miércoles, 6 de diciembre de 2023

El eterno retorno... The eternal return... L'éternel retour...

Hace unas semanas completé el árbol de lecciones de Francés en Duolingo; luego me quedé nomás completando diariamente las lecciones que se renuevan en la última sección... hasta ayer: hubo una nueva actualización de las lecciones y agregaron un par de nuevas secciones (veintiún y treinta y nueve unidades respectivamente)... así que aquí vamos de nuevo.

También he estado realizando diariamente lecciones de FreeCodeCamp en las cuales he practicado html y css; la verdad es que es bien básico: o sea, ya tengo mi propia página en la que he incluido scripts de php y javascript; pero me sirve para practicar los conocimientos esenciales del diseño web.

Y hace un par de noches me llamó mi padre para comentarme que iba a subir a la ciudad ayer; y me sirvió para darme cuenta que a mis cincuenta años aún no manejo las situaciones repentinas de la forma en la que me gustaría: Rb me comentó que me veía molesto luego de la llamada.

Y no estaba molesto, nomás pensativo sobre lo que debía hacer al día siguiente: mi padre me comentó que vendría (vendrían, con mi madre) alrededor de media mañana pues tenían que pasar antes a realizar algunos trámites a la cabecera departamental.

Se suponía que un poco después de las diez me llamarían para que fuera por ellos al puente que está justo en la entrada de la ciudad; que luego tenían que realizar un trámite -de jubilación, me parece- en el centro; lo que significaba que no era nomás arreglar su transporte en la ciudad.

Al mediodía revisé mi whatsapp y ví que tenía una llamada perdida cuatro horas antes; intenté llamarlos por vía telefónica un par de veces y luego los llamé por whatsapp: mi madre contestó comentándome que los trámites en la cabecera departamental habían tomado demasiado tiempo y que iban de regreso a su casa... en fin.

Y es que he estado intranquilo porque dentro de dos días empiezo mis vacaciones más largas en nueve años: o al menos las más largas sin tener nada planeado en concreto para ocuparme en las mismas; a mediados de año tomé un período casi similar -dos días menos- pero el noventa por ciento estaba destinado a ayudar en una jornada médica.

En este caso había tenido la esperanza de hacer lo mismo pero al final la jornada médica -de otro grupo- se realizará hasta la primera semana de Enero del próximo año -ya pedí seis días de vacaciones para participar en la misma-.

De acuerdo a los registros de mi trabajo -y contando los diez días  que tomaré este mes y los cuatro del próximo- la suma de mis vacaciones durante los últimos nueve años son veintinueve días; o sea, casi dos períodos completos por lo que aún debo tomar al menos otra cantidad similar el próximo año para rebajar el balance al mínimo que es pagado de acuerdo a la normativa: cinco años.

El viernes pasado, en nuestra visita al supermercado luego de la jornada laboral, compré una bolsa con cincuenta marshmallos empacados individualmente: fuí invitado a una reunión con el grupo con el que participaré en la jornada médica del próximo mes y quería llevarles un detalle a los invitados -se suponía que serían alrededor de treinta y cinco-.

El sábado por la mañana volví a subirme al árbol de nisperos del patio delantero para cosechar güisquiles de la enredadera que Rb sembró este año; al final bajé como veinte unidades y Rb se encargó de repartirlas entre los vecinos.

Al mediodía -bastante tarde, realmente- me dirigí a la biblioteca del centro histórico en donde he estado organizando reuniones para conversar sobre conceptos filosóficos; en esta ocasió había propuesto el tema del concepto del tiempo.

Y otra vez la reunión estuvo bastante escueta: hay un anciano que ha estado siempre y se nos unió otro señor que estaba en la misma aula desde antes del evento; un poco más tarde llegó otro de los frecuentes y casi al finalizar mi hija mayor y otro indigente que había participado en otro par de ocasiones.

Al final la reunión es para conversar un poco y tomar café, pan y galletas; y también ha sido una excusa para ver a mis hijos más de una vez en el mes; con mi hijo había conversado durante la semana y me había comentado que llegaría a la reunión pero no se quedaría luego pues tenía otro compromiso; al final no llegó y me pregunto si fue porque le aconsejé que viera bien sus horarios para no andar corriendo.

Total que salí de mi casa un poco después de las doce y el tráfico estaba bastante pesado y en vez de los treinta y cinco o cuarenta minutos que me lleva usuamente llegar al parqueo esta vez me tomó más de una hora: a la una con dos minutos estaba entrando al parqueo.

Llegué a la biblioteca un poco antes de la una y diez y -afortunadamente- al parecer no estaba el asistente de costumbre y tuve que ir a avisarle a la directora que empezaría la reunión: ella y una asistente temporal me ayudaron a preparar el espacio y la reunión se desarrolló sin muchos percances.

También la terminé antes: usualmente nos brindan dos horas pero la directora me pidió que lo redujera media hora pues tenían otra actividad; luego de despedirme de todos -y limpiar el espacio- le propuse a mi hija que almorzáramos en Subway.

Estuvimos con mi hija en el Subway más cercano a su habitación un poco más de una hora entre almuerzo y conversación; luego nos dirigimos al café internet de la universidad pues había enviado un documento con cuatro páginas para imprimir cuarenta pequeñas tarjetas navideñas.

Después de pasar por las impresiones pasé a dejar a mi hija a su habitación y retorné a mi casita; por la noche recorté las tarjetas navideñas y pegué una a cada marshmallow que planeaba regalar en la reunión del domingo.

El Domingo me levanté temprano pues quería hacer algunas lecciones de Duolingo y bañarme antes de llevar a Rb a la iglesia -y luego al convivio-; después de pasar a dejar a Rb me dirigí al departamento aledaño en el que se encuentra la pizzería en donde era la convocatoria.

La reunión estuvo interesante: incluso encontré a dos personas que también participaron en la jornada médica del otro grupo; la comida consistió de hamburguesas con papas -a pesar de que era una pizzería- y hubo una serie de juegos en los cuales se repartieron varios regalos.

Yo participé en tres de los juegos y al final me gané un regalo con empaque de la tienda en la que usualmente compramos utensilios de cocina; el paquete estaba bien pesado y decidí no abrirlo hasta retornar a la casa.

Lo cual fue una decepción pues esperaba que fuera algo electrónico o funcional y en realidad era una lámpara de gas; que es un artefacto raro: una canastilla de metal llena de bloques de sal; al parecer la sal se había empezado a degradar y la canastilla muestra signos de herrumbre.

Igual traté de que no me afectar pues es nomás un regalo y generalmente lo que hago con este tipo de dádivas es regalárselo a alguien más; en este caso decidí nomás regalárselo al personal que extrae la basura.

La semana laboral ha estado bastante lenta: durante estos tres días nomás ayer estuve en comunicación constante con el desarrollador que más nos ha estado apoyando y al final pude cerrar el último de los bugs que había creado; luego nomás he estado a la espera de nuevas asignaciones.

La semana pasada terminé los dos libros de ciencia ficción que estaba leyendo: Old man's war y Lock in; ambos libros son del mismo autor y la verdad me gustaron bastante; aunque decidí no continuar con el mismo autor -ambos libros son los primeros de su respectiva saga-; aún no decido mi próximo libro en esta línea.

También terminé el libro que estaba leyendo entre cada línea de lectura: Numbers don't lie; y empecé a leer What the Luck? que trata sobre la regresión a la media y la forma en la que nos confunde en la vida diaria; la otra opción aquí era Genome: The autobiography of a Species in 23 chapters; que será el siguiente.

En español terminé las Voces de Adriana y empecé a leer Cualquier verano es un final que trata sobre el suicidio asistido y la amistad -o amor- entre dos chicos; en No ficción voy por el setenta y cinco por ciento de How the World really works que es del mismo autor que Numbers don't lie.

En Tecnología aún sigo avanzando con Head First Design Pattern; está super pesado pero me he hecho el firme propósito de no dejarlo a medias; finalmente, en Meditación, creo que me falta uno o dos capítulos de Zen Training para pasar al siguiente: Meditation for beginners...

Y a ver cómo va eso...

   

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