domingo, 22 de abril de 2012

LG, el final and Pulling my strings...

El martes en la noche -luego de postear la anterior entrada- recibí una llamada de LG, estuvimos conversando poco y mal unos minutos. Básicamente se puso a llorar y a preguntarme si ya no la quería. Le indiqué que algunas cosas no deberían hablarse por teléfono y que sería mejor que nos vieramos el miercoles por la noche. El miercoles hablamos un par de veces durante el día y a las seis y media aproximadamente pasó frente al edificio en donde trabajo y nos dirigimos al boulevard en donde tuvimos nuestros primeros encuentros. No nos besamos o abrazamos. Le pregunté si quería la explicación larga o la corta. Me preguntó si el final era el mismo y le indiqué que así era. Básicamente le dije que dado que ella estaba imaginándose un futuro a largo plazo y que yo no podría aún verme así, lo mejor era dejarlo así. Estuvo llorando un poco y luego me pasó a dejar al Trebol, desde donde retorné caminando a mi habitación.

El jueves mi jefa se reportó enferma, estuvo 'trabajando' desde su casa. En fin, traté de avanzar en mis asignaciones, algo bastante complicado, pues un par de máquinas virtuales no estaban funcionando como se esperaba. Salí un poco después de las seis y le pedí aventón al compañero B. Me dió jalón hasta mi casa.

El viernes mi jefa seguía enferma, cuando otro departamento solicitó a alguien de mi área para participar en una reunión me adherí a la misma, no pude localizar a mi jefa para confirmar mi ingreso. Como a media reunión recibí un mensaje en mi celular, de mi jefa, pidiéndo que viera un correo. El correo estaba bastante cargado emocionalmente, recordándome quién era mi jefe e indicándome que siguiera con la asignación original. Luego de eso recibí en mi escritorio una llamada de mi jefa en mi escritorio pero se quejó de que no me escuchaba.

Realicé una llamada desde una sala de reuniones y de una forma bastante poco diplómatica le indiqué que no tenía que estarme recordando quien era mi jefe, que lo tenía muy claro. Discutimos en una forma bastante fuerte y quedamo en que nos reuniríamos el lunes por la mañana para conversar sobre la forma de mejorar la comunicación. Al final salí a las 8 de trabajar y vine a mi casa aún a ver si podía avanzar otro poco, aunque la conexión no estaba muy estable. Como a las once la contacté y me indicó que avanzara lo que pudiera y continuara el lunes. De verdad que a veces me desespera. Me acosté un poco antes de medianoche luego de dejar un baño con ropa en remojo.

El sábado me levanté a las 6:30, me sentía bastante cansado. Lavé las camisas y ropa interior que había dejado en remojo el día anterior y luego de tenderlas me dirigí a mi visita de la mañana. La visita fue en el mismo lugar que el sábado anterior y en esta ocasión estuve casi todo el tiempo realizando origami con un grupo de tres o cuatro niños. Salimos un poco temprano de la visita pues la mayoría quería ver el partido Barcelona-Real Madrid. Una compañera nos pasó dejando al Taco de costumbre pero el lugar estaba incluso cerrado, dado la demanda por un lugar para ver el partido.

Tomé frente al restaurante un bus para dirigirme al punto de reunión de mi grupo de la tarde. El Burger King cerca del Reloj de Flores. Almorcé en el lugar y estuve esperando a mis compañeros que se fueron apareciendo en la hora siguiente. Visitamos un orfanato en el sector más acaudalado de la ciudad -la mayoría de las embajadas europeas se encuentran en esa colonia-. El lugar es administrado por un grupo estadounidense y los niños estan bastante bien antendidos. Estuvimos en el lugar hasta las cinco y luego nos dirigimos a la casa de una compañera que vive como a cinco o seis cuadras del lugar en donde realizamos la reunión de comentarios post visita. Yo comenté lo que me sorprendía el comportamiento de los niños de mi grupo de la mañana, en un lugar bastante humilde comparándolo con los niños de la tarde que tienen un ambiente de lujo. Al final, como siempre, el dinero no lo es todo.

Después de la reunión la lider de mi grupo y su novio nos pasaron dejando a dos sonriseros más y a mi a una estación del transmetro. Como había llovido bastante durante la tarde cargaba los zapatos empapados por lo que me dirigí a mi habitación a ponerme otros secos. A las seis y media llamé al voluntario que vive en la misma colonia para confirmar que iríamos a visitar a nuestros amigos voluntarios que se casaron en Septiembre pasado. Como a las siete me dirigí a la casa del voluntario y de allí nos encaminamos a la casa que nos habían invitado. Luego de ponernos de acuerdo con los otros invitados y la pareja a donde ibamos de visita, acordamos reunirnos en un comercial cercano a su casa, en donde compramos cinco pizzas; bastantes, considerando que eramos como nueve personas, aunque la mayoría son de talla de L a XL.

Estuvimos en el hogar de esta pareja de voluntarios hasta un poco después de las 11. La señora se había tomado la molestia de llamarme el miercoles o jueves anterior para invitarme personalmente, pues ya no estoy participando en la mayoría de actividades del grupo de los sábados por la noche. El voluntario que vive en la misma colonia me pasó a dejar a mi casa un poco antes de medianoche. Había planeado trabajar un poco por la noche pero luego decidí dormirme, un poco antes de la una de la madrugada.

El dueño de la casa pasó este día como a las 6:30 a cobrar la renta. Me levanté a pagarle y luego retorné a la cama, estuve dormitando casi hasta las 9:00. Afortunadamente he tenido bastante ordenada la habitación por lo que un poco después de las 9:15 me levanté a recoger un par de trastes que tenía tirados y luego fuí por mis peques. Estuvimos en mi habitación viendo un par de videos de The Matrix, un video de algebra -en inglés- y un capítulo de Phineas and Ferb. Un poco antes de las 11:00 nos alistamos y nos dirigimos al IRTRA. En el camino compramos aguacates, tortillas y gaseosas.

Mis chicos cargaban la videocámara que traje en mi primer viaje a Portland, la cual había estado abandonada casi cuatro años. Estuvieron filmando una gran parte de la visita al IRTRA. Compramos dos pasaportes y acompañé a los pequeños a la rueda de Chicago, de la cual se habían bajado en nuestro último viaje porque el pequeño se puso a llorar. Al final nos subimos dos veces a la misma. Mi hija mayor -como siempre- aprovechó para subirse a los juegos más extremos del parque. Una pequeña montaña rusa y una construcción llamada el Rascacielos, al cual ni siquiera me he planteado yo subirme.

Almorzamos pollo y luego realizamos un recorrido por el zoológico que tiene el parque. Un poco antes de las cinco iniciamos el retorno a mi habitación. Se me olvidó pedirles a mis chicos que me ayudaran a lavar trastos pues me habían pedido un poco de tiempo para enviar un correo de la mediana a una de sus maestras del conservatorio. Para terminar el día vimos quince minutos de Rango -la bajé hace un par de noches- y los fuí a dejar a su casa un poco antes de las seis y media. Iba a ponerme a trabajar pero la conexión está bastante lenta y en el ambiente en el que estoy trabajando no tengo muchas opciones para hacerlo remotamente. Espero dormirme un poco temprano pues mañana planeo llegar a la oficina alrededor de las seis y media y mi jefa me adelantó el viernes que tendré que estarme quedando hasta muy tarde la mayor parte de esta semana.

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