El martes llevé una sopa ramen, cubos de aguacate y rodajas de salchica para almorzar. He estado comprando pan en la mañana para tomar con café. Ese día me quedé a almorzar en la oficina. Salí alrededor de las siete y me vine en el transurbano a mi casita. He estado viendo las películas que me prestó una de las compañeras de mi jefa: Flight, dos más dos y 10 años después, también Bon appetite. Había visto una parte de esta última hace un tiempo y en esta ocasión la ví de principio a fin. Muy buena. Flight también me pareció buenísima, es sobre adicciones. Diez años después está bien y dos más dos no la terminé de ver, me aburrió ver a una pareja de parejas de maduros tratando de desarrollar una relación swinger.
El miercoles no llevé almuerzo. Bueno, llevé avena y, para evitar comentarios acerca de mis hábitos alimenticios, al mediodía salí y me dirigí a un supermercado que queda a pocas cuadras de mi trabajo. Planeaba comprar bananos o plátanos para complementar la avena. No había ni plátanos ni bananos. Compré un pelador de verduras. Iba a comprar zanahorias pero no estaban muy buenas y decidí comprarlas por la noche en el supermercado que queda más cerca de mi habitación. Luego empecé a caminar por una calle paralela a la que había recorrido para llegar al supermercado. En una calle bastante silenciosa encontré una grada frente a una casa clausurada y allí ingerí mi avena.
Luego retorné a mi oficina. En el camino encontré un parquecito que me pareció el lugar ideal para almorzar. En la noche ya no pasé al supermercado pues un poco después de las ocho de la noche y una compañera de mi jefa me dió aventón a mi colonia. Compré una carne asada y vine a cenar a mi habitación viendo películas. Había terminado de bajar Contagion.
El jueves me fuí en el transurbano. Es el 10% más caro pero el recorrido es más directo y no debo transbordar. Aunque se duplica casi el recorrido a pie luego de apearme del autobús. Volví a llevar avena y al mediodía me dirigí al parquecito que había encontrado el día anterior. Almorcé tranquilamente y retorné a trabajar, teniendo una tarde más animada que los otros días. Salí un poco después de las siete de la noche.
El viernes volví a abordar el transurbano. El miercoles por la noche el vecino encargado había pasado por la mensualidad del servicio de recolección de basura y me había regalado un aguacate. Estaba aún un poco verde y decidí dejarlo para el almuezo del viernes. El jueves por la noche compré pan tostado para cenar y pan francés para llevar al día siguiente, también cuatro salchichas. Al mediodía volví a dirigirme al parquecito y almorcé tranquilamente leyendo un poco de Zen Mind, Beginner's Mind. Había planeado no salir muy tarde pues pensaba retornar a la cena de los viernes con el voluntario que vive en la misma coloina.
Al final hubo un par de reuniones y tenía que dejar enviados un par de correos pues la otra semana debo ir a mi semana de capacitación en el área de recursos humanos. Salí un poco después de las 8:00 y la compañera de mi jefa me pasó a dejar a la casa del voluntario casi a las 8:30. Cenamos y vine a mi casa un poco antes de las 10. Dos días antes había empezado a leer Los Cuadernos de Maya -insisto, me encantan las historias de Isabel Allende aunque no me gusta mucho su forma de narrar- y eso continué haciendo la noche del viernes. Terminé durmiendome casi a las dos de la mañana del sábado, incluso quedé de pasar por la voluntaria a la que le reparé la computadora en enero para la visita de la mañana.
El sábado me desperté a las 6:30, como había planeado. Ví que tenía un mensaje en mi celular y al abrirlo me enteré que podía dormir una hora más pues la voluntaria no iba a ir a la visita por tener que acompañar a su hermana a la universidad. Me volví a meter a la cama hasta las 7:30. Salí a poner un poco -un mucho, realmente- de ropa en remojo y a las 8:30 me dirigí al centro para realizar una visita en el hospital general de la ciudad. Llegué como a las 9:00 y como la reunión era a las 9:30 me fuí a la sexta avenida a desayunar, en Al Macarone.
Un poco después de las 9:40 me dirigí al hospital. Para visitar con mi grupo oficial. La visita estuvo buena, estuvimos con un par de bebés con macrocefalia y sus cuidadores -una madre y una abuela- y luego nos invitaron a entrar al área de quemaduras. Nos pasamos allí casi hora y media. Yo haciendo origami y jugando con un par de niños. Después de la visita un par de voluntarias que son madre e hija nos dieron aventón hasta el edificio en donde trabajaba hasta enero de este año.
Pasé al restaurante de costumbre a almorzar y reunirme con el grupo de visita de la tarde. Que no era mi grupo oficial. La visita de la tarde no estuvo tan bien. Llegamos solo seis personas y en el lugar de visita -un hogar de niños sin familia- encontramos únicamente a tres niños -uno en silla de ruedas- que no había ido a jugar basketbol a una cancha en una colonia vecina. La visita duró un poco más de una hora y en ese tiempo aproveché para estarme con el niño que está confinado en una silla de ruedas. Luego nos retiramos del lugar y retornamos al restaurante. Las chicas del grupo se despidieron y yo me quedé un poco más. Luego retorné caminando a mi casita -y escuchando la radio de mi celular-.
En el camino recibí un mensaje del voluntario que vive en la misma colonia contándome que había reunión a las siete en su casa. Vine a mi habitación y me dormí un poco menos de una hora. Luego salí a lavar el saco que estoy usando, una pantalón y una camisa. Un poco después de las siete me dirgí a la casa del voluntario. En donde estaban preparando un pastel de caja. Nunca había visto que se horneara un pastel en horno de microondas pero la verdad es que les quedó muy bien. Celebramos mi cumpleaños -me embarraron pastel en el rostro- y luego estuvimos un rato con karaoke. Un poco antes de las once de la noche una de las voluntarias pasó a dejarme a mi casita. Vine a ver un poco de Take this Waltz y a leer un poco de Los cuadernos de Maya. Me dormí un poco después de medianoche.
Hoy me desperté a las 7:30 pero me quedé en mi camita hasta casi las ocho. Me levanté a lavar el resto de la ropa que había dejado en remojo el día anterior y luego arreglé mi habitación para recibir a mis peques. A las 9:30 los llamé y mi hija mayor me comentó que su hermana aún estaba bañándose. Ofrecí pasar diez minutos más tarde. A las 10 menos diez fuí por mis peques. Venimos a mi habitación y luego de armar tres cubos de Rubik cada uno estuvimos leyendo un rato y viendo un par de videos que les tenía preparados. También discutimos su participación en la Google Science Fair de este año. Trataremos de gestionarlo como un proyecto.
Salimos al mercado a comprar ingredientes para preparar burritos pues decidimos ir este día al Irtra. Compramos también una papaya para la refacción. Un poco antes del mediodía partimos todas las verduras, queso y embutidos para el almuerzo y nos dirigimos al Irtra. Lo primero que hicimos fue almorzar y luego nos dirigimos a visitar una parte del zoológico. Después nos subimos todos a la rueda de chicago gigante. Las chicas se subieron a una pequeña montaña rusa y el pequeño a unos planeadores. Luego yo me subí con mi hija mayor y mi hijo más pequeño a los carros chocones. Para finalizar todos nos subimos al recorrido en tren y luego compramos unos helados. Luego retornamos a mi habitación.
Teníamos bastantes trastos en la pila por lo que nos aplicamos a la tarea. Íbamos a ver una parte de enredados pero al verificar la hora nos quedaban únicamente tres minutos. Los fuí a dejar a su casa. Iba a cenar pan tostado pero al pasar a la panadería no ví buenas opciones. Retorné a mi casa a revisar mis correos, redes sociales y a actualizar mi blog. Espero terminar de ver Dredd y no dormirme muy tarde pues mañana me toca entrar a las siete a mi primer día de inducción y me comentaron que son bastante puntuales. A ver como va eso.
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