lunes, 25 de marzo de 2024

Las camas en diagonal... The beds diagonally... Les lits en diagonale...

Ayer -o el día anterior- terminé de leer Aurore; encontré algunas partes escabrosas pues -a pesar de los tres años de Francés en Duolingo- mi vocabulario en este idioma es aún limitado; pero creo que fue una buena experiencia: en general el libro me gustó bastante -no tanto el final, pero bueh-.

Y no sabía si seguir con el mismo autor -tengo otro par de sus libros en mi tableta- o pasarme a otra escritora que encontré buscando libros similares en Google; al final me decidí por Les lits en diagonale, que narra pasajes de la vida de la autora mientras crece con su hermano discapacitado.

Aún no sé qué leeré en Ficción después de the Jin-bot de Shantiport; o en español; aunque creo que me decantaré por algún autor español -bajé algunos libros de este tipo el mes pasado-; de las demás áreas -no ficción, francés, tecnología y meditación- ya tengo una buena cantidad de libros aprovisionada.

Y a ver cómo sigue eso.

La tercera unidad de Coreano la he encontrado bien difícil; las primeras dos se centraban en letras y palabras sencillas pero en esta última presentan algunas frases de presentación o de conversación general y me ha estado costando relacionar los sonidos con las palabras.

Paralelamente sigo con Francés, aunque he bajado bastante el ritmo de avance en este idioma: me parece que me faltan más de treinta lecciones para terminar la última unidad -la penúltima pues la última es un repaso diario de todo lo demás-.

El sábado me pasé la mañana entre lectura y práctica en Duolingo; al mediodía me bañé y me dirigí a la casa de mi hijo menor -llevaba en la mochila su regalo de cumpleaños: un sobre de papel de regalo con la multiherramienta de cinturón que adquirí el mes pasado y noventa dólares en efectivo-.

Le propuse a mi hijo que camináramos al Domino's Pizza más cercano -como a un kilómetro- y allí adquirimos una mediana De Luxe y en la pastelería que acaban de instalar en el mismo local compramos un pastel de chocolate para celebrar su cumpleaños -cumplió veintidós el martes pasado-.

Retornamos a su habitación y dimos buena cuenta de la pizza y del pastel, acompañado de un doble libro de Coca Cola; después le pedí que me acompañara a un supermercado que queda en su misma colonia pues quería comprar un paquete de edulcorante sin calorías que me había pedido su hermana mayor.

Antes de salir al supermercado habíamos completado una partida de Scrabble en español y después de retornar estuvimos practicando con el cubo de 4x4x4 y resolvimos cuatro o cinco ejercicios de ajedrez -mate en un movimiento, movimiento de las blancas-.

A las cinco me despedí de mi hijo y me dirigí a la casa de mi tía favorita; la había llamado un par de semanas antes pues mi prima me había comentado que se encontraba mal de salud; estuve en su casa un rato -conversación nomás- y luego me dirigí a la casa de mi hija mayor.

Antes de pasar a la casa de mi tía había entrado a un supermercado que se encuentra a un par de cuadras de su casa; aquí compré media libra de jamón pues era una de las dos cosas que mi hija me había pedido para su semana de alimentación -la otra era el edulcorante sin calorías-.

Llegué a donde mi hija mayor un poco después de las seis de la tarde; como tengo llave de la casa y de su habitación subí hasta el tercer nivel y luego -desde fuera- le avisé que entraría; llevaba -además del edulcorante y el jamón- un par de galletas Chiky y preparé un par de tazas de té.

Con mi hija también jugamos una partida de Scrabble -aunque con ella fue nomás media hora y en inglés- y conversamos un poco sobre su situación en general: el día anterior había acudido al seguro social para que le realizaran la primera curación.

También me comentó que la habían suspendido laboralmente otro par de semanas y que sería hasta la primera semana de Abril cuando debía volver a ir a la clínica para que le removieran los puntos de la operación del tobillo.

Un poco antes de las ocho me despedí de mi hija y retorné a mi casita; en donde estuve haciendo un poco de Duolingo y luego al lado de Rb: mientras ella ve sus series en la computadora yo he aprovechado los reductores de ruido que compró hace poco para leer.

El domingo me levanté a las seis de la mañana y luego de meditar diez minutos -llevo tres o cuatro días de hacerlo luego de levantarme y antes de acostarme- me bañé y me dirigí al restaurante en donde habíamos acordado reunirnos con mi doctora.

Llegué al lugar un poco antes de las siete y la esperé un rato en el lugar; ella llegó como veinte minutos después y nos pasamos un par de horas en el lugar entre desayuno y conversación -veinte dólares-; a las nueve nos despedimos y retorné a mi casita.

Con Rb preparamos las tradicionales alitas de nuestros almuerzos dominicales y -luego de la comida de la tarde de sus perros- nos dirigimos a la sala de Boliche a donde habíamos ido el mismo mes del año pasado.

Pagamos por una hora en una de las pistas -y por el uso de zapatos- y aprovechamos el tiempo para jugar tres partidas y media -acompañados de una cocacola y una botella de agua pura-; luego nos pasamos al comercial de al lado pues Rb quería comprobar que la exposición de Mafalda, a la cual planea ir el martes, estuviera ya instalada.

Afortunadamente ya está listo el evento y luego de repasar la forma más eficiente de llegar al mismo retornamos por el automóvil y nos encaminamos a casa; estuve leyendo un poco y practicando francés y coreano y, ya muy tarde, me percaté que no había preparado las gelatinas que desayuno de lunes a jueves.

Hoy me levanté a las seis de la mañana y, luego de meditar diez minutos, preparé la gelatina y la dejé en reposo antes de meterla a la refrigeradora; luego empecé mi jornada laboral: tuvimos una reunión de casi dos horas en la que nuestro project manager explicó algunos aspectos de la metodología que estamos tratando de introducir.

A media mañana nos reunimos con el analista más antiguo del equipo para revisar las tareas que completaremos en este ciclo; antes de eso me había vuelto a meter a la cama y había estado dormitando por un poco más de una hora... realmente debo mejorar este aspecto...

Y a ver cómo sigue eso...

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