lunes, 28 de julio de 2014

Hope and disappointment and breath again (Esperanza y decepción, y aire nuevamente)

Después de la entrevista evaluaciones en el Call Center -hace dos jueves- pasé un fin de semana bastante normal.  El viernes donde Rb -por fin logré escanear todos mis documentos-, el sábado con mis peques fuimos a la dentista para el relleno de una muela a mi hija segunda y el domingo nos fuimos a visitar un gran centro de niños con habilidades diferentes al que iba hace un par de años los sábados por la tarde.

El domingo Rb me vino a dejar bastante tarde a mi casita pues al día siguiente tenía unas evaluaciones en uno de los call centers más grandes -y antiguos- del país.  Me costó dormirme y me levanté con dos o tres horas de sueño el lunes.  Llegué al lugar de las evaluaciones -un edificio en el que trabajé como tres semanas hace como cinco años- como cuarenta y cinco minutos antes.  La evaluación estuvo interesante, eran dos examenes completamente en inglés.  Terminé casi al mediodía y me dirigí a la casa de Rb.

El martes por la mañana la pasamos en la casa de Rb y por la tarde fuímos a un hotel en la zona en donde trabajaba hasta hace dos meses a encontrarnos con el jefe de Rb que había venido de estados unidos un día antes.  Nos reunimos para configurar el acceso de Rb al sitio de Fb y al sitio del programa en el que trabajan pues ahora le tocará a ella administrar el contenido de los mismos -se supone que yo le ayudaré un poco en la tarea-.

A las seis nos despedimos del Jefe y Rb me pasó a dejar a mi casita -nos hicimos más de una hora para llegar a mi casa-.  Pasé a una librería a comprar unos folders y me disponía a preparar mi papelería para el día siguiente cuando me llamó Rb contándome que el auto se había sobrecalentado y se había metido a un Mc Donalds como a quince minutos de mi casa.  Me dirigí al lugar en donde encontré a Rb cenando con dos voluntarias de nuestro grupo.  Estuvimos compartiendo como media hora y luego revisé el líquido del radiador, luego Rb me vino a dejar -otra vez- a mi casa.

El miércoles tenía una entrevista y evaluaciones en una de las empresas más grandes y más antiguas del país -y a la cual había dicho en alguna ocasión que no entraría por el producto que fabrican-.  Llegué al lugar bastante temprano y nos realizaron varias evaluaciones en grupo.  Luego me entrevistó la persona que me había contactado la semana anterior y me citó para la entrevista con el jefe del área para el día siguiente.  Mientras estaba en la entrevista me llamaron de una consultora indicándome que había ganado una entrada para un evento de Administración de Proyectos y que debía pasar ese día por la entreda.  El evento era al día siguiente.

Como necesitaba un documento de Hacienda y la oficina de la consultora quedaba en esa misma zona me dirigí en Transmetro al lugar.  Me entregaron la entrada -luego de varias fotos con los ejecutivos mejicanos- y después me dirigí a Hacienda en donde me tardé bastante tiempo y me enteré que nuevamente estoy atrasado en el pago de los impuestos -y me recordaron que aún debo pagar impuestos por un auto que deseché hace más de cinco años-.

Después de Hacienda pasé a almorzar al lugar a donde iba a veces cuando trabajaba como Ingeniero de Soporte y luego me dirigí a la estación final del transmetro en donde encontré un café internet, escaneé un par de documentos y se los envié a la persona que me había entrevistado por la mañana.

El Jueves me levanté super temprano pues habían anunciado varias protestas en las principales vías de la ciudad.  Llegué al lugar del evento de Administración de Proyectos con más de una hora de anticipación.   Eran en total cinco conferencias pero como tenía que ir a la entrevista en la tarde me quedé sólo a cuatro.  El evento incluía coffee breaks y almuerzo.  Hice un poco de networking y puse especial atención a un par de conferencias.  A las 2 y media de la tarde me retiré del evento y me dirigí a la entrevista.  Tenía que cruzarme toda la ciudad pero aún así llegué con una hora de anticipación.

La entrevista fue mal.  A veces todas las condiciones son perfectas -o al menos suficientemente buenas- pero la última falla, recuerdo que me pasó lo mismo la última vez que buscaba trabajo con una empresa similar.  Simplemente no hubo conexión con la persona que sería mi jefe.  En fin.  Retorné a mi casa a darle seguimiento a otro par de empresas que me contactaron por correo.

El viernes me pasé toda la mañana en mi casa.  De hecho me levanté tempranísimo porque el dueño de la casa vino por la renta, luego continué en la cama casi hasta el mediodía.  Por la tarde compré pollo frito para almorzar y casi al final del día fui al café internet de la universidad a contestar las evaluaciones que me habían enviado el día anterior y aproveché para conversar con Gl, mi mejor amiga en Pdx.  Le cambiaron una cadera hace un par de semanas pero estaba bastante bien.  Posiblemente venga a mi país el otro año.  La conferencia, de 45 minutos, fue por GTalk casi enteramente en inglés.

Después del internet pasé a la casa de mis chicos a pedirles que al día siguiente estuvieran listos media hora antes pues iríamos a un evento de robótica organizado en una universidad privada cerca de mi último lugar de trabajo.  Otra vez me costó trabajo dormirme.

El sábado me levanté a las seis de la mañana, ordené mi habitación y salí a comprar ingredientes para preparar panitos para el desayuno.  A las ocho pasé por mis chicos, pasamos dejando la computadora de mi hija a mi habitación y nos dirigimos al evento de robótica.  Nos costó llegar y nos costó encontrar el aula de la actividad.  Pero estuvo muy buena.  Eramos como 15 personas y a cada uno de mis chicos le dieron una Raspberry Pi para aprender a utilizarla programando los pines de salida con node.js de JavaScript.  El evento terminó casi a la una y, por haber sido el cumpleaños de mi hija segunda el miercoles anterior, pasamos a una pizza a almorzar.

Después del almuerzo pasamos un rato a la biblioteca y luego nos venimos a mi habitación a ver unos videos de Germán Garmendia y hacer un poco de papercraft.  A las siete fui a dejarlos a su casa.  Como a las siete y media me dirigí a la casa de Rb -llevaba en la mochila los uniformes de mi último trabajo pues el viernes confirmé que ya tenían mi liquidación y para obtener una carta de trabajo me pedían la devolución de los uniformes, en fin-, llegué un poco después de las ocho y luego de cenar vimos el penúltimo episodio de la segunda temporada de The Newsroom.

El domingo por la mañana fuimos por el jefe de Rb a su hotel pues tenían planeado trabajar un poco en casa y por la tarde asistir a una celebración de la organización que lidera -él la fundó hace cincuenta años en el país-.  Rb y su jefe estuvieron trabajando en el comedor un par de horas mientras yo avanzaba con Insurgente -el segundo de la serie Divergente- en uno de los dormitorios.  Almorzamos juntos y luego ellos se fueron a la celebración, que duró como tres horas.  Por la noche vimos el último capítulo de The Newsroom.

Hoy me levanté un poco temprano pues a media mañana debía presentarme a recoger el cheque de mi liquidación.  Fuimos con Rb al supermercado que está cerca de su casa y retornamos con un perrito que es ahora el nuevo recipiendario de sus operaciones de rescate.  Después de revisar la prensa me dirigí a recoger el cheque, entregar los uniformes y recibir la carta.  Estuve casi hasta el mediodía en ese lugar.  Después pasé al banco a cobrar el cheque -casi dos meses de presupuesto-, a depositar el dinero en mis cuentas de ahorro y en la cuenta de la madre de mis hijos y luego me vine caminando a mi casa.

Estoy revisando la sección amarilla -un par de oportunidades-, jugando Scrabble y haciendo tiempo para que abran el puesto de carnitas de la esquina.  Creo que, a pesar de los pobres resultados hasta ahora -dos meses sin trabajar- me mantengo con buen ánimo y esperando a que una de las oportunidades a las que estoy aplicando sea la adecuada.






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