Desde hace unos años -no cinco, pero quizá dos o tres- había estado pensando en escribir -y/o analizar más bien- cómo ha cambiado mi vida en diez años, cinco años y un año; y luego preguntarme (o prever-!?-) cómo estaré dentro de un año, cinco años y diez años.
Pero no lo he hecho; y no sé muy bien el motivo... quizá aún soy muy supersticioso -aunque luche constantemente contra el pensamiento mágico y trate de formarme en el pensamiento crítico-; hasta el último día del dos mil veintitrés.
Y creo tener la excusa perfecta: bajando los últimos libros de mi biblioteca digital preferida encontré Five Years; no sé si estaba en GoodReads -creo que no- o si mi biblioteca me lo estaba recomendando o simplemente lo encontré entre los acompañantes de alguno de los libros que estaba bajando.
El caso es que bajé Five Years y parece que es un chicks book: una exitosa abogada judía tiene una vida perfecta y va a la entrevista de trabajo que ha estado esperando desde que era niña (!) para trabajar en la mejor firma de Nueva York; y le preguntan cómo se ve en cinco años.
Esta es una pregunta clásica de los proceso de selección -la he odiado siempre-: nunca he sabido si la mejor respuesta es tirar hacia la humildad: me veo haciendo este mismo trabajo dentro de cinco años; o tirar a la grandeza: me veo dirigiendo esta compañía.
La cuestión es que nuestra heroína ya había practicado la respuesta y responde con una versión detallada de cómo será su vida en cinco años; la entrevista concluye, ella sigue con su vida perfecta pero en la noche se 'transporta' cinco años en el futuro y su vida no es como la había previsto.
Esos son los primeros tres capítulos; me imagino que en el resto del libro nos enteraremos de qué fue lo que pasó y las razones por las cuales lo que haya pasado es lo mejor que pudo haber pasado en su universo; y al final de cuentas la autora puede escribir lo que le salga del corazón, ¿no?.
Y no ha cambiado 'tanto' mi vida en diez años; hace diez años ya había iniciado mi relación de pareja más larga -la actual- pero aún estaba en mi anterior trabajo -que ya odiaba-; aún veía a mis hijos un día todas las semanas y participaba continuamente en las visitas de mi grupo de voluntarios.
Hace cinco años ya vivía la mayor parte de días en la casa de Rb, ya llevaba cuatro años en el trabajo más largo que he logrado mantener -aunque justo por estas fechas me estaban confirmando que no me despedirían (fue un año intenso)-; ese año fui padrino profesional por segunda ocasión.
También estaba viendo una vez a la semana únicamente a mi hijo menor: mi hija mayor se había ido a vivir sola y mi hija segunda tenía ya un año de estudiar en la Suiza centroamericana; además, utilicé por primera y unica vez mi sello profesional y estaba preparándome para renovar la visa para el imperio del norte -al final me la denegaron (en dos ocasiones!)-.
Hace un año indicaba por acá que era la primera vez que veía a uno de mis hijos (mi hija mayor) bajo los efectos del alcohol -se repitió este año-; y aunque su comportamiento no es extremo -o sea, puede funcionar socialmente- me incomoda verla 'achispada'.
También terminaba el año en el que me había propuesto mejorar mis 'relaciones sociales' a través de una contínua invitación a desayunar a mis conocidos/amigos: he invertido una cantidad considerable de tiempo y dinero pero creo que continuaré en la misma línea este año; incluso me casé el año pasado.
En el plano laboral, hace un año, estaba ya en una nueva posición; que era a la cual había querido moverme desde hacía un buen tiempo; además, ya había concluido el curso de lengua de señas que estuve tomando por tres años junto a Rb; y ya había empezado a leer con más orden (este año contabilicé cincuenta y dos libros completados).
No sé -nadie sabe- en dónde estaré en un año, cinco años o diez años; el otro año tendré cincuenta y dos, en cinco cincuenta y seis y en diez, sesenta y uno; si continuara trabajando igual y la economía sigue igual, en tres años sería millonario -aunque eso no creo que sea un gran hito-.
Por una parte desearía continuar en el mismo trabajo por los siguientes diez años -aunque lo veo poco probable-; por otra parte espero que me despidan en el corto/mediano plazo -para obtener el pasivo laboral-: si llego a 'retirarme' en este trabajo el pasivo laboral 'se pierde'.
Por la situación económica actual temo no poder encontrar un trabajo similar; he especulado bastante sobre trabajar en un call center pero no sé si sea capaz de hacerlo: las jornadas son maratónicas y creo que ese tipo de empleos están diseñados -al menos por acá- para la gente joven.
Después de dos años en silencio tampoco veo futuro en el área editorial; fue una aventura placentera el período de tres o cuatro años que nos dedicamos al campo con Rb pero como que algunos eventos es mejor que sean temporales.
Y también están las jornadas médicas: asistí a una el año pasado -residiendo una semana en el lugar- y asistiré a otra la próxima semana -con viajes diarios al lugar-; me entusiasman pues me permiten practicar inglés y ayudar; pero aunque he visto que hay personas que se dedican profesionalmente a esto no lo veo como una salida laboral; nomás como un voluntariado.
Como la tanatología: la próxima semana las instituciones educativas reinician sus actividades y espero recibir la información para inscribirme en un diplomado del tema; me ha llamado la atención desde hace un tiempo y me daría acceso para colaborar con un grupo de voluntarios de psicología.
Podría decirse que mi vida no ha cambiado mucho en los últimos diez años; pero al final todo cambia, y contínuamente; al final de eso -creo que- se trata la vida: todo es impermanente...
Y a ver cómo sigue eso...
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