jueves, 28 de julio de 2011

Una línea muy delgada...

Este post se iba a llamar "bateado en facebook" o algo así. La última vez que hablé con Al fue el viernes antepasado, la llamé y conversamos tranquilamente por unos minutos, nos pusimos al día de nuestras rutinas. Dos semanas antes habíamos -casi- discutido por teléfono porque yo le estaba pidiendo que nos vieramos -teníamos más de un mes de no vernos- y ella se defendía con que no tenía tiempo.

En fin, ayer que revisé mi facebook me dí cuenta que me sacó de su lista de amigos. Ahora si hasta allí llego eso. La borré de mi lista de teléfonos. A veces es mejor solo disfrutar de lo que nos pasa y aceptar el resto.

El título es porque durante estos seis -cinco realmente- meses que me quedan para terminar el año estaré en una situación bastante crítica. Por una parte el trabajo -en funciones- no fue todo lo que me habían ofrecido originalmente. Tampoco monetariamente. Al final estoy conforme con ambas cosas. Por el lado de las funciones estoy trabajando con menos cuestiones técnicas de sistemas y más con lo de mi carrera original de la universidad. La parte monetaria es un poco más delicada pues mi salario mensual no cubre mi presupuesto. Estoy confiando que al llegar a diciembre nivelaré mi situación pues en diciembre se reciben dos salarios extras -proporcionales al porcentaje del año laborado. Así que durante estos meses hasta diciembre estaré rebajando más mi buffer de seguridad que por estos día equivale a aproximadamente tres meses de gsatos.

Con los chicos fuimos a la feria internacional del libro el domingo pasado y el último lo pasamos en su mayor parte en mi casa -asado- y por la tarde en la biblioteca de la universidad.

Mi jefa me ha dado aventón varios días de esta semana -vive en una colonia cercana a mi casa-, hace un par de noches me expresó que se sentía bien de haberme contratado y este día me dijo que me había confirmado en el puesto -usualmente son dos meses de prueba y acabo de cumplir un mes-. Uso traje todos los días -el mismo- y he estado tratando de tener la mejor disposición hacia las labores que me encomendaron -que son bastante retantes-.

El domingo le celebramos el cumpleaños a mi hija segunda. Le regalé un juego de lego y un libro que me regaló una compañera voluntaria. El sabado visité un orfanato que había visitado algunos meses atrás con otro grupo de voluntarios. La vida sigue, hoy me dieron las corbatas y un par de camisas del uniforme -que es traje-, solo debo ser cuidadoso con esa línea delgada. En un par de años llego a las cuatro décadas y espero mantenerme por mucho tiempo en este trabajo.

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