domingo, 26 de agosto de 2012

El inquisidor... quinto aniversario de Fábrica de Sonrisas

Hace un par de años o algo así conseguí en una de las librerías de usados del centro La Canción de Salomón.  Recuerdo que me costó como 1.5 de dolar o algo así.  El libro me gustó, no solo porque es de la primer mujer negra en obtener el nobel de literatura sino por el estilo de narración que utiliza.  Cultura negra.

Antes de ir a la visita hace dos sábados encontré a un voluntario leyendo El Inquisidor.  Quedamos en que intercambiaríamos los libros ayer.  Estoy ahora leyendo la historia de un inquisidor italiano, escrito por un argentino.  Desde hace un mes o así he estado leyendo Stephen King, primero Mientras Escribo, luego Saco de Huesos, La Milla Verde y La Zona Muerta.  Además, hemos tratado -con mi jefe- de revivir el grupo de lectura que tenían el año pasado en la oficina.  Nos juntamos seis personas en el área de café de un Mc Donalds, el miércoles pasado, para comentar el primer capítulo de Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida, de Dale Carnegie.  No leo ahora muchos libros de este tipo pero me llamó la atención el reunirnos a conversar sobre libros.

Con mi jefe la relación no ha mejorado, es más, creo que se ha deteriorado más.  Tengo cada vez menos paciencia con sus actos de inmadurez.  Estuve hace unas dos o tres semans en conversaciones con mi ex jefa -via Skipe- sobre una oportunidad en la empresa en la que ella trabaja ahora.  Supuestamente había pero para una posición que se mueve bastante entre países.  Creo que, a menos que haya una real emergencia, pasaré de una posición de ese tipo.  Los domingos con mis hijos son prioridad.

El viernes al mediodía se realizó una reunión en mi oficina para entregar los certificados del curso de reportes en el que estuve participando el mes anterior.  Sorpresivamente -para mí mismo- fuí la nota más alta del curso y me entregaron una nota especial, del instructor del curso y el jefe máximo, además de los diplomas que me amparan como programador de una lenguaje de bases de datos y reporterías.

No he visto Batman, ni Spiderman, ni La Era del Hielo 4 ni ninguna de las películas que han estrenado últimamente.  Simplemente no he encontrado con quien ir a verlas.  Hace una semana o así mi ex esposa me convocó a su casa para que conversáramos con mi chica mayor.  La adolescencia entró completamente en su vida y parece que va a perder matemáticas este año.   Qué vaina.

Ayer se celebró el quinto aniversario de Fábrica de Sonrisas, el voluntariado que -lo repito- salvó mi vida hace un par de años.  Cada año ha estado variando la forma de celebrar el aniversario.  Hace dos años tuvimos un combate general en el lodo en el que terminé tirando mis zapatos y ropa que utilicé ese día.  El año pasado se trató de organizar una pequeña feria tipo pueblo.  No fue tan tan atractiva.  Este año se organizó una serie de visitas masivas, incluyendo a los voluntarios de las sedes del interior y de El Salvador.  Nuestro bus -eran como veinte- y otro nos dirigimos al hospital psiquiátrico de una de las zonas de la periferia de la ciudad.  Terribles las condiciones en las que viven los internos.  Al final de la visita estuve conversando en inglés con uno de los paciente durante una media hora o así.

De hecho había contactado a una chica de El Salvador un par de días antes de la visita y nos conocimos y estuvimos conversando un poco fuera de la fiesta que se celebró anoche.  No soy fanático de fiestas - no me gusta bailar- pero me pareció que estaría animada ya que se había anunciado la presencia de un par de grupos de reggae.  Al final la fiesta no estuvo tan tan bien.  Si llegó la banda de reggae y un par de DJ's, estuvimos bailando en grupo con varios de los que habíamos visitado por la mañana.  Un poco después de las nueve acompañé a mi mejor amiga del voluntariado a la plaza frente a la que se celebraba la fiesta pues necesitaba aire fresco.  Allí me reencontré con mi nueva amiga salvadoreña y estuvimos como una hora conversando entre todos.  El voluntario que vive en la misma colonia me llamó un poco antes de las diez para comentarme que se retiraba de la fiesta y ofrecerme jalón a mi casa.  Aún pasamos a cenar a un Mc Donald's -yo un Mc Flurry-.

Desde hace un par de día estoy llevando un diario de mis gastos -creo que es otra vez esa época del año-, pues lo que usualmente utilizo en un mes lo gasté esta vez en tres semanas.  Quiero comprobar cual es el nivel real de mis gastos.  Lo que planeo hacer es ver cuantos días me dura realmente lo que había contemplado -desde hace casi cuatro años- para gastar en un mes.

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