Ayer me enfermé. O quizá fue el domingo. O quizá empezó el sábado. En fin, pasé ayer un día terrible en el trabajo. Casi durmiéndome en mi escritorio la mayor parte del día. No almorcé pues no tenía apetito aunque -después de haber leído un poco sobre indigestión- compré un yogurt y me lo fuí a tomar al parque al que acostumbro salir al mediodía.
La semana pasada estuvo -al igual que la mayoría en mi actual lugar- bastante pesadita.
El miercoles fuí al mediodía a depositar la mensualidad de mis peques. Y a pasar un poco de dinero a mis cuentas de ahorro. En el primer banco encontré a mi ex jefa -la amiga de mi actual jefa- y estuvimos conversando un poco. Quedé de enviarle un par de libros digitales que acabo de conseguir. Retorné a mi oficina a almorzar en mi escritorio.
El jueves salí a almorzar al parquecito de costumbre. No me terminé el almuerzo pues me sentí un poco indispuesto casi al final. Dejé casi la mitad de la ensalada de zanahoria y atún que había llevado. Casi todos los días me vine con la compañera de mi jefa.
Parte de lo que me había estado afectando el ánimo un par de semanas atrás fue descubrir que lo que mi jefa me había ofrecido -veladamente- como aliciente en el trabajo -cursos de maestría- es algo que la empresa les está ofreciendo únicamente a los de su nivel hacia arriba. O sea, todos ellos tienen desde el año pasado la opción -free of charge- de completar una maestría. Al resto de la concurrencia únicamente algunos cursos libre 'motivacionales'. En fin.
Estoy tratando de mentalizarme en el hecho de que debo permanecer algunos años y luego tratar de optar a estas prestaciones. Veremos como va eso. Una de las desventajas de trabajar alrededor de personas sin título universitario.
El viernes llevé avena y salí con eso a la hora del almuerzo al parquecito. No me sentía muy regular digestivamente hablando. Ese día, de acuerdo a lo planeado, salí a las 6:30 y le pedí aventón al compañero que entró una semana después que yo. Llegué a la casa del voluntario que vive en la misma colonia como a las siete y cenamos y estuvimos conversando hasta un poco después de las nueve de la noche. Luego me vine mi habitación.
Como ya había terminado de leer los libros de Isabel Allende terminé de ver Reality Bites y empecé a descargar 21 Jump Street. También bajé Viaje Alucinante II de Isaac Asimov -lo leí cuando estaba en la universidad- y otro libro de Umberto Eco.
El sábado me levanté bastante temprano. Me bañé, alisté y me fuí a la visita de la mañana, que era en un asilo gubernamental en las afueras de la ciudad. La visita estuvo bastante animada, con convivencia con adolescentes transgresores de la ley y niños huérfanos. Salimos casi al mediodía del lugar de visita y pasamos al pueblo aledaño a comprar unos helados. En la mañana había desayunado con un burrito de McDonalds.
El compañero con el que viajaba me pasó a dejar a un centro comercial céntrico y me dirigí a la visita de la tarde, en el área de maternidad del hospital general. En donde estuve la mayor parte de la visita con seis o siete señoras con sus recien nacidos. Salimos de la visita casi a las 5:00 y retorné a mi habitación. El voluntario que vive en la misma colonia me había enviado un mensaje para reunirnos con el grupo de la noche a la hora acostumbrada.
Pasé a mi habitación a dejar ropa en remojo y decidí cenar Pollo Pinulito. Luego me recosté un rato y un poco después de las siete -estaba dormitando- recibí la llamada de otro voluntario preguntándome sobre mi hora de llegada. Me dirigí a la casa del voluntario que vive en la misma colonia en donde cené nuevamente -una porción de carne asada y un poco de una torta que alguién más compartió-. Me pasaron a dejar un poco después de las once de la noche.
El domingo me levanté a lavar la ropa que había dejado en remojo la noche anterior. Por increíble que parezca, el agua de la ropa en remojo estaba tan fría que me dolían los dedos al iniciar el lavado. Luego pasé al supermercado de la esquina y me fuí a la casa de mis peques a preparar el desayuno: Panqueques con miel de maple y jalea de fresa y huevos con salchicas. El desayuno estuvo bien aunque mi ex esposa está en el período de no querer compartir. Digo, nos acompañó al desayuno pero declinó participar en la conversación. A pesar de que se lo pedí abiertamente.
Después de desayunar venimos a mi habitación, mis chicos armaron tres cubos de rubik mientras yo revisaba sus diarios. Luego vimos unos videos en inglés sobre programación y animación con Legos. Después decidimos ir por la hora de internet. Que no pudo ser porque no había servicio en el café internet de costumbre. Fuimos a comprar comida china y nos dirigimos a la universidad a leer un poco a la biblioteca y luego a almorzar.
Antes de entrar a la biblioteca me puse bastante mal. Sentí un dolor ligero en el estómago y una presión inusual en el pecho, del lado del corazón. Me disculpé con mis peques por el inconveniente y les pedí un poco de paciencia en el día. Ellos se portaron todo lo dulce que son. Luego de leer un rato fuímos a almorzar, aunque yo no almorcé nada. Sólo un vaso de cola y un poquito de arroz que le sobró a mi pequeño. Después de almorzar retornamos a mi lugar en donde mis peques tuvieron un poco de computadora, lectura y Rubik.
Luego vimos un capítulo de The Big Bang Theory. A las 6:30 los fuí a dejar a su casa. Retorné a mi casa decidido a no cenar -no me sentía nada bien- pero quería leer un poco o ver 21 Jump Street. No me dí cuenta a que hora me quedé dormido, con la luz encendida. A las 11:30 pm me levanté a apagar la luz y continué durmiendo hasta las 5:30 del lunes. Me quedé en cama hasta las 6:15 y luego me fuí a trabajar.
Pasé un mal día. Incluso le indiqué a mi jefa que había considerado no llegar ese día. Trabajé poco y mal. Únicamente estuve revisando el documento principal del mayor proyecto que llevo entre manos. Casi no avancé. Al mediodía salí al supermercado más cercano a comprar yogurt y estuve leyendo un poco en el parquecito de costumbre. Por la tarde continué con el mismo documento y a las 6:30 me retiré. Le había pedido aventón al compañero de la semana pasada pero andaba sin auto. Me vine en transmetro y me tardé un poco más de una hora en retornar a mi habitación.
No tuve los suficientes ánimos para pnerme a mandar los mensajes semanales pero si cené. Pan tostado y café. Me dormí bastante temprano. Este día me levanté mejor -mucho mejor-, aunque no tanto como para levantarme antes de las 6:00. Me levanté como a las 6:30. Igual no tenía ánimos para utilizar alguno de los tres aguacates que había reservado desde el domingo para los almuerzos. De acuerdo al plan tocaba la celebración del cumpleaños de uno de los compañeros de oficina.
Llegué a la oficina como a las ocho menos diez y empecé a trabajar con mucho mejor ánimo que ayer. Y la mayoría lo notó. A las 8:30 nos convocaron a la sala de reuniones para la celebración en donde ingerimos pastel y tacos. Estuve poniendome al día con varias tareas que no había tocado ayer y le pedí a la compañera designada que ordenara un almuerzo a uno de los comedores que entregan a domicilio: Pollo frito con papas y ensalada de repollo.
Después de la celebración nos reunimos con mis tres compañeras y mi jefa. Di sigue igual. Horario de albañil, aunque dice que entre alrededor de las siete, he visto que llega temprano pero no veo que encienda su computadora hasta pasdas las ocho. Además una gran parte del día lo ocupa en gestionar sus asuntos domésticos, como ver la salud y estado emocional de su familia. Champ sigue tan excéntrica como siempre. Y la otra compañera, la llamaré Frid, tiene como veinte años de trabajar en la empresa y se negó a participar en la tradición de la oficina que consite en que los nuevos patrocinan una comida de toda la oficina. Pero cada una de las tres quiere ser la líder, eso sí. Especialmente las primeras dos.
Estoy tratando de darle todo el apoyo a mi jefa en la integración del equipo. Incluso trato de mentalizarme en trabajar como un buen miembro de equipo. Estamos haciendo -y esa fue mi sugerencia- una micro planeación estratégica. Vamos por los valores y el análisis FODA. Veremos como va eso.
Al mediodía salí al parquecito y estuve leyendo un poco de It's easier than you think. En el camino envié tres mensajes de texto: uno a una voluntaria con la que estuve conversando el sábado por la noche, uno a la hermana de un ex compañero de facultad, a la que reencontré en un hospital pediátrico el año pasado y uno a Al. La primeras dos me contestaron el mensaje en los mismos términos: muy buena vibra. Al me llamó y estuvimos conversando un poco. Se supone que vendrá el sábado y veremos una película.
Retorné a continuar con otra de las tareas que llevo entre manos, lo que me llevó casi toda la tarde. Al final de la tarde también estuve parametrizando el programa de procesos que estamos por arrancar. Un poco antes de las siete y media la compañera de mi jefa -y de hecho, las tres líderes- anunciaron su retiro y apagué mi computadora. Le he comentado a mi jefa que me frustra ver la pérdida de tiempo en mis compañeras pero la verdad es que aún con lo tarde que se retiran ellas, a veces me cuesta ver la verdadera utilización de su tiempo. Claro que yo no soy quien debe fiscalizarlas. Cosas veredes.
La compañera de mi jefa pasó a dejarme a mi colonia y vine a iniciar el envío de los mensajes semanales a mi grupo de visita -no oficial- y a llamar a quien me tocó en el sorteo. También subí a regalarle los tres aguacates que tenía al Nicaragüense que vive en el segundo nivel. Luego me puse a revisar mis correos y blogs. El hijo de mi amiga de Portland reapareció en el blog. Lo que me recuerda que el sábado en la reunión nocturna estuve conversando con una de las voluntarias que anda sufriendo los ataques del stress: Está en proceso de graduación, con dos trabajos temporales y estaba inciando una maestría, a la que renunció. Estuvimos conversando un rato y me comentó que va a New Jersey a finales de este mes. Veremos si logro enviarle dinero a alguno de mis amigos de Portland para que me envíen algunos libros con esta voluntaria. Veremos como va eso.
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