viernes, 14 de abril de 2023

Amigos lejanos y amigos más lejanos… Distant friends and farther friends… Amis éloignés et amis plus lointains…

Entre las personas que he conocido más tiempo están X y B… con X estudiamos juntos tres años en la escuela primaria y luego tres años del ciclo básico; luego él se graduó de Perito Contador y yo de Bachiller Industrial…

B estudió -creo- el ciclo básico y el Bachillerato Industrial con mi hermano mayor; X tiene una malformación congénita en ambos pies: están girados hacia adentro; estuvo casado hace más de una década y tiene una hija y un hijo con edades similares a los míos; ahora vive en la casa donde creció -con su mamá-.

B estuvo un tiempo embarcado y luego se fue de ilegal a Estados Unidos, luego se llevó a su esposa y su hijo de la misma forma; después tuvieron otro hijo que ahora está por llegar a los dieciocho años; se separaron con su esposa hace unos años y cortó la comunicación con su hijo mayor: ellos viven ahora en California y B -con su hijo menor- en la ciudad en donde pasé casi dos años en el Imperio del Norte.

X ha tenido diversos trabajos en el puerto donde crecí: ha sido encargado de compras, encargado de cobros y así… también tuvo problemas administrativos porque desfalcó a una empresa con la que trabajaba; ahora tiene un trabajo informal en los barcos que atracan en nuestro mayor puerto marítimo.

B ha tenido muchos trabajos en el imperio e incluso intentó poner un taller de enderezado y pintura; ahora se dedica a manejar un camión para Amazon y está saliendo con una dama que nació acá pero tiene nacionalidad estadounidense; quizá por fín pueda visitar a sus padres después de veinte años.

X me llamó ayer por Whatsapp, era una videollamada pero no funcionó muy bien el sonido; era para saludar a otro compañero de la primaria y en la transmisión se veía el lugar en el que estaban: una cantina en el puerto; hoy le devolví la llamada -por teléfono- y conversamos un rato: a veces se comunica con su hijo menor, al parecer especialmente cuando anda tomando.

Ayer -un poco después de la llamada de X- llamé por Whatsapp a B; habíamos conversado un rato la semana anterior pero no me siento cómodo hablando con alguien conduciendo: temo que se accidenten por no poner suficiente atención a la conducción; ayer estaba en su casa luego de haber trabajado desde medianoche; aún me desespera la gente que vive en el Imperio del Norte y habla mal del lugar en que nacieron… en fin.

Estoy avanzando con I could do anything if only know what it was, tratando de superar mi aversión a los libros de autoayuda; también terminé A fire in the Sun y empecé con el mismo ritmo The Exile Kiss, estoy a un par de capítulos de concluirlo; además terminé el libro de neurología y en solo tres ciclos finalicé el siguiente: Tocar a Diana.

Creí que este último libro, de una autora costarricense, iba a tener una temática lesbiana; pero no, simplemente se parece mucho a Travesuras de la Niña Mala, pero con un ambiente más local -aunque también tiene escenarios europeos- y el tema es más sobre promiscuidad y psicoanálisis; es de esos libros que se leen en una tarde pero creo que lo completé en dos o tres días -por el sistema que he estado siguiendo este año-.

Sigo avanzando con The Windup Girl pero aumenté el número de capítulos en cada ciclo pues sentí que no estaba avanzando mucho; también terminé TA Today y ya no estoy muy seguro sobre el próximo libro en esta línea; estoy aún sopesando entre Born to Win: Transactional Analysis with Gestalt Experiments; que me suena también a más autoayuda que TA y Transactional Analysis in Psychotherapy… es más, me estoy cuestionando si seguir mi exploración de TA.

Luego de Tocar a Diana empecé 2666 que es el libro póstumo de Roberto Bolaño -leí uno de él el año pasado- y es un mamotreto de más de 1,200 páginas; igual pienso tomármelo con calma; y aún me faltan varios ciclos para completar - The Inmates Are Running the Asylum by Cooper e iniciar The Art of Computer Programming.

Mañana espero asistir a la primera reunión de un grupo de lectura en el centro histórico; me llegó la invitación hace más de un mes y he estado a la expectativa de la fecha pues hace ya mucho tiempo que no participo en una actividad de este tipo; también extendí la invitación a mi hija mayor y a mi hijo menor y espero invitarlos luego a un café.

Este fin de semana se prevé un poco cargadito: mañana iremos con Rb a una actividad con nuestra clase de Lengua de Señas -primera actividad presencial que tendremos en tres años-; luego la traeré de vuelta a casa para dirigirme luego al centro histórico a la reunión de lectura; luego café con mi hijos.

El domingo planeo salir de madrugada hacia el puerto, desayunar con mis papás -acabo de lavar una prensa francesa y planeo preparar sandwiches antes del viaje-, revisar cómo va la construcción, departir un par de horas y luego retornar a la ciudad; además le llevo a mi padre un par de plantas de loroco que me encargó hace tres meses.

Estuve sopesando como atender a su petición: desde hace unas semanas estuve llamando a viveros para ver si tenían plantas de loroco pero no había encontrado; luego -hace dos semanas- intenté reproducir un par de macetas con retoños de la planta que Rb tiene en su patio trasero… y todo iba bien hasta ayer, no sé si las he regado mucho -una vez al día- o no regalas ayer las dañó; pero el caso es que hoy no se veían muy bien.

Por lo que a media mañana que llamé a otro vivero y por fín aseguré un par de macetas -cinco dólares nomás-; salí al mediodía al lugar pero sorprendentemente en el mismo sector hay dos o tres negocios similares y en el que ingresé me enviaron a un lugar alejado por lo que el trámite de 15 minutos se convirtió en casi una hora; pero finalmente logré dar con el sitio correcto y ya tengo las macetas para mi papá.

La reunión del trabajo no fue nada del otro mundo; la directora del proyecto -que esté en el Imperio del Norte- quería ver a todo el equipo reunido, anunciar los resultados del primer trimestre y marcar el ritmo para el corto término; al final me tocó que pagar tres horas de parqueo -4 dólares- pero retorné antes del anochecer a la casa de Rb.

Luego el trabajo ha seguido más o menos igual: bastante intenso algunos días -me encanta escribir código, aunque a veces es bastante retante- con poca carga otros días -aprovecho para leer, malabarear, jugar ajedrez y así- y en general bastante satisfactorio; ya mi única duda es cuánto más puede durar y que las condiciones se den para recibir el pasivo laboral -sería como un año completo de salario-. 

El día después de la reunión fue Miercoles Santo y los últimos días de la semana fueron asuetos -bendita latinoamérica-; por lo que aproveché para ver a mi hija mayor y a mi hijo menor; a la primera el jueves, de acuerdo a lo que habíamos conversado la semana anterior.

Llegué a su habitación a la una de la tarde y nos dirigimos a almorzar a un Mc Donald´s que se encuentra a un par de cuadras de su casa; luego del almuerzo retornamos a la habitación y resolvimos una página del libro de Laszlo Polgar; a las cuatro empezó a trabajar y estuve una media hora adicional pues me interesaba ver la dinámica de su empleo.

Que es genial: por medio de una app recibe llamadas del Imperio del Norte para ayudar a personas que no hablan inglés a comunicarse con el personal médico; creo que fue una fortuna que aprendieran -o adquirieran las bases- inglés mientras iban creciendo; un poco después de las cuatro y media me despedí de mi hija y retorné a mi casita.

Vine tan temprano que incluso me dió tiempo para ir caminando a una panadería a adquirir pan dulce para mis desayunos del viernes, sábado y domingo; me parece interesante que muchos negocios locales ya no observan los asuetos de Semana Santa; hace unos años era imposible encontrar una panadería abierta por estos días.

 El viernes tampoco almorcé en mi casa y un poco antes de las tres de la tarde me dirigí a la habitación de mi hijo menor; almorzamos -otra vez- en Taco Bell y luego estuvimos el resto de la tarde en su habitación; también resolvimos una página del libro de Polgar - los últimos ejercicios de Mate en un movimiento-.

El sábado por la mañana fuimos con Rb al mercado municipal de la colonia en la que vivía la mayor parte de la década pasada; la actividad era quizá la décima parte de un sábado normal y no tuvimos mucho trabajo para adquirir las verduras y frutas para la semana.

El domingo por la tarde -luego de la comida de los perros- nos dirigimos al otro extremo de la ciudad para la visita anual con nuestra antigua editora de libros -nunca recibimos royalties de los libros de ortocaligrafía que preparamos en conjunto-; la velada estuvo interesante, con bastante comida tradicional y mucha conversación.

Además, aproveché para pedirle a nuestra amiga -es también diseñadora gráfica- que retomáramos las clases de dibujo que trunqué hace más de cinco años: cuando hubo connato de despedida de mi actual empleo estuve acudiendo a su casa para introducirme al mundo del diseño, pero al restablecerse la normalidad de mi trabajo descarté su continuación.

Ella estuvo de acuerdo y programamos la primera reunión -por zoom- para el martes de la otra semana; en preparación de la misma instalé una máquina virtual con Windows XP en mi máquina de Ubuntu, ya que su programa preferido -FreeHand- no corre en ninguna versión más reciente de ese sistema operativo; también instalé InDesign e Illustrator; la verdad espero que esta actividad me ayude a avanzar en uno de los vagos objetivos que me propuse este año: aprender dibujo artístico.

Y a ver cómo va eso.


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