lunes, 19 de septiembre de 2011

Temblores, sueño, presión...

El año pasado publiqué un post sobre temblores y la forma en la que reaccionábamos en mi oficina cuando ocurrían. Este día se volvieron a sentir temblores bastante fuertes en la ciudad, en dos ocasiones y de bastante duración, con una separaciń como de media hora. Mas que los temblores -que estuvieron fuertes-, me sorprendió el hecho que este día pasé casi una hora al inicio de mi jornada laboral intentando no dormirme frente a la computadora.

Había puesto el reloj para las 5:15 -me dormí un poco después de las nueve anoche- pero me levanté a las 6:00, planché mi ropa y entré a mi oficina como a las 7:30 AM. En el camino me comí unos panes y ya en mi lugar de trabajo me serví una taza de café. Sin embargo, me costó empezar a trabajar. Creo que influyó que las luces de mi cubículo estaban a media potencia.

Empezando el día mi jefe me comentó que temía que su jefe -quien hoy empezó su primer período vacacional- pudiera ser reemplazado en el interin. Luego me comentó que esta persona le mostró su preocupación por mi forma de reaccionar al ser amonestado: Bajón total.
No se si siempre he reaccionado así y no se si quiero reaccionar de otra forma. En fin, mi día fue bastante improductivo. Pasé la mayor parte del día documentando una actividad especial que el jefe del jefe de mi jefe -el máximo lider- ordenó que evaluaramos.

El jueves pasado fue feriado y, como mis chicos menores me indicaron que tenían que ir al colegio, me lo pasé casi completamente en mi habitación. Estuve releyendo Harry Potter y las reliquias de la muerte y solo salí al mediodía a comprar pollo frito y una zanahoria para almorzar. El viernes se sintió diferente el trabajo: como si fuera lunes. Salí como a las 6:30 y pasé a comprar un asado. Cené en mi habitación y mientras leía pasó Yv y otro voluntario y volví a cenar.

El sábado visité por la mañana un asilo en una de las zonas más acaudaladas de la ciudad. Eramos únicamente cinco sonriseros y eran como 15 o 18 ancianas. Es interesante observar la diferencia entre uno de estos asilos de gente pudiente y los del centro histórico, que son de asistencia social. En fin, fue una buena visita. Almorcé en el lugar de costumbre y por la tarde visité el área de pediatría del hospital más grande del centro histórico. Fue también una buena visita aunque en la retroalimentación -la reunión post visita- hubo un poco de tensión por haberle llamado la atención a un voluntario que no respeta las reglas del grupo.

Después de la visita uno de los voluntarios me dió jalón a la reunión que habíamos programado en la casa de Yv por el matrimonio de un par de amigos -ella es parte del grupo de voluntarios-. La cena estuvo buena y estuvimos -para variar- jugando Uno. La ceremonia religiosa es el otro sábado y aunque no acostumbro asistir a este tipo de eventos, creo que haré una excepción pues ellos habían considerado pedirme que fuera su padrino en la ceremonia civil, que coincidió justamente con mi inducción laboral.

Ayer me costó bastante levantarme. Hice la limpieza -casi toda- y fuí a traer a mis peques a las 9:30. Estuvimos en la mañana leyendo, viendo Phineas and Ferb y escuchando un poco de música clásica e himnos nacionales de algunos paises en Youtube. Al mediodía salimos a comprar unas pizzas personales y almorzamos en la universidad, luego pasamos un rato a la biblioteca. Tratamos de retirarnos de la biblioteca como a las cuatro pero estaba lloviznando, retornamos a leer un poco -mis hijos querían continuar más- y luego de una media hora nos venimos a mi habitación. Vimos el final de Kung Fu Panda 2 y a las 6:00 los fuí a dejar a su casa.

Retorné a mi habitación a leer un poco y a tratar de dormirme temprano. Hoy a la hora del almuerzo fuí al almacen en donde mis amigos eligieron sus regalos de boda y pagué por que les llevaran una vajilla. Aproveché a comprar un paraguas, el cual me sirvió para retornar a mi oficina, pues estaba lloviznando. No me dió tiempo de almorzar y pasé toda la tarde trabajando en la tarea especial que me asignaron por la mañana. Salí a las 6:30 y pasé a comprar un asado. Acabo de cenar. Por la tarde había llamado a mis chicos para ver como estaban -por lo de los temblores- y a mis padres, por la misma razón. Afortunadamente todo está bien.

Me he estado sintiendo un poco mal, no se si es la presión o algo similar. El sábado por la tarde le pedí a una de las enfermeras del hospital en el que estaba visitando que me tomara la presión y me dijo que estaba en un rango aceptable. Hoy me he sentido bastante indispuesto. Incluso he estado pensando en que tal vez mi fin está cerca. Desearía vivir al menos otros nueve años, por aquello de la responsabilidad paterna. Espero que mi deseo se cumpla. También pienso que cuando toca, toca.


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