miércoles, 29 de septiembre de 2021

Otro día para vivir... live another day... vivre un autre jour

Creo que es el título de una de las películas de James Bond; y no estoy seguro si he visto esa, aunque hace unos meses me puse al día con las últimas de la saga... No, el título se refiere a mi estado de ánimo de los últimos meses; o quizá también se refiere a la situación de mi hija mayor, en fin.

Esta semana recibí una llamada de una persona desconocida, que resultó ser el administrador de la residencia estudiantil a donde mi hija se trasladó hace unas semanas -me había hablado para pedirme dinero prestado para el traslado-... la llamada fue bien bizarra pues esta persona se supone que es licenciado en leyes y se expresa de una forma pomposa -aunque usa de forma incorrecta varios verbos- y al inicio -me tomó en medio de una reunión de trabajo- había entendido que mi hija mayor había intentado suicidarse.

Afortunadamente (?) no es el caso: el señor me estaba llamando porque le preocupa la salud mental de mi hija mayor, la ha notado retraida y distante -o sea, yo- pero se animó a llamarme -no sabía que yo era el papá- porque cuando llegó ese día a la residencia estudiantil vió que mi hija estaba en el borde de la terraza del edificio de cuatro niveles; y estaba fuera de la malla de seguridad.

Entendí que había hablado con ella para que se moviera a un lugar seguro y me estaba llamando porque creía que mi hija necesita ayuda psicológica por su comportamiento errático; y más o menos así es como todo ha estado -o al menos como yo puedo comprenderlo-:

Mi hija me escribió el sábado o domingo pasado desde una nueva cuenta de facebook, contándome que se había dañado su teléfono y preguntándome sobre la razón humana para mantener la vida; creo que debería haber sido más sensible a su comunicación y entender que realmente me estaba pidiendo ayuda; no lo entendí -como no entiendo la mayor parte de las sutilezas en la comunicación- y le respondí como le respondería a cuialquier persona que me pregunta un concepto filosófico.

En fin, lo que había sucedido es que había perdido (o roto) su celular y no podía seguir trabajando y no quería pedirme dinero pues ya me había pedido al inicio del mes para moverse y quería comportarse como una adulta (sea lo que sea que eso signifique)... de allí su comportamiento -más- errático -de lo usual-.

Pero eso lo comprendí -creo- hasta el final de la noche... total que la llamada fue como a media mañana y me preocupé -creo que es la reacción paterna oficial- y luego hice planes para ir a verla por la tarde; le escribí en su nuevo facebook pero no recibí respuesta; entonces le hablé al señor que me había hablado temprano y conseguí la información de la residencia.

Había planeado irme entre cuatro y cinco pero empezó la lluvia... al final ordené una motocicleta -tuve que instalar otra app en mi celular- alrededor de las seis, el señor vino casi a las siete y aunque el viaje es de menos de 15 minutos nos tardamos más de una hora pues tuvo que pasar por otro paquete -benditas aplicaciones de mensajería-.

Total que llegué super tarde: casi a las 8 de la noche; mi hija salió a recibirme y empezó a llorar, creo que por la situación en la que estaba y que no le veía solución; previendo que se iba a tratar de algo monetario había llevado como 125 dólares y le propuse que fueramos a comprar un celular nuevo pues trabajar es una de las actividades que la ayuda -creo-.

Pero, por lo tarde que era, cuando llegamos a la tienda de telefonía ya estaba cerrada así como el resto de locales donde hubieramos podido adquirir un nuevo celular; incluso fuimos a otro centro comercial; desde allí llamé a Rb y recibí una transferencia de otros 70 dólares; y regresamos a la residencia de mi hija.

Le entregué los doscientos dólares para que comprara un nuevo celular -espero que realmente ya no eseté consumiendo- y ordené una motocicleta para retornar a mi casa; el viaje de retorno estuvo mucho mejor y en diez minutos estaba ingresando en mi habitación... no sé qué será de mi hija mayor -o de mi hija segunda o de mi hijo menor-; no puedo salvarlos, no puedo salvarme; al menos siento que le dí otro día para vivir, en fin...

Y aplicado a mí es nomás el tema laboral, siento que cada día que pasa es nomás una concesión temporal en mi actual trabajo: el proyecto está super atrasado y no quieren mover la fecha de entrega -en menos de un mes- y empezaron a hablar sobre asignar más recursos que en tema de proyectos es uno de los pecados capitales: no se pueden subsanar las deficiencias de un proyecto simplemente agregando más personas.

O sea, una mujer se tarda nueve meses en gestar un bebé y nueve mujeres no se tardarán un mes en gestar el mismo bebé... pero como que es algo que ya todos saben pero que nunca aplican a la gestión de proyectos; además ayer o antier recibí -por fin- el correo de la empresa en la cuál aún estaba en proceso de selección confirmándome que habían decidido no continuar con el proceso.

Y no es que tuviera tantas ganas de empezar a laborar en otro lugar dejando atrás los beneficios conseguidos hasta ahora en mi empresa actual, pero al menos era una opción; lo que creo que pasará, o al menos para lo que me estoy mentalizando es esto: en algún momento entre hoy y el último día del año el proyecto fracasará y me quedaré sin empleo, entonces me tomaré un poco de vacaciones (aunque Rb no crea que eso sea posible) y en Enero empezaré nuevamente a buscar otro empleo.

Y es algo que me preocupa pues a mis casi cincuenta años -por definición- perderé cualquier comparación contra otro candidato con las mismas habilidades y competencias -o un poco menos- pero diez o veinte años más joven... no sé qué pasará.

Y como no he hecho trabajo voluntario en más de año y medio se me había ocurrido que podía ayudar a personas sordas con dificultades en sus clases -y mejorar mi uso en el lenguaje de señas nacional-; se lo consulté a mi maestro actual y me dijo que era buena idea y que podía apoyarme con contactos, y no se volvió a hablar del tema.

Entonces le escribí a una asociación de sordos oficial pero después de una semana no recibí ninguna respuesta; entonces contacté a una conocida que está en silla de ruedas pero que ha hecho trabajo de interpretación inglés español y en alguna ocasión también coordinó una interpretación en lengua de señas y me contactó con una intérprete.

Pero resulta que esta intérprete es una verdadera figura nacional en la comunidad sorda y me propuso que grabara un video con lengua de señas ofreciendo tutorías; y no, no es eso lo que esperaba pues debido a la carga laboral no tengo taaanto tiempo para dedicarme a varias personas.

Pero, al final, resulta que si voy a ayudar a la hija de esta señora; que no es sorda pero está teniendo problemas con álgebra, entonces voy a estar dándole algunas tutorías en matemáticas; estuvimos conversando ayer y estaremos revisando tareas este viernes por la tarde... a ver cómo va eso; de pronto es una forma de ayudar a algunas personas en esta época.

Y también he estado leyendo un poquito más: terminé el libro de Julia Navarro y no estuvo tan mal; luego he estado leyendo esporádicamente Cincuenta Cosas que hay que saber de Política; y he avanzado un poco con Dune -es el primer libro, al final-; y también retomé una serie que leí durante el primer semestre de la facultad -hace treinta años de eso-: Mortalis.

Mortalis es del mismo autor que escribió Rambo y cuando viví por un par de meses en una residencia estudiantil leí el tercer título de la saga -me parece-; durante los últimos años me había estado recordando de este libro y aunque lo había buscado no podía recordar el título exacto; y por alguna razón tampoco recordaba que era el mismo autor de Rambo.

Pero hace un par de semanas recordé el segundo dato y bajé la trilogía; intenté encontrarlos en inglés pero al final tuve que conformarme con las versiones en español; hace un par de día terminé el primer libro: La hermandad de la Rosa; y el mismo día empecé el segundo: La fraternidad de la Piedra.

Los libros son acción pura: agentes secretos, asesinos profesionales, sociedades ocultas, persecusiones de diversas formas, en fin, como una película de acción; creo que terminaré la saga este mes pero para sentir que también estoy leyendo algo un poco más serio bajé Cuentos Filosóficos y estoy leyendolo (o tratando de hacerlo) de forma paralela.

Y eso, es un día más en todo... sigo con francés en Duolingo, esta semana se terminan las clases de PHP (ya no he entrado a ninguna sesión pero he entregado todas las tareas semanales) y me parece que el otro curso (WordPress) durará dos meses; a este último tampoco estoy entrando sino únicamente viendo los videos de las clases; espero completarlo en la misma forma que el primero.

Y a ver cómo va eso...






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