domingo, 21 de julio de 2024

Trabajo y reconocimiento... Work and recognition... Travail et reconnaissance

El miércoles de la semana pasada, mi supervisora -en nuestra reunión quincenal de uno a uno-, me comentó que en general estaban contentos con mi desempeño -involucramiento, proactividad- y me comentó que en mi pago de la quincena pasada debía de haber recibido un bono puntual equivalente al cinco por ciento de mi salario anual.

Y sí, había visto que la cantidad que recibí en mi cuenta bancaria era un poco más alta; pero no mucho; creí que era por lo de las vacaciones del mes pasado; pero al final, no: volví a revisar el recibo con el detalle del pago y sí: recibí un poco más de dinero.

Así que, aunque en general considero este trabajo un dead-end: es bastante difícil crecer profesionalmente o económicamente; mi supervisora aún considera que estoy haciendo un buen trabajo; igual, por mi parte, mi sueño es morirme trabajando -hacerlo acá sería una gran ventaja-.

Y a ver cómo va eso. 

El sábado pasado me levanté a las seis de la mañana; tenía un desayuno, a las ocho, con mi único amigo de la facultad y quería hacer Duolingo antes de salir; primero hice Duolingo, luego me levanté a meditar, después estuve leyendo un poco y a las siete salí a preparar avena.

Después me bañé y leí unos minutos; a las siete y veinte salí hacia el McDonalds que se encuentra en el periférico; llegué bastante rápido pues casi no había tránsito; mientras esperaba a mi amigo jugué tres o cuatro partidas de ajedrez;  quince minutos antes de las ocho había enviado un mensaje, avisando que ya me encontraba en el lugar, y a la hora convenida empecé a observar las diferentes áreas y ví a mi amigo en el área infantil.

Le propuse que nos pasáramos a las mesas dentro del restaurante y compré un par de desayunos; luego nos pasamos más de dos horas poniéndonos al día de la vida de cada uno: su hija mayor -veintidós años- anda divorciándose después de dos años de matrimonio; su hijo mediano acaba de terminar el primer semestre en la facultad y su hija menor -dieciséis- no le habla porque le llamó la atención por salir con un amigo -supuestamente con el consentimiento de la mamá-.

Un poco antes de las once me despedí de mi amigo y retorné a casita; había estado en comunicación con Rb -por Wa- y habíamos acordado ir a los supermercados por la mañana; el viaje de retorno estuvo bastante corto y la visita a los supermercados en dirección norte, también.

Por la tarde tomé la clase de React aunque no estuve presente en la mayor parte; la maestra estuvo explicando cómo consumir una api y cómo generar gráficos -dos temas que ya había trabajado (con ChatGPT y Gemini) la semana pasada-.

Por la noche estuve leyendo un poco de un par de libros en español que me encontré por las redes: uno de un youtuber español y otro de una madre de la misma nacionalidad que tiene una canal sobre autismo -se supone que ella misma es autista-.

El domingo, luego de meditar y desayunar me puse a hacer un poco de Duolingo; unos pocos días antes volvieron a cambiar la estructura del árbol de Francés y resultó que en esta ocasión -por primera vez, creo- me adelantó en lugar de retrasarme: ahora estoy nomás haciendo la última lección cíclica cada día.

Y como no quería bajar mucho mi puntaje me metí a ver qué otras opciones de lenguaje tenía; consideré Italiano pero finalmente me decanté por Portugúes -son solo tres secciones, contra nueve de Francés-; además empecé Inglés intermedio -está super fácil-.

También, en el plano laboral/desarrollo, ayer se me alumbró el foco y decidí que -una opción - para prever un poco mi futuro luego del actual trabajo debo conseguir una certificación; aunque aún no me decido si en el área en el que he andado por los últimos diez años o en un nuevo tema; y creo que sería bueno que en uno nuevo, pero aún no sé.

Por la mañana; después de que Rb desayunara, fuimos al supermercado en donde compramos artículos en grandes cantidades; me compré un pastel de tres leches a la salida; almorzamos las usuales alitas de pollo y por la tarde me reuní con mi amigo el Testigo de Jehová en el McDonald’s de costumbre; yo compré un par de capuchinos y él un par de pastelitos de tres leches; estuvimos un poco más de una hora conversando sobre la vida y la religión y luego lo pasé a dejar a un lugar en donde toma el autobús hacia su casa.

Porque debía ir a donde mi hija: aunque no me había pedido ninguna provisión habíamos acordado que llegaría a las 5:30 a su casa; el tránsito estaba bastante ligero y justo a esa hora estaba escribiéndole desde la planta baja; encontré a mi hija bastante animada: caminando sin muletas; aunque me comentó que después de un tiempo le duele el tobillo; creo que también está animada por el proceso de adquisición de un apartamento.

Conversamos sobre lo ocurrido durante la semana pasada: el jueves fue a ver dos apartamentos -y no logramos reservar el que queríamos- y el viernes una casa; también sobre el que debía ir a ver el lunes; estuve en su habitación hasta un poco después de las siete y luego retorné a mi casita; encontré a Rb cocinando sus galletas pues habían cancelado su clase semanal de teología.

El lunes estaba preparado para empezar la semana con energía; pero no pude adelantar mucho pues al parecer la aplicación que estamos revisando aún no está funcionando completamente; tampoco hubo reunión diaria; por lo que nomás estuve revisando alguna de mis tareas de la semana pasada; además, la vendedora me canceló la visita al apartamento, aduciendo que ya lo habían vendido.

Le escribí a mi hija para comentarle y quedamos en que seguiríamos buscando alternativas de habitación; pero un poco después del mediodía me escribió para comentarme que el apartamento que habían reservado el jueves estaba nuevamente disponible: habían rechazado el crédito al comprador.

Intenté nuevamente enviarle el dinero de la reserva -como setecientos dólares- pero el banco no me estaba permitiendo la operación; por lo que envié el dinero directamente a la cuenta de la inmobiliaria: al parecer ya está en proceso la adquisición; luego hicimos la rutina de ejercicios de los lunes con Rb; lo cual fue interrumpido por información que mi hija me estuvo solicitando para el recibo de caja -incluyendo confirmación de profesión y estado civil-.

En Duolingo estoy realizando la lección diaria cíclica de Francés y además hace dos o tres días empecé el nivel intermedio de inglés -está super fácil- y empecé a estudiar portugués -para no quedarme sin opción de permanecer en la liga más alta-.

El martes le envié su regalo de cumpleaños -el mismo desde hace unos siete años- a mi hija mediana: cien dólares; para realizar esto uso el mismo canal que he estado usando desde hace cinco años: por medio de mi ex compañero de pasillo que ahora vive en el Imperio del Norte.

También me enteré -por Facebook- que mi hija se graduó de la universidad -con un master en educación- a mediados de Mayo: había un hito en su timeline -casi no publica- y luego bajé un par de fotos de la graduación de la página de su College.

La reunión diaria del trabajo estuvo tranquila: el día anterior no había habido y nomás indiqué las tareas en las que estaba empezando a trabajar; también, como el día anterior cocinamos con Rb para cuatro días, el almuerzo estuvo bastante fácil: nomás recalentar.

Después del horario laboral fuimos a los supermercados en dirección sur; compré un par de los ingredientes que uso para preparar desayunos cuando invito a desayunar a alguno de mis conocidos; por la noche la vecina vino a dejarle a Rb una bolsa que su hermano trajo de Buenos Aires: una bolsa de compra de Mafalda con algunos alfajores y un vaso de dulce de leche -estos últimos definitivamente para mí-.

El miércoles me volví a despertar después de las siete de la mañana; me sentí mal pues me molesta no cumplir con mis responsabilidades; recuerdo que la noche anterior había puesto la alarma para las cinco de la mañana pero no estoy seguro si la puse mal o simplemente la desconecté por la mañana.

Pasé la mañana sin hacer mucho en el trabajo: temprano mi hija me contactó para pedirme un formulario que pide la banca local cuando se realiza una operación bancaria mayor a trece mil dólares; me envió el formulario de dos páginas como documento pdf; lo bajé y lo convertí en dos imágenes jpg; luego me puse a completarlo con la ayuda del manipulador de gráficos de Windows.

A las once realizamos la rutina de ejercicios de los miércoles con Rb y luego de bañarnos le pedí que me acompañara -en auto- al banco: quería actualizar mi libreta de ahorros para enviarla junto con el formulario; al retornar me puse a escanear la libreta y Rb aprovechó para pedirme que imprimiera -casi no utilizamos su impresora- la tarjeta de circulación vigente del automóvil y la calcomanía de circulación de este año.

Luego convertí los gráficos que había completado por la mañana en un archivo pdf y se lo envié a mi hija; después le envié la copia escaneada -con todos los números de serie cubiertos- de la libreta de ahorros; por la tarde contacté a mi prima favorita para ver si podía visitarla el último domingo de este mes: acaba de empezar a trabajar en el área de call center de la compañía.

Me comentó que aún no está segura de los días que descansará pero aprovechó para invitarme al almuerzo con el que agasajarán a su madre este domingo; no me gusta cambiar mis planes con poca anticipación pero decidí que los acompañaré; por lo que fuimos con Rb a los mercados en dirección norte, a comprar material para la confección de una tarjeta.

El jueves me tocó día de vacaciones -se supone que debo tomar dos jueves al mes para ir rebajando el saldo de días acumulados-; en la mañana acompañé a Rb al mercado del centro histórico y en la tarde tomé el automóvil -a las cuatro y media- para reunirme con mi amigo el poeta -le llevaba, empacado en papel de regalo infantil- el libro que me gané hace unos meses-.

El tránsito no estuvo tan tan mal y un poco después de las cinco estaba estacionándome en el mismo Mc Donald's de la última vez; estuvimos desde las cinco y medi hasta un poco despues de las siete conversando sobre la cultura local y un poco sobre la vida; en el final de la reunion se nos unio su pareja -anduvieron por España yAalemania el mes pasado- en total jugamos cuatro o cinco partidas de dominó.

El viernes tuve una reunion diaria bastante normal; después saló a comprar pan para mi desayuno pues, por haber salido la tarde anterior, lo había obviado; un poco después de las once hicimos la rutina de ejercicios de los viernes y para almorzar preparamos pescado. 

En la noche mi hijo canceló la reunión del día siguiente por lo que me preparé para un fin de semana -o al menos un sábado- en casa; estuve pensando bastante sobre la razón -o las razones- que tuvo para cancelar y temo que esté pasando malos tiempos por la soledad y esas cosas.

Ayer me levanté a las siete, preparé mi desayuno despues de meditar y luego retorné a la cama a hacer Duolingo; a media mañana fuimos a los mercados en dirección sur a comprar un poco de pollo; almorzamos caldo de esto. 

Por la tarde entré a la última clase de React; mi hijo también estaba allí por lo que aproveché para pedirle que nos reuniéramos el domingo: quiero hablar con él -y su hermana mayor- sobre el apartamento en proceso de adquisición; aprovechando que no salí avancé en La disparition de Stephanie Mailer -ya solo un ciclo-, el libro de programación funcional -aún verde- y el de ACT.

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