La mayor parte de la niñez de mis hijos los tuve únicamente un día a la semana y eso lo considero uno de los grandes fracasos de mi vida... desde pequeño soñé con tener una familia nuclear, pareja, hijos y así.. lastimosamente no se pudo.
Como viví un poco más de ocho años en una habitación con servicios adosados trataba de que pasaramos la mayor parte del tiempo en el exterior pues el área disponible era bastante limitada para cuatro seres humanos.
Traté de brindarles estructura, traté de enseñarles programación en varios lenguajes, varios juegos en computadora, el cubo de Rubik y una buena lista de juegos de mesa... empezando con el siempre presente ajedrez.
Cuando estaba trabajando como Ingeniero de Soporte para un Software de Microfinanzas recibí como regalo un Scrabble y fue el juego ideal ya que mis hijos han sido lectores voraces desde muy pequeños y las plazas del juego son cuatro.
Luego compramos Rumikub, recuerdo que por la misma época y también con una tarjeta de regalo del mismo lugar de trabajo... en el camino a comprar este juego unos asaltantes se subieron al bus y despojaron a los pasajeros de sus pertenencias, especialmente de celulares; en ese tiempo los Blackberries eran muy valorados. Afortunadamente siempre he cargado celulares baratos y regalé a mis hijos del mismo tipo, fuimos ignorados por los asaltantes.
Otro juego que compramos quizá un año o un par de años después fue El Juego de la Vida, esperaba que mis hijos meditaran acerca de las decisiones que tenían que tomar mientras iban creciendo... no sé si funcionó: mi hija mayor no permaneció en la Universidad, mi hija menor sí se fue al Imperio del Norte con una beca por cuatro años y mi hijo menor está empezando su camino universitario en mi vieja facultad... quién sabe si continuará hasta el final.
También jugamos Dungeons and Dragons, damas, Blitz!, Monopoly, Mimi-k y varios juegos de cartas similares a Uno que compré en tiendas de rebajas o que incluso conseguimos como imprimibles para armar los sets.
Por el tiempo en que mi hija mayor ya se había independizado -y mi hija segunda se había ido a un college en otro país al sur del nuestro- conseguí los imprimibles de Settlers of Catan y pasamos varios meses con mi hijo armando el mismo; lo terminamos un poco antes de que su hermana segunda viniera de vacaciones luego de su primer año de college y lo jugamos varias veces.
Cuando mi hija segunda vino un año después al haber terminado los dos años de college realizamos la misma operación con Carcassone, aunque a diferencia con el anterior lo completamos en un poco más de una semana, incluso los tokens los modeló en arcilla mi hija.
Como por esta época -el otro mes se convierte en un adulto legal por acá- pasamos los sábados solo con mi hijo menor, y luego de haber obtenido la venia de mi hija mayor pues varios juegos eran de ella, agrupé la mayor parte de juegos -excepto ajedrez y Scrabble- y los doné a la organización educativa con la que colaboramos con mi hijo el primer sábado de este año.
Mi hijo está practicando ajedrez en la facultad -eligió eso como deporte- y aún trato de que juguemos alguna vez Scrabble, los otros juegos -incluyendo Clue- están pensados para más de dos jugadores y no tenía caso conservarlos... pero ayer bajé las reglas de otro juego que hemos comentado en algunas ocasiones: Go. A ver cómo va eso.
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