martes, 20 de diciembre de 2011

Compras navideñas...

Ya he dicho varias veces por acá que comprar me cuesta, comprar regalos me cuesta, tanto por el gasto como porque me hago bolas para regalar siempre. Siempre. No sabía que estaba tan mal financieramente, también. Mi saldo ha bajado tanto que aparentemente, de los seis meses que tenía antes para estar sin trabajar ahora apenas tengo tres semanas o así. Preocupante? por completo. Debo poner orden en mis finanzas. Mi meta es tener ahorrados el equivalente a 6 meses de mi presupuesto. Empiezo -casi- de cero nuevamente. Al menos estoy en el trabajo que me gusta.

Como la semana pasada me dí cuenta de lo mal que andaba, el domingo pasado les dije a mis peques que los regalos de la navidad no serían tan grandotes como los de los tres años anteriores. Les pedí que en sus diarios escribieran tres opciones de lo que les gustaría recibir en Navidad. Este domingo me presentaron la lista con resultados mixtos: mi pequeño fue bastante específico -y alcanzable- la mediana un poco menos específica y la grande escribió tres cosas completamente fuera de contexto -por ejemplo una figura de una rana porque le encantó un dibujo que su hermana había hecho-.

Hoy fuí a comprar. Al final compré un lego y un juego de pelota y atrapador para mi hijo pequeño, un pequeño ajedrez electrónico y un dominó bastante bueno para mi hija mayor y un juego de implementos de dibujo para mi hija mediana. Me falta únicamente una figura de acción para mi hija mediana y con eso estaré completo con las compras navideñas.

El martes por la noche de la semana pasada pasé al supermercado a comprar unas zanahorias y retomar mi costumbre de llevar almuerzo al trabajo al menos dos días. El miercoles y el jueves llevé ensalada de zanahoria con atún. El martes por la noche asistí a un curso de una asociación de gerentes. El conferencista estuvo bastante divagante en su ponencia de una hora aproximadamente. El tema era el pensamiento estratégico y como buen creativo lo enfocó más a la generación de ideas. El miercoles por la noche pasé a Nueva Acrópolis a una conferencia sobre el manejo de las emociones. La directora de esa rama -estudió en la facultad en mi época- me invitó a tomar un curso de filosofía -?- al principio del otro año. Retorné como a las 9:30 a mi habitación.

El jueves por la noche retorné medio temprano a mi habitación. Cené asado. El viernes había planeado salir temprano -a la hora debida- de mi trabajo pero me quedé viendo una prueba en la que no pude avanzar durante la tarde. A pesar de no haber participado en el Amigo Secreto de este año -llegué muy tarde- me invitaron a que acompañara a la oficina a la cena. Cenamos en Tony Roma's, bastante caro pero muy buena comida. Estaba tan buena la costilla de cerdo que hasta retornó mi alergia a esa carne. Estuvimos en el lugar hasta casi las 11:00 y luego mi jefa pasó a dejarme a unas calles de mi casa.

El sábado me levanté temprano pues había quedado con mi nueva amiga del voluntariado reunirnos para conversar un poco antes de que llegara todo el grupo. Llegamos como media hora antes y estuvimos conversando un poco. La visita de la mañana la realizamos en el hospital más grande del centro histórico. Cada visita es tan especial. Casi al final de la visita estaba conversando con tres niños que están recibiendo quimioterapia y sus cuidadores. Casi al salir empezaron a repartirles el almuerzo -los niños estaban en un pasillo del hospital-. Uno de los niños me pidió ayuda para abrir una botella de cola pues tiene canalizada la muñeca. Al abrirle la botella me ofreció un trago de su agua. Con un nudo en la garganta tuve que decirle que por estar muy bajas sus defensas podía afectarle luego.

Regresamos a almorzar al restaurante de costumbre y en la tarde nos fuimos con mi nueva amiga del voluntariado a visitar a la sección quemaduras pediátricas en el hospital más grande de la parte sur de la ciudad. Fue una visita bastante intensa por el tipo de pacientes que les toca atender en la unidad. Realizamos la visita -casi dos horas- con protección total de cabello, zapatos y cuerpo. Después de la visita nos dirigimos caminando a la casa del voluntario que vive en la misma colonia en donde participamos en el convivio navideño. Axl se encargó de cocinar, uno de los voluntarios de las fotografías y estuvimos un par de horas departiendo. Como a las 10:00 Axl me pasó a dejar a mi casa.

El domingo me costó -para variar- levantarme. Finalmente me levanté casi a las 9:00, ordené un poco mi habitación y fui por mis peques. Como el otro domingo -navidad- el cibercafé estará cerrado les adelanté su hora mensual de internet. Estuvimos en la mañana viendo una parte de Kim Possible en inglés. Compramos en el mercado manzanas para refaccionar y luego, a punto de irnos a internet decidimos almorzar en la universidad. Compramos aguacates, embutido y pan y nos fuimos a la hora de internet. Luego preparamos sandwiches de salami, jamón y salchica en la universidad. Recorrimos una gran parte de la universidad buscando hojas para hacer origami y retornamos a mi habitación un poco después de las 5:00. Mis chicos me ayudaron a lavar trastos y luego vimos la última media hora de El Viaje de Chihiro. Ese día les dí dos cubos desarmados para que los armaran consecutivamente. Mi hija mediana está poco a poco mejorando.


Luego de irlos a dejar a su casa retorné a mi habitación a prepararme para otra semana en mi trabajo, con mi jefa habíamos acordado el viernes armarle una canasta navideña a la practicante, yo puse la canasta, una lata de aceitunas y una caja de galletas. Habíamos acordado también invitarla a almorzar el lunes y como me tocaba lo dulce en el desayuno compré un doble litro de jugo de naranja. Me levanté el lunes un poco después de las 5:30. Me bañé, alisté y me dirijí a mi trabajo. Mi jefa me comentó que no podría ser almuerzo pues tenía que salir al medio día a una consulta médica por lo que acordamos invitarla a desayunar en Mc Donalds. Compramos tres desayunos y tuvimos la reunión semanal. Me pasé casi todo el día revisando un incidente bastante serio -apenas salí como 15 minutos a almorzar- y me retiré a las 7:00 pm, cuando ya había aprobado el incidente.

Estaba a pocas calles de mi casa -pasé a comprar una zanahora al supermercado- cuando recibí una llamada de Rx avisándome que estaba por llegar a mi casa. Rx me invitó a cenar -tacos con queso- y estuvimos conversando hasta las diez en su automovil. Me contó que había cortado hacía como un mes con su novio y que estaba saliendo con otra persona y blah, blah, blah. A las 10:00 que entré finalmente a mi habitación me puse a conversar sobre FB con mi nueva amiga del voluntariado. Mañana llegará al edificio en el que trabajo, a la hora del almuerzo, para que le enseñe a armar el cubo.

Este día me reuní a primera hora con mi jefa. Me indicó que no estaba bien que estuviera saliendo tan tarde cuando no era preciso, como el día de ayer. Quedamos en que planificaré mejor mis asignaciones para tratar de salir a mi hora normal, 5:30. Me había llevado mi tarjeta de ahorro en dólares -donde me depositaban en mi trabajo anterior- pues había planeado pasar el poco balance de esa cuenta a la que uso para realizar mis pagos, pero los banco estaban atestadísimos a la hora del almuerzo. Espero realizar la operación mañana pues me quedé casi a cero en la cuenta que utilizo. Hoy salí como a las 5:40 y me dirigí a realizar las compras navideñas, luego pas{e a comprar panito tostado y vine a cenar a mi habitación.

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