a dejar a sus habitaciones respectivas y retorné a mi casita.
Antes de ir a donde mi primo el miércoles y antes de salir ayer hacia el lugar de reunión he revisado el nivel del refrigerante, para evitar sorpresas desagradables; me parece que el miércoles el nivel estaba nuevamente cerca del límite interior por lo que la mañana del sábado le escribí al mecánico para que venga a hacerle el servicio de motor; nos confirmó que viene el miércoles.
Ayer me levanté también a las seis a dibujar y meditar pero luego del desayuno retorné a la cama a leer un poco y me bajó una somnolencia bastante pesada por lo que estuve dormitando por un poco más de una hora; a las nueve y media me levanté de nuevo porque debía llevar a Rb a su iglesia.
Cuando retorné de la iglesia me puse a hacer Duolingo y luego a dibujar en la computadora; se suponía que a mediodía debía ir por Rb al supermercado de costumbre pero un poco después de esa hora Rb retornó a casa: la noche anterior le había bajado el volúmen a mi teléfono y no ví que me había llamado un par de veces por lo que aceptó un aventón hasta la colonia.
Rb no tuvo clases de teología ayer; le avisaron el día anterior o el mismo día; pero, como ya había acordado con mi segunda prima favorita que pasaría por su casa me tocó que salir por la tarde: un poco después de las tres tomé el auto y, luego de pasar por una pizzería (había ofrecido una pizza), me dirigí a la casa de mi prima.
Usualmente el parqueo es complicado en la colonia de mi prima -hay que parquearse en otra calle o frente a una tienda del barrio- pero, en esta ocasión, no había ningún auto en la casa; por lo que pude parquearme enfrente sin ninguna complicación.
El otro par de ocasiones en que he estado en la casa de mi prima ha habido una multitud -o al menos siete u ocho personas-; en esta ocasión estaba únicamente mi prima y su hijo menor (veintiseis años); estuvimos un rato conversando con mi prima cuando se nos unió su hijo, a compartir la pizza.
En total estuve de visita como hora y media; nomás me comí la mitad de una porción de pizza pues no tenía nada de apetito y la mayor parte del tiempo fue ponerle atención a los trabajos de diseño gráfico que el hijo menor de mi prima ha estado desarrollando desde hace diez años.
Mi prima -enviudó hace seis meses- está en plena búsqueda de trabajo y al parecer -benditas conexiones- tiene una muy buena oportunidad en el gobierno que debería concretarse en dos semanas; según su hermana mayor -mi prima favorita- de los cuatro adultos que viven en esa casa: mi prima, sus dos hijos y la novia del menor; únicamente la última está trabajando actualmente.
Ambos hijos de mi prima han sido bien inestables laboralmente y el menor -a sus veintiseis años- nomás ha trabajado algunos meses en un par de ocasiones -en call centers, me parece-; mi prima además está estudiando inglés, pero si la oportunidad en el gobierno se materializa, creo que será suficiente para ella.
Al hijo de mi prima le animé a que me enviara su curriculum para distribuirlo en mis grupos de búsqueda de trabajo y le comenté más o menos cómo andaba la situación laboral actual como para que supiera a que puede atenerse; no me envió la información por lo que me imagino que aún está procesando la muerte de su padre.
Hoy sonó la alarma -como todos los días últimamente- a las seis de la mañana pero continué dormitando hasta un poco antes de las siete; me levanté a meditar y luego me puse a hacer el ejercicio de dibujo del libro: en un recuadro sombreado dibujar una mano asistido por el visor que construí la semana pasada.
El resultado fue -siento- bastante aceptable e incluso se lo mostré a Rb; después me puse a hacer la lección matutina de Duolingo y luego a dibujar la figura -me parece que la cuarta- que debo pasar de tres dimensiones a dos; es un tigre que sospecho me tomará tres o cuatro días.
El día ha estado bastante tranquilo -porque es asueto- y ni siquiera he querido meterme a la red laboral a ver el ejercicio que debo hacer de las clases que hemos estado recibiendo de nuestros compañeros del sudeste asiático; mañana creo que deberé ponerme al día.
La semana pasada terminé de leer Autonomus y -el mismo día- King Dork; aún debo ver qué toca en la primera línea de lectura -ficción- pero para la parte animada -King Dork- empecé a leer el siguiente libro del mismo autor: Andromeda Klein; me parece que leí la introducción y uno o dos capítulos pero no me agradó para nada por lo que me puse a revisar mi lista de libros.
Al final decidí -tiré una moneda al aire, creo- leer Black Cake en ficción e Invierte con Poco en la parte animada; ya voy casi a tres cuartas partes de 2666 y aumenté el número de capítulos de Bad Thoughts (a un par por ciclo) además terminé de leer Grokking Algorithms y bajé el siguiente: The Agile Samurai.
Me falta aún un poco del libro de Análisis Transaccional pero ya bajé el primero que leeré del tema con el que sustituiré esta línea: Zen Training: Methods and Philosophy; además decidí que cuando termine 2666 seguiré con El Mono Obeso; en No Ficción será The Song of the Cell y en ficción Lean Your Loneliness Slowly Against Mine...
Y a ver cómo va eso...
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