lunes, 4 de junio de 2018

Sentencia diferida... -I got two more months to prepare myself...-

He leído varias veces sobre lo complicado que es -en ciertos casos- ejecutar a una persona condenada a la pena capital, en el país del norte, al menos.  Hay varias formas para lograr el aplazamiento de la sentencia, en algunos casos incluso el reo es retornado a la celda desde el mismo pasillo de la cámara de ejecución.  Ha habido casos, según recuerdo, en que el estado fue demandado por el sufrimiento psicológico que se le estaba causando al reo al mantenerlo en vilo.

Y más o menos eso ha pasado acá.  El viernes era mi último día laboral, incluso había planeado empezar a trabajar desde hoy en la casa de Rb pues estamos colaborando en el rediseño de unos documentos oficiales de nuestro ministerio de educación.  La misma semana que mi hija vino del país del sur, a pasar sus vacaciones de fin de año, me tocó quedarme una noche en la casa de la amiga de Rb con quien estamos trabajando.  Esa noche dí mis primeros pasos en el diseño de libros.

De la otra editorial ya no escuché nada, me imagino que no les pareció mi propuesta de contenido digital.  La semana pasada recibí una llamada (iba en el Transmetro) que no pude contestar y cuando llegué a mi casa llamé al número registrado.  Era una ONG que quería contratar a un especialista en monitoreo y evaluación de proyectos.  Hace unos cinco años asistí a un curso del tema y sospecho que una de las asistentes era quien me estaba contactando.  Al día siguiente revisé los detalles de la oferta y sepulté mis expectativas: buscaban a una persona activa en su iglesia local y comprometida con la religión.  

El viernes pasado vine temprano.  Me costó levantarme pero me consolé pensando que era el último día a madrugar en un buen tiempo.  Vine a mi trabajo un poco antes de las seis de la mañana y noté que había una cantidad mucho mayor que en un día normal.  También habían reservado el espacio de la cafetería para el personal de recursos humanos que estaría recibiendo la información de los que nos íbamos ese día.  Luego me enteré que en un grupo que tienen (o tenían) muchos de los de mi nivel se habían puesto de acuerdo para venir temprano, realizar el proceso de salida y luego irse a desayunar en grupo.

La verdad es que no me llamaba la atención ir a convivir con un grupo con el que no tengo mucho en común (empezando por la edad), igual a mediados de la semana se habían organizado para comprar pizza y tener un 'último almuerzo'.  Me enteré por casualidad y hubiera podido participar pero no me apeteció.  Lo que planeé fue completar el proceso de salidad e irme a la casa de Rb, para regresar por la tarde a mi casa a cenar con mi hija segunda.  El inconveniente fue que la persona que debía recibir el equipo personal tenía información de no dejarme ir (y a otra compañera) hasta recibir confirmación del gran país del norte.

La mayor parte de los residentes de este piso fueron retirándose alrededor de las ocho de la mañana.  A la compañera y a mí nos pidieron paciencia pues estaban comunicándose con el país del norte para ver que procedía, nos mostraron un correo en el que decía que estaban solicitando la aprobación para continuar un par de meses.

Por fin a media mañana nos llamaron de la oficina de recursos humanos y la máxima autoridad del área nos pidió (como una ayuda a la empresa) permanecer otros dos meses, también tuvimos una conferencia con nuestra jefa en el imperio y la person a cargo del proceso de salida.  Al final aceptamos continuar un par de meses.  A mí la verdad me conviene pues quiero aprovechar este tiempo para profundizar en este lenguaje de programación que está siendo solicitado para posiciones como las que ando buscando.

Al final pude retirarme al mediodía y me fui a la casa de Rb, almorcé con ella y a las seis retorné a mi casita a cenar con mi hija.  El sábado había planeado llevar a mi hija a un lugar de comidad popular en nuestra ciudad.  Para aprovechar el tiempo había buscado información sobre actividades culturales en el centro histórico.  

Por la mañana asistimos a una conferencia sobre vegetarianismo en uno de los museos del centro, luego estuvimos un poco más de una hora en la biblioteca del centro cultural español y después nos dirigimos al comedor que queríamos visitar.  Cuando nos diríamos a la conferencia nos cruzamos con mi hija mayor.  Ignoro si mi hija segunda se había comunicado con ella para comentarle que estaba en el país, pero aprovechamos para saludarnos de forma rápida pues al parecer mi hija mayor iba hacia algún compromiso estudiantil.

El lugar de comida acababa de moverse a un nuevo local y estaba lleno. También se les había descompuesto el extractor de humo por lo que era un alto riesgo permanecer allí. Compré la comida para llevar (aún así nos tardamos cerca de una hora para recibir nuestro pedido) y almorzamos en el portal de Correos en donde lo hemos hecho desde hace 10 años cuando comemos en el centro.  Por la tarde estuvimos jugando Settlers of Catan y a las seis y media fui a dejar a mi hijo a la estación del Transmetro en la cual toma el transporte para regresar a su casa.

Ayer me levanté temprano y me dirigí a la casa de Rb.  Desayunamos y empezamos a trabajar en la última tarea asignada para nuestro trabajo en el ministerio de educación.  Como sus perros debían recibir las vacunas anuales un poco antes del mediodía nos dirigimos a la veterinaria y luego a comprar pollo frito para el almuerzo.  El plan era retornar por la noche a mi casa, con el auto de Rb, limpiar la cocina, el wc y la regadera y preparar la cama par recibir a la compañera de mi hija al día siguiente. Lo teníamos programado así.

Como a media tarde recibí un mensaje en mi Facebook, era la compañera de mi hija avisándome que llevaba seis horas en el aeropuerto y que no podía comunicarse con mi hija.  Llamé a mi hija, le conté la situación.  Le escribí de vuelta a la chica alemana avisándole que íbamos en camino, tomé el auto de Rb, pasé por mi hija y nos dirigimos al aeropuerto a recogerla.

Después del aeropuerto pasé a dejar a mi hija y su amiga a mi casa.  La verdad es que quería darles espacio y mi casa es bien pequeña.  Le cedí mi cama a la chica y les comenté que iba a estar trabajando por la noche en documentos del ministerio y que retornaría hoy a media tarde.  Retorné a la casa de Rb, completamos la documentación solicitada para el día y luego estuve bajando un poco de material del lenguaje de programación en el cual quiero certificarme.

Ayer hizo erupción uno de los volcanes que rodean la ciudad, hubo lluvia de cenizas y varios muertos y heridos en las áreas cercanas al mismo.  Creo que eso complicó el tránsito esta mañana pues vine super tarde a la oficina.  Debo ponerme de acuerdo con la analista que aceptó quedarse otros dos meses pues debemos supervisar y dar soporte a las personas del subcontinente asiático que se quedarán realizando nuestras labores.  A ver cómo va eso.



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