martes, 17 de abril de 2012

El principio del fin...

Anoche -realmente hoy de madrugada- el ex compañero con el que trabajé muy de cerca los últimos dos o tres meses en el banco me contactó por msn para comentarme que estaba buscando trabajo -ahora sí seriamente- pues ya no soportaba a la jefa. Le comenté que yo la había visto el jueves santo cuando fuí con una amiga a la Catedral Metropolitana pero que solo nos saludamos así de lejitos.

El miercoles pasado no nos vimos con LG, me parece que no me gustó mucho correr a mi habitación a la hora de salir de mi oficina y le indiqué que trabajaría hasta tarde ese día. El jueves es su día de estudios biblicos o algo así. Yo salí un poco después de las seis de la oficina y pasé al supermercado a comprar cereal y leche pues habíamos quedado de desayunar el sábado en mi habitación.

El viernes -como sale media hora antes de su horario habitual- quedamos en que llegaría a un lugar intermedio entre su trabajo y el mío. Los días han estado bastante pesaditos -pero buenos- en mi trabajo por lo que traté de no dejar lo fuerte del trabajo para la tarde del viernes. Al final salí a las 6:00. Me dirigí a un KFC que está como a seis o siete calles del edificio en el que trabajo y alli encontré a LG, había comprado camarones y venimos a cenar a mi habitación.

Después de cenar estuvimos conversando un poco -y mal-. LG tuvo también una semana pesada por el cambio a las nuevas oficinas y estaba rendida, no se si fue por eso por lo que discutimos nuevamente, en este caso por los planes futuros de cada uno. Creo que LG quiere tener nuevamente una familia, a mi no me atrae mucho la idea. En fin, un poco después de las 9:00 la acompañé a la calzada principal y en el camino le volví a indicar que según mi percepción, para que haya una pareja ambos deben estar de acuerdo y querer estar en la relación; que si uno de los dos ya no está en condiciones lo mejor es cortar por lo sano. Quedamos en que desayunaríamos al día siguiente.

El sábado vino un poco después de las siete. Había comprado un poco antes unos croissants y el día anterior unos bananos en el supermercado. Desayunamos bastante bien. Luego conversamos aún otro poco. Un poco antes de las 8:00 nos dirigimos a los puntos respectivos en donde nos tocaba encontrar a los grupos de visita. Mi grupo de visita fue asignado a un orfanato en donde hay un poco más de 15 niños. Muy bien educados, por cierto. Los niños van como de 5 a 15 años, la directora -es pastora también- es una anciana con pocas pulgas pero me sorprendió lo bien que los chicos nos recibieron. Incluso estuve enseñándole a un par a armar un lado del cubo de Rubik y a otros pocos a jugar ajedrez.

Terminamos la visita un poco antes del mediodía y retornamos al restaurante de costumbre. Había planeado visitar con el grupo con el que visitaba el año pasado por la tarde pero al final vi que tenían problemas de transporte por lo que mejor me quedé dentro del restaurante viendo un partido de futbol y un poco después de las 4:00 retorné a mi casita. Aproveché para ver el último capítulo de la temporada 8 de Dr House que había bajado en la semana -el 12-. Me dormí temprano pues el sábado me dormí casi a las 2:00 AM terminando el último libro de Los Juegos del Hambre.

El domingo fui por mis chicos a las 9:30. Había olvidado mi portatarjetas en la oficina por lo que no pude llevarlos al IRTRA, como les había ofrecido el domingo anterior. Estuvimos en la mañana en mi habitación, jugando con el cubo de Rubik, viendo un capítulo de Phineas and Ferb y leyendo un poco, luego preparamos unos panes con ensalada de huevo y unos panes con frijoles y nos dirigimos al zoológico. Llegamos al lugar un poco después de las 2:00, almorzamos en la entrada -nos tocó que hacer vasos de origami para tomar gaseosa- y luego recorrimos el lugar. Nos retiramos a las 5:00, apenas con tiempo para pasar por mi habitación por sus diarios e ir a dejarlos a su casa a las 6:30. No había hablado con LG ni en la mañana ni en la noche. Como a las 9:30 me escribió para saber si todo iba bien.

Ayer estuvo extraño el día. En el trabajo bien, bastante atareado. Casi sin comunicación con LG. Le indiqué que saldría tarde -al igual que toda la semana- y que no creía que nos diera tiempo de vernos. Al final salí un poco después de las seis pero al atravesar Miraflores me encontré con un ex trabajador. Contraté a Edwin cuando era Jefe de Calidad en el lugar en el que realicé mi tesis. De eso hace más de diez años. Lo había visto fugazmente hacía un par de meses cerca de mi oficina y ayer aproveché para quedarme conversando -casi dos horas- sobre como se había desarrollado su vida después de nuestro tiempo de trabajo en común.

Luego caminé a mi casita bajo una llovizna no tan fuerte para entrar en los zapatos pero sí lo suficiente para empapar mi camisa. Vine casi a las 9:00 a mi habitación, le escribí a LG para comentarle que me conectaría pero me dijo que mejor descansara. Me dormí casi a medianoche, viendo Van Helsing.

Hoy entré temprano a la oficina -7:00-. Estuve en la mañana ayudando a mi jefa a desarrollar un documento de procesos que debe presentarle a su jefe esta semana -creo que va atrasada- y luego terminando una serie de pruebas que han estado bastante tardadas. Al mediodía liberé lo que estaba probando y salí a almorzar con el compañero B, le conté lo tensas que ha estado la situación con LG y que me imaginaba que se acercaba el final. También compartí con él un par de aguacates nicaragüenses que mi vecino de ese país pasó a regalarme anoche a mi habitación. Retorné a la oficina a iniciar unas pruebas bastante extensas con nuestro cliente de habla francesa y a apoyar a un cliente del sur al que estuve capacitando la semana pasada.

Un poco después de las 6 me retiré de la oficina, el compañero B me dió aventón y me invitó a cenar en el puesto de asados a pocas calles de mi casa. Estuvimos aún conversando un poco sobre LG y creo que mañana si la citaré para que conversemos y -tratar de- aclarar nuestra situación. No augurio nada bueno. Aprovechando que vi actividad en la habitación de mis vecinos fuí a hablarles para que recogieran la basura que habían dejado en el pasillo de los servicios que compartimos. Después recibí una llamada de mi madre y mi hermano mayor. Estuvimos conversando unos minutos. No siento nada.

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