domingo, 17 de enero de 2010

Esperanzas...

Uno de los principios del zen -o eso he entendido en mis lecturas- es el cese de las esperanzas. La mayor parte de personas que me han escuchado hablar sobre el concepto son negativas con respecto a esto. Si no hay esperanza, entonces, que nos queda?
No he logrado explicar bien el concepto, y creo que no lo lograría explicar bien acá. Creo que es algo más de aprehender el concepto que de aprenderlo.

Este inicio de año ha estado bastante lento. He estado tratando -al menos dos semanas- de conseguir un empleo para los sábado, pero sin mucha convicción. Fuí a un par de entrevistas y a visitar el Festival del Empleo. En mi empresa un área completa -dos personas- anunciaron su retiro y hubo una oferta para viajar varios meses a trabajar a uno de los países invidadidos por USA en Asia.

No escribí ningún objetivo o meta específico para este año. Pero, este jueves, me entero que uno de los proyectos de voluntariado en el que quería involucrarme desde el año pasado -no pude hacerlo pues trabajaba los sábados- inicia su trabajo el sábado 23.

El viernes en la noche, también recibí una invitación por parte del maestro de ajedrez de la oficina para ir a jugar el sábado a la Federación de Ajedrez. Fuimos tres personas de la oficina y un amigo del maestro. En general estuvo bien la tarde, estuve observando basketball un par de horas, luego jugando como dos o tres horas ajedrez. Quedé apaleado por el maestro, tablas con su amigo y le gané casi todas al tercero de la oficina. Pero, no me emociona el juego, de hecho en varias ocasiones, viendo jugadas ganadoras, prefiero dar cuartel. Creo que me falta la malicia necesaria para progresar en Ajedrez. Lo bueno de la tarde es que pasé viendo las instalaciones de la Federación de Judo -se ven bastante modestas- y recordé el sanzen ocurrido con el ábate de mi templo zen: Su consejo fué practicar un arte marcial para mejorar mi nivel de autoafirmación personal. Así que de eso se tratará: Arte Marcial y Voluntariado.

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