martes, 28 de noviembre de 2023

Las intermitencias de la muerte... Death with interruptions... L'intermittence de la mort

Leí este libro de Saramago hace muchos años; me parece que se lo habían dejado de tarea a una amiga del voluntariado que estudiaba -ahora ya se graduó- psicología; creo que me comentó que ella no lo había leído sino simplemente completado la tarea. 

El libro me pareció, como casi todolo que leí de este autor, supremo; en un país donde ya no ocurren fallecimientos la sociedad debe buscar nuevas formas de completar el ciclo e incluso los negocios alrededor del tema deben buscar nuevos horizontes.

Y claro, el amor; o las relaciones, o la soledad; hay en el libro la historia de un músico que empieza a tener una relación con un personaje que resulta ser la muerte; y me parece que es el tema central de los libros de Saramago: la pareja.

Hace dos viernes visité -luego de varios años- una capilla funeraria; un día antes Rb me había comentado que una persona con quien había estudiado teología acababa de fallecer: era alguien ya mayor y se sometió a un exámen cerebral del que ya no despertó.

Total que después de la última comida del día de sus perros nos ataviamos con ropa negra y nos dirigimos a las capillas de uno de los grandes funerales de la ciudad; como el tiempo ha estado fresco incluso portaba mi eterna chumpa de cuero negra.

En el lugar Rb saludó a la familia de la persona fallecida y a algunas amigas; yo me limité a acompañarla y a tomar un par de tazas de café con sus respectivos panes y muffins; también pasó a saludarnos el pastor y me invitó -como no- a acompañarlos en la iglesia.

Estuvimos un poco más de una hora en el lugar -llegamos justo a mitad del servicio religioso- y luego nos despedimos de los deudos y retornamos al parqueo al otro lado de la calle -existe un túnel para evitar cruzar la calzada- para dirigirnos finalmente a casita.

La segunda mitad de la semana pasada estuvo igual de tranquila en el trabajo: por ir rumbo al final del año la mayor parte de los proyectos bajan sus actividades pues una gran cantidad de personas aprovechan para solicitar vacaciones.

El miércoles al mediodía me dirigí al restaurante a donde nos habían convocado para el almuerzo de fin de año del equipo de trabajo; como había planeado llevé un recipiente hermético con botonetas y las repartí a -casi- todos los asistentes a la actividad.

La comida transcurrió sin grandes incidentes, en un ambiente festivo y conociendo un poco más a los miembros del equipo -era la tercera vez que nos reuníamos en tres años-; lo malo sucedió al final pues los gift cards con los que contábamos no habían sido activados.

Nuestra manager local se hizo cargo de la situación pero al final eso alargó nuestra estadía en el lugar por lo que el sello del parqueo del restaurante ya no fue válido y me tocó que pagar por ocho horas de parqueo -estuve un poco más de cuatro horas en el lugar-.

Total que el costo de la actividad fue de 3 dólares por la propina que no es cubierta por los organizadores y cinco dólares por el sobretiempo en el parqueo; pero en general creo que estuvo bien: a pesar de declinar la invitación para el baby shower de la manager más tarde, le entregué al inicio del almuerzo lo que le habíamos comprado con Rb.

El jueves se celebra el día de acción de gracias en el imperio por lo que nuestro project manager nos había indicado que iba a suspender la reunión; además, coincidentemente, la mayor parte del equipo local se quedó sin acceso a la red en la cual trabajamos.

Aprovechando la fecha le escribí a mi ex directora y a un par de contactos que viven en el imperio para congratularlos por el día; nomás la primera y un par de amigos de hace más de quince años respondieron al saludo y mantuvimos una pequeña conversación online.

El viernes también habíamos previsto que no habría reunión diaria pues la mayor parte del equipo iba a tomarlo como puente -black friday-; sin embargo encendí mi computadora un poco antes de las ocho y al ver que alguien había iniciado la reunión me uní a la misma.

Al final nomás estuvimos -de los más de quince- tres personas y la reunión duró menos de cinco minutos -usualmente tarda entre quince y treinta minutos-; luego me comuniqué con el project manager para ponerlo al tanto de la situación.

En la tarde me tocó que subir nuevamente al árbol de Ficus del patio delantero pues habíamos visto un par de güisquiles que ya estaban en el punto de cosecha; al final eran más de los que nos habíamos percatado y terminé bajando como veinte -y raspándome en varios lugares-.

De los güisquiles cosechados guardamos dos o tres y le resto los repartió Rb a los vecinos y unos pocos los regalamos cuando salimos a caminar luego de la jornada laboral -afortunadamente incluso alcanzaron para los guardias de la calle-.

El sábado por la mañana adelanté un poco en Duolingo: aprovechando la tranquilidad de la liga semanal estuve trabajando en quedar en los primeros lugares de la misma; al mediodía me dirigí a la habitación de mi hijo menor.

Con mi hijo estuvimos conversando -como con su hermana mayor la semana anterior- sobre últimas voluntades y testamentos; salimos a almorzar a Taco Bell y luego pasamos a la panadería que está a un par de calles de su casa por unos brazos gitanos.

Para finalizar la tarde estuvimos practicando con el cubo de Rubik de 4x4x4 y mi hijo estuvo armando el cubo de Rubik de 3x3x3 de espejo; además resolvimos un ejercicio de ajedrez un poco complicado y un poco antes de las cinco nos despedimos y retorné -bastante temprano- a mi casita.

El domingo me levanté super tarde; tan tarde que ya no medité -lo mismo había sucedido el viernes-, nomás tomé mi desayuno y luego me puse a hacer algunas lecciones en Duolingo; después fuimos con Rb a los supermercados del lado norte.

Al mediodía preparamos un buen almuerzo con pescado y por la tarde, para evitar dormirme, estructuré la tarde en ciclos de treinta minutos: freecodecamp, malabares con tres y cuatro pelotas, ajedrez, Duolingo, leer.

El domingo por la mañana había visto en un update de whatsapp que la suegra de mi amigo el gestor cultural había fallecido; estuve sopesando si ir o no al velorio pues no es que tengamos una relación tan cercana y a la señora -y su hija- la había visto únicamente en una ocasión.

Finalmente -al principio de la noche- decidí que iría al menos a saludar y le pedí el auto prestado a Rb, también había visto que la capilla funeraria se encontraba bastante cerca; apenas saliendo de los límites del municipio.

Esta funeraria es bastante pequeña y está bastante aislada -sin embargo me cobraron 3 dólares para ingresar al parqueo- y en el velorio había nomas cinco o seis personas; saludé a la esposa de mi amigo y luego estuve esperándolo pues no se encontraba en el lugar.

Me entretuve en la espera jugando un poco de ajedrez y cuando llevaba cuatro o cinco partidas mi amigo llegó al lugar; luego de saludarlo e inquirir sobre el desenlace me entretuve en el lugar un poco menos de una hora, conversando sobre diversos temas políticos y culturales; un poco después de las ocho me despedí y retorné ami casita.

Desde el jueves de la semana pasada he estado explorando -por haber visto un certificado del sitio en el linkedin de uno de los desarrolladores- freecodecamp; estoy interesado en al menos cuatro de los certificados que ofrecen.

El lunes terminé las lecciones para obtener el primero de los certificados -Csharp- y empecé a avanzar en los ejercicios del segundo: HTML; estuve casi todo el día en esto y llegué casi al final de la primera -de cinco- partes, las cuales espero completar esta semana.

Y a ver cómo va eso...


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