Cuando estaba empezando la pandemia, o las medidas para evitar su propagación, hubo un meme que se hizo viral, decía algo así como: "Si no sales de esta situación con una nueva habilidad, un nuevo grado académico o dominando otro idioma, no te faltó tiempo, te faltó voluntad y disciplina"... o algo así.
Me lo recordó mi hija mayor cuando le comenté que estaba aplicando a un programa online de maestría que ofrecía una universidad española; más o menos por la época en que me gradué de la universidad había iniciado una maestría en Recursos Humanos en la universidad que tiene mejor nivel académico en cuestiones técnicas por acá; por allí nació mi hija segunda, renuncié a mi trabajo para ayudar a su madre pues la mayor no tenía dos años y eso fue todo.
Luego me negué a entrar a cualquier otra maestría, en parte porque se popularizaron al más que duplicarse el número de universidades privadas en el país; y también porque no estaba seguro de qué estudiar, o para qué; consideré un tiempo filosofía y otro tiempo bases de datos; al final este año me inscribí en este programa online para un máster en ciberseguridad.
Entré un mes luego de su inicio pero me puse al día y esta semana estoy completando el penúltimo tema del sexto módulo (son ocho); será otro mes este año para completar el séptimo, luego el octavo a principios del próximo año, y finalmente un trabajo de investigación; somos 8 o 10 estudiantes, cinco o seis de centroamérica y el resto de sudamérica; el nivel del programa es bueno y tendré -aunque no creo que me sirva mucho- un título más para agregar a mi hoja de vida.
El domingo pasado envié la última asignación a la editorial con la cual he estado colaborando desde hace varios años; al principio de la pandemia había empezado la redacción de un libro de física fundamental, luego de completar el mismo estuve revisando algunos capítulos de un par de libros de matemáticas -me tocó que recordarme del álgebra- y en el último mes redacté un capítulo de trigonometría y uno de estadística y probabilidad; creo que eso ha sido lo último en escritura para este año; a ver cómo viene el próximo.
Mi hija mayor renunció -o fue despedida, no lo tengo claro- de su segundo trabajo, me había estado pagando el préstamo para la computadora que utilizó desde el inicio de la pandemia pero como sé que no ahorra había ido acumulando ese dinero en una cuenta de ahorros y le comenté que era para los días de lluvia; estos son sus días de lluvia, se supone que está buscando un tercer trabajo pero no sé qué pasará.
Mi hija segunda sigue en el Imperio del Norte; completó su primer año en la universidad y trabaja en la misma; casi no le envío dinero -únicamente para su cumpleaños y Navidad-; su programa es de cuatro años y espera continuar con un doctorado cuando termine; espero que logre completar su vida en ese país pues acá no estaba contenta ni siquiera con el género asignado al nacer: había empezado a tomar hormonas; cuando se fue del país le comenté que esperaba que si se establecía en el imperio me reclamara; quien sabe si aún funciona eso, o cómo.
Mi hijo menor completó bien su primer semestre -online- en la universidad; aún nos vimos las primeras semanas de la pandemia; es más, me retiré de la casa de Rb por un mes completo para evitar los riesgos de contagio: me quedé por un mes completo en mi antigua habitación, incluso pagando por primera vez Internet para poder trabajar pues desde marzo nos prohibieron llegar a la oficina; pero luego hubo un cierre total los fines de semana y decidimos con Rb la reunión: ahora llevo acá más de dos meses y estamos tratando de no salir más de una vez cada par de semanas, nomás para aprovisionarnos de víveres.
Entonces, no veía a mi hijo desde mediados de Mayo hasta hace un par de semanas que me escribió para que le prestar la estufa que utilizaba en mi antigua habitación -cuando devolví las llaves me deshice de casi todo lo demás, vendí mi cama, mi gavetero y unas mesitas y tiré a la basura la mayor parte del menaje-; al parecer no estaba estudiando de la forma en que su mamá esperaba y le pidió que buscara un lugar dónde vivir.
Al final ya es mayor de edad -cumplió 18 en marzo- por lo que es completamente legal que pueda independizarse; hace un par de semanas le llevé la estufa, una mesita y algunos trastes a una habitación que empezó a alquilar muy cerca de la universidad; se supone que seguirá estudiando normal (aunque también tiene planes de trabajar en un call center) y estoy completamente de acuerdo en seguir haciéndome cargo de él financieramente mientras sus resultados universitarios sean aceptables; tampoco sé qué pasará.
Además de la maestría que empecé en Mayo estoy aprovechando que Funsepa puso a disposición de la población en general el acceso a Coursera -Rb me compartió la publicación en Twitter-; en el pasado había completado un par de cursos de esta plataforma pero nunca había obtenido un diploma -creo que el costo de los mismos es de cincuenta dólares-; incluso las últimas prácticas de Android que hicimos con mi hijo menor fueron basadas en un curso de estos.
Aprovechando mi tiempo de aislamiento me he inscrito -y completado- a tantos cursos que una persona de los patrocinadores -y de otra asociación que apoya a jóvenes a desarrollarse profesionalmente- me contactaron para contarme que era uno de los que más estaba aprovechando el programa y proponiéndome una entrevista en sus publicaciones y apoyo para encontrar empleo.
En ambos casos agradecí la llamada pero decliné la entrevista; no me sentiría cómodo que mi jefa cuestionara mi tiempo libre y tampoco estoy en la edad de andar buscando un nuevo trabajo: el mes pasado cumplí seis años en este y espero que me aguanten un poco más, espero que la maestría ayude aunque sea un poquito para el siguiente.
Entre los programas que he completado está una especialización en ciberseguridad por parte de IBM -por la relación con la maestría-, una especialización en Data Science -tenía un buen tiempo informándome sobre este tema-, varios cursos sobre lenguajes como Javascript y Python e incluso algunos sobre Project Management y Agile; la verdad es que la mayor parte de los mismos ha sido únicamente para validar lo aprendido en los últimos años; ha estado interesante.
Durante los último meses he estado tratando de leer un poco más de cuestiones técnicas, especialmente de temas relacionados con ciberseguridad; leí Tubes, the Fifth Domain y casi todo de Press Here to Kill Everybody; además completé la saga de The Murderbot Diaries y he leído uno que otro libro que no es técnico ni ciencia ficción: Let's pretend this never happened, Furiously Happy y I've still got it.
Actualmente estoy leyendo Big Brother de Lionel Shriver; en español, no sé cómo llegué a este libro pero está super interesante, empezando porque -aparentemente- es el procesamiento de la muerte del hermano de la autora por complicaciones con obesidad mórbida; además empecé a leer ¿Qué puede salir mal? de una Youtuber de divulgación científica; este libro es como una relectura de todo lo que escribí el año pasado en los libros de ciencias naturales sobre los sistemas del cuerpo humano.
También leí el último libro de Asimov, el que escribió -literalmente- con un pie en la tumba; y sigue sorprendiéndome los hechos que siempre creo conocer acerca de alguien que al final no es la historia completa; ese también estuvo muy bueno.
¿Qué sigue? La verdad no sé. Esta pandemia ha cambiado muchas cosas, ya no es posible hacer el trabajo voluntario que me mantuvo activo durante una década; tampoco puedo caminar tanto ya que la distancia entre mi cama y mi oficina es de 8 pasos; trato de barrer y trapear al menos una vez a la semana para mantenerme activo físicamente pero estoy temiendo que la inactividad me afecte físicamente -durante toda mi niñez fui el 'gordo' de la familia-.
El acceso a Coursera sigue abierto hasta diciembre pero la asignación de cursos se termina en un par de días; me he inscrito a varios cursos para llenar noviembre y diciembre pero creo que aún haré otra revisión para ver si hay algún otro tema interesante que podría repasar durante este tiempo.
La maestría termina en marzo o abril del 2021 y luego pasará un tiempo antes de tener un diploma que compruebe que avancé un nivel académico más; mi hija mayor seguirá -creo- trabajando en call centers mientras tenga esa opción, no sé que otra cosa pueda hacer cuando ya no haya más call centers a los que pueda aplicar; mi hija segunda tiene tres años más en el programa actual en el imperio y mi hijo dice que quiere seguir estudiando pero también trabajar para ahorrar e irse del país.
Hace un par de meses empecé a averiguar sobre opciones de migración a Nueva Zelanda, está hasta al otro lado del mundo pero ya no tengo responsabilidades familiares directas por estos lugares; creo que ese país es una buena opción y según lo que estuve viendo en su página tengo una ventana de unos cinco años más para aplicar; pero por estos días, por el COVID-19, todo está en pausa.
Quién sabe qué vendrá el otro año; se supone que la situación de aislamiento continuará mientras no haya una vacuna -aunque Rusia dice que ya desarrolló una y hay varios proyectos en países del primer mundo, aún no hay nada claro- o un tratamiento seguro para el COVID-19; al menos en mi trabajo el plan es mantenernos trabajando desde casa pero si hay reducción de planilla me tocaría volver a salir y aplicar pues no trabajar nunca ha estado dentro de mis planes.
De pronto lo que viene sea Europa -y el Louvre-, que era el plan de este año con Rb pero ha quedado en pausa por la situación mundial.
A ver cómo va todo.