miércoles, 14 de julio de 2021

Aprender, aprender... Learning, learning... Apprentissage, apprentissage

La semana pasada terminamos el segundo curso de Lengua de Señas (de seis) con Rb; la última clase fue únicamente para grabar el video con el que se terminaban las actividades del grupo de aprendizaje: una canción de un grupo español.

Las notas habían sido compartidos en el grupo de Whatsapp desde la semana anterior; una persona tuvo la nota toal (100%); yo tuve el segundo lugar con un punto menos, y Rb alcanzó la cuarta posición con un punto menos -alguien más tenía un punto intermedio entre Rb y yo-; igual nadie lleva registro de las posiciones; nomás me dí cuenta al revisar la lista de notas.

Lo extraño es que no habrá descanso entre el segundo y el tercer curso: la semana pasada fue la clausura del anterior y dentro de tres días empezaremos el nivel intermedio 1; ya pagamos la cuota simbólica que cobra el comité y llenamos el formulario de inscripción.

La próxima semana empieza, también, el curso de PHP y Mysql al que me inscribí hace poco; se ve que el nivel es bastante básico pero al menos afianzaré un poco mi conocimiento del lenguaje y la base de datos: desde hace más de 10 años he estado aprendiendo un poco de PHP, instalando el abiente en alguna de mis computadoras y conectándolo con Mysql; las clases serán dos días a la semana durante dos horas por la noche -y durante tres meses-.

Hoy fue el examen final del curso de fundamentos de redes en el que me inscribí hace poco más de un mes; el nivel es bastante básico pero me sirvió para refrescar un poco mi conocimiento sobre el tema; además, este curso incluye una certificación de Microsoft valuada en ocho veces el precio que pagué en el instituto técnico más grande del país.

Continúo avanzando en Francés en Duolingo; aunque no estoy completando cada lección sino únicamente superando dos de los seis niveles (antes eran cinco) en cada una de estas; además estoy entrando esporádicamente a las clases de conversación en este idioma durante los sábados por la mañana.

En el trabajo estoy enseñándole al nuevo analista, que vive en el país vecino del norte, sobre los diferentes procesos que utilizamos en el equipo para completar las diferentes tareas de nuestro departamento; ayer terminamos de recibir el proyecto del equipo que estuvo llevándolo hasta principios de este año.

Terminé por fin de leer Between the world and me; además quiero finalizar los que llevo a medias, estoy avanzando con Real World, de la misma escritora japonesa de novelas negras de la cual leí un par de libros hace un par de meses; además leí otra novela negra de otra escritora española la semana pasada: Progenie de Susana martín Gijón.

Quiero leer algo de no ficción luego de terminar Real World y estaba considerando uno de los libros del fundador de Netflix pero aún no me decido; durante las últimas semanas he estado viendo videos de un youtuber mexicano con una historia bastante interesante: su extracción social es bien humilde y ha logrado mejorar su posición económica a través de la divulgación de temas actuales en sus canales de youtube.

Finalmente; esta semana pagué los casi 200 euros que cobra la universidad española para emitir y enviarme el diploma de la maestría que terminé al inicio del año; igual, según sus comunicaciones el proceso se completa en seis o diez meses; habrá que armarse de paciencia porque además el servicio de correo local es super deficiente: hace un par de semanas recibí -por fin- la playera de Google Cloud que había obtenido el año pasado por completar una especialización en Coursera.

Final finalmente; dentro de dos semanas mi hija segunda cumple veintiún años y como la tarjeta prepago que le dí ya no funciona estuve solicitando ayuda a varios amigos -y a Rb- para enviarle 100 dólares como regalo de cumpleaños; al final hice un relajo cuando no había necesidad: molesté a mi amigo en la ciudad en la que viví unos mese hace mucho tiempo, y a mi -aún- mejor amiga en la misma ciudad.

Ambos se ofrecieron gustosos a ayudarme pero al final decliné pues eso implicaría que también debía molestar a Rebeca y su jefe en una triangulación de dinero -nada ilegal-; y la solución fue mucho más sencilla: le hablé a uno de mis ex compañeros de pasillo que ahora trabaja en Texas, él le envió el dinero directamente a mi hija y yo le deposité el monto en el banco que usamos localmente.  

Todo muy transparente, la única contrariedad fue la molestia a mis amigos mayores; incluso mi mejor amiga se había ofrecido a regalarme el dinero y enviárselo a mi hija pero lo decliné porque no me gusta aprovecharme -usualmente- de la bondad ajena mientras puedo evitarlo.

O sea, aún ando buscando la forma de adquirir una propiedad por lo que no me hubiera sentido tranquilo de estar aceptando dinero como regalo; al menos por el momento; a ver si logro terminar el año viviendo en unas instalaciones propias.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario