viernes, 19 de marzo de 2021

La vuelta al mundo en ochenta días... Around the World in eigthy Days... Le Tour du monde en quatre-vingts jours

Cuando estaba apenas entrando en la adolescencia -creo- mi padre se hizo asiduo cliente de una venta de material educativo que distribuía libros de Soperna, Bruguera y similares; allí fue donde empecé a leer de misterios y conspiraciones, un poco de inglés, un poco de ciencia y un montón de libros clásicos: una colección juvenil que incluía a Julio Verne, Emilio Salgari, Mark Twain y muchos otros similares.

Nunca compró -me imagino que era carísima- la enciclopedia Nuevo Tesoro de la Juventud, por ejemplo; recuerdo que unos primos o amigos tenían esta colección y era buenísima; los clásicos que leí estaban versionados para lectores jóvenes sin mucha práctica, creo, pues más tarde pude acercarme a mejores (más extendidas) versiones de algunos de estos y la diferencia era bastante perceptible.

No sé si por eso es que me cuesta leer a los griegos clásicos; y dejé La Divina Comedia como en la página 2 o 3; en fin, he leído más autores contemporáneos pero por allí (y con las selecciones) fue por donde empezó mi gusto por la lectura; con la vuelta al mundo en ochenta días.

Según Duolingo llevo una cadena de 80 días de practicar francés diariamente; muchas semanas alcancé diariamente más de 500 XP -10 veces la meta diaria de la app- pero ahora lo rebajé a la mitad por cuestiones laborales -anoche incluso me costó llegar a este nuevo número-; creo que la próxima semana estaré pasando el checkpoint 4, aunque también he ido dejando abiertos la mayor parte de lecciones (únicamente llegado a la mitad de cada una) desde que rebajé mi meta personal diaria.

Según HabitBull llevo 63 días en cadena de Duolingo, de no entrar a sitios de videos para adultos y de practicar malabarismo con cuatro pelotas al menos tres veces al día; y 9 días sin parar de escribir código en JavaScript; lo segundo no me ha costado mucho por la variedad de actividades que estoy trackeando y con malabares sigo mejorando poco a poco cada día; o sea, no tener buena coordinación no es una excusa para dejar de aprender malabares, nomás se necesita mucha práctica y mucha paciencia.

JavaScript me gusta, esta semana incluso intenté escribir una pequeña aplicación para analizar uno de los archivos de mi trabajo -frecuentemente lo hago con Visual Basic sobre Excel pero no me estaba funcionando- al final sí escribí el código -con ayuda de un video de Youtube- pero no realicé todo el proceso con el mismo -sentí que me estaba atrasando mucho- sino completé la tarea con las herramientas tradicionales; pero sigo cada día un poco de JavaScript.

En tres días se cumple el período que HabitBull recomienda para establecer un hábito y en 7 días el límite que me puse a mi mismo como el período mínimo para trackear diariamente mi comportamiento en estos cuatro aspectos; luego compraré un pastel de chocolate para celebrar la finalización y me replantearé el futuro para los próximos meses.

Y es que la verdad el trabajo se puso super pesado y las dos personas del país sudasiático que me asignarno no brillan por su performance: durante estos días que estamos 100% dedicados al proyecto yo debo de entrar al doble de reuniones que ellos y aún así he hecho más trabajo funcional que ambos combinados; me he reunido un par de veces para ver cómo mejorar pero me preocupa las diferencias culturales a la hora de afrontar las responsabilidades; casi cada día le digo a Rb que lo más seguro es que me despidan en el transcurso de este proyecto; a ver cómo va eso.

Hoy mi hijo menor cumple 19 años, y desde este mes se ha emancipado por completo; dejó la facultad y está trabajando en un call center; con él se terminó mi etapa de responsabilidad paterna directa y no sé aún cómo sentirme; o sea, durante mucho tiempo aporté casi el 75% de mi salario a la manutención de mis peques; nunca me quejé por lo mismo sino que lo tomé como una responsabilidad que me alegraba cumplir.

Eso me mantuvo en alerta constante de tener suficiente dinero para cumplir con mis obligaciones por lo que conservar un trabajo siempre estuvo hasta arriba de mis responsabilidades; también eso me hizo limitarme en mi búsqueda de compañía femenina; durante estos 12 años solo tuve dos o tres relaciones esporádicas hasta que conocía a Rb, con quien llevamos más de 7.

Y tampoco quise más descendencia -igual, luego de que mi tercer hijo naciera me realicé una vasectomía-; creo que tres hijos estuvo bien, mi hija mayor y mi hijo menor no quisieron estudios superiores y trabajan en la industria bilingüe y mi hija mediana está a mediados de una carrera de arte en una universidad del imperio del norte; creo que puedo darme por satisfecho.

Hasta este mes el 25% de mi salario se lo asignaba a mis responsabilidades familiares y la verdad es que entre vivienda, alimentación, educación y el resto de gastos no alcanzo a cosumir más del otro 40 o 50% por lo que mi situación financiera está bastante bien y si me tocara empezar a buscar otro trabajo incluso puedo aceptar un salario menor al actual; no sé realmente cómo va a ser buscar trabajo a los cincuenta años pero tampoco me hago muchas ilusiones.

Esta semana me reuní con mi grupo del master en ciberseguridad para practicar nuestra presentación final y esta noche tendremos nuestro segundo ensayo; sólo faltará luego la presentación en vivo y habré completado este programa que duró un poco más de un año; el otro curso de ciberseguridad -de solo un mes de duración- finalizó hoy, aunque creo que de este último no tendré un comprobante -o uno que valga la pena-.

Y la otra actividad que no había considerado cuando hace unos días estaba pensando que no debo morder más de lo que puedo masticar es la escritura de libros; y esto porque luego de completar el libro de física el año pasado ya no me dieron más trabajo serio; nomás un par de capítulos de matemáticas para ayudar a otro autor y la revisión de varios capítulos de otro par de libros de matemáticas y estadística.

Hace un par de días me contactó el editor para pedirme que revisara un ejercicio que se me había pasado por alto en capítulo de ecuaciones que revisé el año pasado; la verdad es que se me pasaron un par de errores garrafales en el mismo por lo que me pasé un par de horas analizando y corrigiendo el texto -ayer me dormí casi a la una de la madrugada-.

En su mismo mensaje el editor incluía una parte de un nuevo capítulo de matemáticas que debo revisar, lo cual no es mucho pero, no está mal ganarse 100 dólares en el tiempo suelto de un par de días; y también es mejor que no haya mucho de ese trabajo por ahora pues mi trabajo principal está super complicado y creo que continuará en el mismo estado por un par de meses o así.

Sigo aún con La cuchara menguante -ahora hablando de los aspectos bizarros de la familia Curie, de la cual había leído en algún otro libro antes-; sigo con un capítulo diario del libro infantil en francés -excepto un par de noches que tuve que trabajar en lo de la editorial o realizar alguna otra tarea- y avanzando -muy lentamente- con The Dark Forest; pero es que la verdad la lectura no es una obligación sino un placer -y un desestresante usualmente-.

Y los días siguen contando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario