lunes, 26 de diciembre de 2011

Navidades...

Es el cuarto fin de año que paso en mi país luego de dos años de estadías en Portland. Al igual que otros años esta vez me dormí temprano, un poco antes de las 10:00 pm ya estaba en cama, al igual que otros años, escuché entre sueños la cohetería de la medianoche. Y anoche si me desvelé, de hecho llegué a mi casa después de medianoche pues una de las voluntarias de mi grupo de los sábados por la noche nos había invitado a cenar tamal en su casa. Llegamos como a las 7:30 y estuvimos con tamal, chocolate y pierna -y una larga conversación- hasta la medianoche.

El miércoles de la semana pasada me reuní con mi nueva amiga del voluntariado a almorzar, ella me trajo almuerzo y yo estuve enseñándole a armar el cubo de rubik. Ella me trajo también mi sexto cubo -mide 10 centímetros de arista-. Por la noche pasé a un supermercado que queda camino a mi casa a comprar una figura de acción para mi hija mediana. El jueves debía ir a cobrar la liquidación de mi trabajo anterior. El día anterior me habían llamado para citarme al mediodía. Cuando salí de mi casa no pude encontrar mi tarjetero -en donde tengo mi identificación y varias tarjetas- por lo que al llegar a mi trabajo bloqueé mi tarjeta de débito, para evitar cualquier riesgo.

La ida a cobrar mi liquidación fue terrible, casi dos horas solo en ir y venir en autobus. Afortunadamente el cheque estuvo bastante mayor de lo que yo había esperado (más de 5 veces lo que esperaba) y eso a pesar de que me descontaron casi el 30% por cargos de la capacitación inicial. Deposité el cheque en la cuenta que estoy utilizando y retorné a mi oficina. De acuerdo a lo que me había indicado mi jefa, he estado tratando de no salir muy tarde. El contador de mi oficina me dió aventón a la universidad y de allí caminé a mi casita. En el camino pasé a una librería a comprarle un juego de lápices a mi hija mediana, para completar los regalos.

El viernes estuvo bastante tranquilo en la oficina. Le había encargado un par de tamales a mi jefa y almorcé uno de estos al mediodía, luego salí con un par de compañeros al centro comercial de al lado a caminar un poco. Salí un poco después de las 5:30 y caminé una buena parte del camino con uno de los compañeros del mediodía que iba en la misma dirección. Antes de salir de la oficina el voluntario que vive en la misma colonia me había llamado para indicarme que estaba en su casa por si quería pasar a cenar. Compramos unos tacos en un puesto cercano y cené en su casa viendo un para de capítulos de La Ley y El Orden. Un poco después de las 9:00 me retiré a mi habitación. En la puerta de la casa del voluntario encontré a Mv, me sorprende lo mucho que cambian las relaciones de un año a otro. El año pasado fuimos muy muy íntimos, de hecho hasta hubo connato de ser pareja, y ahora apenas nos hablamos.

Como me faltaba empacar la mitad de los regalos, aproveché para realizarlo el viernes por la noche. Esa noche y la anterior había estado ayudándole a mi nueva amiga del voluntariado a recuperar el control de sus cuentas de hotmail y facebook que habían sido secuestradas a mediados de la semana. Estuve utilizando Chrome Remote Desktop y me pareció muy bueno para brindar reporte remoto. El sábado me levanté a las 4:45 pues le había ofrecido a mi nueva amiga despertarla. Debíamos pasar a recogerla a las 6:30 a un comercial céntrico -cerca de mi trabajo- y puse la alarma a las 4:45. Me iba a volver a dormir pero preferí quedarme vendo The Punisher. A las 6:15 me dirigí a la casa del voluntario que vive en mi colonia para la visita del 24 de diciembre de mi grupo de voluntarios.

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