lunes, 12 de diciembre de 2011

Three weeks left…

El miércoles pasado –por fin- pude depositar dinero en la cuenta de la cual tengo tarjeta de débito. Afortunadamente no estaba lleno el banco y me dio tiempo de pasar a almorzar al restaurante que está al otro lado de la calle, frente a mi oficina. Había planeado asistir al miércoles de cumbia pero el almuerzo no me cayó bien y mejor me retiré a mi habitación. Aún cené –te y panito- y me dormí un poco temprano.

El jueves salí a almorzar a un puesto callejero de panes cerca de mi oficina. El compañero B me dio aventón a mi casita bastante temprano –como a las 5:45- y dejé un poco de ropa en remojo. Como a las 8 y media me llamó el voluntario que vive en la misma colonia para invitarme a cenar, con otros compañeros del voluntariado. Compramos unos asados y cenamos en su casa. Estuvimos departiendo casi hasta la media noche.

El viernes es el día más fácil en cuanto a la comida. Mi jefa distribuye tamales caseros. Además, -y afortunadamente- he empezado a desayunar más constantemente. Avena. Durante la mayor parte de la mañana estuve en una teleconferencia con nuestro cliente local. Aproveché los ajustes iniciales de Skype para llamar a mi ex jefe en Portland. Salí de mi oficina un poco después de las 6:00 y regresé a mi casa a preparar –media- sopa instantánea y cenar someramente.

El sábado fue un día intenso, o algo así. Me levanté un poco después de las siete a lavar unas camisas que había dejado en remojo la mañana anterior. Había quedado con el voluntario que vive en la misma colonia de reunirnos a las 8:45 pues habían convocado a la reunión de de visita a las 9:00 en un restaurante cerca de mi oficina. Me atrasé un poco por dejar bajando Cypher pero llegamos a tiempo al lugar de reunión. El único automóvil era el de este voluntario y, como le tocó que ir por la encargada de visita, tuvimos que irnos en autobús al asilo que nos tocaba visitar. La visita estuvo muy buena.

Los ancianos del lugar se alegran siempre de que les den un momento diferente en sus días de retiro. Estuvimos la primera parte de la visita apoyando a un grupo de voluntarios de una institución financiera que llegaron a entregarles regalos a los residentes y la segunda hora conversando y cantando. Después de la visita nos fuimos –con otros cinco voluntarios- a ver el juego Barcelona-Real Madrid a un restaurante de comida rápida de la Avenida Las Américas. Realmente con otros cuatro voluntarios nos estuvimos la mayor parte del tiempo jugando Dos, ya que fanáticos del futbol no somos. Después de la bulla del partido nos dirigimos a las cercanías del Campo de Marte a ver las Luces Campero.

El voluntario que vive en la misma colonia hizo un recorrido por varias zonas de la ciudad repartiendo a los voluntarios, con lo que retorné a mi habitación como a las diez de la noche. Estuve viendo una parte de Cypher pero un poco después de media noche me dormí, para tener un buen domingo con mis peques.

El domingo que llegué por mis peques aún no estaban listos. Como no me gusta esperarlos ahora en la calle entré a acompañarlos en lo que el pequeño y la mediana terminaban de desayunar. Me preocupa que a pesar de todo lo que pasó con mi ex y el tiempo en que ya no estamos juntos aún encuentro restos de sentimientos hacia ella. Con mis peques vimos medio capítulo de Kim Possible en inglés en mi portátil, seguimos con el cubo de Rubik y conversamos sobre mi situación financiera en esta temporada y quedamos en que para el otro domingo escribirán en su diario tres opciones que les gustaría recibir de regalo para navidad.

Un poco después del mediodía nos dirigimos a Eskala en donde almorzamos arroz chino y entramos a ver El Gato con Botas, nuestra primera película en tres dimensiones. No entiendo porqué hay que devolver los anteojos después de la función y terminé quedándome con los que me habían dado. Perdí los que me había regalado un compañero de voluntariado al principio de mis visitas y espero utilizarlos ahora como parte de mi atuendo en visitas. Retornamos a mi habitación un poco antes de las cinco, mis chicos jugaron un poco de Angry Birds, por turnos, en la única portátil que tengo activa, me ayudaron con mis trastes y a las seis de la tarde los fui a dejar a su casa.

Antes de jugar Angry Birds mis peques me habían acompañado al supermercado que queda a un par de cuadras de mi habitación. Las tortillas de harina que habíamos comprado habían resultado con moho y habíamos ido a devolverlas. También compré los ingredientes para preparar emparedados pues hoy me tocaba traer el desayuno para la reunión con mi jefa y la practicante. En la noche cené –té con pan- y estuve conversando con varios amigos en el chat de facebook. Ví la parte final de Cypher y me dormí un poco antes de las once.

Hoy me levanté a las cinco de la mañana. Preparé una docena de sándwiches de jamón, salami y aguacate y entré a trabajar a las siete. Nos reunimos por un poco menos de una hora y he estado avanzando en la asignación que llevo en curso.

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