lunes, 21 de mayo de 2018

Las etapas del duelo (here we go again)...

No me quejé cuando en el trabajo en el que apliqué el año pasado eligieron a mi vecino de pasillo, que no tiene un grado universitario y no le fue tan bien en las evaluaciones... igual, -casi- nunca sirve quejarse.

Tampoco me quiero quejar ahora de que al único que no le le aplicaron el downsizing fue a quien varias veces nuestra jefa encontró durmiendo en su cubículo.  Igual, a mi jefa también le aplicaron el downsizing.  O sea, cuando a uno le toca le toca, ¿no?

Y la cosa no pinta tan bien.  el próximo viernes es mi último día acá y aún no veo nada en el horizonte cercano.  Hace tres semanas fui a la entrevista en el laboratorio que está de mi lado de la ciudad.  No volví a saber de ellos, me imagino que necesitaban a alguien con más experiencia en dirección de áreas.

Luego el banco.  Se supone que del laboratorio me llamaron porque vieron mi información en una de las bolsas de empleo más antiguas de la ciudad.  Del banco me llamaron porque vieron mi información en LinkedIn (justo como el año pasdo con la telefónica).  La posición en el banco se veía atractiva, más o menos lo mismo que acá.  El problema es que necesitaban a alguien más técnico, específicamente con concomientos sólidos en un lenguaje que no había utilizado.

La entrevista fue hace dos semans y cuando me pasaron al área para la evaluación técnica el encargado me informó de lo del lenguaje y nos pusimos de acuerdo en que me evaluaría a la semana siguiente.  Me pasé una semana tratando de aprender lo básico del lenguaje: lo instalé en mis dos computadoras e inicié a practicar su sintaxis en una de las páginas de programación en la cual me he entrenado en el pasado.

El examen, sin embargo, tenía una dificultad intermedia.  Fue el miércoles pasado y no creo que pase de allí mi incursión en esa oportunidad.  En fin, al menos pude practicar en las entrevistas y tuve un acercamiento a una evaluación técnica en mi área.  El viernes por la noche actualicé mi información en otra de las páginas de empleo más populares en la ciudad. 

Esta mañana le escribí a un antiguo compañero de trabajo quien es ahora gerente general de una firma extranjera.  Amablemente me envió detalles de un lugar en el cual están contratando un jefe de área de mi especialidad.  También le escribí a otro excompañero con quien trabajamos juntos en el último banco en el cual trabajé y quien me había contactado justo cuando entré a trabajar acá.  Aún debo darle seguimiento a este último contacto.  Por el momento no sé qué más hacer.

Mañana viene mi hija segunda.  Rb me prestará el auto pues debo ir al aeropuerto después de las diez de la noche.  Se supone que una compañera de mi hija vendrá el próximo mes para pasar una semana en el país.  Acordamos en recibirla en nuestra casita.

Entonces, mañana de aquí me voy para la casa de Rb, hasta las 10 de la noche o así.  Luego iré por mi hija al aeropuerto.  Me imagino que el miércoles por la tarde le llevaré el auto a Rb, luego, durante dos meses y dos semanas no podré pernoctar en su casa, pues no me agrada la idea de no llegar a dormir a mi casa cuando no está sola.

Y lo de no saber qué más hacer no es tan así.  Con Rb estuvimos escribiendo un par de libros de texto el año pasado para una editorial, luego escribimos un par de libros de ortocaligrafía para otra editorial y con mis hijas trabajamos un poco de composition para estos últimos.  Esta semana debo ir a la casa de la amiga de Rb para aprender otro poco de composition para libros adicionales.  Además, la semana pasada envié una prueba a una tercera editorial para material de su sitio web. No es algo que  vaya a cubrir mi ingreso actual (y no lo esperaba) pero será algo para no drenar tanto mi fondo de seguridad.  A ver cómo va eso.



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