lunes, 25 de marzo de 2013

Idus de Marzo...

No se porqué marzo trae cambios usualmente a mi vida.  Hace dos años estuve en un par de tórridas semanas con Al. 

El fin de semana antepasado visitamos nuevamente el orfanato más grande de la ciudad y el área de maternidad del hospital más grande del centro histórico.  Me acompañaron en la visita de la tarde dos voluntarios del grupo de la mañana.  Uno de ellos es uno de los que mejor me cae pues se esfuerza en visitar a personas con necesidades a pesar de lo que lo cansa su prótesis -le falta la pierna izquierda desde la rodilla-.

Al final el voluntario de la prótesis me acompañó a la cena en la casa del voluntario que vive en la misma colonia.  Nos retiramos del lugar como a las 10:00.  Me pasaron a dejar a mi habitación y me dormí un poco antes de medianoche.  El domingo preparé un desayuno más o menos normal en la casa de mis chicos y fuimos al IRTRA, todo normal.

Durante la semana continúo casi la misma rutina de entradas antes de las ocho y salidas alrededor de las 7:00 pm.  El martes por la mañana pasé a la casa de mis chicos pues era el cumpleaños de mi hijo menor y pasé a darle un abrazo.

Un par de días de la semana pasada me vine en Transmetro, otro día me dió aventón la compañera de mi jefa y el viernes el compañero que entró la misma semana que yo a la empresa me pasó a dejar a una estación del Transurbano.  Ese día pasé a cenar a la casa del voluntario que vive en la misma colonia.

El sábado ya habían anunciado que no iban a haber visitas por lo que estaba dudando si irme a un círculo de lectura o a una reunion con mi clan oficial de visitas de la mañana de los sábados.  Como también tenía que comprar el regalo de mi chico y quería ir a ver La Vía Dolorosa a la Frater mejor me fuí al círculo de lectura.  Encontré -después de más de un año- a Engler quien me regaló una copia de su libro Postales.  Estuvimos hablando -eramos como nueve o diez personas- sobre El Viejo y El Mar.  El estilo, las historias, los personajes.  Incluso llegó un noticiero de la televisión a cubrir la actividad.

Como al mediodía concluímos la actividad -el otro moderador del grupo me propuso involucrarme un poco más- y pasé a la venta de libros usados en donde compré El Poney Rojo de Steinceck, Pide Otra Pizza Por Favor! de Jesús Carazo y otro libro de un autor inglés.  Pasé al supermercado a comprar un Lego que es también un juego de mesa y pasé a almorzar al Taco en el que usualmente nos reuníamos antes de realizar las visitas.  Allí encontré a otros tres voluntarios y estuve con ellos casi una hora entre comida y conversación.

Luego me vine a mi casita.  Un poco antes de salir de Taco me había llamado el voluntario que vive en la misma colonia para comentarme que no iríamos a ver La Vía Dolorosa como habíamos planeado pues el voluntario más grande de nuestro grupo de los sábados por la noche estaba teniendo una crísis familiar y habían planeado reunirnos para cenar e ir al cine como una muestra de apoyo.

Vine a mi habitación a leer un poco y me dormí.  Como a las siete -luego de un par de llamadas- me dirigí a la casa del voluntario que vive en la misma colonia y de allí nos fuímos a Miraflores en donde estaban dos voluntarias y el voluntario de la crisis familiar.  Cenamos -tarde- comida china y entramos a ver Jack el Cazagigantes.  Después de la película -terminó casi a medianoche- pasamos con el voluntario que vive en la misma colonia a una gasolinera por un capuchino y un pastel.  Vine a mi casita a leer un poco aún y terminé durmiendome un poco después de la una de la mañana.

El domingo me levanté a lavar las camisas que había dejado en remojo el día anterior y pasé al supermercado a comprar un litro de yogurt.  Preparé un desayuno a base de huevos, salchicas, yogurt, cereal de chocolate y banano.  Venimos a mi habitación a leer un poco y jugar ajedrez.  Luego fuimos a almorzar a Taco Bell y luego retornamos a jugar Scrabble, el Lego que mi hijo recibió de regalo y Clue.  Después de ver un poco de El Dorado los fuí a dejar a su casa.

Retorné a mi habitación a cenar y a dejar un poco ordenado para empezar la semana bien.  Ví también El Lado Luminoso de la vida.  Me pareció aceptable.  Me dormí un poco antes de las once de la noche.

Este día me levanté a las 5:30 y preparé los panes que estoy llevando los lunes a mi oficina, planché la camisa del día y me rasuré -barba de cinco días-.  Llegué a mi oficina como a las siete y media -a partir del viernes que llegaron a registrar la huella ya puedo marcar entrada y salida-.  Estuve en la mañana trabajando en un documento que debía revisar aunque me sentía bastante indispuesto -creo que me estaba molestando la presión-.

Mi jefa tuvo una reunión de emergencia con su jefa y el jefe de su jefa y me pidió que la cubriera en una reunión en el edificio principal de la empresa.  Me dirigí a la reunión en compañía de dos ejecutivos que estaban organizándola y retorné como a la hora y media a la oficina.  Que se veía vacía.  La compañera de mi jefa que usualmente me dá aventón salió de su oficina y me indicó que debía entrar a la oficina de mi jefa pues habían reuniones grupales.

El rostro de mi jefa era bastante expresivo:  Estaba en shock.  En la reunión que acababan de tener se anunció que dividirían el área.  Una pequeña parte quedará en donde está actualmente y el resto se irá a otra división.  Personalmente no lo ví tan mal, igual acabo de entrar por lo que no creo que me cueste mucho integrarme a otra área.  El ánimo en general de la oficina estuvo bastante bajo el resto del día.  Traté de avanzar en otro par de tareas que tenía pendientes y como a media tarde me reuní con mi jefa para evaluar otra herramienta de gestión.  Ella ya estaba un poco más calmada pero aún así me externó su preocupación por los cambios.

Salí al final como a las siete con la compañera de mi jefa -sospecho que será mi nueva jefa-.  Esta señora es la que más tiempo tiene de las tres supervisoras y me comentó que mi jefa actual se quedará seguramente en el área con cinco personas -ahorita tiene a cuatro en su equipo- pero no seguramente con las que tiene actualmente.  El resto se los dividirá entre ella y la otra supervisora y pasarán a la otra área.  Eso si me preocupó un poco.

La compañera de mi jefa pasó a dejarme a un par de calles de mi habitación y vine a cambiarme de ropa -ha habido un calor bastante fuerte estos días-.  Salí a comprar pan para la cena y salchicas para el almuerzo de mañana.  Espero poder pasar dinero mañana de mi cuenta monetaria a mis cuentas de ahorro y la cuenta de mi ex esposa.  Mañan -según mi posible nueva jefa- la jefa de mi jefa hará el anuncio oficial de la nueva organización.  Veremos como va eso.

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